Carta abierta por una salida popular a
la pandemia del coronavirus
Nuestro pueblo se encuentra atravesando una situación dramática por la pandemia del coronavirus. Junto a los demás pueblos del mundo, está transitando un hecho sin antecedentes contemporáneos y de consecuencias impredecibles, que requiere la toma de medidas de fondo, basadas en esta situación excepcional. Ante esta realidad y a modo de fortalecer las respuestas populares para enfrentar la crisis sanitaria y socioeconómica, la Autoconvocatoria por la Suspensión del Pago e Investigación de la Deudaquiere compartir las siguientes reflexiones y propuestas.
El gobierno declaró el aislamiento forzoso y lo prorrogó hasta el 12 de
abril. Es una medida necesaria para frenar la expansión del virus y
evitar el colapso del sistema de salud, aun sabiendo que no afecta a
todes por igual. Millones de personas están imposibilitadas de hacer
cuarentena, por ejemplo, porque hay hacinamiento y ausencia de ingresos.
Deben salir diariamente a resolver la vida cotidiana, lo que incluye
acciones colectivas de prevención, caso de los comedores o merenderos.
Ante esta realidad, son muchas las denuncias de abusos y represión de
parte de fuerzas policiales y gendarmería, camino que debe quedar
descartado igual que cualquier participación de las fuerzas armadas en
el control interno. El parate de importantes sectores de la economía
repica contra los ingresos de tantes trabajadores precarizades y la
capacidad de muchas cooperativas, empresas recuperadas, trabajos
autogestionados y PYMES a sostenerse. Estas situaciones vulneran aún más
a las mujeres, niñas, niños, adolescentes y disidencias, y la violencia
machista se sigue ejerciendo, con 12 femicidios en apenas 10 días de
cuarentena.
Por otra parte, los formadores de precios aumentan día a día la canasta
básica a pesar de la disposición gubernamental de retrotraer alimentos y
medicamentos a los precios del 6 de marzo pasado. El poder económico
presiona contra el empleo y los salarios, aunque en el fondo buscan el
levantamiento de la cuarentena. Ponen la ganancia, sus ganancias, por
delante de la vida. Un caso evidente es el del grupo Techint que
pretende despedir a 1450 trabajadores. Desde varias provincias llegan
denuncias de la continuidad de los desmontes, las fumigaciones y el
avance de la megaminería, aumentando la vulnerabilidad de los pueblos y
comunidades, pese a las restricciones establecidas.
En este contexto, y ante la
perspectiva de un agravamiento de la situación social, destacamos la
urgencia de priorizar la atención de las necesidades de los sectores
populares más vulnerables. Hoy todos los recursos deben orientarse a
satisfacer derechos, incluyendo en primer lugar la salud y la
alimentación.
Por eso, ahora más que nunca
reclamamos al gobierno nacional y los gobiernos provinciales que
suspendan todo pago de deuda pública. Rechazamos que en medio de este
brutal agravamiento de la situación de crisis que ya se venía sufriendo,
continúen los pagos al FMI, fondos de inversión y otros especuladores,
co-responsables de esa realidad.
Con los U$S 250 millones que el gobierno nacional pagó en intereses el
31 de marzo, por ejemplo, se podría haber multiplicado por 9 el fondo
especial establecido para reforzar el sistema de salud, o aumentado en
forma sustancial el Ingreso Familiar de Emergencia que prevé otorgar
$10.000 a hogares sin otro sostén. O se pudo haber prescindido de la
toma de nueva deuda, como el préstamo de U$S 300 millones recién
acordado con el Banco Mundial, perpetuando el sistema de expoliación y
dominio de la cual la deuda forma parte central.
No se debe destinar un solo peso o dólar más al pago de esta presunta
deuda, sabiendo además que lo que nos exigen pagar, más que una “deuda”,
es una verdadera estafa al pueblo y los intereses de la nación.
Reclamamos que se dejen sin efecto la ley 27.544 y el decreto 250/2020,
que habilitan las actuales negociaciones de pago, y que se realice una
investigación independiente y participativa de los pagos pendientes para
anular directamente los que son ilegítimos, ilegales y odiosos.
Estamos igualmente convencidos que, por más necesario que es en este
momento, no alcanza con no pagar. Es el momento para que paguen los
beneficiarios del saqueo provocado con la estafa de la deuda, como los
bancos, entidades financieras, monopolios, el agro negocio y el conjunto
del modelo mercantilista, extractivista, especulador y
transnacionalizado.
La situación de emergencia que se ha configurado exige un conjunto de
políticas soberanas que defiendan la vida y el futuro del país. Algunas
de ellas las veíamos como un escenario estratégico, pero la crisis y la
pandemia las hicieron necesarias ahora. La prioridad debe ser sostener
la economía popular, sostener e inyectar recursos al sistema público de
salud, a los subsidios para quienes no pueden trabajar, y sostén a las
empresas recuperadas, cooperativas y Pymes para producción de todo
aquello que la sociedad requiera.
En ese espíritu ponemos a consideración de toda la sociedad, al igual que a los gobiernos, las siguientes propuestas:
1. Inmediata
suspensión de todo pago de la deuda pública, incluyendo intereses,
amortizaciones y comisiones. Investigación de su origen, usos y
consecuencias para anular directamente. NO al inicio de un nuevo ciclo de endeudamiento.
2. Repatriación
de los casi 350.000 millones de dólares de activos de argentines en el
exterior. Auditar los posibles fraudes y evasión fiscal en la fuga de
divisas que les dieron origen. Aplicación de un fuerte impuesto de
emergencia sobre las grandes fortunas.
3. Ningún
despido, suspensión o rebaja salarial. Garantizar el cumplimiento del
DNU N°329/2020. Que sean los grandes grupos económicos los que ganen
menos para sostener a les trabajadores.
4. Multiplicar
las partidas de alimentos, barbijos, alcohol en gel e insumos en las
salas y centros de salud de los barrios populares y hospitales. Asegurar
adecuada protecciónde todos los trabajadores de "sectores esenciales".
5. Aumento
del subsidio de emergencia para todos les trabajadores informales,
monotributistas, cooperativistas. Asegurar el abastecimiento básico en
los territorios más empobrecidos.
6. Asegurar la no suba de precios.
7. Supervisión
del cumplimiento del aislamiento forzoso en manos de autoridades
civiles y organizaciones populares, desmilitarizando los barrios,
pueblos, ciudades y rutas del país. Facilitar las denuncias y asegurar
la sanción de todo comportamiento abusivo por parte de las fuerzas
policiales y de gendarmería.
8. Reforzamiento integral de las políticas públicas contra la violencia machista.
9. Declarar
de interés público en manos del Estado el sistema de salud, incluyendo
la medicina privada, prepagas, y monopolios farmacéuticos que controlan
los medicamentos, camas e insumos hospitalarios, como acaba de hacerse
en Irlanda.
10. Nacionalización
de la banca y el comercio exterior, para tener pleno control de las
divisas del comercio exterior y del crédito que es necesario para el
desarrollo productivo del país.
11. Restablecimiento
de una Junta Nacional de Granos y de Carnes para que el Estado, con
control popular, maneje toda la cadena de alimentos. Asegurar que el
monopolio agro exportador Vicentín pague sus deudas fraudulentas a la
banca pública y que su capacidad de producir alimentos para millones de
personas pase a control estatal.
12. Declarar como servicios públicos esenciales controlados por el Estado los recursos, transporte y comercialización de la energía.
13. Tierra para quien la trabaja, hacia una reforma agraria integral.
14. Rechazo
a las medidas de bloqueo y hostigamiento sobre países que repercuten en
la salud de la población -como en los casos de Cuba y Venezuela-. Por
vinculaciones entre países solidarias y cooperativas, en favor de los
pueblos.
La solidaridad del pueblo se viene manifestando de diferentes maneras
ante esta emergencia, incluyendo a los sectores de la clase trabajadora
que salen a cumplir y garantizar la salud y los recursos para el pueblo,
aún desde sus realidades que muchas veces son de gran precariedad.
Estas propuestas buscan reforzar y complementar esa solidaridad desde
abajo con acciones imprescindibles desde el Estado por lo que invitamos
al pueblo trabajador a debatirlas y bregar por su implementación.
Seguramente habrá otras que aporten a la orientación política y recursos
necesarios para superar esta emergencia y avanzar con las
transformaciones estructurales necesarias para lograr una economía, un
país, al servicio de los pueblos y no de los intereses del capital.
Juntes podemos asegurar una salida popular a esta pandemia.
-Argentina, 1 de abril de 2020
AUTOCONVOCATORIA POR LA SUSPENSIÓN DEL PAGO
E INVESTIGACIÓN DE LA DEUDA
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