jueves, 30 de mayo de 2019

Atrevámonos a debatir las opiniones de académicos y de izquierda marxista porque sus análisis no registran cómo la ciudad de Buenos Aires fue gestionada por Macri y cómo Macri sin tener mayoría en el Congreso y en las provincias pudo legalizar la ofensiva del Capital que se da en el mundo entero.



Una conversación con Mabel Thwaites Rey, politóloga e investigadora
Las vicisitudes del
Estado latinoamericano
30  de mayo de 2019


Por Jeffery R. Webber
Rebelión

Webber: Bueno, estamos acá en la oficina de Mabel Thwaites Rey, 2 de mayo en Buenos Aires. Para empezar ¿puedes describir tu formación política e intelectual, para los lectores que no la conocen?
Thwaites Rey: Mi formación académica es... yo egresé de la Facultad de Derecho. Tengo el título de abogada que es mi título de base, pero rápidamente empecé a hacer posgrados y formarme en Ciencias Sociales y a dar clases en la carrera de Ciencias Políticas de la Universidad de Buenos Aires y me fui formando... tengo una maestría en Estudios Sociales de FLACSO (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales), después tengo una maestría en administración pública de la Universidad de Buenos Aires y un doctorado en la Universidad de Buenos Aires en el área de Teoría del Estado. Mi formación más fuerte ha sido en el campo de teorías del Estado y también en el análisis de políticas públicas, ajuste estructural y economía política en ese sentido muy laxo y muy grande.
Tengo una formación marxista y eso significó que en algún momento de mi vida haya militado en formaciones partidarias, luego no, pero siempre vinculada a movimientos, y vinculada a movimientos en la universidad y fuera de la universidad con mayor simpatía más con que con otros a lo largo de mi trayectoria vital, pero siempre con un perfil que podría decirte de izquierda independiente, en un sentido no partidario.(...)

A ver, el tema es que lo que hay de en frente es un arrasamiento muy poderoso que la verdad que es para tener en cuenta cómo se recompone la situación.
Por eso, cuando en el 2015 hubo un ballotage en la Argentina y se discutía sobre qué hacer en ese sentido, discutimos, yo personalmente lo he escrito y lo he dicho, no es que Scioli que era el candidato del peronismo que iba a suceder a Cristina, fuera mejor o que tuviera... pero era algo muy claro que la señal política y los límites políticos que iba a poder tener Scioli eran muy distintos a los que tuvo Macri. La señal política de Macri, la llegada de Macri al gobierno habilitó el empoderamiento de las derechas en Venezuela que ganaron elecciones, habilitó el impeachment a Dilma Roussef, el encarcelamiento de Lula y la llegada de Bolsonaro. Uy... miren si no habilitó... la existencia... la ruptura, incluso ahora la ruptura del bloque incipiente y dificultoso pero que tuvo un sentido de pararse como nunca, en esta etapa hubo una serie de gobiernos que apostaban a armar otra cosa.
Lo que pasa es que eran gobiernos, gobiernos que son personal del Estado, o sea son cuadros políticos, personal estatal, que no logran disciplinar a burguesías locales muy entramadas con la lógica de circulación del capital global. Entonces, con muy poca visión de clase, en el sentido de organización, incluso es paradójico lo de la burguesía brasileña que siempre se la elogió, es la burguesía brasileña que es industrialista que tiene más noción de defensa de su territorio además por el tamaño del Brasil, todo... ha quedado muy diluida, muy sin rumbo, sin saber para dónde ir... que terminen apoyando al gobierno de Bolsonaro, que ahora no saben para donde va... que es cualquier cosa, entonces. La situación es compleja.
En la Argentina sí hay un recurso que permanece muy fuerte que es la capacidad de movilización y organización y articulación popular que existe. Si hoy la Argentina no estalló, así mal y con un estallido trágico para los sectores populares, es porque hay una trama que contiene una trama que se fue construyendo desde el 2000/2001, hay una trama en los barrios que el gobierno hábilmente toma y el Fondo Monetario financia, porque si no contenemos, acá se va todo al diablo, pero hay una situación de organización y capacidad de respuesta, que ahora, bueno, cómo se plasma políticamente el juego por la base y el juego a nivel electoral, cómo se juegan las candidaturas, cómo se arman los espacios políticos, está por verse ¿no? Estamos en momentos interesantes.
*Jeffery R. Webber es profesor de economía política en Goldsmiths, Universidad de Londres y coautor deLos gobiernos progresistas latinoamericanos del siglo XXI. Ensayos de interpretación histórica, con Franck Gaudichaud y Massimo Modonesi (UNAM, 2019).

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