Nación Mapuche. Héctor Llaitul: “No luchamos
contra la sociedad chilena ni contra el chileno común”
En conversación
con nuestro medio, el vocero de la Coordinadora
Arauco-Malleco abordó los principales temas que impiden la
resolución de un conflicto que pareciera no tener fin. La comisión que
investiga el homicidio de Camilo Catrillanca, las responsabilidades políticas
de los gobiernos de turno y los verdaderos enemigos de la resistencia mapuche,
son algunos de los temas que planteó el líder de la CAM.
Luego de la muerte del comunero
mapuche Camilo Catrillanca, la agudización del conflicto en La Araucanía se ha
hecho evidente. De manera desesperada, el gobierno de Sebastián Piñera ha
intentado poner un alto a las acciones de resistencia y descontento que se han
producido al sur del Bío-Bío, con medidas que parecieran ser contrapuestas. Al
más fiel estilo de Hollywood, han surgido las figuras de los ministros Alfredo
Moreno y Andrés Chadwick protagonizando los roles del policía bueno y el
policía malo. El primero, acercándose a las comunidades con un discurso
apaciguador, intentando encontrar una salida pacífica a través del
diálogo. Por su parte, el segundo insiste en entregarle mayores atribuciones
-como leyes de excepción- a uniformados e instituciones de Orden y Seguridad,
mismas que han demostrado ser incapaces de controlar el conflicto.
En conversación con Diario y Radio
Universidad de Chile, el vocero de la Coordinadora
Arauco-Malleco (CAM), Héctor Llaitul, hizo un análisis de la
situación actual de la demanda histórica mapuche y alertó sobre la
agudización de un conflicto que cada vez suma más actores.
“Para nosotros son todos lo mismo. Ese
es el diagnóstico que hacemos. Desde la causa mapuche no vemos a la clase
política muy diferenciada unos de otros, sino que los vemos como parte de este
Estado -de tipo colonial y racista-, que tiene este trato con el pueblo-nación
mapuche. Por lo mismo, nosotros hemos sido categóricos y bien claros en el
sentido de no hacer mucha diferencia entre un gobierno y otro. Los reconocemos
como parte de este andamiaje de poder, este sistema de dominación que nos
oprime en forma, incluso, de ocupación y de presión hacia el wallmapu, y que
nos tiene coartados todos nuestros derechos fundamentales”.
En
ese sentido, ¿qué derechos fundamentales son los que el Estado no ha podido
garantizar para el pueblo-nación mapuche?
“El Estado ha sido protagonista en, por
ejemplo, la negación al derecho sobre el territorio y la devolución de las
tierras. A esto se suma la negación de nuestras libertades con una ocupación
tal, que nosotros los mapuches no nos sentimos libres en nuestra condición de
comunidades sometidas. Por lo tanto, este derecho a la libertad, graficado en
la posibilidad de luchar por la autodeterminación y la autonomía, se nos niega.
Eso se grafica claramente en los gobiernos de turno”.
“Sentimos que esta Comisión
Investigadora es una farsa. Más allá de que es una cortina de humo para el
momento, es una farsa absoluta, porque, ¿qué van a investigar? Si son ellos los
responsables de toda la criminalización, la militarización, el asesinato
político, la prisión, los montajes, la forma en que están abordando la realidad
con nuestro pueblo-nación mapuche como pueblo originario, con la reinstalación
de la doctrina de seguridad nacional en la que el enemigo interno somos
nosotros. O sea, el mapuche es a quien hay que combatir.
“Esa es la lógica que tiene el quehacer
político hoy día, la clase dirigente. Y la clase dirigente está ahí,
precisamente, en esta comisión. Una farsa absoluta porque ellos representan la
gobernanza, ellos representan a las autoridades que en su momento fueron
gobierno y sus gobiernos asumieron estas políticas”.
Dentro
de los miembros de esta comisión también están la diputada de Renovación
Nacional, Aracely Leuquén, y la diputada socialista, Emilia Nuyado. ¿Te parece
que pueden hacer una buena representación del pueblo mapuche?
“Ellas no representan al pueblo
mapuche. Que quede claro. Ellas representan a sus partidos, solo tienen
apellidos. Si representaran al pueblo-nación mapuche, no serían de partidos
políticos. Y si lucharan por la autonomía, serían parte del Movimiento Mapuche
Autonomista. Ahí somos otros los que estamos representando. Hay que diferenciar
y aclarar las cosas, en la política se usan mucho estos artificios para engañar
a la gente”.
“Nosotros tenemos la responsabilidad
política de representar a nuestro pueblo en la lucha por la autonomía y la
restitución territorial. Si esta gente estuviera acá, en esta lucha, no
estarían en el parlamento”.
Se
habla mucho de las responsabilidades en el gobierno, del ministro Chadwick, por
ejemplo, o del mismo presidente Piñera. Pero, en su parecer, ¿cuándo
comenzó a agudizarse este conflicto?
“Cuando se empezó a reivindicar esta
necesidad para el pueblo-nación mapuche, empieza inmediatamente -como respuesta
de parte del Estado- una política de ‘portazos’ a estas reivindicaciones. Ahí
empieza la estrategia que han asumido todos los gobiernos. Las políticas del
‘garrote y de la zanahoria’. Entonces, que hoy día tengamos rienda suelta al
para-militarismo de los latifundistas y los agricultores, junto a estas fuerzas
de ocupación como el Comando Jungla, el GOPE y las Fuerzas Especiales; es el
resultado de esta política del ‘garrote’, que es la que más se ha venido
desarrollando de parte de los gobiernos”.
¿Ha
habido gobiernos mejores o peores?
“Hoy día estamos en un gobierno en el
que se ha graficado más claramente todo lo que ha sido la criminalización,
sobre todo, con el caso del asesinato cobarde en contra de Camilo Catrillanca.
Pero estábamos claros en que esto era algo que se veía venir. O sea, la
política de militarización viene del gobierno anterior. La señora Bachelet
cuando estuvo como ministra de Defensa, ya venía con esta lógica de afrontar
los conflictos sociales con esa mirada, la de enfrentar como un enemigo interno
al pueblo-nación mapuche”.
“En la Operación Huracán ,
por ejemplo, la señora
Bachelet ha guardado un silencio absoluto y así también los
personeros de ese entonces. No hay nadie que se le haya endosado esa
responsabilidad”.
El
gobierno de Sebastián Piñera ha tenido dos figuras que han comandado el
desarrollo del conflicto. Por un lado, el ministro Andrés Chadwick aparece como
el principal responsable de la tensión actual existente, y por otro, el
ministro Alfredo Moreno ha surgido con una propuesta de diálogo intercultural.
¿Ves alguna diferencia entre ambos ministros en su visión respecto de los
orígenes del conflicto y de una posible solución al mismo?
“Ambos son las dos caras de una misma
moneda. Hay una política que está concadenada a ambos. No es que ellos estén
yendo por caminos distintos. Todo lo contrario. Eso es una estrategia conjunta.
La estrategia de involucrar al mundo mapuche -de rodillas frente a las
políticas extractivistas-, tiene que ver también con que aquellos que no se
sometan a los dictámenes y reglas del mercado tengamos que ser reprimidos con
la fuerza del garrote -que es la política que presenta el señor Chadwick- y el
Comando Jungla, Fuerzas Especiales y Gope. Entonces, para nosotros no hay mucha
diferencia. Son las dos expresiones concretas de lo que siempre se ha
desarrollado en el tema mapuche”.
El
ministro Moreno ha manifestado estar en contra de la aplicación de la Ley de
Seguridad Interior del Estado, por ejemplo, lo que le significó ser declarado
‘persona non grata’ por los gremios de agricultores de la zona, quienes lo
llaman “pro-mapuche” ¿Esto configura algún tipo señal para ustedes? ¿Existen
ministros “pro-mapuche”?
“Es el juego del policía bueno y el
policía malo, pero en el fondo buscan el mismo objetivo. Desarticular las
expresiones de lucha, particularmente de aquellos que estamos muy comprometidos
con la restitución territorial y la devolución de las tierras usurpadas, y con
esta posibilidad concreta de salir de la opresión que nos impone el Estado, a
través de la libre determinación o el logro de la autonomía para el
pueblo-nación mapuche”.
“No existen ministros pro-mapuche. Es
la incapacidad y el racismo el que ciega a los gremios, que piensan que hay una
salida en ese plano. Es una mirada errónea, porque el ministro Moreno en ningún
caso es ‘pro-mapuche’. Todo lo contrario. Él lo que pretende es, a través de un
acercamiento a ciertos sectores mapuche –y no necesariamente del movimiento
mapuche en lucha-, apaciguar y calmar las aguas para lograr que las políticas extractivistas
del empresariado, comprometido en zona de conflicto, puedan desarrollarse en
forma más tranquila y acorde a un escenario más favorable”.
“Pero que el señor Moreno venga y diga
que ha tenido avances sustantivos, nos parece insólito. La verdad es que no ha
tenido ningún avance en materia social y política”.
Esta
es una situación que se vive desde los tiempos de la colonia en el territorio
de wallmapu. Sin embargo, hoy el conflicto no representa lo mismo que antes.
¿Cuál es el trasfondo actual de la lucha mapuche?
“El trasfondo es que hay un proceso de
militarización, hay un proceso de fuerte criminalización y de violencia en
contra de comunidades movilizadas, en contra de la gente mapuche. En ese
sentido, hay una respuesta de nuestro pueblo que nosotros definimos como
de autodefensa y de resistencia. Nosotros nos hacemos cargo en ese plano. Si
nosotros somos oprimidos y violentados, tenemos el más legítimo derecho a
rebelarnos frente a esa realidad. Eso está consagrado, incluso, en la
declaración universal de derechos humanos. Desde el punto de vista de las
encíclicas también está definido como un derecho fundamental”.
“Si nosotros analizamos este trasfondo
del conflicto del pueblo-nación mapuche, ahí está el punto de inflexión para
entender la realidad y el escenario que hoy se vive, que es uno de
confrontación y prácticamente de guerra”.
La
CAM, por definición, es una organización de resistencia en una zona de
conflicto en la que viven civiles y uniformados ¿Contra quién lucha el
pueblo-nación mapuche? ¿Quién es el enemigo?
“El movimiento mapuche no está luchando
en contra de la sociedad chilena ni el chileno común que tiene intereses aquí.
Eso es absolutamente falso. Tiene que ver hoy día con una confrontación directa
con el empresariado comprometido en zona de conflicto, y el principal
empresariado ahí es la industria forestal. Es decir, los grupos económicos con
los que nosotros estamos hoy día enfrentándonos, son las empresas forestales”.
“Ahí hay un conflicto concreto y real,
que tiene que ser asumido por la clase política y por los actores políticos. El
movimiento mapuche lo ha dejado de manifiesto, pero aquí pareciera ser que
miran hacia el lado y no se asume con altura de miras el dónde se ha agudizado
el conflicto. Porque el tema de que se haya desarrollado toda esta política de
militarización tiene que ver con la custodia de los predios forestales. Estamos
hablando de campamentos que están apostados en predios al interior de las
forestales, tiene que ver con el resguardo como guardia pretoriana de parte de
las Fuerzas Especiales de Carabineros, de los intereses empresariales en zona
de conflicto con los cuales las comunidades confrontamos”.
Esta
semana circuló por las redes sociales un video en que agricultores botaban a
balazos una bandera mapuche. Con la aparición de estos nuevos actores, ¿se ha
agudizado el conflicto?
“Esto se está agudizando cada vez más.
Nosotros ya estamos recibiendo amenazas del para-militarismo latifundista y
ellos se pavonean por redes sociales disparando a nuestros símbolos. Nosotros
ya hemos dado cuenta muchas veces de la destrucción de nuestros centros
ceremoniales y otros símbolos por parte de estos sectores. No los hemos querido
confrontar porque no son el enemigo directo, al menos para la CAM. Nuestro enemigo
directo son las forestales y los empresarios comprometidos en zona de
conflicto.
“Pero nosotros, a la vez, si sentimos
una amenaza en estos grupos, vamos a tener que confrontar con ellos. Vamos a
tener que enfrentarnos en terreno con estas expresiones violentas, en defensa
de nuestra gente, nuestros recursos y nuestras comunidades”.
Considerando
las políticas que se vienen desarrollando en la zona y esta agudización que
comentas. ¿Ves alguna salida a esta situación?
“El Estado y la gobernanza tiene un
descontrol total en este momento. Porque están muy subyugados a los intereses
del gran capital y saben que el problema pasa por una disputa territorial en
concreto. Si hay que buscar una solución hoy día, tiene que ver con acceder a
las demandas del Movimiento Mapuche Autonomista, sobre todo, en lo que respecta
a la demanda de tipo territorial. Es decir, nosotros estamos disponibles a
conversar y a transar inclusive, sobre la base de la restitución de las tierras
para el pueblo-nación mapuche”.
“Estaríamos hablando de una posibilidad
de reconfigurar un mapa territorial para el pueblo-nación mapuche. Es la
sociedad chilena, los medios y otros actores políticos, los que tienen que
evaluar esta situación: o las tierras siguen de manos de la propiedad
usurpada -depredadora y capitalista-, o son devueltas al pueblo-nación mapuche
para reconstruir un tipo de sociedad de un pueblo originario. Esa es hoy día la
lucha mapuche”.
radioUchile
Fuente: https://www.resumenlatinoamericano.org/2020/08/10/nacion-mapuche-hector-llaitul-no-luchamos-contra-la-sociedad-chilena-ni-contra-el-chileno-comun-2/
Fuente: https://www.resumenlatinoamericano.org/2020/08/10/nacion-mapuche-hector-llaitul-no-luchamos-contra-la-sociedad-chilena-ni-contra-el-chileno-comun-2/
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