Boletín informativo nº 758 de CORREPI
Boletín
informativo nº 758, 22 de mayo de 2015.
Sumario:
¿Qué intenta tapar la “Campaña Contra la Violencia Institucional”?
Juicio y condena al bonaerense que asesinó a Leo González.
Despidos en Metalsa.
Festival de la criminalidad de uniforme.
Federal preso por golpear a un vecino de Soldati.
Próximas actividades.
Juicio y condena al bonaerense que asesinó a Leo González.
Despidos en Metalsa.
Festival de la criminalidad de uniforme.
Federal preso por golpear a un vecino de Soldati.
Próximas actividades.
↑ ¿Qué intenta tapar la “Campaña Contra la Violencia Institucional ”?
Como hemos relatado en boletines anteriores, abril nos encontró
militando en las calles el Mes Contra la Represión en los Barrios, iniciativa
promovida desde el ENA (Encuentro Nacional Antirrepresivo) en diferentes
lugares del país. La batería de actividades se consagró por su diversidad, con
radios abiertas, películas, recitales, murales, “choripaneadas”, etc. Cada una
sirvió para poner en evidencia que las fuerzas de seguridad nos fusilan casi un
pibe por día; para convocar a los jóvenes de los barrios a no caer en la trampa
oficial que les ofrece convertirse en verdugo de su propia clase a través del
reclutamiento para las policías comunales, y para denunciar que inseguridad, es
la policía en las calles. Así, buscamos generar conciencia antirrepresiva en los
barrios y poner en discusión las “soluciones” que ofrece el estado.
Como parte de esas “soluciones” tramposas, hace dos años el
kirchnerismo lanzó su “Campaña Contra la Violencia Institucional ”,
con la que confrontamos en lo material, lo práctico, y fundamentalmente en lo
ideológico. La campaña intenta generar un discurso sobre la represión que no
responsabiliza al estado y al gobierno que lo administra, sino que presenta los
hechos de “violencia institucional” como abusos de “loquitos sueltos” o como excesos
de “instituciones desmadradas”. Nosotros respondemos que si es institucional,
no es violencia, es represión, y denunciamos la forma deliberada en que la “Campaña ” se intenta
apropiar de las consignas de las organizaciones que enfrentamos la represión y
denunciamos al estado como responsable para vaciarlas de contenido,
tergiversarlas y desarticular la organización popular.
En torno al Mes Contra la Represión en los Barrios vimos
consumada esta política de usar las mismas consignas, ocultando al verdadero
responsable. Un caso concreto ocurrió en la localidad de San Fernando (acceso
Tigre y ruta 202 en Villa del Carmen), donde los compañeros de CORREPI de la
zona norte del conurbano hicieron una pintada con la consigna “Inseguridad es
la policía en la calle”, uno de los ejes que el ENA se propuso visibilizar.
Algunos días más tarde, la pintada seguía en pie, pero con una
leve modificación: en lugar de la firma “CORREPI en el ENA”, ahora la suscribía
“JP Evita”.
La usurpación de la pintada a través de tapar nuestra firma y
reemplazarla por la de una organización que es parte del partido de gobierno
claramente cambió el propio sentido de la consigna, que pasó de denunciar un
estado que necesita del control social para seguir generando desigualdad al
señalamiento de una policía “descompuesta” que no respondería a sus
responsables políticos.
Es la política de la
“Campaña ” oficial: tapa al responsable, tapa la posibilidad
de empoderarse por medio de la lucha, tapa la organización como síntesis
política de los pueblos, tapa la sistematicidad de nuestros pibes muertos por
el aparato represivo, tapa todo lo que el estado necesita generar la propia
inseguridad que luego será “solucionada” por medio de la militarización de los
barrios, y tapa la desesperada búsqueda de consenso en un año electoral.
Lo que no pueden tapar es la realidad, que “no es un policía, es
toda la institución”, y que esa institución no se “autogobierna”, sino que es
el brazo armado de los que gerencian el aparato estatal.
↑ Juicio y condena al bonaerense que asesinó a Leo González.
Contábamos en nuestro Boletín nº 757 que el martes 12 de mayo,
en los Tribunales de Lomas de Zamora, empezó el juicio al policía que asesinó a
Leo González el 24 de febrero de 2013, cuando tenía 21 años. Ese domingo, bien
temprano, el cadete de la Policía Bonaerense Juan Manuel Vallejos, de 22
años, venía disparando tiros al aire con su arma reglamentaria desde su
camioneta, en pleno centro de Villa Fiorito. Leo, que iba a visitar a su beba
de seis meses, lo increpó para que dejara de hacerlo, y la respuesta fueron
siete tiros a quemarropa.
Su familia decidió hacer escuchar su voz. Con los medios que encontraron a su alcance, se propusieron
que el asesinato no quedara en la más dolorosa impunidad. Se acercaron a
CORREPI y, desde ese momento, se sumaron a la militancia para mostrar que su
hijo es uno más de la larga lista de pibes que la policía mata todos los días.
El juicio al cadete Vallejos comenzó En las audiencias
declararon varios testigos que contaron cómo Vallejos, dueño y señor de las
calles del barrio, como todos los días la policía busca enseñarnos, sin ningún
reparo fusiló a Leo y puso a muchos más en peligro.
La estrategia de la abogada defensora fue la de desprestigiar a
Leo y los testigos por ser pibes de una barriada popular, con preguntas como si
se drogaban, si el barrio es peligrosa, y exclamaciones del tipo “¡Cómo no va a
sentir miedo Vallejos en Fiorito y de noche!".
En esas mismas preguntas se deja traslucir el discurso que tanto
escuchamos en los medios de
comunicación, que estigmatiza y criminaliza la pobreza: los pibes pobres son
los peligrosos, los que no respetan la “ley”, los que son capaces de cualquier
cosa. Es ese discurso de la “inseguridad” que le hace el juego a la política
estatal de llenar los barrios de fuerzas represivas para mantener a los pibes
sumidos en un mundo en el que la única opción para sobrevivir pareciera ser
agachar la cabeza.
Finalmente, hoy los jueces dieron a conocer la sentencia, con la condena a 15 años de prisión para el policía. Una vez más, el homicidio policial se sancionó como si su autor no fuera policía. Una vez más los jueces, ante lo inevitable, condenaron al individuo y dejaron impune al policía.
Finalmente, hoy los jueces dieron a conocer la sentencia, con la condena a 15 años de prisión para el policía. Una vez más, el homicidio policial se sancionó como si su autor no fuera policía. Una vez más los jueces, ante lo inevitable, condenaron al individuo y dejaron impune al policía.
↑ Despidos en Metalsa.
En la empresa metalúrgica Metalsa, ubicada en la zona norte del
Gran Buenos Aires, los trabajadores están llevando adelante una serie de
medidas de resistencia y lucha, ya que desde el año pasado vienen soportando
despidos y suspensiones, parte de un ajuste a los distintos sectores que
componen la fábrica –que cuenta actualmente con unos 1.500 obreros-.
La gerencia, de capital mexicano desde el año 2010, intenta
llevar a cabo un plan de medidas antilaborales, con el objetivo de generar más
ganancias a costa de los trabajadores. Así, trata de desarticular las luchas
que en la planta, persigue a los activistas y despide a los que se organizan.
Esto se puede ver con claridad en el caso del delegado Ignacio Serrano, a quién
trataron de cooptar con un “incentivo” económico. Ante su negativa, le revocaron
el mandato como delegado con la complicidad del sindicato, la UOM y lo
suspendieron, desconociendo sus fueros. Luego, lo cambiaron de sector, en una
clara estrategia por separarlo de sus compañeros.
Así como la empresa persigue y despide trabajadores, y el gremio
les ha dado la espalda, ni la justicia, ni el ministerio de Trabajo han dado
respuestas. Es claro que actúan en complicidad contra la clase trabajadora.
El año pasado fueron despedidos 150 obreros; este año ya van 30,
y se estima que planean llegar a los 300, “por goteo”, es decir, un par esta
semana, otros la
siguiente. De esa manera intentan evitar que se profundice el
conflicto. Pero los trabajadores se están organizando. Conformaron la Comisión Despedidos
de Metalsa, y desde allí llevan a cabo medidas de fuerza, como los actos que se
han realizado en la puerta de la fábrica por la reincorporación de los
compañeros despedidos y el fin de las suspensiones, así como la campaña de
juntada de firmas que realizan actualmente para presentar en los juzgados, y
que ya cuenta con el aval de muchísimas organizaciones y dirigentes políticos,
sindicales, de derechos humanos, etc. Es importante remarcar que también
cuentan con la solidaridad de otros trabajadores de empresas de la zona, como
Gestamp, Lear, Fate, Frigorífico Rioplatense. Porque la única salida posible es
la organización de los trabajadores en una lucha conjunta.
↑ Festival de la criminalidad de uniforme.
Aunque no es novedad que integrantes del aparato represivo
aparezcan como protagonistas de hechos delictivos, esta semana las noticias
muestran un verdadero festival.
En el conurbano norte, fueron detenidos varios policías y un
funcionario de la municipalidad de Vicente López que dirigían distintas
variantes delictivas desde un pool frente a la estación de tren de Munro. El
menú era amplio, ya que extorsionaban a ladrones y dealers de las villas de la
zona, vendían drogas, reducían botines de asaltos, operaban un prostíbulo,
vendían “protección” a comerciantes a los que amenazaban con armar causas si no
pagaban, y una infinidad de etcéteras.
El jefe de la banda, al que se llegó a partir de escuchas telefónicas muy provechosas, gracias a que su conciencia de impunidad no ponía límites a lo que decía, es el capitán Héctor López, ex jefe de calle de la comisaría de Munro, apodado “La Vaca” y especialista en sistemas para la recaudación ilícita.
El jefe de la banda, al que se llegó a partir de escuchas telefónicas muy provechosas, gracias a que su conciencia de impunidad no ponía límites a lo que decía, es el capitán Héctor López, ex jefe de calle de la comisaría de Munro, apodado “La Vaca” y especialista en sistemas para la recaudación ilícita.
Otro de los policías detenidos es el apodado “Siberiano” por sus
ojos claros, que era el encargado de apretar pibes en el barrio y reclutarlos
para robar o transar drogas con “peaje” para la banda.
El tercero es Alejandro Fuentes, también ex integrante de la
comisaría de Munro, y que hasta su detención revistaba en el flamante Comando
de Prevención Comunitaria de Vicente López. Para completar la lista de
funcionarios públicos, hay que mencionar a Jorge Marcelo Fernández, empleado de
la municipalidad a cargo de Jorge Macri. Además ded los tres civiles que
regenteaban el pool, la fiscalía encargada de la causa tiene en la mira unos
cuantos bonaerenses más, que aparecen en las escuchas telefónicas tramando
causas fraguadas y alertando a “La Vaca” de los avances de la investigación.
La misma semana, pero en Paraná, se supo de un caso que es un
ejemplo de la tan promovida “cooperación interfuerzas” que promueve el gobierno
nacional, ya que entre los miembros de una banda de narcotraficantes hay un
comisario entrerriano, dos federales y un gendarme.
El comisario, como para que no quede duda de para qué sirve la
policía, es Mario Núñez, de la Dirección de Toxicología de la policía
entrerriana. Los otros policías son de la Delegación Concordia
de la
Policía Federal Argentina y el gendarme, del Escuadrón 4 de
Gendarmería Nacional.
En ocho allanamientos en domicilios vinculados a los uniformados
se secuestraron cantidades importantes de cocaína fraccionada, lista para
comercializar, balanzas digitales, elementos de corte, teléfonos y cámaras
digitales, elementos informáticos, dinero en efectivo y anotaciones
relacionadas con la causa que se investiga, lo que muestra que, como los de
Munro, tenían sus informantes. Naturalmente, sobraban las armas de fuego, como
pistolas calibre 9
milímetros , revólveres calibres 22 y 38, carabinas
calibre 22, escopetas calibre 12/70 y 28 y una gran cantidad de municiones.
Finalmente, la frutilla del postre de la criminalidad policial
de la semana fue la comprobación de que la banda que mantuvo secuestrado por
ocho días al empresario Daniel Rebagliatti era dirigida por un policía federal,
que fue detenido junto a nueve de sus cómplices, sin que hasta hoy se difunda
su nombre.
Parece que no exageramos cuando decimos que el aparato represivo estatal es el que gerencia y protagoniza el crimen organizado en Argentina.
↑ Federal preso por golpear a un vecino de Soldati.
Parece que no exageramos cuando decimos que el aparato represivo estatal es el que gerencia y protagoniza el crimen organizado en Argentina.
↑ Federal preso por golpear a un vecino de Soldati.
El 31 de octubre de 2009, Luis y Roxana, un matrimonio de
trabajadores del barrio porteño de Soldati invitó a cenar a una pareja de
vecinos bolivianos para despedirlos, porque volvían a su tierra. Los cuatro
fueron a un bar de la zona, donde se come y baila. Promediando la velada, una
discusión entre otros comensales hizo que alguien llamara a la policía. Personal
de la comisaría 39ª irrumpió en el local, y sin distinguir entre unos y otros,
arreciaron los insultos y empujones para que todos salieran a la calle.
La mujer invitada por el matrimonio recibió un golpe en la cara,
lo que hizo que Luis, indignado, reprochara al policía semejante conducta. De
inmediato, toda al atención policial se centró en ellos. Luis y Roxana llegaron
a subir a su auto, estacionado frente al local, pero los policías se
abalanzaron sobre el vehículo, rompieron la luneta y los vidrios de las
puertas, arrastraron a la mujer hasta la calle, y arremetieron a golpes con las
tonfas contra Luis.
Roxana atinó a llamar al 911 y sus gritos desgarradores pidiendo
una ambulancia quedaron grabados junto con el ruido de los palazos y los
alaridos de Luis.
Cuando Luis se despertó en el Hospital Pirovano, con un diente menos, un ojo cerrado por el edema (perdió un buen porcentaje de visión, igual que parte de la audición, por los golpes en un oído), el maxilar y el nasal fracturados y lleno de hematomas y cortes, se enteró que, además, estaba detenido por el delito de “atentado y resistencia a la autoridad”. Como para completar el cuadro, el policía que había ido con él en la ambulancia, y que ahora lo custodiaba, era el que había sacado a su mujer del auto, y lo había sujetado mientras los demás lo golpeaban.
Apenas pudo caminar, Luis se contactó con CORREPI. Nos llevó varios años lograr impulso en la causa penal contra la policía, y cerrar la iniciada contra él. La reticencia de jueces y fiscales de instrucción a imputar policías se vio reflejada en que sólo ese policía, el único que pudimos individualizar, porque su nombre estaba registrado en la historia clínica como consigna dispuesta en el hospital, quedó acusado.
Cuando Luis se despertó en el Hospital Pirovano, con un diente menos, un ojo cerrado por el edema (perdió un buen porcentaje de visión, igual que parte de la audición, por los golpes en un oído), el maxilar y el nasal fracturados y lleno de hematomas y cortes, se enteró que, además, estaba detenido por el delito de “atentado y resistencia a la autoridad”. Como para completar el cuadro, el policía que había ido con él en la ambulancia, y que ahora lo custodiaba, era el que había sacado a su mujer del auto, y lo había sujetado mientras los demás lo golpeaban.
Apenas pudo caminar, Luis se contactó con CORREPI. Nos llevó varios años lograr impulso en la causa penal contra la policía, y cerrar la iniciada contra él. La reticencia de jueces y fiscales de instrucción a imputar policías se vio reflejada en que sólo ese policía, el único que pudimos individualizar, porque su nombre estaba registrado en la historia clínica como consigna dispuesta en el hospital, quedó acusado.
La consecuencia con que Luis y su compañera, y los dos vecinos
que los acompañaban, sostuvieron su relato, sumado a la grabación de la llamada
telefónica, permitió que, en diciembre de 2014, el oficial de la PFA, Sergio Ariel
Martínez, fuera condenado a cuatro años de prisión. No por aplicación de
tormentos, como pedimos desde la querella, sino por lesiones graves, como si
hubiera sido un ataque de un particular.
Ahora, agotada la batería de recursos contra la sentencia, el
Tribunal Criminal nº 24 ordenó la detención del policía, que desde hace unas
horas es el más nuevo inquilino del pabellón para fuerzas de seguridad de la
cárcel de Marcos Paz. Por un par de años, al menos, habrá un represor menos en
la calle.
Próximas actividades
Sábado 23 mayo, 13:00, Muraleada en Martín Fierro y Victoria , Merlo, el barrio de Mauro Rodríguez,
asesinado por la policía.
Sábado 23 de mayo, 18:00, Conferencia de prensa inaugural de
actividades en el marco de la visita de familiares de los 43 estudiantes
normalistas desaparecidos en Ayotzinapa. En el Espacio de Pañuelos en Rebeldía,
Carlos María Ramírez 1469, Pompeya.
Lunes 25 mayo, 12:00, Muraleada y locro en Colombia 2250,
Libertad, Buenos Aires, el barrio de Pablo Adrián Borja Ledezma, asesinado por
la policía.
Martes 26 mayo, 10:00, Concentración y conferencia de prensa frente a la Embajada de México (Arcos 1650, Belgrano, CABA) a 8 meses de la desaparición de los 43 estudiantes en Ayotzinapa. A las 13:00, concentración en 9 de Julio y Corrientes, para movilizar hastala Cancillería. A las 20:00, conferencia en la
facultad de Filosofía y Letras, Puan 480, Buenos Aires.
Martes 26 mayo, 10:00, Concentración y conferencia de prensa frente a la Embajada de México (Arcos 1650, Belgrano, CABA) a 8 meses de la desaparición de los 43 estudiantes en Ayotzinapa. A las 13:00, concentración en 9 de Julio y Corrientes, para movilizar hasta
Sábado, 6 junio, 14:00 charla con CORREPI en el marco de la
Jornada político-cultural a 46 años del Cordobazo en Av. Monsegur 260, Moreno
Sur. Invitan Bachillerato Popular El Cañon, CPS 29 de Mayo.
CORREPI en el aire:
CORREPI en el aire:
El tercer sábado de mes, cada dos meses, a las 16:00, escuchá el
espacio de CORREPI en el programa Rebeldes Stereotipos, por FM La Tribu , FM
88.7, o en www.fmlatribu.com
El tercer sábado de cada mes, escuchá la columna de CORREPI
"Palermo antirrepresimio" en el programa El Palermo de los Simios,
por FM La Caterva, FM 97.3 o enwww.fmlacaterva.com.ar
El último miércoles de cada mes, a las 21:00, escuchá la columna
de CORREPI en Derrocando a Roca, por Radio La Colectiva, FM 102.5. En vivo por:http://www.lacolectiva.org.ar/envivoHD/index.html
Los miércoles, a las 1:15, escuchá la columna de CORREPI en
Radio Frecuencia Zero, FM 92.5 o en www.frecuenciazero.com.ar
Lunes por medio, a las 21:30, escuchá la columna de María del
Carmen Verdú en Sueños Posibles, el programa de Alfredo Grande por La
Retaguardia,http://laretaguardiaradio.blogspot.com.ar/
Los sábados, de 16:00 a 18:00, Leña al Fuego, conducido por el
periodista Herman Schiller, con columna de CORREPI a las 17:00. Por Radio
Belgrano, AM 650, Por internet,www.belgrano650.com.ar. Teléfonos para
oyentes: 4535-5900; 4313-8577 y 4313-8575. Correo electrónico: leniaalfuego@gmail.com.
Twitter: @leniaalfuego
Los domingos, a las 10:30, escuchá la columna de los familiares de víctimas de la represión organizados en CORREPI en el programa Nunca es Tarde porFM Moreno 90.1 ,http://fmmoreno.blogspot.com.ar/
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Fuente: http://www.anred.org/spip.php?breve10807
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