martes, 21 de abril de 2020

"Nos pusieron frente al escenario de uno de los virus más mortales a nivel global y si es difícil enfrentarlo en libertad como explican en cada informe diario los profesionales de la salud muchísimo peor es en las unidades penitenciarias superpobladas”."Con espacios de salud que no funcionan, sin insumos ni higiene, con la comida que provee el Servicio Penitenciario Bonaerense en pésimo estado, con los traslados como forma de castigo, el uso de la violencia física a la que son sometidxs, los maltratos a las familias que lxs visitan y la burocracia judicial que les niega derechos".

La muerte ronda en las cárceles
21 de abril de 2020


Hoy comenzaron huelgas de hambre en varias cárceles bonaerenses. Las unidades penitenciarias están a un paso de transformarse en centros de muerte. Las personas detenidas lo vienen gritando desde que comenzaron las medidas de prevención social que no les incluye. Los medios masivos de comunicación saldrán nuevamente a estigmatizar e invisibilizar la crítica situación de las personas detenidas. Los estudiantes universitarios de la Unidad Penal 9 de La Plata, escribieron una carta pidiendo acciones urgentes al gobernador Axel Kicillof.

Por Marcelo Musante (*)
Desde que comenzó la crisis sanitaria por la pandemia de coronavirus, en todas las cárceles del país las personas privadas de su libertad reclaman que se las tenga en cuenta.
En la provincia de Buenos Aires, al actual riesgo de contagio se suman las condiciones preexistentes de sobrepoblación y hacinamiento de un total de más de 40.000 detenidxs.
Con espacios de salud que no funcionan, sin insumos ni higiene, con la comida que provee el Servicio Penitenciario Bonaerense en pésimo estado, con los traslados como forma de castigo, el uso de la violencia física a la que son sometidxs, los maltratos a las familias que lxs visitan y la burocracia judicial que les niega derechos.
Además, en las cárceles de mujeres las madres privadas de su libertad comparten tanto las celdas como esas mismas condiciones de violencia con sus hijos e hijas.
En este marco, la potencialidad de contagio de COVID 19 implica el riesgo absoluto de muerte. De muertes colectivas.
Por eso, la población carcelaria viene reclamando la intervención de las autoridades nacionales y provinciales con la urgencia que la pandemia tuvo para quienes no están detenidxs.
Frente a esta situación, diversas protestas y huelgas de hambre que comenzaron a producirse en varias unidades penales. El colectivo de estudiantes universitarios de la Unidad Penitenciaria N°9 de La Plata circuló una carta para el gobernador Axel Kicillof con el objetivo de tener una rápida respuesta en una situación de extrema urgencia.
Como afirman en la carta, había un compromiso del nuevo gobierno provincial por “trabajar en conjunto con la finalidad de paliar la superpoblación que habita las cárceles donde nos apilan como chatarra”.
“Los tiempos nuevos –sigue la misiva- nos pusieron frente al escenario de uno de los virus más mortales a nivel global y si es difícil enfrentarlo en libertad como explican en cada informe diario los profesionales de la salud muchísimo peor es en las unidades penitenciarias superpobladas”.

Estigmas
Las distancias entre las decisiones judiciales y la efectivización de las medidas en las cárceles siempre forman parte de las denuncias de las personas detenidas. Los plazos se incumplen. Durante días, semanas, meses. ¿A quién importa si el que espera la libertad es un preso? ¿Cuándo fue un tema de agenda de los canales de televisión la mujer detenida con su hija de tres años a la que le demoran su salida? ¿Cuándo la violencia institucional sobre una travesti o trans como forma de expresión del machismo y discriminación?
En este sentido, los estudiantes universitarios de la Unidad Penal N°9 resaltan las “muchas decisiones judiciales que se han pronunciado desde los más altos tribunales de justicia pero que no solo no se cumplen sino que también son decisiones huérfanas de sentido común y que, emitidas por la cúspide de la casta judicial, lejos de traer una solución sólo son un movimiento estratégico para no quedar expuestos frente a los medios de comunicación”.
Medios de comunicación que sólo piensan las cárceles como depósitos de personas y que cada vez que tratan el tema del COVID-19 en el encierro remarcan la preocupación exclusiva por los trabajadores del Estado y su campaña para que ningún detenido salga en libertad por la emergencia sanitaria.
Las varas nunca son las mismas para medir los riesgos y en la carta al gobernador los detenidos explican que “cada poder del Estado protegió a sus empleados, la Corte Suprema de Justicia, los Tribunales de Casación, el poder legislativo etc. Los mandó a su casa para prevenir los contagios masivos, empero este sector de la sociedad tanto guardiacárceles, trabajadores del estado y detenidos fuimos excluidos de ese deber de cuidado”.
“Notoriamente las decisiones del gobierno, tanto provincial como nacional evitaron el contagio y el deceso masivo de víctimas de Coronavirus. Un esfuerzo de todos y todas. Nosotros, los privados de la libertad adherimos a esa lucha noble por lo tanto hemos renunciado a que nuestra familia nos visite para su resguardo y protección (…). Pero, ¿qué recibimos a cambio?, silencio y un claro mensaje “estamos solos en esta lucha” sin importar que tanto nosotros y nuestras familias somos también parte de esta sociedad que nos excluye día a día”, desarrollan en la carta.
Las urgencias en el sistema penal amerita decisiones prontas. Los estudiantes universitarios de la Unidad Penal N° 9 piden medidas a la altura de las que se toman en el ámbito público. Medidas urgentes para los detenidos que son considerados población de riesgo que viven en condiciones apremiantes pero también que sirva para discutir la situación del encierro en la provincia de Buenos Aires, como la creación de nuevos juzgados de ejecución penal que aceleren las causas, entre otras.
Hoy varias unidades penales amanecieron con huelgas de hambre. Los distintos ministerios tienen diversas formas de intervención para resolver situaciones en el inmediato y corto plazo.
Los estudiantes universitarios de la Unidad Penal N° 9 de La Plata ejercieron su derecho a la palabra como método de lucha y quieren que sus reclamos ahora puedan circular y lleguen a las autoridades políticas. ¿Y por qué no? Al propio gobernador que es a quien le escriben.
La situación crítica es en todas las unidades penales. Se pide la intervención del Estado con acciones concretas y urgentes. El silencio y la no respuesta suelen ser formas de violencia estatal.
 (*) Sociólogo
Fuente: https://www.anred.org/2020/04/21/la-muerte-ronda-en-las-carceles/

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