Declaración sobre el petróleo y el gas
de esquisto, el metano procedente de yacimientos de carbón y la fractura
hidráulica
Para
nuestra coalición de organizaciones no gubernamentales especializadas en los
ámbitos del medio ambiente y la salud, la utilización en Europa de técnicas de
fractura hidráulica para la obtención de petróleo y gas de esquisto, así como
del metano procedente de yacimientos de carbón, constituyen graves motivos de
preocupación, debido en particular a sus repercusiones en las siguientes
esferas:
• Clima:
no todos los científicos están de acuerdo en que los gases no convencionales
(como el gas de esquisto y el metano procedente de yacimientos de carbón)
reduzcan de manera significativa la totalidad de las emisiones de gases de
efecto invernadero con respecto a otros combustibles fósiles convencionales
(por ejemplo, el carbón).
•
Energía: la explotación del gas de esquisto y de metano procedente de
yacimientos de carbón socava las iniciativas a favor del ahorro energético, la
transición hacia energías renovables y la reducción de las emisiones de gases
de efecto invernadero.
•
Contaminación del agua: la fractura hidráulica conlleva el riesgo de contaminar
las aguas superficiales y subterráneas (incluida el agua potable) con las
sustancias químicas tóxicas utilizadas en los fluidos de fracturación1 , y de
aumentar en dichas aguas la concentración de metano y materiales peligrosos y
radioactivos que se encuentran de forma natural en el subsuelo.
• Consumo
de agua: La fractura hidráulica consiste en bombear bajo tierra grandes
cantidades de agua dulce, gran parte de la cual resulta contaminada,
irrecuperable, o ambas cosas; dado que las operaciones de fractura hidráulica
requieren grandes cantidades de agua dulce, este proceso creará importantes
presiones sociales y ambientales al menos a nivel local y regional, y en
particular en las regiones que sufren escasez de agua.
•
Contaminación atmosférica: la prospección de gas no convencional y las
operaciones conexas producen contaminantes atmosféricos, incluidas partículas,
precursores de ozono troposférico, y metano.
•
Contaminación del suelo: la fractura hidráulica entraña el riesgo de fugas
procedentes de depósitos de almacenamiento de residuos contaminados, de las
aguas residuales y de los posibles incendios de los pozos.
• Uso de
la tierra: la fractura hidráulica altera el paisaje y afecta a las zonas
rurales y a los espacios protegidos.
• Ruido:
la explotación del gas de esquisto genera contaminación acústica procedente de
los equipos y de los vehículos, la cual afecta a los residentes de la zona, al
ganado y a la vida silvestre.
•
Actividad sísmica: la fractura hidráulica aumenta los riesgos de movimientos
sísmicos, lo que a su vez incrementa el riesgo de daños a los pozos y de fugas
procedentes de los mismos.
•
Repercusiones sanitarias y ambientales acumulativas y combinadas sobre las
comunidades y los trabajadores de la industria del gas no convencional; por
ejemplo, la fractura hidráulica aumenta la exposición a sustancias químicas
tóxicas.
•
Repercusiones socioeconómicas en las comunidades: la fractura hidráulica puede
provocar ciclos de “expansión y recesión” en las economías locales en
detrimento de otras economías más sostenibles basadas en la agricultura y el
turismo.
Todos estos efectos repercuten directa e indirectamente en
la salud individual y pública y muchos de ellos no se producen sólo a nivel
local, sino también regional e incluso mundial. Sin una evaluación científica
exhaustiva de las repercusiones de la fractura hidráulica, el auge del gas no
convencional constituiría un experimento de enorme alcance para el medio
ambiente y la salud humana.
Además, tomamos
nota de lo siguiente: 1. Al objeto de reducir el calentamiento global a menos
de 1,5 grados Celsius y, por ende, de prevenir un cambio climático peligroso,
la utilización de combustibles fósiles debe ir reduciéndose lo más rápidamente
posible. Creemos que las energías renovables, el ahorro energético y una
importante reducción de las emisiones de CO2 constituyen la única vía factible
hacia un futuro saludable y sostenible desde el punto de vista ambiental. La
explotación de combustibles fósiles no convencionales, como el gas de esquisto
y el metano procedente de yacimientos de carbón, aumentará la totalidad de las
emisiones de gases de efecto invernadero, dado que la posterior explotación de
dichos combustibles incrementará la dependencia de los combustibles fósiles a
nivel mundial y, por consiguiente, ralentizará el desarrollo a gran escala de
energías renovables limpias y el ahorro energético.
2. La
fractura hidráulica es una actividad de alto riesgo que afecta a la salud
humana y al medio ambiente en general. La fractura hidráulica para obtener
combustibles contraviene el compromiso de la UE de alcanzar un nivel de
protección ambiental más elevado, tal como se establece en el artículo 37 de la
Carta de los Derechos Fundamentales. También, de conformidad con el artículo 35
del Tratado, la UE se compromete a garantizar un alto nivel de protección de la
salud humana en todas las políticas y actividades de la Unión. Una de las
responsabilidades de la UE es elaborar políticas ambientales basadas en “los principios
de precaución y de acción preventiva, en el principio de corrección de los
atentados al medio ambiente, preferentemente en la fuente misma, y en el
principio de quien contamina paga” (artículo 191 del Tratado de Funcionamiento
de la Unión Europea ).
Por tanto, creemos que la explotación del gas no convencional dentro del
territorio comunitario es contraria a las obligaciones de la UE en virtud del
Tratado.
3.
Creemos que se produce una violación de los principios mencionados
anteriormente debido a la ausencia de: - un análisis exhaustivo y detallado,
realizado por una entidad independiente, del marco normativo de la UE, por lo
que respecto a las fases de prospección y explotación; - apartados en la
Directiva marco sobre el agua o en cualquier otra normativa derivada (por
ejemplo, sobre aguas subterráneas o sobre normas de calidad ambiental) que se
refieran a las características específicas de la fractura hidráulica; - un
estudio científico de la contaminación atmosférica provocada por la fractura hidráulica
y sus repercusiones a largo plazo para la salud; - un estudio científico de la
contaminación del agua provocada por la fractura hidráulica y sus repercusiones
a largo plazo para la salud (tanto de la contaminación provocada por los
materiales peligrosos y radioactivos que se producen de manera natural durante
el proceso, como del metano y otras sustancias contaminantes producto de de los
fluidos utilizados en la fractura hidráulica, que interactúan, por ejemplo, con
los productos utilizados en la desinfección del agua); - una evaluación
completa de la capacidad de todas las instalaciones de tratamiento de aguas, en
todos los países afectados, para tratar las aguas residuales generadas, así
como de los costes de tratamiento de aguas, tomando como base el principio de
quien contamina paga; - una evaluación completa de las capacidades de
supervisión y aplicación de las autoridades de los Estados miembros en todos
los ámbitos de impacto; - una evaluación científica de los riesgos
transfronterizos de contaminación atmosférica agua, teniendo en cuenta la
información facilitada por el público; - un libro verde de la Comisión Europea
en cuya elaboración participen plenamente todas las partes interesadas
pertinentes, sobre los ámbitos que pueden resultar afectados por las
actividades de fractura hidráulica y que no entren dentro del ámbito de
aplicación de la reglamentación de la Unión Europea actualmente en vigor; - un conjunto
claro y vinculante de documentos de referencia sobre las mejores técnicas
disponibles (Brefs) en Europa destinados a las empresas que realizan
operaciones de fractura hidráulica.
4. Hasta
la fecha no existe en Europa un proceso uniforme mediante el cual los
ciudadanos y las comunidades participen en la adopción de decisiones relativas
al gas de esquisto, al aceite de esquisto o al metano procedente de yacimientos
de carbón. En la mayoría de los proyectos de fractura hidráulica no se solicita
el consentimiento libre y con pleno conocimiento de causa de las comunidades
antes de las fases de prospección y explotación, cuando éstas deberían
participar plenamente en los debates sobre estas cuestiones.
5. Las empresas
que realizan actividades de fractura hidráulica no hacen pública una lista
exhaustiva y detallada de las sustancias químicas utilizadas en cada uno de sus
proyectos, por lo que resulta imposible evaluar los riesgos para la salud y el
medio ambiente que se derivan de su
explotación y prospección (incluidas las repercusiones durante todo el ciclo de
vida).
Actualmente,
dados los distintos plazos y requisitos establecidos en la legislación relativa
al registro, la evaluación, la autorización y la restricción de sustancias y
preparados químicos (Reglamento REACH), no existe a disposición del público
información sobre las sustancias químicas y los controles establecidos por el
Reglamento REACH sobre la fractura hidráulica podrían tardar mucho tiempo en
aplicarse. Hasta que estos problemas no se aborden debidamente mediante una
evaluación científica exhaustiva, creemos que no deberían proseguir las
actividades relacionadas con la extracción de gas y de petróleo de esquistos,
ni de metano procedente de vetas de carbón, e instamos a los Estados miembro a
suspender todas las actividades en curso, derogar los permisos y prohibir todos
los proyectos nuevos de prospección y explotación.
La
Comisión, en su calidad de guardiana de los tratados, debería garantizar la
aplicación plena y puntual, por parte de los Estados miembros, de todas las
leyes de la UE relativas al gas de esquisto, el aceite de esquisto y el metano
procedente de yacimientos de carbón y presentar propuestas legislativas que
aborden los aspectos que no estén todavía contemplados en la legislación
comunitaria. También instamos a la UE, a sus Estados miembros y a las
instituciones financieras europeas a no seguir prestando apoyo financiero o
político a los proyectos en los que intervenga el gas de esquisto, el aceite de
esquisto y el metano procedente de yacimientos de carbón. Toda la ayuda
financiera y política prestada a los proyectos relacionados con el gas de
esquisto en los países del Sur Global debería desviarse hacia la producción y
promoción de fuentes de energía renovables e iniciativas de ahorro energético,
de conformidad con los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Para obtener más información sírvanse ponerse en
contacto con: Antoine Simon, Friends of the Earth Europe Tel: +32 (0) 2 893 10
18, Mob: +32 (0) 486 685 664, email: antoine.simon@foeeurope.org Geert De Cock,
Food and Water Europe Tel: +32 (0) 2 893 10 45, Mob: +32 (0) 484 629 491,
email: gdecock@fweurope.org Lisette van Vliet, Health and Environment Alliance
Tel: +32 (0) 2 234 36 45, Mob: +32 (0) 484 614 528, email:
lisette@env-health.org Tara Connolly, Greenpeace Tel: +32 (0) 2 274 19 21, Mob:
+32 (0) 477 790 416, email: tara.connolly@greenpeace.org
Fuente:
http://www.foeeurope.org/sites/default/files/press_releases/ngos_joint_statement_against_shale_gas_es.pdf
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