Toujours la France
3 de junio de 2016
Por Pedro Fuentes (Portal de la Izquierda)
Todo lo que afecta a Europa se viven en
Francia: los refugiados, la reforma laboral, la protesta social (las huelgas
delos trabajadores y el movimiento La nuit debout O[a noche de pie] de
la juventud de los nuevos indignados de Francia. También la amenaza yihadista,
el aumento del populismo xenófobo. Todo está ahí, es verdad, pero hay algo que
ahora sobresale y que domina la situación: los indignados, las grandes
manifestaciones y las huelgas. En definitiva la lucha de clases.
El diario El País lo tituló como el peor estallido
social en 20 años en Francia, tomando seguramente como referencia a la
histórica huelga reconductible (2) de los trabajadores estatales franceses en
1995 que tiraron el plan del primer ministro Juppé, un plan de ajuste que visos
de similitud con el de ahora.
Este portal ha publicado ya una serie de
artículos de los compañeros de la Comunne, de Pablo Vasco y de León Crimex, que
explican la dinámica que ha ido tomando la situación de la protesta social
francesa contra la pretendida reforma laboral del gobierno de Hollande y su
primer ministro Valls conocida como ley El Koumri. Ley que pretende sacar
derechos a los trabajadores para aumentar la plusvalía de las patronales
francesas, que están en clara desventaja por los mayores salarios que tiene que
pagar en relación a Alemania y los países nórdicos. Lo mismo de Francia sucede
en Bélgica donde ya hubo paros generales y hay anunciada una huelga general.
La intransigencia del gobierno y la represión
desatada no ha hecho más que acelerar y extender la situación. Como
correctamente planteaban hace un mes los compañeros del sindicato de Archivos y
Museos generales ligados a la Commune, y otros sectores como el sindicato Sud,
está colocado desde el anuncio de la ley, la huelga general como conclusión lógica
de las jornadas de protestas que se vienen realizando en todo el país. Como
sucede normalmente las centrales se han resistido a tomar esta medida, pero
como siempre (toujours) sucede en Francia, las acciones sindicales
independientes o de sindicatos locales se comenzaron a propagar, dando de esa
manera más impacto a las jornadas de protesta que han convocado centrales
sindicales y partidos. Las gasolineras dejaron de abastecer a una gran parte de
ciudades, los trabajadores de los ferrocarriles (SNCF) hacen sus propias
huelgas y otros lugares, especialmente las centrales nucleares donde en ocho ya
decidieron la paralización lo que amenazan con el corte d energía que pone
sobre el tapete la paralización del país.
Esta situación ha obligado a la CGT (central
más combativa ligada al Partido Comunista y sectores trostkystas), a anunciar
medidas más radicales y plantar en forma más clara el camino de la huelga
general, pasando a impulsar las movilizaciones. La CGT necesita también hacerlo
porque ha perdido una gran parte de su afiliación y quiere recuperarla, de ahí
que su máximo dirigente Martinez también aparezca ahora impulsando la
movilización.
Posibles nuevos encuadramientos
políticos
Este escenario se presenta en vísperas del
comienzo de la Eurocopa de la
cual Francia es sede. La capacidad sindical de presión crece
en progresión geométrica a medida que se acerca la Eurocopa, que comienza el 10
de junio. No es cualquier cuestión, porque la acción de la protesta puede
perfectamente impedirla; bastaría el paro de los transportes y el corte de la
energía.
Por esto también se tensa la situación; el
gobierno de Hollande y su ministro están acabados, han quedado suspendido en el
vacío (el 60% de la población apoya las protestas contra la ley). La escisión
dentro del Partido Socialista se profundiza. Primeramente fue una tibia
reacción de un sector de diputados que se abstuvo de votar en el Congreso pero
ahora ha pasado a ser más radical y se han sumado al voto contra la ley.
En este contexto no está descartado que ocurra
una división y una nueva configuración política se presente, similar aunque con
contornos distintos, a lo que sucedió en el partido Laborista inglés con el
triunfo de Corbyn. Lo Podemos. ¿Es posible una nueva coalición a la izquierda
del gobierno que englobe la división de los socialistas, al Frente de Gauche y
otras fuerzas políticas?. Todo parece estar nuevamente en abierto como ocurrió
en los EEUU con Sanders, Corbyn en Inglaterra y Podemos en España. Si esto
ocurriera, el NPA debería pensar, hoy día bastante aislado del punto de vista
electoral, si no se suma al mismo.
Algunas reflexiones sobre los
indignados y las luchas obreras
El nuit debout, o sea el movimiento de los
indignaos franceses, fue el detonante y la primera gran demostración de rechazo
a la ley. Una
vez más como ocurrió en España, los EEUU la juventud se puso a la cabeza, se
convirtió en la caja de resonancia de todo un sentir social de un sector que
rechaza las medidas más agudas de la globlización capitalista, la desigualdad,
el desempleo, la austeridad, los ajustes, el autoritarismo, el poder de los
bancos, y la crisis de representación política, de gobiernos y alternativas en
los partidos burguesas.
Estos movimientos hicieron y pueden seguir
haciendo tambalear al régimen, (como sucedió con Junio del 2013 en Brasil), y
si se masifican y transforman en grandes revueltas o revoluciones democráticas
y populares como sucedió con "el argentinazo", Bolivia, Ecuador y
Venezuela entre 1998 y el 2005, pueden derrotarlo.
Pero esto que sucedió en Latinoamérica es más
difícil que ocurra en los países avanzados de un gran desarrollo tecnológico e
industrial. En Latinoamérica (y también en todos lados para que el proceso se
trasforme en una revolución), hace falta la “fuerza física”, el golpe
contundente del martillo de la clase trabajadora, la que paraliza no solo al
gobierno sino a la burguesía y a al país, planteando de esa manera en forma más
directa la posibilidad de derrota del gobierno e incluso crear un doble poder
que coloque el problema de la alternativa de poder.
Francia apunta a una dialéctica entre los dos
procesos. No por casualidad el líder de la CGT fue a participar a la nuit
debout. No fue casualidad tampoco que el mayo francés del 68 haya
comenzado en los claustros universitarios y en las barricadas del barrio
latino, para trasladarse luego a la huelgas de grandes fábricas y a la huelga
general, posteriormente negociada por el PC.
No se trata de ser dogmáticos. Sería un
gravísimo error no ver los nuevos movimientos que surgen arrastrados por la
crisis social global de la globalización capitalista con destaque especial para
los jóvenes y las mujeres que están jugando un nuevo papel a escala mundial. Al
mismo tiempo, no se puede perder de vista que solo será posible trasformar ese
rechazo en grandes triunfos e incluso en una revolución con los trabajadores,
sus nervios y sus músculos que golpean sobre las clases dominantes y les pueden
dar jake mate.
En ese sentido, sin incorporar lo nuevo no
podemos perder de vista lo esencial que el marxismo descubrió en el
capitalismo: la contradicción fundamental entre capital / trabajo como gusta
ser formulada en forma más sofisticada en la academia, o burgueses y
proletarios como la
formuló Marx en el Manifiesto Comunista. Entendiendo hoy por
proletarios a una amplia gama de trabajadores no solo industriales sino también
de servicios etc.
Para aquellos sectores más postmodernistas que
dicen que la alta tecnología y las nuevas formas de producción acabaron con la
clase obrera el ejemplo de las usinas nucleares francesas es muy útil. Allí hay
pocos trabajadores y muy calificados. Y en ese caso la alta tecnología ayuda a
los trabajadores, porque solo basta apretar un botón para paralizar el sistema
de energía con todas las consecuencias que acarrea: si es en todas las usinas,
se paraliza el país (3).
Porque Francia siempre sorprende
Decía en una intervención el dirigente de la
CGT que las huelgas están en el DNA de los trabajadores franceses. Es más que
eso, Francia es el país que sorprende con las revoluciones o grandes protestos
porque acumula una larga trayectoria histórica de revoluciones y
levantamientos. 1830, 1848, 1879 (la Comuna de Paris), 1936, con las
ocupaciones de todas las fábricas, 1968 con el mayo francés, 1995 en pleno auge
del neoliberalismo.
Ahora estamos ante esta nueva sorpresa, y el
curso futuro dependerá si triunfa o es derrotada. No somos pesimistas. El mundo
está cambiando. La Le Pen
puede capitalizar electoralmente según el resultado de esta lucha pero tenemos
que apostar que de la misma salga un nuevo reagrupamiento político a izquierda
del PS que pueda dar una alternativa y una nueva esperanza, así sea
intermediaria, no completa, que entusiasme a los sectores claves de la sociedad. Porque
debemos recordar: las elecciones son en definitiva una forma distorsionada de
la luchade clases y no tiene la última palabra.
Notas:
(1) Toujours es simpre en francés. Toujours
la France es una
expresión muy común.
(2) quiere decir que se vota en asambleas
todos los días su continuación. Un método democrático donde la base decide.
(3) Cuando fue la huelga estatal del 1995
estaba en Paris y tuve oportunidad de participar. Me recuerdo que yo estaba
preocupado con el paro ferroviario ya que traía la experiencia que para hacerlo
efectivo había que convencer a los maquinistas, los talleres y los que manejan
las señales cabina por cabina. Nuestro compañeros ferroviarios de Francia
estaban tranquilos con el paro sobre todos con los TGV (trenes de alta
velocidad que es una gran red ferroviaria. Me di cuenta porque. Solo bastaba
copar la cabina de control ultra automatizada, apretar un botón y parar el TGV
de Paris a Londres por ejemplo. Allí se reunían 200 activistas y la cuestión de
apretar el botón se resolvía fácilmente y el TCV no andaba por más supervisores
que tuviera reemplazando maquinistas.
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