Cuando el mercado es más importante que la gente
27 de septiembre de 2015
27 de septiembre de 2015
El 24 de diciembre de 2007, un gigantesco
derrame de petróleo cubrió las costas de Caleta Córdova cuando un barco carguero,
propiedad de la
armadora Antares Naviera que opera con Termap, comenzó a
perder su contenido mientras se autoabastecía en la monoboya de Termap, ubicada
a un par de kilómetros de la
costa. Luego del derrame, los vecinos encausaron una denuncia
penal y civil. Debieron afrontar, no sólo amenazas de muerte, persecuciones y
aprietes.
Por Patricia Rodriguez para
ANRed
Caleta Córdova es un barrio de pescadores ubicado en la zona
norte de Comodoro. También funciona la planta de Terminales Marítimas Patagónicas
(Termap), desde donde sale el crudo producido en la cuenca del golfo San Jorge.
El 24 de diciembre de 2007, un gigantesco derrame de
petróleo cubrió las costas de Caleta Córdova cuando un barco carguero,
propiedad de la
armadora Antares Naviera que opera con Termap, comenzó a
perder su contenido mientras se autoabastecía en la monoboya de Termap, ubicada
a un par de kilómetros de la costa. Producido el derrame, la empresa no aviso
acerca de la catástrofe porque pensaron que se lo llevaba el mar, pero el
petróleo volvió a la
costa. Entonces , ante, la despreocupación y desidia del
Ministerio de Ambiente de la provincia de Chubut, los vecinos protagonizaron
una especie de pueblada, organizándose y solicitando justicia. Las autoridades
acudieron al lugar, en principio, negando el impacto, luego haciendo uso de
recursos tan precarios como tapar con tierra el petróleo de la costa lo que
ponía en evidencia el desinterés político y empresario.
Luego del derrame, los vecinos encausaron una denuncia penal
y civil. Debieron afrontar, no sólo amenazas de muerte, persecuciones y
aprietes como los que sufrió Betty, una de las demandantes y docente a quien
amenazaron con dejarla sin trabajo. También a su hijo quien estaba tomando
fotos de la costa cuando lo agredieron, arrebatándole la cámara.
En el marco de la denuncia penal y civil, el defensor
público en vez de velar por la integridad, los derechos e intereses de los
vecinos, impulsó la defensa de la empresa. Tanto es así que las responsabilidades
jurídicas cayeron sobre la figura de los tripulantes y no de la empresa.
Se hicieron reiterados reclamos en torno no sólo al impacto ambiental, sino también a las consecuencias sanitarias de la población, lo que derivó en la creación de una oficina de garantía que cumpliendo formalismos envió un pediatra a Caleta Córdova. El médico confeccionó las historias clínicas de los chicos afectados que luego desaparecieron del Hospital Regional de Santa Cruz. Llamativamente reaparecieron ante las continuas quejas de los vecinos. Aún así, no hubo un seguimiento sanitario responsable a los menores ni adultos del pueblo.
Se hicieron reiterados reclamos en torno no sólo al impacto ambiental, sino también a las consecuencias sanitarias de la población, lo que derivó en la creación de una oficina de garantía que cumpliendo formalismos envió un pediatra a Caleta Córdova. El médico confeccionó las historias clínicas de los chicos afectados que luego desaparecieron del Hospital Regional de Santa Cruz. Llamativamente reaparecieron ante las continuas quejas de los vecinos. Aún así, no hubo un seguimiento sanitario responsable a los menores ni adultos del pueblo.
El desastre ambiental dejó al descubierto que las petroleras
sacan por barco más crudo del que reportan en las declaraciones juradas para
evitar regalías. Otras de las situaciones que se visibilizó fue la falta de un
plan de emergencia para contener este tipo de derrames, porque en definitiva
importa más garantizar la impunidad ambiental a las empresas que la integridad
de los pobladores y de los recursos naturales.
El agua dulce y el petróleo
Comodoro Rivadavia se abastece de agua potable a través del
Lago Musters, sin embargo, el agua que provee, se encuentra contaminada por la
industria petrolera, porque se le agregan tóxicos, y una parte de ella vuelve a
la superficie y es reinyectada. Todo esto requiere una gran utilización de agua
con químicos y ácidos, que contaminan la tierra, las napas subterráneas, ríos,
arroyos, etc. Este tipo de procedimiento, prohibido en Europa y en parte de
EEUU por las consecuencias ambientales que produce es admitido en América
Latina, ante las bajas barreras ambientales que presenta el continente.
No sólo el agua contaminada que consumen los pobladores es
un padecimiento cotidiano, sino agravado debido al uso indiscriminado del mismo
por parte de las multinacionales petroleras que ocasionan la escasez de agua
para los pobladores con el consiguiente peligro de secar el lago Musters, al
igual que lo ocurrido con los glaciares que primero contaminan y luego
descartan en el mar.
Sumado
a la contaminación de la costa a causa del agua de lastre de los barcos
(descarte de agua que contiene bacterias, sedimentos provenientes del Río de la
Plata), la situación se agrava debido a los desechos cloacales que son
arrojados al mar sin tratamiento alguno. Todo esto constituye un cóctel de
muerte para la población y el ecosistema en general. Proliferan en Comodoro
Rivadavia casos de cáncer, enfermedades glandulares, hepatitis. En Las Heras,
en Pico Truncado la pérdida de piezas dentales.
Fuente: http://www.anred.org/spip.php?article10751
No hay comentarios:
Publicar un comentario