Pueblos indígenas, el PLUS Beni y la expansión del
agronegocio en tiempos de pandemia
4 de mayo de 2020
El
biólogo e investigador independiente, Vincent Vos, en el marco de 2da. Asamblea
Urgente por los bosques de Bolivia”, -organizada colectivamente y realizada vía
virtual el jueves 30 de abril-, expuso un análisis del Plan de Uso de Suelos
del Beni, (PLUS Beni), que fue finalmente promulgado a fines de 2019, y advirtió sobre los
potenciales impactos económicos y sociales que un Plan de este carácter,
implica para la conversión de bosques y amazonía en áreas de depredación para
el agronegocio y ganadería extensiva.
El investigador señaló que el Plan de Uso de Suelo
es un instrumento técnico normativo de ordenamiento territorial que delimita
espacios geográficos y asigna uso al suelo. Sus objetivos supuestamente son los
de garantizar el uso sostenible de suelos y recursos naturales. Sin
embargo, el PLUS Beni, tendría varias falencias y defectos de inicio, entre los
más importantes están el que no se lo dio a conocer ni siquiera a organizaciones como las indígenas, directamente afectadas por la normativa. Carece
de precisión técnica en elementos claves y básicos como son las definiciones de
“bosque” o “desmonte”, solo como un ejemplo, lo cual representa un grave
problema al tratarse de un documento tan importante y que debería tener, por
tanto, el adecuado sustento de investigación.
A
la conflictiva aprobación de este Plan, se suma el que no ha tomado en cuenta
los planes de manejo de áreas protegidas y a las comunidades de territorios
indígenas. En este sentido, puntualiza Vos, el plan ha reducido el manejo de
tierras a dos actividades centrales: la ganadería extensiva vacuna y
la agricultura mecanizada, que considera solo a dos actores, sin incluir a
poblaciones como la indígena, que no viven dentro estos modelos de
“desarrollo”, y que, por el contrario, sufren sus consecuencias. El Plus
promueve la monoproducción y descarta manejos y promoción de otras formas de
manejo de bosques y sus recursos naturales, que sí los han tenido
milenariamente los pueblos indígenas. La pesca y el turismo casi no
figuran en el PLUS Beni, así como tampoco se toman en cuenta los sitios
arqueológicos que abundan en la zona y que son registro de la memoria histórica
de los habitantes del Beni y de todxs nosotrxs.
A
la par, argumenta el investigador, esta reglamentación otorga permiso para el
desmonte inclusive en áreas protegidas, lo cual está evidenciado en los mapas
que muestra: las zonas que ahora son de bosque en la provincia Vaca Diez ,
se convertirán en tierras para agro-silvo-pastoril, lo que afectará
directamente a la producción de castaña, una de las actividades más importantes
del departamento.
La
redacción del PLUS define que su objetivo oficial es garantizar el uso
sostenible de los suelos pero a continuación afirma que se modificarán los
“patrones tradicionales del lugar”, e impondrá un “nuevo sistema de
desarrollo”, fiel a los intereses de la élite beniana, uno de cuyos
representantes fue Alex Ferrier, terrateniente y ex gobernador del Beni por el
MAS.
La
exposición de Vos, muestra que el que se haya aprobado el PLUS Beni, ya durante
el régimen de Añez, implica la continuidad de la visión para el Beni que tienen
los grupos políticos y de élite que presionan para que se imponga este PLUS:
“vacas, soya y eucalipto”, en palabras del expositor.
Si
bien, señala Vos, la versión final del PLUS, incluyó algunas consideraciones
sobre territorios indígenas, esto es insuficiente, ante la importancia de todas
las áreas protegidas, muchas de las cuales aún no tienen reglamentación
interna. Ya se está produciendo un fenómeno preocupante que es el de la
sabanización de los bosques de la zona, que se agravará de concretarse lo que
define el PLUS, además de que debemos tener en cuenta que el 2019, no solo se
quemó la Chiquitanía, sino también ardió el Beni, y se vislumbran quemas más
grandes este 2020 para la región beniana.
Pandemia, crisis
de sistemas de salud y destrucción de ecosistemas
De
todo lo expuesto en la presentación, advertimos elementos actuales
fundamentales: que el sistema de salud es mucho más precario en el Beni, y en
estos momentos de explosión
en este departamento, de casos de
COVID 19, se evidencia que la salud de los
pueblos indígenas en Bolivia, así como de la población en general, pasa por un
cumplimiento de la cuarentena, medidas de distanciamiento y exigencia de
dotación de insumos básicos para centros de atención sanitaria, pero también
está totalmente ligada al respeto e incentivo de formas de producción campesina
indígena agroecológica, manejos sostenibles de bosques y bienes naturales, así
como al respeto por territorios indígenas y áreas protegidas.
Permitir, como hizo el gobierno del MAS, a través
de una serie de normativas, la consolidación y crecimiento de los sectores
agrosoyeros, cañeros y de ganadería extensiva, implica atentar contra la
seguridad alimentaria de las comunidades indígenas y de toda la población en
general. Las recientes reuniones de las más grandes coaliciones del
agronegocio con el régimen de Añez, en miras de ampliar el uso de semillas
transgénicas de soya, muestran esto que hemos denominado el continuismo
y profundización agroextractivista.
El
tema es urgente, mientras en comunicado público la CIDOB orgánica anuncia
la existencia de casos sospechos de COVID 19 en pueblos indígenas del
Beni, el llamado para luchar frente a políticas impulsadas por estado y grupos
económica, social y políticamente poderosos, es un imperativo para cuidar la
salud de todxs.
¡Salud
digna para todxs!
¡Respeto
a los territorios indígenas!
https://chaskiclandestina.org/2020/05/04/pueblos-indigenas-el-plus-beni-y-la-expansion-del-agronegocio-en-tiempos-de-pandemia/
Fuente: https://redlatinasinfronteras.wordpress.com/2020/05/24/bolivia-pueblos-indigenas-el-plus-beni-y-la-expansion-del-agronegocio-en-tiempos-de-pandemia/
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