domingo, 31 de mayo de 2020

"Esperemos que la reacción del Estado sea tangible a partir de estos instrumentos, puesto que la reiterada omisión de sus obligaciones puede constituir una catástrofe cultural. Hay, que duda cabe, responsabilidad política de sus funcionarios, pero, sobre todo, esta crisis sanitaria nos ha puesto los límites a los que se atiene la retórica intercultural. Necesitamos urgentemente aprender y desaprender caminado con los pueblos indígenas para incorporar en nuestras instituciones estatales mecanismos de co-gobernanza".

Amazonia peruana a puertas

de una catástrofe

 28 de mayo de 2020

Por Luis Hallazi (Rebelión)

(…)Respuesta sanitaria: Plan de intervención en comunidades nativas  
Mediante resolución ministerial 308-2020-MINSA, el 21 de mayo se aprobó finalmente el esperado plan de intervención, dispositivo que debió tenerse al inicio de la emergencia sanitaria para prevenir y mejorar la capacidad de atención ante propagación de COVID 19 (como detalla en sus objetivos). Recordemos que este plan se enmarca dentro del D.L. 1489 que generó una estrategia limitada de implementación y ejecución de servicios y acciones para la protección y atención de los pueblos indígenas, donde se plantearon 5 ejes, uno de ellos es la respuesta sanitaría, los otros cuatro son: el control territorial, abastecimiento de bienes, información y alerta temprana, y protección de pueblos en aislamiento voluntario y contacto inicial (art. 4.3).   
El plan atenderá la emergencia sanitaria en 10 regiones amazónicas con un presupuesto insuficiente de 88 millones de soles. Tomando en cuenta que, prácticamente, se trata de implementar una política sanitaria en emergencia bajo la realidad de precarios establecimientos de salud, falta de medicinas e insumos básicos como el oxígeno, falta de personal médico especializado y sin contar con recursos para traslados y conexiones aéreas en casos graves, la realidad es que con dicho presupuesto no se podrá atender ni a Loreto.
El documento técnico enmarca la manera cómo se fortalecerá las medidas de prevención desde el nivel comunitario y cómo es que se mejorará esa capacidad resolutiva de los que implementarán las acciones operativas: las Direcciones Regionales de Salud, las redes de salud y las denominadas IPRESS, Instituciones Prestadoras de Servicio de Salud. La responsabilidad de difusión, implementación y supervisión está a cargo de la Dirección de Pueblos Indígenas y Originarios, dependiente de la Dirección General de Intervenciones Estratégicas en Salud Publica del MINSA. La pregunta es si habrá capacidad para que esta pequeña dirección de pueblos indígenas pueda cumplir con el encargo.
El plan no es nacional, puesto que deja excluida de la atención a las comunidades campesinas. El ámbito de aplicación es para 10 regiones amazónicas, pero, incluso en el mismo plan, se menciona que priorizarán la atención 5 distritos de la región de Loreto: Caballococha, Requena, Contamana, San Lorenzo y El Estrecho. Probablemente los recursos asignados no den para más. Por otro lado, no queda claro la articulación intersectorial con el Ministerio de Cultura, sabiendo que es esta institución la que tiene que aprobar distintos lineamientos y protocolos para la atención con pertinencia cultural y con enfoque intercultural (art.4.1 DL 1489).
El plan tampoco aclara la participación de las organizaciones indígenas para su implementación, sobre todo para el fortalecimiento de las medidas de prevención, lo único que refiere es la capacitación a líderes y agentes comunitarios de salud. Volvemos a mencionar: las comunidades y sus autoridades locales, regionales y nacionales, vienen encargándose en la práctica, con sus limitaciones, de atender la crisis, por lo que es necesario incorporar esa experiencia y aprendizaje y repotenciar las acciones realizadas en la implementación de este plan.  
Finalmente, la crisis pandémica COVID 19 sigue al acecho en los territorios indígenas. Esperemos que la reacción del Estado sea tangible a partir de estos instrumentos, puesto que la reiterada omisión de sus obligaciones puede constituir una catástrofe cultural. Hay, que duda cabe, responsabilidad política de sus funcionarios, pero, sobre todo, esta crisis sanitaria nos ha puesto los límites a los que se atiene la retórica intercultural. Necesitamos urgentemente aprender y desaprender caminado con los pueblos indígenas para incorporar en nuestras instituciones estatales mecanismos de co-gobernanza. De eso trata el reto del diálogo intercultural y para eso hay esperanza, así como en el relato shipibo existe un mundo de desgracia llamado Panshin Nete, coexiste también el mundo Jakon Nete o mundo de la esperanza, allí las estrellas, que en lengua shipiba se llaman wishmabo, representan la vida de cada shipibo o animal muerto y esas estrellas simbolizan la perpetuidad e inmortalidad del pueblo shipibo.
Notas (…)
Luis Hallazi es abogado y politólogo, investigador en derechos humanos  
Fuente: https://rebelion.org/amazonia-peruana-a-puertas-de-una-catastrofe/ 

No hay comentarios:

Publicar un comentario