Jornadas Ecofeministas Antiextractivistas
por el Buen Vivir: Pronunciamiento final
PRONUNCIAMIENTO FINAL DE LAS JORNADAS ECOFEMINISTAS ANTIEXTRACTIVISTAS
POR EL BUEN VIVIR
(con las correcciones y anexos sugeridos)
Invitamos a suscribir el documento y a mantener la comunicaciòn.
Quienes aùn no hayan
enviado o corroborado su firma las invitamos a que lo hagan al correo:
mujeresyla6a@gmail.com
Abrazos solorarios con
mucho cariño a todas!
Jin Jiyan Azadi! ¡Mujer Vida Libertad!
Black
Lives Matter!
¡Por
una Palestina libre!
Aquí está la lucecita que nos dieron las zapatistas.
Somos mujeres que luchan que,
escuchándonos en las Jornadas Ecofeministas Antiextractivistas por el Buen
Vivir:
Denunciamos el asesinato de
Bety Cariño, defensora del derecho de autodeterminación de los pueblos y de la
tierra.
Denunciamos el asesinato de Berta Cáceres, defensora
de las aguas y la
Madre Tierra.
Denunciamo s el asesinato de Nicole Saavedra y Marielle
Franco, crímenes lesbofóbicos y contra mujeres que luchan.
Denunciamos el asesinato de Macarena Valdés en su
defensa del río Tranguil contra la instalación de una hidroeléctrica.
Denunciamos el asesinato de lideresas y lideres
sociales en Colombia en defensa del territorio, la vida y la paz, así como la
desaparición de líderes garífunas en Honduras.
Denunciamos el asesinato de Zehra Berkel, Hebûn Mele
Xelîl y Amina Waysî así como los reiterados ataques del Estado turco en contra
del pueblo kurdo.
Denunciamos los feminicidios, como los que están
teniendo lugar en Guanajuato y en el resto de nuestros territorios.
Reconocemos las luchas de las madres, padres y
familiares de los y las desaparecidos, como los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
Denunciamos el Proyecto Integral Morelos, el Tren
Maya, el Corredor Transístmico, como megaproyectos de muerte y destrucción.
Denunciamos los tratados de libre comercio, en
especial el TMEC y TPP11.
Denunciamos la guerra internacional mundial y la
guerra de los Estados contra las mujeres.
Denunciamos el Golpe de Estado en Bolivia.
Denunciamos el complejo industrial carcelario y la
situación de las compañeras y compañeros presxs políticos, como los compañeros
mapuche en Wallmapu, en especial la de el Machi Celestino Córdova o lo vivido
por Lorenza Cayuhan hace tres años quien tuvo que parir engrillada en prisión;
las presas políticas en Bolivia, en México, en Kurdistán y en el resto de
territorios que habitamos.
Denunciamos que más de 400 mujeres están presas en
México por aborto, sumando miles en el mundo entero.
Exigimos educación sexual para decidir,
anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir ni ser
criminalizadas.
Denunciamos a aquella academia cómplice que reproduce
y justifica los discursos hegemónicos del capital y el patriarcado.
Somos mujeres que luchan, ecofeministas,
anticapitalistas, anticoloniales, antipatricales, escuchando lo que quieran
decirnos las mujeres de pueblos originarios, las que saben cultivar la tierra y
tienen los conocimientos de nuestra ecodependencia, de nuestras ancestras y de
las mujeres de juicio. Desde las mujeres que somos y las
disidencias que habitamos, reinvindicamos la
autonomía de nuestros cuerpos-territorios.
Somos un pluriverso de disidencias sexuales, de
capacidades, de cuerpos y sentires conscientes de la relación entre lesbofobia
y misoginia hacia las mujeres. Reivindicamos la lesbiandad como rebeldía de las
mujeres y posicionamiento político ante el
heteropatriarcado.
Nos unen el zapatismo y el reconocimiento de los pueblos
originarios. Es un abrazo al corazón estar todas juntas.
Denunciamo
Empezamos desde abajo, desde
nuestros territorios. Nos acuerpamos para recuperar el territorio, no desde el
capital o los nacionalismos, sino desde los seres vivos que somos, el agua y la
tierra, poniendo en el centro la vida. Reconstituimos ,
sanamos y cuidamos nuestras relaciones, así como la forma de intercambio y
compartición de los frutos de la Madre Tierra. Las ollas populares son parte de
esto.
Nuestro cuerpo es nuestro
primer territorio de defensa. Luchamos por la legalización del aborto, que
también es un tema ecológico. Denunciamos la criminalización del aborto desde
el ecofeminismo, el aborto es parte de nuestra soberanía sanitaria. Es nuestro
derecho la autonomía de nuestros cuerpos, también para decidir las hijas e
hijos que queremos tener. Sabemos que la lógica patriarcal odia a las guaguas
así como odia a las mujeres, este es en un mundo adultocéntrico patriarcal.
Pensamos maternidades distintas y disidentes así como
pedagogías ecofeministas.
Ponemos en el centro nuestra
alimentación. Apostamos por una alimentación por el bien común, en dirección
hacia una economía que nos convenga a todas. El consumo consciente, la autogestión. Seguiremos
la discusión sobre la seguridad, la soberanía y la autonomía alimentaria.
Queremos cuidar la producción de lo que llega a
nuestras mesas. Pensamos en la recuperación de semillas para avanzar hacia la
soberanía alimentaria. Estamos convencidas que la agroecología es la forma de
lograrlo. Vemos la separación entre la tierra y las personas, sabemos que
acercándoles las semillas, podemos evidenciar el capitalismo y el patriarcado,
y desmontarlo. La semilla como reproductora de la vida nos muestra al
capitalismo y al patriarcado como reproductora de la muerte.
Hemos puesto el dedo en que sanarnos es sanar la
tierra.
Las ciudades son los lugares
donde mayor contaminación de agua existe.
Por ello cuestionamos la ingeniería de las ciudades,
la distribución y cuidado del agua, las formas de transporte. Debemos
replantearnos las grandes ciudades pues representan la comodidad frente a la
devastación
de la Pachamama.
Apostamos por la simplicidad
voluntaria, una vida sencilla, contrarrestando la lógica del desarrollo.
Estamos separando y queremos separar entre las necesidades reales y las
necesidades creadas. Sabemos que si reducimos el consumo y tenemos una vida
simple, poco a poco podemos agrietar al capital. Proponemos continuar este
boicot, que va a tomar tiempo pero ya está iniciado.
Reflexionamos y seguiremos
reflexionando sobre el consumo animal que tenemos que disminuir, esto mismo
genera salud. Si cambiamos acabaremos con la deforestación de los bosques,
porque todo está relacionado. Esta forma de producción y consumo está poniendo
en riesgo a la especie humana y a todos los seres vivos.
Denunciamos la peligrosidad
del capitalismo verde, falsas soluciones del mal llamado desarrollo y sus
megaproyectos. Ejemplos de ello son el Proyecto Integral Morelos, el Tren Maya,
el Corredor Transistmico, los
megaproyectos en la península de Yucatán y las
eólicas en Chiloé; así como otros de carreteras, de fracking, de minería, y de
proyectos hídricos que están devastando los territorios. El extractivismo
genera despojo y desplazamientos forzados, afectando especialmente a las
mujeres.
Denunciamos que en Argentina
el 60% del territorio cultivado produce soja transgénica para alimentar cerdos
en China, externalizando los costos de los criaderos de gran magnitud y la
dieta chatarra del capital transnacional. Sabemos que dicho país quiere sacarse
de encima el riesgo ambiental y bacteriológico de la producción hacinada de
cerdos, y llevar esas megagranjas directamente al Cono Sur. Vemos que Argentina
es un laboratorio del modelo de producción de soja transgénica, para luego exportarlo
a todo los sures globales.
Asimismo, las temporeras en
Chile, muchas de ellas migrantes, están expuestas a los agroquímicos y
agrotóxicos utilizados y derivados del cultivo de transgénicos. Los abusos del
capital y el patriarcado se articulan cuando las trabajadoras agrícolas son
abusadas sexualmente por parte de sus patrones, como se ha denunciado en
territorio español.
Sabemos que en tanto esto continúe, cualquier
política gubernamental que aluda a la soberanía alimentaria es una mentira.
Vemos que se sostienen sobre las cuatro ruedas del capitalismo: explotación,
despojo, desprecio y represión.
Nos posicionamos en contra de
la precarización de la vida y el extractivismo laboral, tal y como vemos en las
maquilas. Reconocemos la resistencia de las mujeres de San Quintín y de
Tamaulipas, quienes se organizaron y confrontaron a sus patrones, visibilizando
el uso de químicos dañinos, la contaminación de las aguas y su relación con los
casos de cáncer y abortos espontáneos. Denunciamos la detención política de
Susana Prieto, abogada de obreras y obreros del Movimiento 20/32 de Matamoros,
a quien después de 23 días en cautiverio se le prohibió
residir en Tamaulipas.
Estamos en contra de los
Tratados de Libre Comercio, en especial el TMEC y TPP11, que fortalecen el
extractivismo en los territorios. Denunciamos los financiamientos para el falso
desarrollo, como los préstamos del FMI y del BID y las políticas del BM y la OMC. No queremos que estas
instituciones hablen en nuestro nombre, como lo hizo hace dos años la Organización Mundial
del Comercio en la Declaración de Buenos Aires sobre Comercio y Empoderamiento
Económico de las Mujeres, y que se denunció en la Asamblea Feminista
de la Cumbre de los Pueblos. El financiamiento genera condiciones y deudas
ilegítimas; queremos consultas y auditorías ciudanas al respecto.
Denunciamos la
contrainsurgencia, la militarización internacional y la guerra contra las
mujeres. Los Estados nación con su cientificismo estánjustificando estas
guerras. Frente a ello, estamos desarrollando el complejo proyecto de la
autodeterminación local de los pueblos.
Reconocemos las autodefensas de las mujeres y las
comunidades. Sabemos que en cada región del Kurdistán se llevan a cabo ataques
directos en contra de la población kurda: en Bakur, Turquía, compañeras del
movimiento de mujeres son arrestadas, encarceladas y torturadas; en Bashur,
Iraq, Turquía bombardeó el 15 de junio campos de refugiadas, hospitales,
pueblos y zonas liberadas por el movimiento kurdo; en Rojhilat, Irán, se aplica
la pena de muerte a presas y presos políticos kurdos y se les mantiene en
condiciones inhumanas; en Helincê, Siria, fueron asesinadas el 23 de junio
Zehra Berkel, Hebûn Mele Xelîl y Amina Waysî; y en Rojava reconocemos y
aprendemos su ejemplo de resistencia.
Estamos en contra del último
plan de anexión israelí a los territorios palestinos, que se suma a décadas de
ocupación, expolio, desplazamientos forzados, agresiones y violaciones de
derechos. Consideramos que ningún
acuerdo colonial, como el del Mandato británico en
Palestina, sustituye a la autodeterminación de los pueblos. La memoria de la
Nakba sigue viva a pesar de las décadas y la libertad del pueblo palestino es
un derecho irrenunciable.
Somos conscientes de la
complicidad de algunos feminismos liberales, de la cooptación de la cooperación
internacional y estamos dispuestas a disputar los feminismos y los
ecofeminismos como nuestro espacio de lucha.
No callaremos ante los
progresismos que promueven al extractivismo y al patriarcado.
Queremos compartir más los saberes que tenemos, los ancestrales, los nuestros y
los de la academia y la ciencia digna.
Compartir los saberes sin que sean aprovechados por
el poder, denunciar a las izquierdas complacientes, como hicieron las
bolivianas que no aceptaron el golpe de Estado en Bolivia. Así como hacer una
crítica de las academias.
Sabemos que lo escrito aquí es sólo indicativo y no exhaustivo de la
realidad que habitamos.
Estamos construyendo y queremos construir redes para fortalecer los
procesos de resistencia civil, desde lo local, lo regional hasta lo global.
Podemos construir muchas herramientas juntas, desde nuestras experiencias y
nuestros territorios; reforzar los procesos en los que podemos ser asertivas y
hacer temblar al sistema capitalista, etnocéntrico, heternormado, patriarcal.
Romper fronteras, romper la lógica de entregar al Estado nuestros sueños.
Hacemos un arte revolucionario, como forma de resistencia. Vamos a seguir
imaginando y construyendo sueños con nuestras manos.
Queremos que estas palabras no sean sólo un discurso sino una acción
cotidiana.
Queremos hacer unas segundas Jornadas Ecofeministas
Antiextractivistas por el Buen Vivir.
Queremos reflexionar las grandes ciudades como
proyecto de vida, repensar nuestro consumo y las formas de concebir la tierra.
Queremos buscar la complementariedad entre feminismos,
tener un diálogo sororo en el que compartir estas miradas distintas.
Queremos pensar en los otros mundos posibles;
queremos un mundo donde quepan muchos mundos.
Queremos
¡Jin Jiyan Azadi! ¡Mujer Vida Libertad!
Black Lives Matter
¡Por una Palestina libre!
Aquí está la lucecita que nos dieron las zapatistas.
¡Vivan los
pueblos originarios!
enviado por jornadasecofeministas@riseup.net
enlace
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https://mujeresylasextaorg.com/2020/06/22/jornadas-ecofeministas-antiextractivistas-por-el-buen-vivir-4-y-5-de-julio/
Fuente: https://redlatinasinfronteras.wordpress.com/2020/08/04/jornadas-ecofeministas-antiextractivistas-por-el-buen-vivir-pronunciamiento-final/
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