martes, 26 de mayo de 2020

"Nosotros debemos enfatizar el vínculo entre el capitalismo y el colapso de la economía; y la incapacidad del sistema de salud capitalista de enfrentar los grandes problemas que encontramos hoy". En Argentina son responsables el PJ de Menem-Cavallo en viabilizar que la OMS, el FMI y la OCDE, farmacéuticas transnacionales, empresas monopólicas de la salud y Estados imperialistas emprendieran planes bien estructurados de expansión en los sistemas públicos sanitarios.

Cinco problemas estructurales
del Capitalismo agudizados
por la crisis sanitaria

José Luis Ríos Vera, Iván Montero y Gabino Javier Ángeles Calderón

 (…) 5. La crisis sanitaria/ambiental
La pandemia del SARS - CoV - 2 puso de relieve la crisis de los sistemas de salud a  nivel mundial. Un virus, con un diámetro cientos de veces menor que el de un cabello  humano, es el "catalizador" de las  contradicciones abigarradas del sistema capitalista  mundial. En un primer momento  la pandemia  se concentró  en  China, Italia, Alemania,  Reino Unido, Francia,  España, Turquía, Irán, Rusia.
Posteriormente se propagó con  fuerza en Estados Unidos  – tras el negac ionismo de Trump y sus  criminales  omisiones – cuyo número de personas contagiadas rebasa un millón  518 mil y más de  90 mil  muertes (al 19 de mayo). 


En los países de la periferia  se  extienden  las  devastadoras  consecuencias.  Brasil como  un  epicentro de los  países del Sur global  ya supera los  262 mil contagios y más  de 1 7 mil 500  muertes. La amenaza que se cierne sobre África se anuncia trágica. De  acuerdo con un nuevo estudio de la Oficina Regional para África  (OMS) , entre 83 mil y  190 mil personas en África podrían morir de COVID - 19 y entre 29 millones y 44  millones de personas podrían infectarse en el primer año de la pandemia si las  medidas de contención fallan.  ¿Cómo entender entonces la actual crisis sanitaria co mo expresión de la crisis  estructural del capital? Tal vez, la crisis sanitaria sea la parte que expresa de forma más latente la  tragedia humana causada por la enfermedad de Covid - 19.

Esto por las miles de  muertes de personas, el padecimiento de la enferme dad, la hospitalización, el estrés  generado entre los pacientes y los familiares, la insuficiencia de recursos  hospitalarios, las condiciones de vulnerabilidad y el propio confinamiento. Según los  datos de la Universidad John Hopkins de EUA, hasta el día 1 9 de mayo a nivel mundial  la cifra de  casos  confirmados ascendía a poco más de 4. 8 millones y más de  322 mil  muertos. 25 

  • En este sentido, en primer lugar, debe señalarse que esta crisis sanitaria posee  un carácter histórico - geográfico propio: la  mundialización capitalista con sus cadenas  de producción, distribución y consumo (zonas de producción, centros de  comercialización, zonas de distribución  – maquilas, bodegas, aeropuertos, almacenes,  agentes inmersos, etc. –). Las rutas del contagio fueron en su inicio las rutas  geográficas de la valorización del capital. 26 
  • En segundo lugar, esta crisis sanitaria hunde también sus raíces en la crisis  ambiental provocada por la expansión irracional del capitalismo. Las devastaciones de  bosques y selvas causadas  por el extractivismo, la agroindustria, la urbanización y la  mercantilización de la naturaleza han traspasado los límites ambientales. Entre otras  cosas, esto nos ha expuesto a las distintas poblaciones humanas a diversos virus y  agentes infecciosos que estaban confinados en hábitats remotos y en especies con  poco contacto humano (ejemplo de ello es el VIH, el ébola y ahora el coranovirus). 26 Sobra decir que las acusaciones mutuas entre EUA y China  – de haber creado al virus – son p arte  de  l a guerra geopolític a , comercial y tecnológica interimperialista  (que  también se ha exacerbado con esta crisis)  y  que termina por  opacar la crisis ambiental  causada por el capitalismo.  En este sentido, n o debe pasarse por alto que la  devastación ambiental causada por la destr uctiva e irracional lógica de acumulación  de capital es de tal magnitud que a la era geológica actual se le ha denominado  capitaloceno. 28 
  • En tercer lugar, no es ninguna sorpresa que esta crisis sanitaria tenga un  carácter clasista - racista - imperialista - neocolonial y excluyente, rasgo propio del  contexto histórico en el que ocurre esta pandemia: el más desigual en la historia de la  humanidad.  Tan sólo en el 2017, el  Credit Suisse Research Institute aseguraba que el 10  % más rico en el mundo poseía el 88 % de la riqueza mundial y sólo el 1 % por sí solo  contaba con el 50 % de los activos globales. 29 Aún más, los riesgos sociales ya se  habían documentado y anunciado desde hace años con la crisis sanitaria de la  influenza AHN1, cuando diversos estudios mostraron el papel que en estas pandemias  tienen los factores de vulnerabilidad social: la desigualdad, la clase, el origen étnico, el  género, la esc olaridad, el acceso a los sistemas de salud, el hacinamiento, el acceso al  agua, las regiones periféricas y las zonas marginales en las ciudades. 30 Sin embargo,  todos estos factores de exclusión y vulnerabilidad han sido creados por  – o se han  mezclado con – la subsunción del trabajo al capital  de los últimos cuarenta años a través de la explotación y superexplotación del trabajo, la precarización laboral, las  políticas neoliberales, las privatizaciones, el despojo y las gigantescas trasferencias de  valor de la prefería a los centros imperialistas. 
  • En cuarto lugar, esta crisis sanitaria es expresión de la crisis estructural del  capital porque apunta a los límites alcanzados por el sistema y a su incapacidad de  superarlos. Más aún, es estructural porque la tensi ón entre las necesidades humanas y  la lógica de valorización y mercantilización del capital  – la tensión entre el valor de uso  y las determinaciones del valor de cambio – no puede ser resulta por el propio sistema  y sólo lleva a una espiral de barbarie.  

En  este sentido, el neoliberalismo ha sido el mayor proyecto histórico del capital  por subordinar a su lógica de valorización al sujeto social, la fuerza de trabajo y la  naturaleza  – en ar as de expandirse y mantenerse – . 

En este escenario de pandemia, es clave  entonces entender dos puntos: el  detrimento de lo público frente a lo privado (véase la Gráfica  A ) y las restricciones de  los Estados al gasto social con el fin de facilitar el acceso a los grandes corporativos y  empresas trasnacionales a la mercantilizaci ón de los servicios públicos, así como  también con el fin de destinar mayor presupuesto a los gastos militares y, en la  periferia, para consignar recursos al pago de la deuda externa ( por ejemplo, en la Gráfica B se observa el modo en que algunos Estados d e América Latina de manera  estructural deben destinar más del 10% del gasto público total al pago de intereses de  la deuda externa).  28 El sector de la salud pública no ha quedo aislado de esta lógica neoliberal de  subordinación y mercantilización.

La  mayoría de los sistemas del mundo se han vi sto  afectados por este proceso La salud pública se ha abierto a la mercantilización. Desde organismos  internacionales como la OMS, el FMI y la OCDE, hasta farmacéuticas transnacionales,  empresas monopólicas de la salud y Estados imperialistas han emprendido diversas  ofensivas contra los sistemas públicos sanitarios por medio de planes bien  estructurados, por medio de los cuales han abierto paso al capital para expandirse en  este sector. 31 Esto ha devenido en el det erioro  intencional de los sistemas de salud pública a  nivel mundial, lo cual se expresa en la fragmentación de los sistemas, la privatización  de las pensiones, la insuficiencia de la inversión pública en el ramo, la falta de  expansión de la infraestructura , el detrimento en la calidad del servicio La salud pública se ha abierto a la mercantilización. Desde organismos  internacionales como la OMS, el FMI y la OCDE, hasta farmacéuticas transnacionales,  empresas monopólicas de la salud y Estados imperialistas han emprendido diversas  ofensivas contra los sistemas públicos sanitarios por medio de planes bien  estructurados, por medio de los cuales han abierto paso al capital para expandirse en  este sector. 31 

Esto ha devenido en el det erioro  intencional de los sistemas de salud pública a  nivel mundial, lo cual se expresa en la fragmentación de los sistemas, la privatización  de las pensiones, la insuficiencia de la inversión pública en el ramo, la falta de  expansión de la infraestructura , el detrime nto en la calidad del servicio. El reverso de la moneda ha sido el aumento de la participación del capital en el  sector, lo cual se expresa en la mayor concesión a los privados de los servicios que “no  puede otorgar” Estado, el incremento de la s compras a empresas monopólicas de  medicamentos y equipo médico, expansión de los seguros de gastos médicos y  aumento de la infraestructura privada.  Este debilitamiento intencional de los sistemas de salud pública es  entonces  el  responsable directo de la incapacidad e insuficiencia de estos sistemas para contener  la pandemia actual.

 EUA ha sido el ejemplo extremo de esta lógica, mientras que en la  periferia la insuficiencia ha sido el rasgo estructural : la enorme expansión de los  contagios en Brasil, las  escenas de Guayaquil, la zona metropolitana de México y los  efectos en  África son la prueba . La lógica irracional de la mercantilización no prevé las necesidades humanas  en  salud, por el contrario, las subordina a una lógica irrestricta de generar ganancias  para acumular. Es por tal motivo que el capital es incapaz de dar solución a estos  conflictos.  Como lo ha señalado James Petras: El capitalismo fracasó sobre su capacidad de defender su  población. Uno debe decir claramente que el capitalismo no  tiene capacidad, no está a la altura, para evitar el contagio y el colapso en la economía.Las consecuencias son para la  población: desocupación, pobreza; y la incapacidad de sustit uir  elementos privados en el problema de salud es evidente.  Nosotros debemos enfatizar el vínculo entre el capitalismo y el  colapso de la economía; y la incapacidad de la salud capitalista  de enfrentar los grandes problemas que encontramos hoy32 

Ante la cuarentena recomendada por todas las autoridades sanitarias como el  mínimo precepto para contener el contagio, el capital pone el grito en el cielo, pide se  levante y se reabra la industria en todos los rincones del mundo. El editorial del WSJ del  8 de mayo  lo expresó de modo emblemático: “Por el amor de  D ios ,  reabr ir la  economía ... ”.  Dado que el contagio no ha sido detenido, las autoridades sanitarias de algunos  países recomiendan la extensión de la cuarentena (hay nuevos confinamientos en  China) , lo cual no es más que el perfeccionamiento racional 33 para salvar vidas  humanas hasta el momento ; pero que  atenta contra el régimen de producción  capitalista ( extracción de plusvalor) , pues implica la suspensión de su acumulación.  Por ello, ante esta contradicción ,  para el capital  desde un principio  qued ó excluid a la  extensión  del confinamiento  más allá de cierto límite,  por  lo que a  las mismas  autoridades sanitarias no les  ha  quedó más que declarar que "el virus estará con  nosotros durante largo tiempo". 34 

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