Pesadilla en Brasil
23 de octubre de 2014
23 de octubre de 2014
São Paulo se queda sin agua
La ciudad brasileña y 70 municipios
aledaños donde viven 15 millones de personas podrían quedar sin agua en los
próximos meses. El nivel de la represa Cantariera está en 3,5% de su capacidad.
São Paulo, Brasil, está al borde de la peor pesadilla de su
historia: quedarse sin agua. La represa Cantareira , que abastece a los 14
millones de personas que viven en la ciudad y los cerca de 70 municipios
aledaños alcanzó el peor nivel de su historia: 3,5%. Las imágenes hablan por sí
solas. Tierra cuarteada. Hilos de agua. Bocatomas desnudas. Vegetación seca. Y
en la ciudad: el fantasma de las llaves sin agua que comienza a asomarse.
La campaña presidencial parece haber ocultado la inminente
tragedia por unos días. Aceptar públicamente la crisis y tomar medidas extremas
podría cambiar en cuestión de horas las tendencias políticas entre Dilma
Rousseff y el opositor Aécio Neves. Pero sea quien sea el presidente este
domingo, y si las lluvias no regresan pronto, tendrá inevitablemente su primera
prueba de fuego.
Los directivos de la empresa estatal de saneamiento Sabesp,
que abastece al 60% de los paulistas, niegan que se estén llevando a cabo
recortes de agua encubiertos. Pero lo que dicen los habitantes de la gran
metrópoli es otra cosa. Una encuesta realizada en septiembre, cuando el nivel
de la represa no era tan dramático, detectó que el 38% de la población había
experimentado cortes. El estado de São Paulo, el más rico de Brasil, podría
convertirse en cuestión de días o semanas en el más pobre por no tener lo más
elemental para el funcionamiento de una megaciudad: agua.
Por ahora, el gobierno paulista ha intentado desviar el agua
de otras represas. Pero la demanda de 15 millones de personas supera esa oferta
extra. La otra medida ha consistido en permitir el uso de una reserva técnica
de 400 millones de metros cúbicos de agua conocida como “volumen muerto”. Para
extraer esta agua, que se encuentra por debajo del nivel de las compuertas, los
ingenieros han instalado motobombas.
Un estudio contratado a la consultora de energía PSR señaló
que entre las causas de la crisis hídrica no está sólo la falta de lluvias sino
también la sedimentación de los reservorios, el desvío de agua para irrigación
y la pérdida de eficiencia en las turbinas.
En una entrevista concedida hace unas semanas a este
periódico, el científico brasileño Antonio Nobre, uno de los que mejor conocen
la Amazonia, aseguró que estaba cansado de advertir a sus compatriotas sobre el
precio que pagarían si continuaban deforestando la selva. Justamente
este: una crisis hídrica en el cuadrilátero que va de Cuiabá a Buenos Aires y
de São Paulo a los Andes, el lugar en el que se produce el 70% del PIB del
continente. Según su teoría, basada en múltiples estudios del microclima
regional, la selva, con sus más de 400.000 millones de árboles, es una bomba
natural que lanza millones de litros de agua a la atmósfera. Si esa
bomba natural comienza a fallar, las lluvias pueden desaparecer en otros
lugares.
* Los municipios pequeños
El municipio de Cordeirópolis, a 160 kilómetros de
São Paulo, es uno de esos lugares donde la crisis hídrica ya mostró su cara. La periodista María Martin ,
del diario El País de España, recorrió la zona recientemente. Allí se
entrevistó con el alcalde Amarildo Zorzo, quien se ha hecho impopular por las
duras medidas que se vio obligado a imponer para sortear la crisis.
Cuando asumió el cargo, Zorzo descubrió que sus coterráneos
gastaban unos 250 litros
por día, cuando el promedio recomendado por la OMS es de 110 litros . Zorzo,
cuenta la periodista en su reportaje, “se convirtió rápido en lo que, en
cualquier ciudad, se calificaría como el antipolítico. Subió las tarifas del
agua, cortó las cañerías a quien no pagaba, decretó el estado de calamidad que
le da poder para aprobar decretos y contratar sin tener que pasar por la Cámara Municipal ,
comenzó a multar a quien lavase vehículos y aceras con la manguera, dividió la
ciudad en norte y sur para organizar los cortes”.
“Ya me avisaron que sería un desgaste político. Sin duda lo
es, pero tengo escuelas, guarderías y hospitales que abastecer. No me considero
un político, tengo que ser un gestor. La situación es extremadamente
preocupante”, comentó el político.
Otro testigo entre los millones que ha tenido esta crisis ha
sido el empresario Sidney Trindade, quien le contó a la periodista que su
negocio hotelero cerca de la reserva se vino a pique y desapareció el 90% de
sus clientes.
¿Por qué desde que comenzó la crisis no se han impuesto
recortes planificados de agua en São Paulo, como sí lo hizo el alcalde Zorzo?
El empresario brasileño tiene una respuesta: “No lo han hecho porque había
Mundial y después elecciones, y quedaba feo. Mientras tanto, están acabando con
el agua”.
Todos esperan que vuelva a llover pronto. Que el agua llegue
definitivamente en los meses finales del año y las represas vuelvan a
inundarse. Que la peor pesadilla de los paulistas termine antes de empezar. Y
que la lección haya quedado aprendida sin necesidad del castigo.
Fuente:
http://www.elespectador.com/noticias/medio-ambiente/sao-paulo-se-queda-sin-agua-articulo-523676
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