Cinismo K,
militancia y el caso López
17 de junio de 2016
Por Rolando Astarita
Cinismo, cualidad o
actitud del cínico. Cínico. Se aplica a la persona que comete actos vergonzosos
sin ocultarse y sin sentir vergüenza por ellos. Cínico. Caradura. Desfachatado.
Desvergonzado. Impúdico. Sinvergüenza (tomado del María Moliner).
No iba a escribir sobre el caso de José López (para los lectores
del exterior: José López, ex secretario de Obras Públicas del gobierno de
Cristina Kirchner, fue sorprendido y detenido en la madrugada del martes 14/06
cuando intentaba ocultar en un convento bolsos con casi 9 millones de dólares
En otras notas (aquí, aquí y aquí) me referí a la corrupción, su vinculación con
el capitalismo y más específicamente con esa lumpen burguesía de la que López es un típico
exponente. Sin embargo, hay algo que ahora quiero agregar a lo ya escrito, y se
refiere al asco que genera escuchar a ex altos funcionarios y dirigentes K
decir que están “indignados”, que dicen tener “bronca militante” y sentirse
identificados con “los miles y miles de pibes, compañeros y compañeras, que
nada tienen que ver con López, ni con millones de dólares, ni con bolsos”.
Estamos ante un caso de cinismo en su máxima expresión. Es que los “miles de
pibes” seguramente no tuvieron nada que ver con “millones de dólares ni con
bolsos”, pero estos altos ex funcionarios sí tuvieron que ver, y mucho que ver.
Hay que decirlo con
todas las letras: los altos ex funcionarios y los allegados a los círculos de
poder sabían perfectamente de qué se trataba el asunto. Algunos pueden no haber
participado directamente en el saqueo de los fondos públicos, pero esto no los
exime de responsabilidades. Fueron cómplices, porque si no robaron, callaron y
encubrieron. Por eso no tienen derecho a invocar la militancia de los “miles de
pibes”. La realidad es que esos pibes les importan un bledo a estos “dirigentes
y ex altos funcionarios”. Estos lo único que buscan ahora es salvar la ropa. Pero es imposible
tapar el sol con
la mano.
¿O acaso qué estaban mirando cuando los Kirchner compraban tierra
pública por 50.000 dólares para revenderla en 2,4 millones al grupo chileno
Cencosud? ¿Qué estaban mirando cuando la Auditoría General
de la Nación mandaba informe tras informe en los que se denunciaba el entramado
de corrupción y sobreprecios en la obra pública? ¿O cuando por todos lados se
evidenciaba la inmensa fortuna que acumulaban los Baez, los Cristóbal López y
semejantes, incluidos altos funcionarios del gobierno? ¿O cuando se silenciaba
a la SIGEN, a la
Oficina Anticorrupción y a las fiscalías de gestiones
administrativas? ¿O cuando la UIF cajoneaba todo reporte de operaciones sospechosas
que involucrara a gente K? ¿O cuando se informaba que los hoteles de los
Kirchner estaban llenos de cuartos vacíos alquilados por el principal
contratista de la obra pública de Santa Cruz? ¿O cuando se hizo público que la financiera SGI (la
Rosadita) era la cueva para el lavado de dinero de los círculos del poder? ¿O
cuando Cristina Kirchner viajó a las islas Seychelles sin que se pudiera dar
razón de semejante viaje? ¿O cuando se daba libre entrada al país a la
efedrina? ¿O cuando se conoció que los que la importaban o estaban en la mafia
de los medicamentos (Sanford, Multipharma, Global Pharmacy), eran grandes
aportantes a la campaña electoral de Cristina Kirchner? ¿O cuando se otorgaban
subvenciones sin control a los Cirigliano y se destruían los ferrocarriles? ¿O
cuando se suspendía y acusaba al fiscal Campagnoli por meter las narices en la
ruta del dinero K? ¿O cuando se estatizaba Ciccone sin que se pudiera informar
a la opinión pública a quién pertenecía la empresa? ¿O cuando Old Fund recibía, con el acuerdo de Boudou, 7,6 millones de pesos
del gobierno de Formosa por “asesorar” en la deuda provincial?
Por eso mienten
cuando dicen que ahora les indigna ver lo de José López. ¿Cómo los va a
indignar si convivieron alegremente con la mugre y la podredumbre? Invocan al
“proyecto”, a los “ideales”, ellos mismos se proclaman “militantes del pueblo”,
pero son unos miserables saltimbanquis, que hicieron del oportunismo su único
principio. Parafraseando a Marx, sus protestas de hoy no son más que disfraces y
caretas para ocultar lo más mezquino y miserable. Estos lúmpenes intelectuales
y cínicos sin límites solo pueden llevar a la desmoralización y al desánimo al
movimiento popular.
De hecho, fueron
funcionales para la llegada de Macri y Cambiemos al gobierno. Hablan de la
militancia de los 70, pero desarrollan una militancia burguesa y acomodaticia,
que nada tiene que ver con los 70, ni con la militancia de la izquierda. Aunque
les duela a los “miles de pibes por la liberación”: no hay “liberación” ni
“revolución” posible con esta calaña. Y López es sólo un emergente de la misma
sustancia humana y social.
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