Alimentos
genéticamente modificados, una amenaza para la humanidad
3 de septiembre de 2015
3 de septiembre de 2015
Escocia es la ultima nación que prohíbe el cultivo de especies genéticamente modificadas (GM) conocidas también como organismos genéticamente modificados (GMO sigla en inglés). Al tiempo que Escocia ha liderado la causa anti "alimentos adulterados", el congreso norteamericano votó prohibir a los estados exigir a los productores de alimentos de etiquetar sus productos como genéticamente modificados.
Por Wayne Madsen
Escocia ha aprovechado la nueva legislación dela Unión Europea que
permite optar por negarse a permitir que el agro-negocio GMOs tenga acceso a
Escocia. En su decisión, el gobierno del Partido Nacional de Escocia, (SNP
sigla en inglés) en Edimburgo ha roto con el gobierno conservador en Londres
que ha permitido la producción de alimentos GMO. Los opositores a los productos
genéticamente modificados sostienen que aunque las leyes de la Unión Europea
permiten a algunos países retirarse del cultivo de especies GMO si que permiten
que otros países autoricen a algunas empresas GMO algunos espacios en sus
sectores agrícolas y de este modo burlar las actuales prohibiciones en
Alemania, Italia y Francia.
Escocia ha aprovechado la nueva legislación de
Al igual que todo
problema que pone a los gobiernos neo-conservadores contra los partidos y
movimientos populistas y progresistas, los neoconservadores favorecen el
cultivo y producción de productos genéticamente modificados e igualmente
promueven la continuación de la guerra y la inmovilidad frente al cambio
climático. El debate sobre los alimentos genéticamente modificados ha
denunciado a los neoconservadores no solo como prostitutas pro corporaciones
transnacionales sino también como gárgolas anti-humanistas y ogros que emergen
desde las páginas de "El Señor de los Anillos."
El gobierno escocés emitió una declaración
oficial en torno a la prohibición. "El gobierno de Escocia piensa que la
política de los GMO en Escocia debe guiarse según lo que sea mejor para nuestra
economía y nuestro propio sector agrícola y no según las prioridades del Reino
Unido… no existe ninguna evidencia de demanda significativa de parte de los
consumidores escoceses por productos genéticamente modificados. Cultivar estos
productos en Escocia dañaría nuestro sello limpio y verde."
Con el objeto de
impedir la contaminación de los cultivos escoceses por parte de las semillas de
GMO inglesas, se deberá implementar un estricto régimen de inspección agrícola
en la frontera de Escocia e Inglaterra, algo que sonará a música en los oídos
de los escoceses pro-independencia y a pesadilla a los ingleses que quieren
conservar el crecientemente inviable "Reino Unido."
El único miembro
escocés del Parlamento Europeo que servirá en el Comité Agrícola de la entidad,
Alyn Smith del SNP dijo que Escocia desea gozar de un prestigio por cultivar y
exportar productos naturales y no productos adulterados por los GMO. Smith hizo
hincapié que el SNP favorece "una investigación y desarrollo
meticulosamente regulados acerca de los GMO y no desea poner en peligro el
papel de Escocia como productor de alimentos naturales de alta calidad.
Al tiempo que Escocia ha liderado la causa
contra los productos adulterados, el congreso norteamericano votó una ley que
prohíbe a los estados exigir a los productores etiquetar sus alimentos si estos
son genéticamente modificados. Las empresas del agro-negocio, encabezadas por
la principal firma, Monsanto, no quieren que los consumidores sepan qué clase
de productos genéticamente adulterados están comiendo. La primera víctima del
Acta del congreso desacertadamente titulada "Acta para la Marcación Segura
y Precisa de los Alimentos del año 2015 fue el acta obligatoria sobre los GMO
de Vermont. La legislación federal también neutralizó las leyes de etiquetado
de los GMO en Maine, Hawaii, Oregón y Connecticut. Para ilustrar el carácter de
los esfuerzos de cabildeo de Monsanto con el objeto de oponerse al etiquetado
de los GMO, la firma gastó 5,5 millones de dólares para cabildear contra el
decreto de etiquetado de GMO en la legislatura de California. La reciente
cumbre celebrada en Maui, fue un trago amargo para los habitantes de la isla
hawaiana que votaron en el referéndum para prohibir los alimentos de origen GMO
en la isla.
La puesta en vigencia
del TPP despojará a los habitantes de Maui del derecho a determinar qué clase
de productos se cultiven en su isla.
El congreso
norteamericano optó por instituir una ley de etiquetado nacional favorable a
las industrias de los GMO las cuales pondrán la responsabilidad y las normas de
etiquetado de los productos genéticamente modificados dentro del Departamento
de Agricultura de Estados Unidos dominado por la Gran Agro-Industria
norteamericana.
Una de las
consecuencias de la Asociación Trans Pacífico será la de permitir que
empresas como Monsanto puedan demandar a países que prohíban o restrinjan
productos genéticamente modificados ante incompetentes tribunales
internacionales denominados Tribunales de Arbitraje de Disputas de Estados
Inversionistas (ISDST sigla en inglés). Lo mismo se aplicaría para la Asociación Transatlántica
de Comercio e Inversiones (TTIP sigla en inglés). Si el Reino Unido ingresa al
TTIP, Monsanto podría querellarse contra Escocia ante un ISDST y potencialmente
podría conseguir la derogación de la prohibición de los cultivos genéticamente
modificados en Escocia.
El papel de los TPP y
TTIP consiste en burlar la soberanía nacional y colocar a las corporaciones
transnacionales como Monsanto por encima de la voluntad de los gobiernos
elegidos y por encima de los pueblos que ellos gobiernan. Por otra parte, bajo
los acuerdos de libre comercio como el TPP, artículos como este, que critiquen
a Monsanto podrían resultar en costosas demandas contra el autor y el editor
ante un ISDST.
Las garantías
constitucionales de libertad de prensa y libertad de expresión en Estados
Unidos y en otros países signatarios de TTP y TTIP podrían ser derogadas por
los acuerdos de "libre comercio" conformados de manera tal para
colocar los derechos de las corporaciones transnacionales por encima de los
países, estados, provincias, municipios y ciudadanos comunes.
El miembro de la
cámara baja norteamericana, Peter DeFazio tocó la alarma acerca de Monsanto y
los de su calaña durante una entrevista en Telesur en el mes de abril de este
año. DeFazio señaló que el gobierno de Obama y sus infernales intenciones de
poner en vigencia los denominados acuerdos de "libre comercio" como
el TPP, dijo "Llámelo un hecho consumado. Esto quedó demostrado por su
veloz tránsito por la vía rápida y los masivos acuerdos de libre comercio como la Asociación Trans-Pacífico
que son redactados por y para corporaciones multinacionales tales como el
agro-gigante Monsanto. En vez de utilizar contratos comerciales como una
oportunidad de proteger y fortalecer los derechos del consumidor, uniéndose a
los países que exigen que los alimentos genéticamente modificados sean
etiquetados, este gobierno quiere favorecer a las enriquecidas corporaciones a
costa del público". DeFazio es un demócrata por Oregón que desafió al
presidente demócrata Barack Obama porque la Casa Blanca apoya a
las empresas como la Monsanto.
Rusia y Francia han
prohibido los cultivos de las especies genéticamente modificadas de Monsanto
incluyendo el maíz. Se ha descubierto que el maíz de Monsanto ha sido el
causante de tumores cancerosos en ratas de laboratorio. No obstante, el
gobierno proto-fascista de Ucrania le ha dado la bienvenida a Monsanto y a
otras compañías productores de organismos genéticamente modificados con los
brazos abiertos. La gran industria productora de trigo de Ucrania está en
peligro. Quizás nada demuestre más el vínculo entre los neoconservadores y los
organismos genéticamente modificados como el apoyo de estos al gobierno de
Ucrania y a su peligrosa política agrícola dirigida hacia el beneficio de
Monsanto y a destruir al agricultor ucraniano.
La misma historia de Monsanto debiera producir
escepticismo y escarnio universal ante su línea de productos adulterados. La
firma fue establecida el año 1901 en la ciudad de San Luis, estado de Missouri
por el empresario de Chicago John Francis Queeny, quien obtuvo el dinero para
la siembra de parte de su esposa Olga Méndez Monsanto, hija de Emmanuel Méndez
de Monsanto, un judío sefardí holandés cuya familia llegó a Nueva Orleans por
vía de Curazao y la industria azucarera esclavista del Caribe. De hecho, los
Monsanto hicieron gran parte de su fortuna a través del tráfico transatlántico
de esclavos procedentes de África. Partiendo de sus orígenes en el tráfico de
esclavos africanos, Monsanto ahora comercia con productos alimenticios
adulterados y pesticidas que se ha demostrado son dañinos no solo para la salud
de los humanos sino también para el ganado y la apicultura, otros insectos
benignos y el conjunto de aves silvestres.
La primera gran oferta de productos
adulterados de parte de Monsanto fue un substituto del azúcar, la sacarina
obtenida del alquitrán de hulla la cual se vendió a la compañía Coca-Cola. Se
ha demostrado que la sacarina produce cáncer a la vejiga en los humanos.
No fue casualidad que
luego que el presidente Obama visitara el país de origen de su padre en Kenia,
siete figuras del parlamento keniano, miembros de varios comités parlamentarios
que tienen que ver con la agricultura, la ganadería las cooperativas, la
educación, la investigación y el desarrollo, la salud, el ambiente y los
recursos naturales, las finanzas, la planificación y el comercio, introdujeran
una legislación para levantar la prohibición de Kenia sobre los organismos
genéticamente modificados. Aparentemente, los kenianos sucumbieron ante los
deseos de un presidente norteamericano que está más interesado en proteger las
ganancias de Monsanto --cuyos orígenes financieros provinieron de una familia
de traficantes de esclavos africanos y no de la salud del pueblo de Kenia.
A partir del tráfico
de esclavos hasta el fomento de productos alimenticios dañinos para la salud,
Monsanto se ha convertido en un símbolo propicio de la industria de organismos
genéticamente modificados.
Adecuado también sería
prohibir a Monsanto y sus productos y oponerse a la campaña corporativa a favor
de acuerdos comerciales injustos y desleales.
Nota.- Sus comentarios y opiniones acerca de este artículo serán
bienvenidos en editorial@strategic-culture.org
01/09/2015
Traduccion desde el
inglés por Sergio R. Anacona
Strategic Culture Foundation
http://www.strategic-culture.org
Strategic Culture Foundation
http://www.strategic-culture.org
Fuente original: Aporrea
Fuente: http://www.biodiversidadla.org/Principal/Secciones/Documentos/Alimentos_geneticamente_modificados_una_amenaza_para_la_humanidad
Fuente: http://www.biodiversidadla.org/Principal/Secciones/Documentos/Alimentos_geneticamente_modificados_una_amenaza_para_la_humanidad
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