miércoles, 27 de noviembre de 2019

Señalemos: "Se renunció a movilizar a las masas y construir poder popular. Incluso se lo impidió, creyeron que la confrontación con las derechas ya no habría y no llegaría nunca, se engañaron tanto a sí mismos y a todos nosotros, grave error político. Legamos a esta confrontación histórica hoy de la peor forma (desorientados y desmovilizados) y con el peor motivo como bandera, por una elección liberal dudosa para todos por muchos motivos donde casi lo único que está en juego es sostenerse en el poder".

El agotamiento del régimen y las tareas emancipativas hoy en Bolivia

11 Nov,2019
Por Jorge Viaña Uzieda
¿Qué hacer? 
No podemos estar con las derechas jamás, ni para votar, menos para ir a hacer bloqueos de la elite racista, pero a la vez “ya no se puede ir así nomás con el MAS"!, esta fue y es la disyuntiva de una vanguardia que el día de la elección se convenció de que era correcto su balance aunque intuitivo, de no apoyar nunca a las derechas pero sospechar del MAS, cuando vio que se suspendían el TREP a las 8 PM y salía el MAS a decir que había ganado en primera vuelta y listo. Qué extravío político más sintomático y catastrófico. Está por demás decir que la derecha hace lo que tiene que hacer es racista, odia a los pobres, a los homosexuales es misógina, etc. etc. y lo único que quiere es sacar a Evo y no porque es democrática, pero eso no puede sorprendernos. No se debe ni puede estar con las derechas (Camacho, Meza, Ortiz, Chi) pero tampoco ya casi con el MAS ¿Qué hacer? ¿Cómo hemos llegado a esto? 
¿Cómo hemos llegado hasta aquí? De 2006 a 2010 fue un gobierno de un reformismo que tenía aspectos revolucionarios, o que tendía a ser revolucionario, al menos en algunos aspectos, una parcial rev política que fractura al estado por donde se mete la chusma a gobernar y se viabilizan la nacionalización y la constituyente. Al cerrarse el ciclo constituyente desde el 2010 por la construcción del Estado que siempre tiene una lógica religiosa, jerárquica y conservadora empieza gradual pero sostenidamente el extravío conservador del MAS que fue reforzado y potenciado por las decisiones políticas que se fueron tomando, el 2010 viene el gasolinazo y el 2011 el conflicto del TIPNIS confirmando esta trayectoria, el 2016 la impaciencia clase mediera que quería 10 años más de poder hace que se pierde el referéndum del 21F y ya para ese entonces la derecha del MAS, por lo general abogadillos y asesores conservadores que fungen de ministros y otra vertiente de los pragmáticos estatalistas y economicistas que creen que lo único importante es que crezca el PIB dan la estocada final haciendo entrar por la ventana a la elección de 2019 al dúo oficialista, creando desmoralización y desorientación en las propias filas del MAS que conservan un cierto sentido crítico, cuando Chávez había hecho todo lo contrario, perdió el referéndum el 2007 por la relección y el 2009 gano en la cancha a la derecha en un nuevo referéndum, lo fundamental de esa metodología era que apelaba a la unión y reagrupamiento en y desde la sociedad, de la lucha de las clases explotadas para movilizarse y construir poder popular y formas de autogobierno (Comunas, círculos bolivarianos, etcétera) y no en artilugios de abogaduchos y tecnócratas adulones, aquí se hizo todo lo contrario.

Se renunció a movilizar a las masas y construir poder popular. Incluso se lo impidió, creyeron que la confrontación con las derechas ya no habría y no llegaría nunca, se engañaron tanto a sí mismos y a todos nosotros, grave error político. Legamos a esta confrontación histórica hoy de la peor forma (desorientados y desmovilizados) y con el peor motivo como bandera, por una elección liberal dudosa para todos por muchos motivos donde casi lo único que está en juego es sostenerse en el poder, con los sectores sociales deslegitimados y desorientados y lo peor de todo, sin tener casi nada que ofrecer. Esta confrontación es exactamente al revés de la de la gran confrontación de 2008, 2009 donde claramente estaba en juego la constituyente que abría un horizonte de transformaciones profundas, la nacionalización y había un proyecto de transformación estructural general en auge, aunque sea parcial. ¿Hoy qué asunto realmente revolucionario está en juego? Y la gente reflexiva y honesta del MAS y fuera del MAS lo sabe o lo intuye. Casi nada revolucionario está en juego. ¿Lo poco revolucionario que está en juego que es? 
Elecciones y franja revolucionaria. 
"En las elecciones nunca se resuelven las cosas en Bolivia", fue la frase de un viejo compañero de lucha que tenía la razón otra vez. Es un país donde impera un maximalismo de masas -como diaria Zavaleta- desde antes de que existiera Bolivia, para bien y para mal las elecciones no resuelven nada. Los desencantados que se bajaron del barco del MAS precipitadamente de forma impaciente hace unos meses o años ya entraron en una bancarrota total pública y explicita al creerse el cuento del “voto útil" o el “gobierno de transición" para Meza y se terminaron de pasar a la derecha con convicción. Por el otro lado, a 13 años del gobierno y por el gradual proceso de involución hacia posiciones cada vez más conservadoras que empezó gradualmente el 2010 y 2011 entró en un atolladero en el 21F del 2016 que condujo a este extravío ya histórico y tal vez insalvable el 20 de octubre de 2019. 
Lamentablemente la cúpula de poder ya no tiene casi nada que ofrecer. Hasta la gente que quiere votar por el MAS O salir a luchar en la calle, pero conserva la honestidad revolucionaria y no es pura consigna o interés personal de pegas, poder y figuración, esa gente honesta se pregunta ¿Y qué estamos defendiendo? ¿Por qué estamos luchando hoy?. Y la respuesta es muy sencilla, por casi nada verdaderamente revolucionario. Es lamentable pero es verdad. Este es el balance fundamental que hacer. La franja revolucionaria en las elecciones se movió entre el voto blanco, nulo o no votar y algunos sectores que votaron por el MAS'. El voto blanco y nulo fue de 5% a nivel nacional que sumo más de 314 mil votos. De este 5% del total una buena mayoría es una vanguardia de personas que ya no podían votar por el MAS pero no querían pasarse a la derecha (Meza, Ortiz, Chi). El voto blanco y nulo cuantificable fue cuarto a nivel nacional (después del MAS, Meza y Chi) y le gano a Ortiz que fue quinto por debajo de blancos y nulos, saco 4,3%. 
A este asunto no se le ha tomado la debida atención, porque a lo opinologos y demás liberales cortesanos de alguien no les importan los asuntos revolucionarios nunca. Hoy hay que convocar a esa franja revolucionaria que no está con Meza o las demás derechas y ya no puede estar así nomás con el MAS. Es urgente un reagrupamiento político que retome la agenda de octubre y el proceso de cambio desde las bases. Distanciado de la derecha del MAS y poniéndole condiciones claras a los que siguen creyendo de forma sincera en el MAS y que quieren ver lo que se está explicando en este balance. 

Fuente: http://contrahegemoniaweb.com.ar/el-agotamiento-del-regimen-y-las-tareas-emancipativas-hoy-en-bolivia

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