Triunfo
de los obreros aceiteros: 36% de aumento a los salarios
30 de mayo de 2015
30 de mayo de 2015
Ayer por la noche
se llegó a un acuerdo entre los representantes de los aceiteros nucleados en la
Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de
Algodón y Afines y los empresarios. Los obreros tendrán un salario inicial de
$14.300, lo que representa un aumento del 36%. La huelga iniciada el 4 de mayo,
los cortes y bloqueos en puertos y en el cordón industrial de Rosario, así como
las decisiones en asamblea, fueron medidas decisivas para esta victoria que
beneficia a 20.000 trabajadores y que, además, rompe el techo que pretendía
imponer el gobierno nacional.
Por ANRed.
El 29 de mayo, a 25 días de iniciado el
paro, la lucha de los aceiteros dio sus frutos, tras varias
reuniones en el Ministerio de Trabajo e, inclusive, en el Ministerio de
Economía. Tanto Carlos Tomada como Axel Kicillof se reunieron con los paritarios para
que no pelearan por el salario mínimo vital y móvil que exigían. Pero la huelga
sostenida desde el 4 de mayo en las puertas de distintas fábricas y que incluyó piquetes en el cordón industrial de Rosario y bloqueos en los puertos del Gran Rosario -con un centenar de
barcos varados en el río Paraná-, llevados adelante por más de 1000 obreros de distintos puntos del país, permitió
que la negociación se convirtiera en triunfo.
Si bien desde los
medios hegemónicos se sostiene que
el acuerdo alcanzado es del 27% -porcentaje del techo en “paritarias libres”
que delimitó el gobierno encabezado por Cristina Fernández- el obrero aceitero de menor categoría recibirá un
sueldo neto de $14.300, retroactivo al 1° de abril, lo que representa un
aumento del 36%. Según
trascendió, los empresarios y paritarios firmaron un segundo acuerdo en el que se alcanza dicho porcentaje,
que eleva a esa suma el salario inicial, actualmente en $10.500.
Cabe señalar que
las empresas, entre ellas Cargill, Molinos, Dreyfus y Nidera, por cada $1000 de ventas destinan entre $5 y $18 a
salarios y que con sólo el 0,5% de lo que facturaron en el 2014
pueden pagar el aumento de todo el año a los 20.000 obreros. Es decir que,
como destacaron los trabajadores, no existían “razones
económicas para negarnos el aumento salarial exigido”. De hecho, los
paritarios denunciaron que luego de alcanzado un acuerdo de palabra con las
patronales el viernes 22 de mayo -por el 36% finalmente acordado- fue el
gobierno nacional el que sostuvo que no era viable.
“Yo no soy como
esos que se quedan en casa / escuchando la radio para ver lo que pasa / yo me voy
a la huelga con los trapos y los bombos / si no dan el aumento se va a armar el
quilombo” cantaban los
aceiteros en los piquetes. Y ayer, día además del
recuerdo vivo del Cordobazo, llegó la victoria, lograda en
unidad y con la confianza que vale: la propia, la de la lucha obrera. “Pusimos lo que hay que poner, el
cuerpo y la conciencia, la unidad y la solidaridad”, afirmaban desde la
Federación.
Anoche quienes se
sentaron en la mesa paritaria -entre ellos el secretario general Daniel Yofra y el secretario gremial Adrián Dávalos- viajaron a Rosario
para reencontrarse con sus compañeros y compartir el orgullo de lo alcanzado.
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“No es una cuestión
de plata, es una cuestión de pelea clasista expuesta”
26 de mayo de 2015
26 de mayo de 2015
En
esta segunda parte de la entrevista a Daniel Yofra, el Secretario
General de la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial
Oleaginoso de la República Argentina, el sindicalista resume sus
principales reclamos y las perspectivas a futuro de la lucha del gremio
de Aceiteros.
- Hace tres semanas que están en paro por un aumento salarial del 36%,
ya acordado con las empresas pero rechazado por el gobierno, ¿cuál es la
importancia del conflicto actual de los Aceiteros?
– La
trascendencia que tiene es la de poner la lucha económica en el lugar
que tiene que estar. Ya está quedando muy claro. Los que plantean que
los salarios se discuten actualizando lo que ya tenés con la inflación
pasada o como hace el gobierno hoy, que te dicen “hay que ver las
proyecciones de la inflación que venga porque sino hay que bajar la
nominalidad” y te dicen “va a haber un 22%”. Desde esta Federación
Nacional Aceitera planteamos que para discutir inflación pasada o
inflación futura o lo que carajo sea, primero tenés que tener cubiertas
las necesidades básicas.
Nosotros decimos que no se puede ganar solo, que si te quedás solo tarde
o temprano perdés. Hubiera pasado acá si quedábamos sólo con Dreyfus.
Hoy somos una federación nacional, hay 40 fábricas de paro, pero eso no
alcanza. Hay un momento en la lucha de clases que si no hay un
enfrentamiento en conjunto del trabajo contra el capital, las peleas
sectoriales tarde o temprano se pierden. Por eso esta huelga ya es un
triunfo, ya es un éxito, porque pone las cosas tal cual son, por lo
menos en la lucha económica.
- ¿Cómo funciona en las reuniones la cuestión de las paritarias libres,
techo o no techo?
– Tienen un discurso muy perverso en ese sentido, salen a decir eso y
después adentro te aprietan. Nosotros no somos fáciles de apretar, saben
que si bien no tenemos la trascendencia en los medios como pueden tener
otros dirigentes, tenemos mucha fortaleza y conciencia. Ellos saben del
paro que hay hoy a nivel nacional. Entonces, el primer día se plantan de
una manera, inflando el pecho y ninguneándonos y ya la segunda te piden
por favor que veamos cómo arreglar. Dijeron que no iban a permitir más
de una semana de paro y ya vamos por la tercera.
Todos se mueven así, no sólo los kirchneristas, los otros que vengan
creo que van a ser peores, pero ellos piensan que no se puede discutir
por sobre el 30% y nosotros lo hacemos. Demuestren ustedes que es
inflacionario, que los patrones demuestren que no lo pueden pagar,
nosotros ya demostramos por qué necesitamos esa plata.
- ¿Qué análisis hacés de la posición del gobierno y cómo se mueve en el
tema paritarias?
–
Ahora está más clara la decisión firme del gobierno de no permitir estos
aumentos, al menos de no permitir que salga en las tapas de los diarios
que Aceiteros volvió a romper el techo. Lamentablemente para aquellos
que podían tener una expectativa en determinadas políticas, o en el
ministro que escribe libros sobre Keynes, la realidad es la contraria,
hay una decisión firme de no permitir aumentos de salarios como los
planteamos nosotros. Es verdad que estas empresas lo pueden pagar, sí,
acá no hay traslado a precios, te pueden hasta decir eso, pero bueno “si
vos lo haces lo van a hacer todos y eso va a generar inflación”.
Me
parece que parte de un análisis de ellos de la incapacidad que tienen de
hacer que los empresarios no trasladen a precio determinadas cuestiones.
Han sacado la conclusión de que es más fácil apretar a los trabajadores
o arreglar con los sindicalistas que arreglan, que apretar a los
empresarios para que bajen la tasa de ganancia.
La
presidenta en todos sus discursos, al menos internacionales, habla de
que la salida de la crisis es el mercado interno y que la tasa de
ganancia de la Argentina es la más grande que hay en el mundo, pero a la
hora de la verdad son socios de los empresarios y pelean contra los
trabajadores. Por
supuesto que con la complicidad de la gran mayoría de los dirigentes
sindicales, ahí hay responsabilidad de la dirigencia obrera, hoy no hay
una resistencia como debiera.
Sin lugar a dudas el sentido de la posición actual del gobierno frente a
nosotros es para disciplinar al conjunto de la clase trabajadora, el
mensaje es “ni los aceiteros pueden”. Nosotros
tenemos la claridad de que lo que estamos pidiendo es lo justo y nos
ajustamos a derecho. No estamos pidiendo algo inventado por nosotros,
esto está en la Constitución Nacional y en la ley de contrato de
trabajo.
- Están muy convencidos de la batalla que están peleando
–
Esa discusión nosotros la vamos a dar porque para nosotros es mucho más
importante que los porcentajes. No queremos decir que somos los
imbatibles porque vamos a romper el techo por cuarta vez, nosotros no
queremos romperle el techo a nadie. Queremos que los laburantes entren y
ganen bien, que el único problema que tengan sea qué carrera van a
seguir sus hijos, eso es lo que nos interesa. No queremos vivir de
conflicto, hemos demostrado que cuando se arregla, los compañeros entran
a laburar bien, con alto rendimiento y ellos lo saben también.
Todos los trabajadores deberían cobrar eso. ¿Qué implica? ¿Qué las
empresas ganen menos? Y sí, eso implica. Discutamos, ¿un gobierno como
el de la provincia de Santa Fe con el 80% de la molienda del país no le
puede pagar a los maestros o a los estatales porque dicen que no tienen
recursos? ¡Que me dejen de hinchar las pelotas! El 80% de la molienda
sale de acá. ¿Cuándo tuvimos una situación así en Santa Fe con tanta
plata que les entra a los gobiernos, cuándo estuvo Santa Fe así? Hace
muchos años que recaudan fortunas, bueno, hacé algo para favorecer a los
trabajadores de tu provincia, para eso sos gobierno.
Acá
no hay un problema económico, las empresas en estos días de paro
perdieron mucho más que si nos hubiesen dado el aumento. No es una
cuestión de plata, es una cuestión de pelea clasista expuesta y
desenmascarada en todos los niveles. Esto es una lucha de clases.
Carla Millán y Esteban Fridman,
desde Rosario.
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