¿Por qué Perú dice no al Grupo México
con sus garras en Tía María?
Trasnacionales mineras: ignorancia y
ecocidio colonial en Perú.
21 de mayo de 2015
(Continuación de ““Somos el
entorno que hemos construido, el territorio que hemos inventado. Y tenemos
derecho a este territorio” en este blog).
Por Jorge Lora Cam (Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades-BUAP)
(…)ROMPER CON LA
IGNORANCIA SOBRE EL GRUPO MÉXICOY LA CONTAMINACION DEL SUR PERUANO
Es este hermoso territorio conocido milimétricamente por las
culturas de los pueblos originarios el que hoy se nos hace desconocido. Durante
décadas y hasta hoy, el conocimiento geográfico y las disciplinas afines han
sido y son un monopolio de los poderosos y sólo las manejan unos pocos; sin
embargo, hace algunos años, los pueblos han asumido el combate por sus
territorios y se vienen apoderando de saberes parciales desde su experiencia.
Además el tema del ecocidio y la justicia ambiental tiene complejas aristas
políticas, económicas, jurídicas, sociológicas, culturales, etc. que deben
subsanarse para el desarrollo de una conciencia ambiental y ello se va
paulatinamente desde la propia lucha.
En este ensayo examinaremos lo ocurrido desde hace 60 años
en una de las zonas más desérticas del mundo (parte norte del desierto de
Atacama) existente en los departamentos de Moquegua, Tacna y Arequipa, respecto a la sobreexplotación irresponsable de los escasos
recursos hídricos, que provienen de humedales, manantiales, aguas subterráneas,
filtraciones de cuencas hídricas y glaciares nacientes en las cabeceras, a
consecuencia de as captaciones por la empresa minera SOUTHERN PERU (SPCC).
Incluso las aguas depositadas en la represa de Pasto Grande, que fue la
esperanza para solución de consumo de la población de Moquegua e Ilo, para el
mejoramiento del valle viejo, para la ampliación de la frontera agrícola en 10,000 hectáreas ,
hoy están totalmente contaminadas. La población consume
esta agua envenenadas. La micro cuenca del río Torata y el río de
Asana-Tumilaca y sus afluentes, que son la única cuenca hídrica que les queda
para el consumo de la población de Moquegua e Ilo, para la agricultura
alimentaria de Pocata, Coscore, tala, Tumilaca y parte de Samegua y Charsagua,
siguen siendo destruidas y contaminadas por la empresa minera SPCC, que ahora
se va sobre los ríos de Arequipa. La minera SPCC en Cuajone, Toquepala está utilizando a diario de 5 a 10 toneladas de dinamita y
reactivos químicos en forma indiscriminada contaminando el aire, el mar, los
ríos, suelos, causando graves e irreversibles daños ambientales.
Los impactos ambientales son estrictamente impactos negativos: demanda de gran cantidad de agua,
explosión y molienda de toneladas de roca generación de uso de toneladas de
productos químicos: cianuro,Ødrenajes ácidos y movilización de metales pesados arsénico, ácido clorhídrico, soda caústica,
etc Lo mismo se espera de la empresa minera chilena ANGLO AMERICAN QUELLAVECO
S.A. –de un país que hace más de un siglo se apoderó de los yacimientos
bolivianos y lo hizo primer productor mundial de cobre- que explota en Moquegua
el yacimiento minero del mismo nombre. Esta mina se encuentra ubicada en la
cabecera de la cuenca hídrica del rio Asana-tumilaca y en el mismo cause y eje
del rio. Con la mundialmente condenada explotación a tajo abierto usan el mismo
cause del rio como botadero de los minerales de baja ley, un crimen de lesa
humanidad y ecológico. Frente a la usurpación y violación de los derechos del
pueblo en territorios comunales alto andinos por las actividades extractivas,
estas empresas expropian, desalojan, contaminan, reprimen a las comunidades.
Los combates contra la minería han incidido en la visibilización de las
comunidades y familias afectadas por las empresas extractivas en actividad y
puesto sobre aviso de una inminente crisis alimentaria en el sur de Perú. En todo este país existe un despojo sistemático de la
población andina-amazónica de sus tierras y recursos naturales que llega al
genocidio, a la voracidad de nuevos señores feudales, de la oligarquía de las
empresas mineras, petroleras, gasíferas, y las poderosas empresas
transnacionales sólidamente implantadas en territorios y tierras indígenas.
No es admisible que las corporaciones financieras
internacionales, en complicidad con los gobernantes, a sangre y fuego fomenten
la explotación de recursos minerales, hidrocarburíferos, recursos
hidro-energéticos y biológicos; en condiciones lesivas al interés nacional, y
perniciosas al medio ambiente que es patrimonio de los pueblos y de toda la humanidad. Las
comunidades y los pueblos de Perú, no están luchando por un canon, o por más
regalías, están defendiendo la soberanía nacional, el territorio de los pueblos
originarios de la costa y andino-amazónico, defendiendo la vida, el agua, el
aire, el sol , la
tierra, el respeto al ser humano.
La situación del territorio y los derechos de
las comunidades corren un peligro permanente y propicia el riesgo de una
migración desproporcionada a las ciudades en busca de mejores oportunidades. En
estos conflictos ambientales, los agricultores y especialmente los mas pobres
se alinean al lado de la preservación de los recursos naturales, no por
ideología ecologista, sino en virtud de su experiencia y sus propias
necesidades de supervivencia, de preservar los medios
de vida, a veces expresadas desde la diversidad cultural, como la idea de la
madre tierra o expresada en justicia ambiental o los derechos de la naturaleza,
hoy abanderadas por los pueblos indígenas.
El
informe de la UNOPS (Naciones Unidas) señala que del total de observaciones, el
29% se refiere a la línea de base socioambiental y el 37% a impactos
potenciales. Es decir, en el EIA de Tía María no se ha valorizado correctamente
algunos impactos del proyecto en la zona. Por ejemplo, el hallazgo 123 del informe
señala que no se ha efectuado ningún tipo de valoración económica de impactos
en los servicios ambientales relacionados con el agua; el 171 menciona los
posibles impactos sociales producto del crecimiento de la población, también se
mencionan las sumas y restas en materia de empleo, el encarecimiento del costo
de vida, etc. En suma, el informe hace hincapié en temas que no han sido
tomados en cuenta y menos aún valorizados. Vandana Shiva advertia al iniciar el
nuevo milênio que una renovada estratégia de globalización y libre comercio se
cernía sobre el mundo como un huracán, anulando todos los avances ambientales,
aumentando las presiones sobre el medio ambiente y engendrando nuevos riesgos
ecológicos como la producción de organismos modificados genéticamente.4 De
hecho, frente a los progresos en los debates en organismos internacionales, las
discusiones promovidos por las ONG y las propuestas de políticas publicas, como
las educativas, existe desde que se inicia este saqueo una producción
deliberada de ignorancia sobre los peligros ecológicos como la desregulación de
la protección ambiental y la destrucción de los modos de vida ecológicamente
sostenibles de agricultores, comunidades agrícolas, indígenas, pastorales y
artesanas de la
periferia. Los más pobres de la humanidad, sufren una
devastación, desviación y apropiación de sus ecosistemas para extraer recursos
naturales o arrojar residuos, contaminando y destruyendo sus fuentes de vida y
sostén. En un mundo en el que todo se vende y las potencias económicas
controlan el mundo y son el único factor determinante del poder y el control,
los recursos se pierden y nos queda la contaminación. Es
frustrante el relativamente escaso impacto de las acciones educativas, de la
baja calidad de las propuestas en la educación formal, de la poca preparación
del profesorado, de las preocupaciones ante la irreductible permanencia de la
monodisciplinariedad en las universidades, y de la cerrada oposición a abrirse
a un verdadero cambio de paradigmas. Es preocupante la superficial expresión de
muchos programas denominados de educación ambiental, pero dedicados a campañas
concretas poco eficaces, o a la simple elaboración de folletos o de cursos
esquemáticos sobre aspectos puntuales concernientes a la conservación o a la contaminación Perú ,
con su débil propuesta de educación formal, y con las dispersas experiencias de
educación ambiental comunitaria, participativa e intercultural, no pudo
conseguir el desarrollo de la conciencia ambiental. La conciencia se desarrollo
en la resistencia. No
obstante las enormes resistencias a la inversión minera (CONACAMI y los pueblos
en lucha) y la destacada presencia de propuestas de participación comunitaria,
los defensores del crecimiento: el Estado, empresarios y los medios abandonaron los temas relativos a la justicia
ambiental, la biodiversidad y a la diversidad cultural a favor de
trasnacionales.
Mientras unos buscaban acabar con la contaminación y descubrir
rutas creativas para la recuperación, la revalorización y la aplicación de los
ancestrales saberes ambientales comunitarios, otros hablaban del “perro del
hortelano” y subastaban regiones integras de estos países. En este ensayo nos
vamos a referir a la contaminación ambiental y el significado de la ignorancia
de una negra historia, la protagonizada por la Southern Perú Copper
Corporation, ya en manos del Grupo México desde 1999. Comenzó a explotar una
mina a cielo abierto en Toquepala, en 1956, el mayor yacimiento de cobre del
país, y construyó una refinería en Ilo, en 1960, ambas en el departamento de
Moquegua. En 1976 abrió una segunda mina, más grande aún, Cuajone, en el mismo
departamento. Durante años la Southern fue el mayor contribuyente de Perú y el
mayor contaminante de tres departamentos: Moquegua, Arequipa y Tacna. En los
años 90 ya no encuentran desprevenidos a los pueblos, la experiencia de los
combates han desarrollado conciencia. Los agricultores y pobladores conocen lo
suficiente como para no dejarse engañar. Los trabajos de exploración para la
nueva mina Tía María en Arequipa comenzaron en 1994 y en 2007 la Southern
anunció su plan de inversiones de mil cuatrocientos millones de dólares para
extraer unas 120 mil toneladas de cátodos de cobre, mediante dos tajos abiertos
en alrededor de dos décadas. Así mismo, utilizaría las aguas subterráneas a
través de pozos que se ubicarán en el Valle del río Tambo. Aunque luego de ser
observado el proyecto, la empresa y el Estado aseguran que se purificara agua
extraída del mar mediante una planta de tratamiento. Después veremos que lo
mismo se dijo para la su fundición en Ilo y siguieron usaron ríos, aguas
subterráneas en la mina. Es
por aquella experiencia de los humos, de la que también fueron víctimas que el
2009, los pueblos de todos estos valles rechazan el proyecto minero y denuncian
que afectaría la disponibilidad de agua, limitando la producción de arroz, caña
de azúcar, ajos, cebollas, páprika y otros productos en este rico valle. La población
rechazó desde la primera fase, pues también fueron testigos del estancamiento
de todos los pueblos vecinos donde están los yacimientos y del puerto de Ilo.6
Presumen que la minera usará el agua que se utiliza para la agricultura y
provocaran un ecocidio similar al anterior.
Desde
2010 la oposición se fue convirtiendo en resistencia permanente. Y es que, para
la actividad agrícola no solamente es fundamental el uso del agua, sino los
ciclos hidrológicos que se dan a nivel de toda la cuenca, los cuales afectan
directamente al suelo. La actividad minera a tajo abierto afecta directamente
al suelo y al subsuelo, así como a la vegetación, fundamental como soporte, ya
que el ciclo hidrológico incluye al agua subterránea y a los procesos de
infiltración, percolación, así como la capilaridad del agua. Es después, el 16
de marzo de 2011, que el Frente de Defensa del Valle de Tambo difundió
públicamente un informe de impacto ambiental de la Oficina de las Naciones
Unidas de Servicios para Proyectos que aseguraba que la empresa no tenía un
estudio hidrogeológico de la
zona. Las masivas manifestaciones de rechazo fueron recibidas
con balas, dejando tres muertos y cincuenta heridos. El gobierno rechazó el
estudio de impacto de la empresa y el proyecto quedó congelado. Pero en agosto
del 2014, se fueron imponiendo los intereses de la SPCC y el Ministerio de
Energía y Minas aprobó el segundo estudio de impacto ambiental asegurando que
se habían subsanados las observaciones. Esa decisión disparó la actual movilización
popular que cuenta con el apoyo de los tres alcaldes del Valle de Tambo que
participan activamente en la
protesta. La empresa minera con sede en México tiene serios
cuestionamientos. El informe de la UNOPS (Naciones Unidas) señala que del total
de observaciones, el 29% se refiere a la línea de base socioambiental y el 37%
a impactos potenciales. Es decir, en el EIA de Tía María no se ha valorizado
correctamente algunos impactos del proyecto en la zona. Por ejemplo, el
hallazgo 123 del informe señala que no se ha efectuado ningún tipo de
valoración económica de impactos en los servicios ambientales relacionados con
el agua; el 171 menciona los posibles impactos sociales producto del
crecimiento de la población, el escaso impacto en materia de empleo, el encarecimiento
del costo de vida, etc. En suma, el informe hace hincapié en temas que no han
sido tomados en cuenta y menos aún valorizados. El Organismo de Evaluación y
Fiscalización Ambiental multó 14 veces a Southern Copper. En mayo del 2008, el
Osinergmin multó con 608 mil nuevos soles a Southern por infracción a las
normas medioambientales. La empresa minera no cumplió con el Programa de
Adecuación y Manejo Ambiental, superó los límites máximos permisibles y atentó
contra la Ley General
de Salud, Ley General del Ambiente y el Reglamento para la Protección Ambiental
en la actividad minero metalúrgica. En enero de 2015, la Fiscalía Especializada
en Materia Ambiental pidió dos años y medio de pena privativa de la libertad y
el pago de una reparación civil de un millón de dólares para el presidente
ejecutivo de Southern Perú, el mexicano Óscar González Rocha, por el delito de
contaminación ambiental en el mar de Ilo.
El
gobierno central y los medios ,
conforme a su mayor sometimiento al capital, decidieron actuar asumiendo la
representación de la empresa mexicana marcando así una ruptura profunda con la
sociedad civil de la región Arequipa. Divorcio que se recrea a cada
momento y se puede rastrear en la memoria desde la creación violenta del Estado
peruano sobre una nación inexistente, donde los ciudadanos tampoco existen pues
las personas tienen derechos diferenciados de acuerdo a sus ingresos y el color
de la piel. El
desprecio a los pueblos deriva en actitudes como la del Primer Ministro
y el Ministro del Interior que al comenzar el paro indefinido el 23 de marzo,
decidieron enviar dos mil policías al Valle de Tambo, que volvieron a asesinar
a dos e hirió a decenas de luchadores. Y mas tarde recurrieron al mismo
ejercito. El gerente de Relaciones Institucionales de la Southern Copper ,
Julio Morriberón, contratado para hacer “trabajo de campo con los agricultores”
(trabajo sucio), al no poder corromperlos dijo que los opositores son
“terroristas antimineros”. Un ex congresista declaró que Marco Arana, que dirige
la ONG antiminera Grufides, es el sucesor del senderista Abimael Guzmán, que no
por casualidad nació en el Valle de Tambo.
Como se
ha venido tratando a la oposición en los últimos 20 años todo luchador social
es “terrorista senderista”. Mientras el gobierno rechaza la posibilidad de
hacer una consulta ciudadana sobre la minería, los medios
afines al oficialismo sostienen la falacia de que en el valle de Tambo hay una
mayoría silenciosa a favor de la mina que está siendo sometida por una minoría.
Sin embargo, hace unos meses los defensores del medio ambiente ganaron las
elecciones y el paro es total, al que se ha sumado el pueblo de Mollendo y la
ciudad de Arequipa, capital del departamento. El otro argumento se centra en el
crecimiento. Según Joan Martínez Alier, ecologista y profesor de la Universidad
de Barcelona, el PBI es bruto o en el mejor de los casos ciego. El PBI suma algunos factores y se olvida de restar otros:
por ejemplo, nunca se toma en cuenta la pérdida de biodiversidad o los
servicios que brinda la naturaleza y que no cuestan; son gratis. Así por
ejemplo, el PBI no considera la desaparición irreversible de los glaciares
andinos, producidos por el ecosistema hace miles de años y que hoy los extraen
las empresas. El PBI creció en un 8% y al mismo tiempo decreció en
biodiversidad 4%: no contamos con un inventario general y riguroso de
biodiversidad”. La minería no es cualquier actividad, sino aquella que ostenta
el mayor grado de militarización del modelo extractivo.
Perú es, junto con México, Chile y Colombia, el país que
concentra más conflictos mineros según el Observatorio de Conflictos Mineros de
América Latina. Entre los grandes países de la región, son los tres donde el
militarismo ha convertido a las comunidades indígenas, negras y mestizas,
rurales y urbanas, en campos donde se impone el estado de excepción permanente.
Son los países que conforman a Alianza del Pacífico y, como en todo el mundo,
sus aliados mas corruptos y autoritarios. Y así como durante décadas fuimos
iletrados en estos temas, en el 2013 en una visita al puerto de Ilo pudimos
observar que estudiantes de los últimos años de ingeniería ambiental (creada el
2010 en la
Universidad Publica ) no conocían a la empresa SPCC , ni que
decir de su historia, sus instalaciones, el problema del ecocidio o la
complejidad de la construcción del saber ambiental.
Ni una noción sobre la conservación y el buen uso de los
recursos naturales con mirada intercultural. Tampoco se examinaba la relación
entre los procesos de educación formal y no formal o la difusión hacia la
sensibilización y la concienciación ambiental enmarcada en una ética ambiental,
en el reconocimiento y a la recuperación de los saberes, y la comprensión de
las cosmovisiones andina y amazónica. Por tanto no existía la menor la
preocupación por ahondar en la investigación, en los debates conceptuales ni la
búsqueda de experiencias a ser criticadas y sistematizadas para ampliar los
procesos educativos ambientales y para lograr mayores resultados a nivel local
y regional. Menos aun el encuentro entre los procesos de educación
intercultural y la educación ambiental; o referencias a las cosmovisiones y el
pensamiento ambiental; o la creciente importancia de la ética en la reflexión y
en la acción ambiental.
Tampoco se daba un diálogo de saberes y su
aporte a la complejidad ambiental. En síntesis no se discutía ni se discute la
megadiversidad biológica, su conservación y potencialidades. Tampoco
alternativas de vida en la gran diversidad cultural y en los valores y
potencialidades derivados, reconociendo la existencia de un amplio patrimonio
natural, histórico y cultural, base de un pensamiento crítico y constructivo.
En las
políticas públicas, mientras la municipalidad y el Gobierno Regional
“concertan” con las trasnacionales no existen agendas para municipios
autosustentables; en las escuelas no existen centros educativos que enseñen
problemas ambientales o que desarrollen acciones en las aulas o en las calles
con la comunidad. No
hay una política que esté dirigida hacia la gestión ambiental y hacia la
sostenibilidad en los ámbitos rural y urbano. No existe una orientación a la
participación, a la acción ciudadana y a la gestión. El debate
sobre la falacia de la “oportunidad” que generan los recursos naturales para el
crecimiento económico tiene ya varias décadas. El gobierno militar de Juan
Velasco Alvarado 1968-1973 propuso que los ingresos de Cuajone y Toquepala, así
como los provenientes del petróleo de la selva proveerían las bases para la industrialización. Así ,
los Recursos Naturales serían el medio para conseguir el crecimiento con
industrialización y valor agregado. Ello es de particular relevancia política
en el caso del sistema minero-energético en países en el que predomina el
modelo neo-extractivista tipo enclave vigente en la actualidad. Con su
sucesor, el General Morales Bermudez, van cambiando las políticas y con el
tiempo aparece el fenómeno denominado “puerta giratoria”, cuando altos
funcionarios de empresas privadas dejan su cargo para asumir responsabilidades
públicas en instituciones oficiales del ámbito minero-energético y ambiental,
sin dejar de lado el de la hacienda pública, y que incluso luego dejan su cargo
público para retornar al sector privado relacionado con el sistema, etc., puede
generar/reproducir serios conflictos de intereses público-privados, en
particular cuando se trata de ingentes sumas de dinero involucradas en algunas
decisiones gubernamentales que afectan/benefician a empresas particulares.
Tuvieron que transcurrir muchos años para que en esta tierra de nadie se abra
un amplio campo para la regulación estatal con miras a implantar con rigor un
régimen de incompatibilidades que coadyuve a la renovación/preservación de la
moral y ética en el desempeño de las funciones públicas, con énfasis en ámbitos
de particular relevancia para los intereses del Estado y la sociedad como es,
por ejemplo, el manejo de los recursos naturales no renovables.
Instalada la idea de crecimiento igual a desarrollo se naturaliza el
otorgamiento de tratos preferenciales excesivos a favor de unos intereses
particulares sin la debida justificación socio-económica ni con una adecuada
corresponsabilidad social, que podrían llevar a cuestionar sobre una eventual
influencia desmedida de los beneficiados sobre esferas decisorias en las
instituciones públicas responsables. Por supuesto, ello conduce a la materialización de
faltas u omisiones, individuales o de sistema, según el caso, en la gestión
pública a la luz de los fines fundacionales de las entidades oficiales
comprometidas. Se tuvo que llegar al siglo XXI para que aparezca el debate
jurisprudencial sustancial en la búsqueda por garantizar derechos fundamentales
es lo relacionado con la explotación de recursos naturales no renovables, que
vindica el principio de precaución, sustentándose, en la aprobación de diversos
instrumentos transnacionales para el reconocimiento de la protección del
ambiente y el derecho a un ambiente sano en un lugar preferente en el
ordenamiento jurídico, y para dar relevancia a la conexidad entre el ambiente
sano y el derecho a la vida y la salud. Empieza a discutirse el principio
fundamental prevaleciente sobre la obligación estatal e individual de proteger
las riquezas naturales y culturales de la Nación, en el contexto de la relación
entre el ser humano y el ecosistema. Y también la aplicabilidad del Convenio
sobre la
Diversidad Biológica de Río+20 incluyendo los principios
generales mediante los cuales los Estados deberán aplicar ampliamente el
principio de precaución para, entre otros propósitos, impedir la degradación
del medioambiente, sin que pueda sacrificarse su aplicación en aras de la
inmadurez científica, es decir a falta de certeza científica. Ante los altos
precios de los minerales los congresistas también fueron forzados a debatir los
tratos preferenciales a favor de las empresas mineras en los regímenes
tributario (y en decisiones sobre liquidación de impuestos de índole
administrativa) y cambiario, podrían reflejar en algún grado la influencia
determinante de las mismas empresas sobre funcionarios públicos (incluidos
congresistas) e instancias de la institucionalidad competente, quizás más allá
de lo que se aceptaría bajo prácticas de lobby debidamente regladas.9 La
impunidad ya esta naturalizada y no sobra recalcar que, en general, en aquellos
casos en que hubiera alguna evidencia de la posible ocurrencia de hechos de
tipo delictivo o ilícito como conducentes o explicativos de faltas u omisiones
de la gestión pública, individual o de sistema, ni siquiera se ponen en
conocimiento de las instancias judiciales competentes para dictaminar sobre el
carácter penal, más allá del moral/ético y fiscal/administrativo, de las faltas
en cuestión.
Es así
que el Grupo México no obstante los cambios legislativos que limitan en algo su
accionar continua con las mismas políticas de las trasnacionales
norteamericanas de destrucción de la naturaleza y la sociedad, inventando
pretextos y comprando funcionarios y políticos para no realizar las inversiones
en una nueva fundición que no contamine con los humos ni con los venenos que
llevan a ríos, aguas subterráneas y mar los relaves y escorias. Años atrás el
Ministro de Energía y Minas fue ex funcionario de la Southern Perú Limited.
La contaminación es regional en el suroeste de Perú y afecta con los humos en
especial a uno de los puertos más importantes de Perú. La empresa ha evitado
que haya registros de enfermedades pulmonares –las más evidentes y con mayor
índice de causa de mortalidad- ordenando al Ministerio de Salud que no se cree
la unidad de enfermedades broncopulmonares en ningún hospital ni envíe
especialistas en neumología, cometiendo un doble homicidio intencional, por el
cual –y por muchos motivos más- debería ser juzgado en una corte internacional.
La destrucción de las economías nacional-regionales ha
provocado un enorme desempleo que ahora sirve de pretexto para que los estados
neocoloniales defiendan a estas empresas y que los pueblos a veces no sepan que
hacer frente a una empresa que ofrece empleo aunque invierta poco, despida
trabajadores y cada vez tenga más exoneraciones tributarias. Las autoridades
políticas son fáciles de comprar, incluyendo a los alcaldes que se venden al
Grupo México. Uno de ellos amnistió a la SPCC del pago acumulado del impuesto
predial urbano por millones de dólares, pues esta empresa además se ha
apropiado de gran parte de la ciudad, de sus inmediaciones y del departamento
entero. Es en Ilo, el lugar donde la empresa trasnacional mexicana Grupo México
heredera de la empresa norteamericana Southern Perú Limited (SPL), a
fines de la década de los 50 cuando inicia la explotación de los yacimientos de
Toquepala, instala una fundición. Y donde 20 años después el Gobierno Militar
les entrega otro inmenso yacimiento (Cuajone) y construye una refineria que mas
tarde será privatizada por el Gobierno de Fujimori en favor de la citada
trasnacional, que recientemente ha construido, en medio de la ciudad, una
planta de ácido sulfúrico con una capacidad de 150 mil TM anuales, cerca de
fabricas de harina de pescado concentrando contaminación en un Pueblo de 80 mil
habitantes . La producción de cobre blister alcanza las 300 mil Tm/año y se
refinan 180 mil con una pureza del 99.99%. Para conseguirlo emiten 1912 TM/dia
de gases sulfurosos (mayor que en todo el lado pacífico norteamericano); arroja
al mar 2,100TM/dia de escorias restando un metro de playa al més; consume 1800
lt./seg. de agua de alta calidad; deposita 47,000 m3/día de relaves. La cuenca
del Moquegua sigue siendo destruida, la extracción de agua subterránea ha
secado bofedales y pastizales, la fauna ha muerto o migrado. Al disminuir el
caudal de los ríos afectó la agricultura, ganadería y el uso doméstico.
Esta
expansión de la SPL corresponde a una etapa del proceso de mundialización de la
economía de rapiña capitalista que se inicia a fines del siglo XIX y se le
conoce como Imperialismo. Se crean las bases para un incesante saqueo del mundo
natural. La responsabilidad de los gobiernos y políticos, de las empresas
subcontratistas y profesionistas peruanos subordinados a la trasnacional es
enorme. En 1996, ante las demandas por contaminación y daños a la agricultura y
a la salud contra la SPL, de pobladores de Ilo, Tacna y Mollendo, el Presidente
Fujimori promulga el DL Nº 26631 cuya finalidad es proteger a la SPL de
cualquier acción legal de la sociedad ante la contaminación. En
su artículo 2 la ley señala que quien cuenta con programas de adecuación
ambiental no se le puede iniciar acción penal y que quien decide la procedencia
es el ejecutivo. Mientras tanto quienes luchaban contra esa empresa (ONGs,
Municipalidad) callan y olvidan y prefieren hablar de de concertación y
triunfos, cuando el ecocidio continua con mayor intensidad. Hace medio siglo,
Ilo era una pequeña caleta de pescadores donde todos, los menos de 3,000 habitantes,
nos conocíamos. Nuestro mundo estaba entre hijos de pescadores, comerciantes,
trabajadores urbanos y agricultores. Estábamos orgullosos de nuestro mundo, de
los peces extraídos de un mar limpio y bravío, aceitunas de olivos coloniales
irrigados por un río que tenía agua casi todo el año y que traía hermosos
camarones y lisas. Del mar consumíamos los mariscos, corvinas y lenguados como
en pocos lugares del país. Intercambiábamos con Moquegua y los valles cercanos
de Tacna los nutritivos complementos alimenticios agropecuarios que allí se
producían como las paltas de Moquegua, las papas de Carumas, los panes de Omate
y las uvas de los valles de Omate, Locumba, Cinto. Presenciábamos el pastoreo
de ganado en las lomas de Ilo y en las vecindades de lo que hoy es la fundición. Pescábamos
debajo del muelle y en pequeñas lanchas; y, en verano disfrutábamos de nuestras
cercanas, limpias, hermosas y libres playas. En fin vivíamos una
complementaridad y equilibrio ecológicos a nivel regional que fueron rotos por
la SPCC, desde el 12 de octubre de 1960, hace 55 años. Sin embargo, hay que
decirlo, en aquellos primeros años todos compartíamos y asociábamos la idea de
progreso a la llegada de la SPCC.
Nuestra ignorancia de lo que es el capitalismo nos creó
ilusiones. Ahora "teníamos" un hermoso espigón, otro pequeño pueblo:
Ciudad Nueva con casas de concreto, un centro comercial, el club de obreros y
un cine al aire libre; una fundición con dos impresionantes chimeneas. Nos
asombrábamos de la zona exclusiva donde vivían los "gringos" con
jardines y todas las comodidades. Crecieron los primeros negocios y se crearon
nuevos: farmacias, heladerías, ferreterías, panaderías, cines, tiendas de
prendas de vestir, talleres de servicios, bares y billares, estación de radio.
Hasta que aparecieron los problemas. Al llegar a Ilo en unas vacaciones,
después de meses de ausencia estudiando en Arequipa, nos enteramos que a los
agricultores del valle los estaban indemnizando por su mala cosecha de
aceituna, con miles de dólares. Creíamos que era un hecho casual. En otra
oportunidad nos encontramos sin agua de uso doméstico, por supuestos problemas
con los pozos, y que la SPCC donaba agua a los habitantes del puerto en carros
cisterna. La gente opinaba ¡que sería de Ilo sin esta empresa que generosamente
nos obsequia agua!. Cada vez teníamos menos playas para disfrutar en verano
pues iban desapareciendo por las escorias y relaves, que se juntaban con la
aguas servidas de una población en crecimiento e incluso una de las más bellas
fue ocupada por un nuevo cuartel, a la sazón construido para proteger a la
empresa de los obreros en rebeldía. Para entonces ya comíamos aceituna quemada
por los gases de la fundición, la vida encarecía, las lomas estaban en
extinción, los peces y mariscos eran mas escasos, contaminados, caros y menos
sabrosos que antes. Ocurría el mismo fenómeno que con el abastecimiento de los
antes exquisitos productos regionales. A fines de los años 60 la depredación
marina por las numerosas empresas extractoras e industriales pesqueras habían
agotado algunas especies marinas. Las huelgas y los conflictos sociales iban in
crescendo (promediando 30 años -1960-1990- se calcula en 43 días/año de
paralización laboral por huelgas de los trabajadores de la SPCC). Las montañas
de mineral de Toquepala parecían agotarse –lo que decía la empresa-y se imponía
comenzar con el yacimiento de Cuajone.
Al
comenzar los años 70 los mineros de Cuajone dirigidos por un sector de la
izquierda emprendieron una lucha de varios meses y pocos años después se
desatan los combates contra la contaminación ambiental encabezada por otro
sector de izquierda, que después cogobernará con Alejandro Toledo, inclusive
integrándose en el mismo partido: Perú Posible. Más tarde apoyarán a Alan
García y a Ollanta Humala. En 1976-77, cuando entraron en valor Cuajone y el
oleoducto, Perú ya atravesaba una fuerte crisis de endeudamiento y de balanza
de pagos. El gobierno militar había cambiado de signo y desmontaba las reformas
para preparar su salida. Ese nuevo contexto tiro al tacho los planes iniciales.
En síntesis, no se puede cometer el error de los años 70 ni tampoco creer que
los precios bajos son un bache de corto plazo y que el modelo “está bien”. O
que basta con una “buena política macro” que reactive la economía. Esa es
condición necesaria, pero no suficiente. No es cierto que el crecimiento deba
ser el único objetivo. En esos años, con una tecnología inmensamente superior,
con menos costos y trabajadores, acumulando reservas estratégicas pretendían
acabar con el yacimiento en menos años. El naciente capitalismo era aislado,
salvaje y autoritario: los derechos humanos siempre estuvieron ausentes y los
reclamos eran enfrentados con violencia, los trabajadores morían con cirrosis y
enfermedades afines.
La
democracia nunca logró realizarse, porque entre otros factores la SPCC era
superior a cualquier poder interno y distorsionaba toda la vida política.
Tuvieron que transcurrir muchos años para tener conciencia del mundo en que
vivíamos., Fuimos explicándonos la realidad. Entendimos
que la destrucción ecológica y la degradación del medio ambiente era uno de los
productos del capitalismo en la minería, que la compulsión por la reproducción
ampliada de capital al servicio de una acumulación cuyo centro es exterior a la
región y al país solo empobrece y desangra. Dedujimos que al capitalismo era
imperialista y no le interesa el agotamiento de inmensos recursos no
renovables, ni el irreversible daño a los supuestamente renovables o afectar
seriamente la fauna y la
flora. Comprendimos también que ciertos metales y minerales
como el cobre, el zinc, el hierro, plata, el molibdeno y el renio (que se usa
en naves espaciales) entre otros provenían de estos yacimientos, y que
constituyeron el factor crítico en el impulso económico industrial de la
postguerra, que algunos de ellos son estratégicos en la producción moderna
industrial y particularmente en la industria bélica, y también que esas
inversiones dieron inmensas ganancias a los inversionistas. A tal punto que
entre 1960-1969 la principal socia ASARCO (asociada al Grupo Morgan) recibió de
la SPCC el 50% de sus ganancias totales y otra de las socias la Phelps Dodge (Dupon
Chemical Bank) percibió el 22% de los beneficios globales. Finalmente es
sumamente relevante la dimensión geopolítica de la inversión en materias
primas, asociada a las relaciones internacionales de poder, a las alianzas y
rivalidades entre las grandes potencias. Tal el caso de Estados
Unidos-Inglaterra en los albores del imperialismo. La guerra del Pacífico es un
triste ejemplo para los pueblos peruano y particularmente boliviano por no
haber entendido la importancia geopolítica y estratégica de las materias
primas. No así para el Estado, al que nunca le importó el interés nacional.
Revisamos la historia y nos encontramos con que no menos importante es la
historia precolonial o prehispánica respecto al "equilibriio
geopolítico" interespacial de posesión y disfrute territorial. La
coherencia de territorio, recursos, población, cultura, lengua, y de las
relaciones económico-sociales y políticas, autodeterminadas e irrepetibles de
crecimiento y prosperidad. La simétrica diferenciación étnica, movilidad y
consolidación territorial entre oriente y occidente andinos teniendo como eje
el centro montañoso. La ancestral y milenaria elaboración colectiva de la
explotación simultánea y combinada de pisos ecológicos, de ligazón y
complementaridad ecológica, y de la cooperación como relación social básica, la
reciprocidad en el intercambio, fueron rotas por la conquista y después por la
colonización y mas aun por la independencia criolla.
El
sistema colonial cambió la ecología continental en contra del indio y a favor
de los pocos blancos, de la costa y los recursos naturales. La historia
continúa y aparece en los años 80 una violencia política insurgente que solo se
puede inteligir bajo el prisma de un feroz rechazo a la perpetuación de
relaciones coloniales, de la colonialidad del saber y del poder, cuando no al
capitalismo cuya historia en gran medida equivale a colonialismo y violencia. A
fines de los 80 comienza la política neoliberal con Alan García y desde el 90
se generaliza con Fujimori que privatiza las mejores empresas del país. La
trasnacional norteamericana: la Southern Perú Cooper Corporation (SPCC) con una
concepción depredadora, expoliadora, racista y omnipotente ha deteriorado el
medio ambiente del sur peruano, y ahora continua haciéndolo la empresa mexicana
asociada a los mismos capitales de antes, sin mas restricción que la hoy débil
lucha popular. Hace 20 años fue la izquierda a la que se agregó la presión de la ONG Labor y algunas
instituciones como la Municipalidad del puerto de Ilo, que en los últimos años
terminaron posternados ante el neoliberalismo de Fujimori y Toledo. Estos
Gobiernos no solo no ha aplicado la legislación nacional existente:
principalmente el Decreto Ley Nº 17752 "ley general de aguas" y el
Código del medio ambiente y los recursos naturales promulgado el 7 de
septiembre de 1990; menos aun acuerdos internacionales como el Protocolo para
la Protección del Pacífico Sur contra la Contaminación, proveniente de Fuentes
Terrestres, o la Resolución del Tribunal Internacional del Agua firmada en
Amsterdam el 18 de febrero de 1992, que directamente acusa a la empresa de
violentar las leyes para no regular las actividades de trasnacionales. Y es que
hay profundos motivos para no hacerlo. (…)
La contaminación del medio ambiente, entendida
como el deterioro de las condiciones que permitan una vida material, social y
económica saludable, digna y próspera para todos hoy y después, al afectar la
ecósfera sostenible. Un aspecto central es la introducción en el ambiente de
sustancias o formas de energía que alteren negativamente las relaciones
sociales ecosistémicas y los procesos ecológicos esenciales, la diversidad
genética, y el aprovechamiento sostenido de especies; que tengan efectos
nocivos, que pongan en peligro la salud del hombre y el desarrollo integral de
sectores y actividades humanas, dañe el patrimonio nacional y deterioren el
equilibrio y conservación de ecosistemas y recursos naturales en general. La SPCC durante 59 años ha
contaminado el medio ambiente provocando descargas, emanaciones y vertimentos
contaminantes (gases, escorias y relaves) en la atmósfera, suelo, subsuelo y
aguas causando perjuicios y alteraciones graves en la vida humana, flora, fauna
y en los recursos hidrobiológicos.
En febrero de 1992, la Asociación Civil Labor ,
la
Municipalidad Provincial de Ilo y la Comisión
Multisectorial Permanente del Medio Ambiente acusaron a la
SPCC ante el Tribunal Internacional del Agua de: 1.- Ser responsable de extraer
aguas de alta calidad de las cuencas altoandinas con impactos negativos en las
Cuencas de Locumba y Moquegua, afectando la disponibilidad de agua para uso
doméstico y agrícola. 2.- De descargar relaves al mar destruyendo el cauce del
rio Locumba y la Bahía de Ite, ecosistema que ha perdido su diversidad
biológica. Del desastroso impacto del área afectada por acumulación de sólidos,
oxidación de metales en la playa, entre otros, con el consiguiente daño a la
fauna y flora típica de la zona. 3.-De verter al mar, de la fundición, 2,100
TM/día de escorias que destruyen el habitat marino, deterioran el paisaje
natural, provocando el crecimiento de la línea de playa -mar adentro- y
desplazando peces y mariscos del área intermareal rocosa. 4.-De emitir gases
que contaminan el medio marino adyacente por efecto de la precipitación de
lluvia ácida y las partículas en suspensión en el medio marino";
reduciendo la existencia de peces y mariscos y ocasionando problemas de salud
en la población. 5.-La destrucción del ecosistema de lomas naturales costeras
alrededor de la fundición; desertificando un área de mas de 20 Km . alrededor, y
provocando la interrupción de las migraciones temporales estacionarias de
ganado de la zona altoandina.
Como podemos apreciar la destrucción del
ecosistema es interrelacionada e integral. La responsabilidad principal esta en
la SPCC y en el Estado cómplice, desde los presidentes y los jefes de las
fuerzas armadas (depositarios únicos y reales del poder), hasta los
funcionarios involucrados. La contraloría General de la República ordenó
investigar a no menos de 75 funcionarios involucrados en actos de corrupción
por no aplicar las leyes del país durante mas de 30 años21. Con estas
acusaciones el Juez debió haber ordenado hace mucho la clausura del
establecimiento y prisión para los responsables. Pero Perú es un país donde
desde siempre -en especial con Fujimori-Toledo-García y Humala no existen los
derechos humanos básicos y menos los derechos de otros seres y la mayoría de
las generaciones actuales están excluidas, inutilizadas y olvidadas, y por
tanto ni se piensa en las futuras; donde, por último, desde la conquista no
hubo equidad y justicia entre naciones y países, privan do
las de dominio y opresión. En este país no sorprende que el derecho a
sobrevivir este en el origen de la propia naturaleza; donde de los conflictos
políticos y la violencia política.
Ahora veamos con más detalle las acusaciones
a la SPCC. Al
comenzar los años sesenta la SPCC ya controlaba la totalidad de aguas de dos
departamentos Moquegua y Tacna, a través del uso efectivo, concesiones,
reservas, denuncios. Su futuro estaba en el agua, pero a expensas del futuro
regional. En un paisaje semidesértico abandonar 350 Has. en los valles de Cinto
y Cambaya, aparte de otras 70 que quedaron sin agua en Cinto. Es un proceso que
además determinó la salinización de tierras del valle Locumba al perder las
aguas del rio Locumba las de su afluente del rio Cinto. Otras mas se perdieron
en fundos adquiridos por la SPCC en Moquegua (valle con 13,000 Has.
cultivadas). Las zonas de Higuerani, Mirave y Calumbraya, dejaron de cultivarse
por falta de agua. En Ite Sur se perdieron 20 Has. mas al ser adquiridas por la empresa. Tan grave
como esto es bloqueo a proyectos como Pasto Grande y Maure. Que finalmente se
iauguro permitiendo extender la frontera agrícola en 8,000 Has. y mejorado el
riego en 3,500, además de generar 280 MW con varias centrales hidroeléctricas,
que hubieran evitado el uso por la SPCC de 15 millones de galones de petróleo
residual para cubrir 75 MW de energía. La empresa que durante casi dos décadas
(1950-1970) logró tener posesión de tres ríos: Moquegua, Locumba y Alto Tambo,
hoy usa en exclusividad 53.6 millones de metros cúbicos año de agua de alta
calidad afectando a medio millón de personas. Era suficiente hacer un
"denuncio", para obtener la concesión, sin importarles las
necesidades agrícolas de los agricultores y los potenciales proyectos
estatales. Exactamente, como si se tratase de una colonia. Recién en 1970, con
la ley 17752 el agua pasa a ser pública y podríamos pensar que acabó el
colonialismo. Pero no fué así, el Estado acepta que las actividades de la SPCC
son de "utilidad pública" y les otorga la reserva de derecho de las
aguas de Pasto Grande, usar el agua de los ríos Torata y Asana para la mina de
Cuajone y le autoriza explorar el acuífero Capillune, y poco mas tarde el uso
de sus aguas subterráneas. Los conflictos entre los propietarios de fundos del
valle de Ilo con la empresa comienzan en 1962. Luego de 28 años después de
lamentables confrontaciones entre agentes económicos, pueblos y departamentos
por el agua, 3 mil campesinos de Candarave exigieron el cierre de pozos en un
codo del río Callazas. Al consumir 1,700 litros de agua por segundo en sus
operaciones mineras (principalmente el tratamiento de concentrados, que cada
vez es mayor en la medida en que disminuye la ley del mineral) acapara entre el
20 y el 40% del consumo regional. Reduce la cantidad y calidad de las aguas del
río Locumba, destruye 21 Km
de cuenca del mismo río y del área agrícola adyacente del valle de Ite bajo, y
causa la pérdida de 130 Has. de tierras cultivables (ex fundo Sopladera) al
verter relaves al cauce del río Locumba, luego de derivar el río por un canal.
Destruyó el hermoso y productivo Valle de Cinto (70 Has.) al comprar gran parte
del valle para disponer de los ríos Tacalaya y Quebrada Honda y derivar las
aguas que irrigan dicho valle y continua concentrando sales en la laguna de
Aricota. También es culpable del descenso o nulo drenaje de los flujos
subsuperficiales que alimentan la cuenca baja del río Moquegua, provocando el
decaimiento agropecuario en los valles de Moquegua e Ilo. En 1976 la SPCC
comenzó a explotar cuatro pozos de agua en la Pampa de Titijones -500Lts./seg.-
donde nacen los rios Tumilaca y Torata, decayendo el caudal en 986 Lts./seg.
Igual hizo en las nacientes del río Callazas en la provincia de Candarave
(Tacna) disminuyendo el caudal en 250 Lts./seg. De esta manera provocó también
la disminución del caudal del rio Moquegua, Callazas, Torata y Tumilaca. Y es
que esta sabia empresa tiene como eje articulador de captación a la Laguna de
Suches (vaso colector natural, equidistante de ríos lagunas y aguas
subterráneas de las cuencas) usada indiscriminadamente desde 1960. En la cuenca
del Río Locumba la SPCC cuenta con cuatro pozos de agua subterránea que
alimentan al río Callazas y la propia laguna de Suches, los ríos Tacalaya y
Quebrada honda y en la cuenca del río Moquegua pozos del acuífero Capillune, en
la pampa de Titijones. Al ocupar las fuentes primarias de agua confunde a los
usuarios y evita conflictos directos con la población afectada. Desde allí
comienza la tragedia regional. Seca bofedales y pastizales, interrumpe el
drenaje natural del agua en la cuenca, provoca la muerte o migración de la
fauna y comienza una contaminación sobre todas las aguas con boro, metales
pesados como el arsénico. La laguna de Aricota fuente actual del agua de uso
doméstico de 100 mil pobladores del puerto de Ilo contiene 3 veces mas arsénico
y boro que los permitidos por la ONU, no obstante que los altos costos de su
potabilización (30 mil dólares al mes, pagados por el pueblo de Ilo). La
agricultura y la población en Sama y Locumba se abastecen de agua con
contaminación natural mientras la mina las de mas alta pureza. El Estado
respetando la soberanía de la SPCC realiza proyectos de derivación de aguas de
Pasto Grande y afianzamiento de Aricota, como consecuencia de la apropiación de
la laguna de Suche, invirtiendo millones de dólares. Los Relaves son
descargados en el mar desde 1960, hasta 1990 ya habían sido descargados
2'936,000 toneladas métricas de metros cúbicos de relaves, al Océano Pacífico,
afectando suelos, aguas y 40 Km2 de mar, desapareciendo todo signo de vida y
balnearios.
Actualmente se depositan 47,000 m3 sólidos/día, esparciéndose en el mar
y formando depósitos en la orilla y fondo marino. El área circundante esta
totalmente deteriorada, formándose meandros de oxido de cobre en la playa, las
partículas sólidas han ocupado 11
Km . y la línea de playa desaparece 50 metros al año. A 19 Km . se encontró moluscos
con 48 veces mas cobre que el soportable al consumo humano. Y es que las
plantas concentradoras de mineral de la SPCC procesan los metales bajo el
sistema de flotación, vertiendo inmensos volúmenes de desechos conteniendo
grandes cantidades de partículas de sílice y minerales en suspensión: cobre,
plomo, zinc, cadmio, mercurio y aluminio. Pero además reactivos químicos
tóxicos del proceso de flotación como el cianuro, arsénico y aceite de pino.
Todos ellos viajan 139 Km .
en cuantiosas cantidades de agua formando en lo que fue cauce del río Locumba
meandros de sales de cobre y de hierro; llegando al mar los metales pesados se
dispersan, disminuyen la fotosíntesis, impiden el establecimiento de organismos
de fondo y penetran en la cadena alimenticia del ecosistema, pasando por los
invertebrados superiores y vertebrados llegan al hombre. De este modo la SPCC
provoca una pequeña gran catástrofe ecológica, al acabar toda la zona de
afloramiento y de productividad en ríos y mar; destruyendo la cuenca baja del río
Locumba (los relaves sedimentados han terminado con tierras de cultivo y la
fauna del río). En las Pampas de Ite Bajo, los ganaderos pastan sus animales de
carne y leche vendiendo su producción contaminada con metales pesados en
Arequipa, Ilo y Tacna. Devastaron la Caleta de Ite, y después decretan la
progresiva desaparición de la caleta de Meca Grande Las escorias, provenientes
de los hornos reverberos de la fundición de cobre de Ilo, durante 22 años
fueron arrojadas en las playas del pueblo de Ilo. Seis Km. al norte de la
fundición la línea de playa creció 40 metros desapareciendo como lugar recreativo,
junto al hábitat de peces y mariscos. La actividad ictiológica esta siendo
desplazada cada vez mas lejos. Esta misma fundición desde hace más de 40 años
descarga al medio ambiente gases sulfurosos y partículas finas de metales
pesados por cuatro chimeneas, contaminando la atmósfera del valle de Ilo y
provocando lluvia ácida sobre suelos y mares, afectando a la población de Ilo,
a peces y mariscos y a la agricultura de los valle de Ilo y Tambo. En el verano
de 1962 los agricultores del valle de Ilo hacen su primera denuncia; y cuatro
años después los propietarios de las haciendas Chucarapi y Pampa Blanca del
valle de Tambo, a 80 Km .
de la fundición, constatan bajos rendimientos en la caña de azucar. El
anhídrido sulfuroso o bióxido de azufre en emisiones calculadas en 1912 TM/día
volando a una altura de 50 Mts. a mas de 400 mts. provocando la llamada
"lluvia ácida" que se deposita sobre la tierra y el mar circundante a
la fundición, afectando tóxicamente a todos los cultivos de las lomas y valle
de Ilo, calculados en 50 especies vegetales cultivadas y silvestres. La
"bruma fotoquímica" se extiende como niebla a decenas de km. a la
redonda, disminuyendo la radiación solar y concentrándose acumulativamente el
anhídrido sulfuroso en las plantas. Los efectos fitotóxicos del so2 (anhídrido
sulfuroso), de la lluvia ácida que surge de la síntesis del so2 en so4H4 (ácido
sulfúrico y sulfatos), va desde la necrosis foliar, reducción de la
fotosíntesis, retardo en el crecimiento y reducción de la vitalidad de los
cultivos, hasta la acidificación y modificación de la composición de los
suelos, el abrasamiento de las plantas, repercutiendo en los rendimientos y los
precios. La expansión por los vientos llegan a 300 km . a la redonda,
incluyendo alejados valles de Arequipa: Majes y Chala, pasando por la propia
ciudad de Arequipa. Los daños mas agudos se presentan en el valle de Ilo, las
quemaduras y necrosis foliar fueron avanzando desde las hojas del olivo hasta
la caída de la
aceituna. Ataca los árboles mas cargados de frutos, las ramas
que brotan el primer año y los estacones de propagación, afectando la productividad. Si
en la campaña 1966-1967 fueron 400 quintales de aceitunas perdidas en la de
1984-1985 aumentaron a 8,998. En las nueve primeras campañas desde 1967 hasta
1976 los gases ingresaron al valle 8.3 veces por campaña. En 1976 se amplió la
fundición para procesar el cobre de Cuajone, ahora eran 4 chimeneas, y el promedio
de ingresos fue de 44.4 veces. Mientras que la SPCC indemnizó a los
agricultores con 230,000 dólares en 25 años.22 La SPCC esta destruyendo el
valle de Ilo y a la población del puerto. Esta empresa construyó un pozo de
agua en el corazón del valle que terminó con parte del mismo y con el agua
potable. De otro lado, por el propio sistema de trabajo en la fundición -para
no hablar de los mineros que respiran reactivos químicos y polvo tóxico- los
trabajadores están expuestos al so2 y a partículas de metales pesados. La
población del puerto de Ilo viene sufriendo altas concentraciones de SO2 en la
atmósfera e incluso metales pesados. Faltan estudios exhaustivos y cuidadosos
de la incidencia de los humos en la salud de la población. No
obstante hay evidencias dramáticas como la suspensión de actividades físicas en
centros escolares cuando los accesos de tos en los niños es generalizado.
Algunos indicadores como el análisis del número de consultas, asociadas a ya
conocidos efectos nocivos del so2, en hospitales públicos y privados, y en
consultorios privados, muestran una alta tasa de problemas respiratorios.
Igualmente las principales causas de mortalidad en los 10 años están asociadas
a tumores, a la circulación sanguínea, al aparato respiratorio y a los órganos
hematopoyéicos. En un pueblo desnutrido con un alto porcentaje de enfermedades
respiratorias (rinitis, faringitis, traqueitis, fibrosis pumonar, bronquitis
crónica y asmatiforme, crisis asmática) las consecuencias son fatales,
principalmente para la población con enfermedades crónicas y para los niños y
ancianos. Le siguen en porcentaje de consultas las enfermedades digestivas, a
la piel, tuberculosis y cáncer. La SPCC-SPL nunca pagó un dólar por daños a la salud.
Fuente: http://www.rebelion.org/docs/199032.pdf
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