Acampe indígena y derechos humanos selectivos
2 de septiembre de 2015
Siete meses de acampe de pueblos originarios en Buenos Aires y
ninguna solución. El secretario de Derechos Humanos, Martín Fresneda,
interlocutor del Gobierno ante las comunidades, amenaza a los indígenas, los
insta a no movilizarse, se victimiza frente a los reclamos, arma operaciones de
prensa y resalta “los millones de pesos” que cuesta proteger a los qom.
Por Darío Aranda
El funcionario está nervioso, se lo ve molesto y hasta agresivo. En el despacho oficial, ante una veintena de testigos, interpela a Félix Díaz, levanta el tono, lo destrata. No responde las denuncias de las comunidades, no escucha la violación de derechos que existen en Formosa, solo dirige sus dardos contra el líder qom. E, insólito, pone sobre la mesa que él es hijo de desaparecidos y que “este Gobierno es el más ha hecho por los derechos humanos”. Amenaza que, de hacerse público los detalles de la reunión, se cortará todo diálogo.
El funcionario interpela a un wichí que tiene teléfono-grabador en mano. Luego lee el acta de la reunión, se enoja, se levanta de la silla, amenaza retirarse, vuelve a leer el acta y, de mala manera, avisa que nola firmará. Deja la
reunión de “diálogo” sin siquiera saludar a los presentes.
El funcionario está nervioso, se lo ve molesto y hasta agresivo. En el despacho oficial, ante una veintena de testigos, interpela a Félix Díaz, levanta el tono, lo destrata. No responde las denuncias de las comunidades, no escucha la violación de derechos que existen en Formosa, solo dirige sus dardos contra el líder qom. E, insólito, pone sobre la mesa que él es hijo de desaparecidos y que “este Gobierno es el más ha hecho por los derechos humanos”. Amenaza que, de hacerse público los detalles de la reunión, se cortará todo diálogo.
El funcionario interpela a un wichí que tiene teléfono-grabador en mano. Luego lee el acta de la reunión, se enoja, se levanta de la silla, amenaza retirarse, vuelve a leer el acta y, de mala manera, avisa que no
Una semana después, el funcionario nacional llega hasta el acampe
Qopiwini (Qom, Pilagá, Wichí, Nivaclé) de Avenida de Mayo y 9 de Julio. Intenta
convencer de que no se movilicen. Los Qopiwini explican que irán al acto por el
monumento de Juana Azurduy, quieren entregar un documento a Evo Morales e invitarlo
al acampe para que conozco la situación indígena de Argentina. El funcionario
se molesta. Y amenaza. Advierte que, si movilizan, se cortará todo diálogo con
Nación.
El protagonista del destrato y violencia hacia los indígenas es
Martín Fresneda, secretario de Derechos Humanos, ex militante de la agrupación Hijos ,
con línea directa con la
Presidenta. Tan contradictorio como cruel: una víctima de la
dictadura que ahora invisibiliza, y hasta relativiza, al régimen feudal
formoseño de Gildo Insfrán.
Siete meses de acampe. Cuatro mesas de diálogo. Ninguna solución.
Y los derechos humanos selectivos.
Cuatro meses
El 1 de julio amaneció con avisos de represión. Un centenar de policías, con carros hidrantes y perros rodeaba el acampe Qopiwini. El jefe del operativo argumentaba una orden judicial, pero nuncala exhibió. Mediante
redes sociales y llamados a medios ,
la situación tomó lugar en las radios y noticieros de la mañana.
El 1 de julio amaneció con avisos de represión. Un centenar de policías, con carros hidrantes y perros rodeaba el acampe Qopiwini. El jefe del operativo argumentaba una orden judicial, pero nunca
Entró en acción Martín Fresneda, secretario de Derechos Humanos
desde 2012. Luego trascendió que monseñor Mario Poli se había comunicado con el
Gobierno y, en años de kirchnerismo papista, Fresneda fue el elegido como
interlocutor.
Ni el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández; ni el ministro del
Interior, Florencio Randazzo, podían mediar. El candidato a gobernador
bonaerense (y denunciado por su rol en la represión de Puente Pueyrredón
–2002–) está identificado por los Qom y la Mesa de Garantes (Serpaj, Madres de
Plaza de Mayo Línea Fundadora, APDH La Matanza) como un férreo aliado de Insfrán.
Incluso se enfrentó (y forzó la renuncia) en 2011 al entonces presidente del
INADI, Claudio Morgado, por defender a los qom.
Randazzo, que había sido interlocutor en 2011, no cumplió ninguno
de los acuerdos gestados en aquella oportunidad. Y fue desairado cuando la
Presidenta se inclinó por Scioli.
Fresneda, abogado, hijo de desaparecidos, ex militante de Hijos,
tonada cordobesa, fue el elegido. Los recibió en la oficina de la calle 25 de
Mayo. Afirmó que estaba para “escucharlos y ver qué posibilidades de resolución
hay por parte del Gobierno Nacional”.
Los Qopiwini plantearon la judicialización que pesa sobre los que
luchan, los enfermos por Chagas, falta de vivienda, carencias del sistema de
salud, falta de agua, la mala implementación de la Ley 26160 (relevamiento
indígena, que debe contar con participación indígena), el reconocimiento del
estatuto de la
Federación Pilagá.
Fresneda tiró la pelota a la Corte Suprema (para
que resuelva por la doble personería jurídica de la comunidad La Primavera
y las tierras). Y a Provincia.
Jorge Palomo, wichí de Laguna Yema, advirtió que si la Presidenta
no los recibe “sigue la huella de Roca”. Y lo mismo para el presidente de la
Corte, Ricardo Lorenzetti.
Fresneda pidió que armen una lista con todos los puntos a resolver,
diferenciado por comunidad.
A cuatro meses de acampe, tomó nota de los reclamos y descomprimióla situación. No estuvo
Félix Díaz (estaba enfermo) y tampoco ningún enviado del gobernador Insfrán.
A cuatro meses de acampe, tomó nota de los reclamos y descomprimió
Gritos
Una semana después, el 8 de julio, el Secretario de Derechos Humanos cambióla estrategia. Recibió
a una numerosa comitiva (más de 25 personas) en la sede de la Secretaría. Se
molestó porque eran muchos: “Esto parece una asamblea. Así no se puede
dialogar”. Se enojó porque un wichí estaba grabando el encuentro. Instó, de
mala manera, a que nada de lo charlado se haga público.
Una semana después, el 8 de julio, el Secretario de Derechos Humanos cambió
Además de los Qopiwini, estuvieron presentes los garantes de la
Mesa de Diálogo (que acompañan desde 2010): APDH La Matanza, Serpaj, Madres de
Plaza de Mayo Línea Fundadora, Gajat, Resistencia Qom y Endepa. También
representantes de la
Defensoría General de la Nación y de la Defensoría del
Pueblo.
También había asesores de diputados de la oposición. Allí
tuvo un cruce Fresneda. Se molestó mucho por la presencia de un abogado de derecho
indígena de Río Negro (y asesor de la senadora Magdalena Odarda ),
que semanas atrás había dado testimonio en el programa de Jorge Lanata sobre
cómo Osvaldo Sanfelice (socio de Máximo Kirchner) usurpó tierras mapuches. El
funcionario del INAI, Sebastián Demicheli, hablaba por lo bajo con el
Secretario, querían que se retire de la reunión. Finalmente ,
por decisión de los Qopiwini, permaneció.
Se volvió a hablar de la falta de DNI de comunidades Nivaclé.
Fresneda ofreció una gestión ante Randazzo, luego mencionó al INAI. Y argumentó
que no se podía avanzar en muchos puntos porque no estaban los representantes
de Insfrán. Y se solicitó al INAI un informe sobre el estado de situación del
relevamiento territorial (Ley 26160) en Formosa.
“Un indígena sin el territorio es como un tigre sin el monte”,
explicaron los Qopiwini. Félix Díaz complementó: “Luchamos para preservar el
territorio de la contaminación, para cuidar la vida”.
Díaz señaló que era necesario un gesto del gobierno nacional. Mencionó la posible intervención para reubicar a dos familias de criollos que están en territorio qom. Y recordó que, incluso durante la dictadura, se atendió un reclamo similar.
Díaz señaló que era necesario un gesto del gobierno nacional. Mencionó la posible intervención para reubicar a dos familias de criollos que están en territorio qom. Y recordó que, incluso durante la dictadura, se atendió un reclamo similar.
Fresneda se alteró. Le gritó a Díaz. Hizo hincapié durante largos
minutos de su condición de hijo de desaparecidos. Sobreactuó.
En ningún momento los Qopiwini avalaron la dictadura. Pero el
Secretario aprovechó la ocasión para cambiar el eje de la reunión, justo ante
quienes fueron víctimas del primer genocidio del Estado argentino. Y, en 200
años, nunca tuvieron reparación ni justicia.
Los garantes presentes escribieron un acta con cinco puntos de
acuerdo. Fresneda volvió a enojarse porque figuraba que se comprometía a llevar
a la Mesa de Diálogo a funcionarios de Formosa. Volvió a gritar. Amenazó con irse.
La abogada del Serpaj modificó el texto (“se realizará gestiones
para solicitar a la Provincia que participe en la Mesa de Diálogo”). Fresneda
igual se negó a firmar. Se levantó y se fue. Ni saludó a los presentes.
“Estaba enojado. Trató mal al hermano Félix. Nos trató como patrón
y no como alguien de derechos humanos”, afirmó Jorge Palomo, ya en el acampe.
Prohibido marchar
La campaña publicitaria prometía festejo popular. El 15 de julio se inauguraba el monumento a Juana Azurduy, en el mismo lugar que fue removido el de Cristóbal Colón (detrás de casa de Gobierno). Fue presentado por el Gobierno como un acto de independencia y reivindicación de la historia y cultura del continente. Invitado espacial (y donante de la escultura), el presidente de Bolivia, Evo Morales.
La campaña publicitaria prometía festejo popular. El 15 de julio se inauguraba el monumento a Juana Azurduy, en el mismo lugar que fue removido el de Cristóbal Colón (detrás de casa de Gobierno). Fue presentado por el Gobierno como un acto de independencia y reivindicación de la historia y cultura del continente. Invitado espacial (y donante de la escultura), el presidente de Bolivia, Evo Morales.
Los Qopiwini convocaron a marchar hasta el lugar de acto. Estaban
de acuerdo con el nuevo monumento, pero sobre todo querían llegar hasta Evo
Morales, entregar un documento de la situación indígena en Argentina e
invitarlo al acampe.
Horas antes de la movilización (el mismo 15 de julio), Fresneda
llegó hasta el acampe. Pidió reunión privada con los líderes y, en tono amable
pero firme, exigió que no se movilicen. Los líderes indígenas le ratificaron
que marcharían.
El Secretario de Derechos Humanos cambió el tono. Amenazó a los
Qopiwini con cortar todo diálogo (incluso suspender el trámite de los DNI) si
se dirigían al acto oficial. Estuvo secundado por Sebastián Demicheli, del
INAI. Prometió que, de cumplirse su pedido, la mayor parte de los temas de la
Mesa de Diálogo se encarrilarían pronto. Los Qopiwini le pidieron que dé su
palabra. Fresneda la dio.
Los indígenas de Formosa evaluaron la situación. Aún
creen en la palabra de sus interlocutores. Confiaron en el Secretario de
Derechos Humanos.
Ninguno de las pedidos se cumplió.
Serpaj
El Servicio de Paz y Justicia (Serpaj), espacio emblemático de la lucha por los derechos humanos, es uno de los organismos que siempre acompañó a los pueblos originarios. El 22 de julio emitió un comunicado. “Los derechos humanos continúan siendo violados por gobiernos con democracias formales y están sufriendo una crisis conceptual. Frente a las protestas sociales de pobladores e indígenas, los gobiernos, a veces nacional a veces provinciales, responden con represión, persecución y/o intimidación, judicializando las protestas”, denunció.
El Servicio de Paz y Justicia (Serpaj), espacio emblemático de la lucha por los derechos humanos, es uno de los organismos que siempre acompañó a los pueblos originarios. El 22 de julio emitió un comunicado. “Los derechos humanos continúan siendo violados por gobiernos con democracias formales y están sufriendo una crisis conceptual. Frente a las protestas sociales de pobladores e indígenas, los gobiernos, a veces nacional a veces provinciales, responden con represión, persecución y/o intimidación, judicializando las protestas”, denunció.
Cuestionó el avance del extractivismo petroleo, agronegocios y
megaminería. “Los pueblos originarios están desde hace más de cinco meses en el
acampe en Avenida de Mayo y la 9 de Julio, reclamando ser recibidos por el
gobierno nacional frente a las continuas violaciones de sus derechos. El
Gobierno busca invisibilizar a los pueblos originarios con la complicidad de
organizaciones nacionales y provinciales como el Poder Judicial de Formosa, el
INAI y el gobierno de Formosa”, afirmó.
Relató que el Cardenal Poli fue quien intervino ante la
Presidenta, que a su vez designó a Martín Fresneda para tratar los reclamos.
Firmado por Adolfo Pérez Esquivel, el comunicado del Serpaj
resalta tres puntos:
-Realizar nuevamente el relevamiento de los territorios indígenas
que se hicieron sin la presencia de las comunidades.
-Terminar con la judicialización de las protestas sociales de los pueblos originarios yla
represión.
-Enviar un camión del Ministerio del Interior para que puedan
sacar el DNI.
-Terminar con la judicialización de las protestas sociales de los pueblos originarios y
-Enviar
Acampe
El 29 de julio hubo conferencia de prensa en el acampe. Amanda Asijak, dela comunidad Potae Napocna
Navogoh (La Primavera) fue al grano. “Fresneda nos mintió, no quiso que
marchemos”.
El 29 de julio hubo conferencia de prensa en el acampe. Amanda Asijak, de
Jorge Palomo, wichí, lamentó el silencio de la Presidenta, de la Corte Suprema , de
senadores y y diputados. “Nos siguen matando con la indiferencia,
discriminación y racismo. Esta causa no se trata de dinero, de simplemente
hablar, esta causa se trata de territorio. Ya que el territorio es la vida de
los Qopiwini”, resumió.
Más de lo mismo
La cuarta reunión fue el 20 de agosto. Junto a Fresneda estuvieron dos alfiles de Insfrán: Luis Basterrra (diputado nacional) y Rodrigo Vera (legislador provincial, sobrino de Jorge González, el jefe de Gabinete de Insfrán). También el presidente del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), Daniel Fernández, y el director de Tierras del INAI, Antonio Dell Elce.
La cuarta reunión fue el 20 de agosto. Junto a Fresneda estuvieron dos alfiles de Insfrán: Luis Basterrra (diputado nacional) y Rodrigo Vera (legislador provincial, sobrino de Jorge González, el jefe de Gabinete de Insfrán). También el presidente del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), Daniel Fernández, y el director de Tierras del INAI, Antonio Dell Elce.
Se volvió a acordar que el INAI enviaría el informe de aplicación de
la Ley 26160.
“Se dijo lo mismo que ya habían dicho. Y que aún no cumplen”,
afirmó Jorge Palomo, ya cansado de reunirse y no tener acciones concretas.
Pablo Pimentel (APDH La Matanza), en diálogo con FM Radio Sur (de Parque
Patricios) reconoció: “¿De concreto qué respondieron (los funcionarios)? Nada”.
Mencionó el descrédito que tiene los funcionarios, avisó que el acampe seguirá
hasta que los reciba la
Presidenta. Señaló que le pidió a Fresneda que actúe con
“celeridad” y lamentó que no se realizó acta ni se fijó fecha para próxima
reunión.
Ni siquiera se resolvió la falta de DNI de los Nivaclé y Qom (incluso el nieto de Félix Díaz). La Secretaría de Derechos Humanos no resolvió ni el derecho a la identidad de los pueblos originarios.
Ni siquiera se resolvió la falta de DNI de los Nivaclé y Qom (incluso el nieto de Félix Díaz). La Secretaría de Derechos Humanos no resolvió ni el derecho a la identidad de los pueblos originarios.
Hijo(s)
Juan Martín Fresneda es hijo de Tomás Fresneda y María de las Mercedes Argañaraz, ambos secuestrados en julio de 1977 durante “la Noche de las Corbatas”, una serie de operativos con que la dictadura desapareció a un grupo de abogados de Mar del Plata. Se crió (junto a su hermano Ramiro) con su tía en Catamarca. Terminado el secundario, fue estudiar derecho a la Universidad de Córdoba.
Juan Martín Fresneda es hijo de Tomás Fresneda y María de las Mercedes Argañaraz, ambos secuestrados en julio de 1977 durante “la Noche de las Corbatas”, una serie de operativos con que la dictadura desapareció a un grupo de abogados de Mar del Plata. Se crió (junto a su hermano Ramiro) con su tía en Catamarca. Terminado el secundario, fue estudiar derecho a la Universidad de Córdoba.
Allí fue del grupo fundador de la Agrupación Hijos
(Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio) y
trabajó activamente en la reapertura de los juicios por delitos de lesa
humanidad. Fue querellante en los tres primeros que se lograron reabrir en la
Provincia y en los que fueron condenados Luciano
Benjamín Menéndez y Jorge Rafael Videla.
Luego de la muerte de Eduardo Luis Duhalde, Fresneda fue nombrado
en mayo de 2012 (por la Presidenta) al frente de la Secretaría de Derechos
Humanos. Nunca un hijo de desaparecidos había ocupado el más alto cargo de esa
dependencia oficial.
Este periodista solicitó entrevista con Fresneda, pero el área de
Prensa de la Secretaría no devolvió los llamados.
Periodismo-Propaganda
El Secretario de Derechos Humanos había exigido que no se publicara información de las reuniones (incluso bajo amenaza de suspender el canal de diálogo), pero sí gestionó que la agencia de noticiasTelam
diera su versión de los hechos. El 10 de julio la agencia tituló: “El
Secretario de Derechos Humanos recibió a los referentes de las comunidades Qom,
Pilagá, Wichí y Nivaclé para tratar los diversos reclamos territoriales (…) Con
el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) ya hemos relevado más de seis
millones de hectáreas”.
El Secretario de Derechos Humanos había exigido que no se publicara información de las reuniones (incluso bajo amenaza de suspender el canal de diálogo), pero sí gestionó que la agencia de noticias
La semana siguiente tuvo otra nota. ”Fresneda mantuvo un encuentro
con Félix Díaz y representantes de pueblos originarios”, señaló el despacho
oficial el 20 de agosto por la noche. Resaltó que “nuevamente” fueron recibidos
por el funcionario. El periodista de Telam
no consultó a ningún indígena y remarcó (otra vez) la voz de Fresneda: “Es la
primera vez que un Estado nacional reconoce que existe el patrimonio de la
tierra a favor de los pueblos originarios”.
La nota, levantada por medios
oficialistas, no era casual. Fue en vísperas de la visita de la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos (CIDH), ámbito donde tramita una causa por la comunidad La Primavera.
El 23 de agosto, Telam
publicó una nueva nota del funcionario. “Fresneda y la CIDH visitarán Salta
para monitorear la entrega de las 400 mil hectáreas a indígenas”.
El lunes 31 de agosto, el acampe Qopiwini volvió a la agenda
mediática. El cantante Gustavo
Cordera brindó un minirecital y tuvo amplia cobertura de canales de TV y
radios. Cordera cuestionó la política oficial hacia los pueblos originarios y
también hablaron los voceros de Qopiwini.
Fresneda volvió a retrucar desde Telam ,
en dos artículos. “Félix Díaz no lo dice ni lo reconoce, pero yo lo recibo en
nombre de la Presidenta”, fue el título militante de la agencia gubernamental.
Según Telam : “Fresneda se reunió con
Díaz ‘en más de diez oportunidades’ y el Gobierno se ocupa de ‘todos y cada
uno’ de los problemas que los indígenas plantean”.
Por el tema territorial, el funcionario volvió a responsabilizar a
la Corte Suprema
y prometió: “Las 5183
hectáreas que tienen nadie se las va a tocar”.
El periodismo oficialista fue por más. “En cuanto al supuesto rol
partidario de Félix Díaz, el funcionario afirmó: ‘Lo veo como un dirigente
indígena que puede ser opositor o no, no me va a variar mi postura frente a él
y frente a los reclamos’”.
Un segundo artículo de Telam
dio cuenta de que la CIDH mantendrá la medida cautelar que protege la vida y la
integridad física de Félix Díaz y los integrantes de la comunidad. La
agencia oficial señaló: “Pese a que el gobierno argentino había pedido que se
levante la medida por inexistencia de ataques”.
Martín Fresneda cuestionó la vigencia de la medida cautelar: “No
puede estar ‘sine die’ (sin plazo). La comisión tendrá que fundamentar por qué
la mantiene”.
Aunque son públicos los hechos de violencia en la comunidad qom
Potae Napocna Navogoh-La Primavera (incluida la represión de 2010, dos
asesinatos y una decena de muertes dudosas en cuatro años), Fresneda priorizó
el argumento económico. Afirmó que la CIDH fue informada por el gobierno
argentino sobre “los millones de pesos que invierte en seguridad con 91
gendarmes que garantizan el perímetro para la seguridad de Félix Díaz y toda la
comunidad”.
Víctimas y victimarios
Ni Gildo Insfrán, ni Aníbal Fernández, ni Florencio Randazzo.
Ni Gildo Insfrán, ni Aníbal Fernández, ni Florencio Randazzo.
Un hijo de desaparecidos y militante de derechos humanos es quien
frena las demandas indígenas, las tergiversa, las manipula.
Juan Martín Fresneda es quien presiona, amenaza, intenta
desligitimar a quienes sufrieron un genocidio y aún no encuentran justicia. De
víctima a engranaje útil de un sistema victimario.
Los Qom, Pilagá, Wichí, Nivaclé (Qopiwini) acampan hace siete
meses en reclamo de agua, salud, educación, vivienda y, claro, territorio.
Sobrevivieron a un genocidio y, avisan, seguirán en lucha.
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