Pronunciamiento de
académicos, intelectuales y activistas ante tensiones en la frontera
colombo-venezolana
"Apelamos al acompañamiento de
países hermanos
e instancias de diálogo latinomericano"
Nosotras y nosotros, los abajo firmantes, académicos,
intelectuales y activistas sociales, deploramos la agudización del conflicto en
la frontera colombo-venezolana, que ha generado profundos impactos
económicos y sociales en la población de estos dos países.
Las familias colombianas y venezolanas que habitan de los dos lados de la frontera, son un mismo pueblo que vive dividido por una línea imaginaria trazada en los mapas. Han sido sometidos durante décadas a prácticas violentas asociadas al contrabando, narcotráfico, el paramilitarismo y la represión estatal. Esta situación se ha profundizado debido a la difícil situación económica que atraviesan nuestros países, en un complejo contexto electoral.
En ambos países existen sectores que, por diferentes razones, están interesados en la agudización del conflicto. Para ello distorsionan interesadamente los hechos y apelan a una lógica amigo-enemigo que amenaza con conducir a una peligrosa profundización del conflicto fronterizo.
Los problemas fronterizos entre Colombia y Venezuela son complejos y de larga data. No pueden solucionarse con operativos efectistas, con diversas formas de represión o simplemente con algunas dádivas correctivas.
Abogamos por una salida diplomática de diálogo en la frontera que permita afrontar los conflictos que afectan a las poblaciones afectadas que conviven en ambos lados dela frontera. En ese sentido, también hacemos un
llamado a que continúen los buenos oficios del gobierno venezolano en el proceso
de paz que viene avanzando en Colombia. La posición de garante de Venezuela es
una muestra de hermanamiento entre los pueblos para avanzar hacia una vida
mejor en la región.
Emplazamos también a los pueblos, gobiernos y movimientos sociales a plantear un debate franco sobre los orígenes y causas de los diversos problemas que surgen en la frontera colombo-venezolana, debate que pueda contribuir a la restauración de la confianza y la solidaridad entre los pueblos hermanos. En este sentido, nos resulta fundamental apelar al acompañamiento de países hermanos e instancias de diálogo latinomericano, como la UNASUR o la CELAC.
15 de septiembre, 2015 Leer
Las familias colombianas y venezolanas que habitan de los dos lados de la frontera, son un mismo pueblo que vive dividido por una línea imaginaria trazada en los mapas. Han sido sometidos durante décadas a prácticas violentas asociadas al contrabando, narcotráfico, el paramilitarismo y la represión estatal. Esta situación se ha profundizado debido a la difícil situación económica que atraviesan nuestros países, en un complejo contexto electoral.
En ambos países existen sectores que, por diferentes razones, están interesados en la agudización del conflicto. Para ello distorsionan interesadamente los hechos y apelan a una lógica amigo-enemigo que amenaza con conducir a una peligrosa profundización del conflicto fronterizo.
Los problemas fronterizos entre Colombia y Venezuela son complejos y de larga data. No pueden solucionarse con operativos efectistas, con diversas formas de represión o simplemente con algunas dádivas correctivas.
Abogamos por una salida diplomática de diálogo en la frontera que permita afrontar los conflictos que afectan a las poblaciones afectadas que conviven en ambos lados de
Emplazamos también a los pueblos, gobiernos y movimientos sociales a plantear un debate franco sobre los orígenes y causas de los diversos problemas que surgen en la frontera colombo-venezolana, debate que pueda contribuir a la restauración de la confianza y la solidaridad entre los pueblos hermanos. En este sentido, nos resulta fundamental apelar al acompañamiento de países hermanos e instancias de diálogo latinomericano, como la UNASUR o la CELAC.
15 de septiembre, 2015 Leer
No hay comentarios:
Publicar un comentario