(…)Brasil:
Millones votan en el Plebiscito popular por la Reforma Política
Por Fernando Vicente
Prieto
septiembre 15
Entrevista a Paola Estrada,
de la Coordinación nacional de la
Campaña por una Asamblea Constituyente, Soberana y Exclusiva, que impulsa
una reforma política en Brasil, para terminar con el financiamiento empresario
a las candidaturas y por equidad de género en las boletas electorales;
elecciones proporcionales a la cantidad de población y la puesta en marcha
efectiva de mecanismos de democracia directa.
Entre el 1 y el 7 de septiembre se realizó en todo el territorio
brasileño un “plebiscito popular”, exigiendo una profunda reforma al sistema
político. La iniciativa, rechazada por la mayoría de los partidos políticos y
ninguneada por los grandes medios de
comunicación, alcanzó un resultado impactante: unos 100 mil activistas,
nucleados en más de 2 mil comités populares, lograron convocar a unas 10
millones de personas.
El 24 de septiembre se conocerán los resultados definitivos,
aunque los organizadores destacan que “ya es una victoria”, que permite
consolidar un mayor nivel de unidad entre los movimientos populares.
Compartimos entrevista realizada a Paola Estrada, integrante de Consulta Popular
y una de las coordinadoras nacionales de la Campaña.
- ¿Cómo nace y se desarrolla la
Campaña por la
Asamblea Constituyente ?
– La Campaña nació durante las movilizaciones de junio de 2013 en
Brasil. La juventud brasileña fue a la calle, en principio por el tema de los
costos del Transporte Público, pero cuando se masifica la lucha, muchas otras
banderas van a la calle, como salud, educación y principalmente el tema de la
política, demostrando una crisis de representatividad política y una crítica al
sistema político actual.
En su primera declaración pública frente a las movilizaciones, la Presidenta Dilma
propone cinco “pactos”. Uno de ellos es que se realice un Plebiscito sobre una
Constituyente específica para la Reforma del Sistema Político. Todas las otras
propuestas son “aceptadas” por los sectores conservadores del gobierno y de la
oposición, con excepción del Plebiscito, y en menos de 16 horas la propuesta
“cayó”, por la presión y acusaciones de todo tipo que recibió.
A partir de este momento, los principales movimientos sociales de
Brasil -del campo, de la ciudad, de trabajadores, mujeres, jóvenes y negros–
deciden que “si no hay plebiscito oficial, nosotros haremos un plebiscito
popular”.
Hoy la Campaña por una Constituyente del Sistema Político
reúne a los principales sectores populares brasileños: más de 450
organizaciones sociales y políticas. Desde el fin de la dictadura militar, con
la Campaña por Elecciones Directas para Presidente, en 1984, no se veía una
unidad tan amplia y diversa.
- ¿Cómo piensan la cuestión de
la democracia participativa y la democracia representativa?
La campaña tiene como eje central la crítica al sistema político
actual, que en el proceso constituyente de 1988 mantuvo muchas “herencias” de
la dictadura y a lo largo de los años de neoliberalismo se fue empeorando.
La crítica al sistema representativo está centrada en el
enfrentamiento al poder económico en las campañas electorales. El promiscuo
financiamiento empresarial torna a las elecciones en un gran mercado de
intereses de las empresas privadas, y al final el “voto” de las empresas se
sobrepone a la voluntad popular, generando una “sub-representación” en el
Congreso Nacional, que está compuesto en su mayoría por empresarios y grandes
propietarios de tierra (del agronegocio).
La verdadera mayoría de la sociedad brasileña -los trabajadores,
mujeres, jóvenes, población negra, indígena, LGBT- no está representada en el
Poder Legislativo, por eso sus principales banderas avanzan muy poco en este
espacio.
En este sentido, estamos seguros de que este Congreso Nacional no
hará la Reforma
Política profunda y estructural que el Pueblo brasileño reivindica,
no hará cambios que disminuyan sus privilegios y afecten sus propios intereses.
Así que nos reunimos en unidad para luchar en las calles y presionar a los
poderes públicos de nuestro país para que “se cambien las reglas del juego de
la política”. Además, creemos que solamente con una profunda reforma política
avanzaremos en otras reformas estructurales pendientes, para resolver los
problemas históricos de nuestro pueblo: reforma agraria, reforma urbana,
reforma tributaria, reforma de los medios
de comunicación, educación, salud, entre otros.
- ¿Cuál es el balance que hacen
de esta etapa de la campaña y cómo sigue en el futuro inmediato?
– Aún no tenemos los resultados finales del Plebiscito Popular,
que estarán el 24 de Septiembre. La gente sigue trabajando en el conteo de los
votos por todo el país, aunque ya contabilizamos los votos por internet. Por
este medio votaron 1.744.872 personas. El 96,9% (1.691.006) votó por el Sí a la
Constituyente del Sistema Político, y el 3,1% (53.866) votó por el No.
La cantidad de votos y de participantes es muy importante, ya
podemos decir que esta es una campaña victoriosa. Todo el proceso pedagógico de construcción del Plebiscito Popular
generó más de 2 mil comités populares, en todos los Estados de Brasil, que organizaron
cursos de formación, agitación de calle, debates, entre otras actividades de
diálogo con el pueblo sobre la política y el futuro de la nación.
Calculamos que más de 100 mil militantes y activistas
voluntarios, en su gran mayoría jóvenes, trabajaron intensamente del 1 al 7 de
Septiembre, organizando cerca de 40 mil urnas y lugares de votación en plazas,
terminales de buses, escuelas, universidades, fábricas, empresas, pueblos
rurales, asentamientos, en más de 4.500 municipios por todo Brasil.
Cuando tengamos los resultados finales haremos un gran encuentro
en nuestra capital, Brasilia, en que entregaremos los resultados del Plebiscito
Popular a los tres poderes: a la Presidencia de la República, al Congreso
Nacional y al Poder Judicial, presionando con nuestra fuerza política y social
por un Plebiscito Oficial (organizado por el Estado) que trate del mismo tema
que el Plebiscito Popular.
En este sentido, seguiremos organizados y movilizados en unidad
con la bandera “Constituyente Ya!” en los próximos períodos. Y no tenemos duda
que si se masifican las luchas en la calle de nuevo, el movimiento popular
estará mucho más preparado y unificado para disputar el rumbo de estas luchas
con los sectores más conservadores y reaccionarios que aún imperan en Brasil,
en nuestro Congreso y en los grandes medios
de comunicación.
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