5 problemas de salud vinculados con
"Roundup", de Monsanto
2 de febrero de 2015
2 de febrero de 2015
Por Alexis Baden-Mayer (Organic Consumers
Association – EcoWatch)
Traducido del inglés para Rebelión por Carlos
Riba García.
Monsanto inventó el herbicida llamado glifosato y en 1974, después
de la prohibición del DDT, lo puso en el mercado con el nombre comercial de
Roundup. Pero no fue hasta la segunda mitad de los noventa que se generalizó el
uso de Roundup, gracias a la ingeniosa estrategia de ventas de Monsanto. ¿Cómo
es la estrategia? Modificar genéticamente las semillas utilizadas en cultivos
para que sean capaces de tolerar altas dosis de Roundup. Con la introducción de
esas nuevas semillas producidas por la ingeniería genética, los productores
agrarios pueden controlar las malas hierbas en sus plantaciones de maíz, soja,
algodón, colza, remolacha azucarera y alfalfa, unos cultivos que corrían
peligro si no se limpiaba de hierbajos por medio de Roundup.
Impaciente por vender cada vez más su
herbicida insignia, Monsanto animan a los productores a que utilicen su
producto también como disecante, para secar sus cultivos y así adelantar el
momento de la cosecha. Es
así que el Roundup es ahora fumigado regular y directamente en un conjunto de
cultivos no modificados genéticamente, como trigo, cebada, avena, colza,
guisantes, lentejas, soja, judías secas y caña de azúcar.
Entre 1996 y 2011, la generalización en
Estados Unidos de los cultivos fumigados con Roundup Ready incrementó el empleo
del herbicida en 230 millones de kilos, a pesar de que Monsanto aseguraba que
el uso de sus semillas genéticamente modificadas redundaría en una reducción de
los pesticidas y herbicidas necesarios.
Monsanto ha falsificado la información sobre
la seguridad de Roundup y lo ha promocionado comercialmente en los
departamentos municipales encargados de parques y los consumidores en general
como un producto “amigo del medio ambiente” y “biodegradable”, para alentar su
uso en los arcenes de las carreteras, campos deportivos, campos de golf, patios
de escuelas, prados y jardines de viviendas. Un tribunal francés dictaminó que
esa campaña de promoción comercial había incurrido en “publicidad engañosa”.
En los cerca de 20 años de intensificada
exposición a este herbicida, los científicos han estado documentando las
consecuencias en la salud derivadas del uso de Roundup y glifosato en lo que
comemos, el agua que bebemos, el aire que respiramos y los lugares donde juegan
nuestros hijos.
Además, comprobaron que las personas enfermas
presentan una mayor tasa de glifosato en su organismo que las personas sanas.
Identificaron también los siguientes problemas de salud, que ellos atribuyen a
la exposición al Roundup y/o al glifosato:
Anancefalia (defecto congénito): Una investigación
relacionad con los defectos del tubo neuronal entre bebés nacidos de mujeres
que vivían dentro de la zona de 1.000 metros de los campos fumigados con
pesticidas mostró que una asociación entre glifosato y anancefalia, ausencia de
una porción importante de cerebro, cráneo y cuero cabelludo formados durante la
etapa embrionaria.
Autismo: el glifosato tiene numerosos efectos
biológicos conocidos que se alinean con patologías igualmente conocidas asociadas
con el autismo. Una de esas asociaciones es el problema intestinal observado en
niños autistas con la toxicidad del glifosato contra bacterias benéficas que
destruyen las bacterias patogénicas, junto con la alta resistencia al glifosato
de estas bacterias potogénicas. Además la capacidad del glifosato de favorecer
la acumulación de aluminio en el cerebro puede hacer que esta sea la principal
causa de autismo en EEUU.
Cáncer: controles puerta a puerta llevados a cabo
con 65.000 personas residentes en comunidades de zonas de producción agrícola
en las que se utiliza Roundup, conocidas allí como los “pueblos fumigados”,
hallaron una incidencia del cáncer cuatro veces más alta que la media nacional,
con incrementos en cáncer de mama, de próstata y de pulmón. En una comparación
realizada entre dos pueblos, uno de los cuales era fumigado con Roundup, el 31
por ciento de sus habitantes tenía un familiar con cáncer, mientras que en el
pueblo sin el herbicida, apenas el 3 por ciento tenía un familiar con cáncer. Es
probable que los altos índices de de cáncer entre personas expuestas a Roundup
sean la consecuencia de la conocida capacidad del glifosato para provocar daños
en el ADN, demostrada en numerosas pruebas de laboratorio.
Cáncer de cerebro: en un estudio de
niños con cáncer cerebral comparados con niños sanos, los investigadores
encontraron que si cualquiera de los progenitores había estado expuesto al
Roundup durante los dos años anteriores al nacimiento del niño, las
posibilidades de que este desarrollara cáncer se duplicaban.
Cáncer de mama: el glifosato induce
el crecimiento celular del cáncer de mama vía receptores de estrógeno. El único
estudio de larga duración –realizado con animales– de exposición al glifosato
produjo ratas con tumores mamarios y reducido tiempo de vida.
Colitis: la toxicidad del glifosato contra la
bacterias benéficas que inhiben la bacteria Clostridium,
junto con la alta resistencia de Clostridium al glifosato, podría ser un importante
factor en la predisposición al crecimiento exagerado de Clostridium. Se ha verificado que el crecimiento
exagerado de Clostridium,
específicamente C. difficile,
es factor causal de la colitis.
Defectos congénitos: el Roundup y el
glifosato pueden afectar a la señalización del recorrido de la vitamina A (ácido
retinoico), algo crucial para el normal desarrollo del feto. Lo bebés nacidos
de mujeres que viven dentro de la zona de 1.000 metros de los
campos fumigados con glifosato eran más de dos veces más propensos a tener
defectos de nacimiento, sgún un estudio realizado en Paraguay. Los defectos
congénitos se multiplicaron por cuatro en la década siguiente a la llegada del
Roundup Ready a la provincia de Chaco, Argentina, donde el glifosato se utiliza
entre ocho a 10 veces más por hectárea que en el estudio realizado en Estados
Unidos con una familia campesina de los altos niveles de empleo de glifosato y
los defectos congénitos registrados, entre ellos ano ocluido, deficiencia de
hormona del crecimiento, hipospadias (orificio urinario anormalmente situado),
defecto cardiaco y micropene.
Depresión: el glifosato afecta a los procesos
químicos que impactan en la producción de serotonina, un importante
neurotransmisor que regula el humor, el apetito y el sueño. La reducción de
serotonina ha sido asociada con la depresión.
Diabetes: un bajo nivel de tetosterona es un
factor de riesgo de diabetes tipo 2. Ratas en libertad en el medio ambiente
alimentadas con dosis relevantes de Roundup durante un periodo de 30 días desde
el comienzo de la pubertad habían reducido la producción de tetosterona lo
suficiente como para alterar la morfología celular de los testículos y retrasar
la aparición de la madurez sexual.
Enfermedad cardiaca: el glifosato puede
afectar a las enzimas corporales, provocando disfunción lisosómica, un factor
importante en la enfermedad cardiovascular y el infarto de corazón.
Enfermedad celíaca e intolerancia al gluten: los peces expuestos
al glifosato desarrollan problemas de digestión que recuerdan la enfermedad
celíaca. Existe un paralelismo entre las caracteristicas de la enfermedad
celíaca y los efectos conocidos del glifosato. Entre ellos, el desequilibrio
bacteriano en el intestino, la afectación de las enzimas involucradas en la
eliminación de la toxicidad de los venenos propios del medio ambiente, el
deficiencia de minerales y la reducción de aminoácidos.
Enfermedad de Lou Gehrig (ALS): la deficiencia de
sulfato en el cerebro ha sido asociada con la esclerosis amiotrópica lateral
(ALS). El glifosato afecta a la transmisión de sulfato desde el intestino al
hígado, y esto puede resultar en una grave deficiencia de sulfato en todos los
tejidos, incluso los del cerebro.
Enfermedad hepática: dosis muy bajas de
Roundup pueden afecta a la función celular del hígado humano, según un estudio
de 2009 publicado en Toxicology.
Enfermedad inflamatoria del intestino grueso
(“Síndrome del intestino agujereado”): el glifosato puede inducir una deficiencia
grave de triptófano. Lo que puede conducir a una enfermedad inflamatoria del
intestino grueso de extrema gravedad que afecta intensamente la capacidad de
absorción de nutrientes en los intestinos, debido a inflamación, sangrado y
diarrea.
Enfermedad renal crónica: la generalización
del uso de glifosato puede explicar el repentino aumento de la insuficiencia
renal registrado últimamente entre los trabajadores de la agricultura en
América Central, Sri Lanka e India. Los científicos han dicho: “Aunque el
glifosato no es la única causa de la epidemia de enfermedad renal crónica, da
la impresión de que ha adquirido la capacidad de destruir el tejido renal de
miles de campesinos cuando se combina con [aguas duras] y metales
nefrotóxicos”.
Enfermedades respiratorias: controles puerta a
puerta llevados a cabo con 65.000 personas residentes en comunidades de zonas
de producción agrícola en las que se utiliza Roundup, conocidas allí como los
“pueblos fumigados”, hallaron una incidencia mayor que la media de enfermedades
respiratorias.
Esclerosis múltiple: se ha comprobado un
aumento de la incidencia de la enfermedad inflamatoria del intestino grueso
asociado con el glifosato de Monsanto, posiblemente un factor causal. La
hipótesis es que esta enfermedad inflamatoria inducida por el glifosato filtre
bacterias en el sistema vascular, lo que dispararía una reacción inmune y,
consecuentemente, un trastorno autoinmune con el resultado de la destrucción de
la vaina de la médula.
Hipotiroidismo: controles puerta a
puerta llevados a cabo con 65.000 personas residentes en comunidades de zonas
de producción agrícola en las que se utiliza Roundup, conocidas allí como los
“pueblos fumigados”, hallaron alta incidencia mayor que la media de
hipotiroidismo.
Linfoma no-Hodkin (LNH): una revisión
sistemática y una serie de metaanálisis realizados durante cerca de 30 años
investigación epidemiológica sobre la relación entre LNH y la exposición
laboral a pesticidas agrícolas hallaron que las células B del linfoma estaban
positivamente asociadas con el glifosato.
Mal de Alzheimer: en los experimentos
de laboratorio, Roundup provoca el mismo tipo de agresión oxidativa y muerte de
células neuronales observado en el mal de Alzheimer. Y afecta a una enzima
llamada CaMKII, cuya falta de regulación también ha sido asociada con este mal.
Mal de Parkinson: el daño cerebral
debido al uso de herbicidas ha sido reconocido como el principal factor
ambiental asociado con los trastornos neurodegenerativos, entre ellos el mal de
Parkinson. La aparición del Parkinson subsiguiente a la exposición al glifosato
ha sido bien documentada, y los estudios de laboratorio muestran que el
glifosato induce la muerte celular característica de esta enfermedad.
Obesidad: un experimento que implicaba el
traslado de una cepa de bacterias productoras de endotoxinas desde el intestino
de un ser humano obeso al intestino de ratones hizo que estos se convirtieran
en obesos. Dado que el glifosato induce una modificación de la flora bacteriana
del intestino par convertirla en productora de endotoxinas, esta puede ser la
contribución del glifosato a la obesidad.
Problemas del embarazo (infertilidad, abortos
espontáneos, partos de bebés muertos): el glifosato es un tóxico que afecta a las
células de la placenta humana; esto explica, según científicos, los problemas
de las trabajadoras del campo expuestas al herbicida.
Problemas reproductivos: estudios de
laboratorio con animales encontraron que los machos de la rata expuestos a
altas dosis de glifosato, tanto durante el período de desarrollo prenatal como
en el puberal, sufren problemas reproductivos, entre ellos, retrazo de la
madurez sexual, escasa producción de semen y reducción de la producción de
tetosterona.
Trastornos de la atención (ADHD, por sus siglas en inglés): en las
comunidades agrarias hay una fuerte correlación entre la exposición a Roudnup y
los trastornos de la atención, probablemente debidos a la capacidad del
glifosato de afectar las funciones de la hormona tiroidea.
Fuente original http://ecowatch.com/2015/01/23/health-problems-linked-to-monsanto-roundup/?utm_source=EcoWatch+List&utm_campaign=7b71f426a2-Top_News_1_24_2015&utm_medium=email&utm_term=0_49c7d43dc9-7b71f426a2-85932365 Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=194967
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