Lo que nos
demuestra el paro nacional y
levantamiento indígena del Ecuador
14 de agosto de 2015
14 de agosto de 2015
Por Roland Denis (Aporrea)
De buenas a primeras, la izquierda
oficial de todo el continente –porque ya existe, nos referimos a una izquierda
muy importante que se apoya la inserción burocrática de innumerables
individuos, partidos y movimientos en la agenda de los estados y gobiernos
"progresistas" continentales– ha censurado todas las noticias
provenientes de esta enorme manifestación popular e indígena que se ha dado en
Ecuador.
Para esta portavocía oficializada se trata sencillamente una alianza entre la
derecha empresarial y algunos movimientos sociales manejados por el
imperialismo en contra de los procesos revolucionarios continentales y se acabó
el cuento. De esta manera se neutralizan potenciales alianzas de solidaridad
continentales que ven a este tipo de movilización como una maniobra más de la
contrarrevolución continental (por ejemplo ¿hay algo en Aporrea o Telesur que
diga objetivamente qué está pasando en Ecuador?, nada en absoluto, simplemente
se realzan las manifestaciones de apoyo al gobierno, bajo el supuesto de que
están defendiendo la causa revolucionaria del pueblo). Para hoy decretan
fracasada la movilización y el paro mientras el canciller Patiño con un desparpajo
sin nombre hable de una movilización fracasada ¡de 300 personas!, cuando son
miles y miles las que se han movilizado desde todos los rincones ecuatorianos,
mientras Correa habla de la CONAIE con una soberbia que revienta como aquellos
¡que se creen pueblos originarios!. A su malestar no es que se lo crean, es que
lo son.
Si las cosas fuesen tan simples como eso, la revolución en el
gobierno-Correa y la contra en el paro-movilización, sería de ir a darle a los
supuestos agentes de la CIA, EEUU y la burguesía nacional ecuatoriana una
medalla por su capacidad de manipulación total de los movimientos populares sin
igual en el mundo entero, digno reconocimiento que supondría nuestra sumisión
eterna a su infinito poder manipulador. Pero resulta que las imágenes que
llegan de esta movilización iniciada el 10 de agosto, es impresionante la
cantidad de movimientos de barrios, culturales, obreros, estudiantiles,
juveniles y por supuesto las columnas centrales indígenas que la han liderado.
Una diversidad propia de un pueblo que desde hace 25 años, desde que comenzaron
las grandes manifestaciones indígenas y populares en Ecuador, dieron al traste
con tres presidentes y finalmente le abrieron el camino a lo que hoy sigue
denominándose la "revolución ciudadana", liderada por Rafael Correa,
han cambiado por completo el retrato de un país hasta entonces totalmente
feudalizado y pleno de humillaciones raciales sin nombre. Y han sido los
movimientos indígenas organizados (independientemente de sus fallas y oportunismos
internos, las mezcolanzas de algunos de sus líderes con dirigentes que
efectivamente son manejados por EEUU, caso de Lucio Gutiérrez) y los jóvenes de
barrios pobres de las ciudades quienes han cambiado por completo ese país.
Hay que entender la diversidad y extensión
del movimiento en Ecuador que por tomar un ejemplo sólo en 2006 la liga de
rockeros de barrios, ella sola, tenía 30.000 miembros, lo que pude constatar
personalmente. Es la asombrosa fortaleza de una democracia directa de los
pueblos, que en este caso es sólo una parte importante pero jamás su casi
totalidad, como ha sucedido en Venezuela, se dejaron arrastrar por la hipnosis
y luego la corrupción burocrática. Por el contrario, más allá de izquierdismos
"trasnochados", de algunos partidos stalinistas y todos los
"istas" que pueden haber, como dice Patiño, hay un movimiento popular
pujante que no se dejó ahogar por la cooptación burocrática y hoy le pone bien
en claro a Correa cuál es el límite de la traición y la consecuencia.
Correa no es Chávez ("el infiltrado del
pueblo en Miraflores"), es un pequeño-burgués muy brillante, muy estudiado
y adelantado en lo que respecta a sus referencias de transformación social. Un
gran manipulador de medios , con un
combate muy interesante con los monopolios mediáticos mundiales, así como su
acusación frontal de ecocidio a la Exxon en el Amazonas ecuatoriano. Mucho más
lúcido en todo caso que nuestros actuales "dirigentes
revolucionarios" venezolanos, pero aun así como decía un amigo es un
grandísimo "bluff" a la hora de hablar del "socialismo
práctico", de acuerdo con Mariátegui. Novoa, su gran enemigo político y
aparentemente de clase, sigue siendo el rey del estado ecuatoriano y del
plátano. Nadie ha tocado ese hombre como nadie ha tocado aquí a Lorenzo Mendoza
o Cisneros. El componente de la desigualdad sigue reproduciéndose bajo el
amparo del gobierno-Estado mientras la "revolución ciudadana" empieza
a echar al traste reivindicaciones culturales, educativas y una ley de aguas
que abre a la privatización de un agua que durante siglos ha sido patrimonio; a
su vez, fueron los indígenas quienes crearon toda la tecnología original para
su distribución desde los tiempos precoloniales. Las universidades vuelven a
cerrarse y el sistema bilingüe de educación empieza a ser cancelado.
Como todos estos gobiernos "progresistas" su necesidad
de fondos para el gasto público ha aumentado, los ha llevado a ser mucho más
dependientes de los modelos extractivistas y monoexportadores, derivan do en tragedias ambientales denunciadas por
todas las pancartas en la
calle. Además , se trata de un problema económico en puertas
por la bajada del precio internacional de estos productos de extracción –cuyos
precios siguen en manos de los grandes centros y financieros del mundo–. Ya eso
lo vivimos aquí en lo que es un desastre total, dado el desfalco nacional
producido, pero en la cola ya vienen Argentina, Brasil; ahora Ecuador, con
políticas económicas más inteligentes pero donde el rentismo extractivista los
destroza por igual.
¿La derecha estará metida en esto? ¿Cuál
derecha si ya se están apropiando de nuevo de todos estos gobiernos
"progresistas" con corruptelas que obviamente nada comparable al
patético caso venezolano, pero donde obviamente también empiezan a "quebrarse
las patas" gobierno "revolucionarios" cada vez más manejados por
las fusiones cómplices entre las oligarquías bancarias y empresariales y los
altos funcionarios gubernamentales? Pero, claro, existe una derecha nominal y
formalizada electoralmente que debe estar feliz –hasta cierto punto– con esta
impresionante movilización ya que en teoría la refuerza electoralmente y le
quita a Correa, como se la quitó a Chávez en el momento del referéndum
constituyente, la posibilidad de reelección indefinida. Angustia central de todas
las ambiciones caudillescas desde nuestra independencia hasta ahora; en su
contraparte, terror de todas las oligarquías a la figura histórica del
"caudillo popular". Pero en realidad estas son movilizaciones que
desbordan tanto a la derecha oficial y formal en forma de partidos como los
oportunismos y agentes traidores que puedan existir dentro del movimiento
popular e indígena.
Desde las grandes movilizaciones el año pasado
en Brasil, y ahora Ecuador, el tiempo de la resistencia social y su lucha eterna
contra las estúpidas formaciones estatales que nos impusieron desde la colonia
hasta convertirnos en una suma de repúblicas fragmentadas, pueblos debilitados
bajo la gobernanza de elites parasitarias y por lo general asesinas y
absolutamente vendidas primero a ingleses, luego a gringos, hasta hoy que
aparecieron los chinos, vuelve a desencadenarse. En este caso enfrentando a los
gobiernos que estas mismas resistencias pusieron a gobernar, pero que hoy en
día, como tenía que ser, porque así es la lógica del Estado-nacional
burocrático y colonizado como son los nuestros, se trata de gobiernos
restringidos a pequeños círculos pretenciosos y altaneros, por lo general muy
corrompidos y totalmente ajenos a la idea de democrática revolucionaria que les
dio origen en toda Nuestramérica. Su retórica es la misma desde hace más de 15
años; de ahí su enorme capacidad de absorber aún la energía popular rebelde.
Pero esto que está sucediendo en Ecuador nos dice que las fantasías de las
palabras, las emociones colectivas que producen, las confusiones que generan
entre los millones que hemos estado del lado de esta resistencia histórica, ya
comienzan a apagarse.
Mucho apostamos por ellos y ellas es verdad, por eso es más bien
mucha tristeza lo que nos da todo esto. El impresionante esfuerzo que han
puesto millones de seres por estos gobiernos es inaudito, pero también es
impresionante la perrada de sus líderes a la hora de aprovecharse de la
explotación de esta gigantesca plusvalía política producida por las militancias
de base y ponerlas en función de sus intereses económicos y de poder. Muchos
dirían que son unos malditos, de mi parte solo advierto que las rabias por sí
solas no sirven para nada. Entendamos que toda esta etapa para bien había que
atravesarla. Darnos cuenta que ni caudillos ni elites iluminadas como es el
caso ecuatoriano (perfecto gobierno de iluminados pequeñoburgueses) al final no
sirven para un carajo, si en realidad no hay una lógica de gobierno –de
Gobierno Popular– que tenga capacidad de disolver el estado burocrático y
reventar las desgraciadas fronteras nacionales que nos impusieron y construir
directamente una nueva sociedad, sin intermediarios ni
"izquierdistas" y mucho menos funcionarios públicos. Cualquier Che
Guevara se deshace bajo la lógica de estas estructuras de Estado. Pero esto
había que constatarlo, vivirlo y sacar las conclusiones respectivas.
¡Sólo el pueblo salva al pueblo!, se dirá una y mil
veces desde los comuneros de París. Y en efecto los caminantes y movilizados de
Ecuador nos lo confirman, así como la decadencia de estos
"izquierdistas" burocratizados y cada vez más corruptos. ¿Que pasará
mañana en Ecuador?, no lo sabemos; la movilización sigue, así como la
prepotencia de los líderes de gobierno que tratan de minimizar la rebeldía
revivida de los que son los hijos y privilegiados que les dieron poder y
riquezas. Por nuestra parte, dentro de un contexto social y económico mucho más
deteriorado y una burocracia mucho más prepotente aún que la ecuatoriana, es
posible que los canales de la rebeldía duren más tiempo en destaparse, pero ya
vendrá nuestra hora por igual.
El ciclo revolucionario de base poco a poco vuelve a abrirse
mientras se debilitan estos gobiernos, probablemente reemplazados en el corto y
mediano plazo por las elites neoliberales de antaño, que regresen o no al poder
de todas formas se encontraran con una historia que han aprendido, con pueblos
mucho más organizados. Elites derechistas que si pretenden dar la batalla
frontal se encontrarán con grandes problemas y correlaciones de fuerzas que han
cambiado para siempre, no precisamente a su favor, y sus ilusiones intactas en
el tiempo de patrones coloniales e inservibles burguesías. Será como les pasa
hoy a los turcos ante la revolución kurda, que ya se expande por todo Oriente
Medio, así les hayan impuesto el más fascista de los gobiernos como es el turco
y la más bárbara organización de mercenarios como es el ISIS... adelante
hermanos ecuatorianos que la esperanza también les pertenece.
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