Claromecó, la cuenca fallida07/03/2014
Cuando las resistencias al fracking en el sur de la provincia de Buenos Aires se hicieron sentir, funcionarios de YPF rápidamente desmintieron la posibilidad de que hubiera interés en el potencial hidrocarburífero dePor OPSur.
- Cuando en marzo 2010 las autoridades bonaerenses firmaron un convenio de exploración con YPF, el potencial del subsuelo de la provincia era la clave de acceso a la bonanza, no había lugar a dudas. Desde diferentes sectores se aseguraba que había llegado el momento de discutir la matriz productiva, dejar de creer que la riqueza estaba en el suelo, en el agro, y ampliar el horizonte o, al menos, mirar debajo. En junio de ese año el gobernador Daniel Scioli envió a la Legislatura un proyecto de ley para regular la actividad hidrocarburífera. No sólo apuntaba a crear el Organismo Provincial de Hidrocarburos y Minerales Afines (Ophyma), como autoridad de aplicación, sino también una empresa pública que interviniera en las etapas de exploración, extracción y comercialización. La oposición también incorporó el tema en su agenda y presentó proyectos en ambas cámaras. También por esos días
Promediando 2012 el tema volvió a la palestra cuando nuevamente YPF, ahora controlada por el Estado, manifestó que estaba interesada en Claromecó, descartando otras cuencas sedimentarias como Salado Continental y Colorado Continental. En el marco del Plan de Exploración de Frontera la petrolera indagaría en torno a la existencia de un sistema petrolero y potencial del gas alojado en mantos de carbón. Nuevamente se hablaba de la tríada gas, petróleo, carbón; pero esta vez los anuncios oficiales y corporativos se toparon con cuestionamientos a la aplicación de la técnica de fractura hidráulica (fracking) en el proyecto. Vecinos y concejales de diferentes distritos advirtieron sobre los impactos de la explotación de yacimientos no convencionales en otras latitudes. Desde la petrolera, el Instituto Argentino del Petróleo y el Gas (IAPG) y el gobierno bonaerense – particularmente desde el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS)- intentaron desactivar las críticas, pero lejos estuvieron de lograrlo. La polémica creció e incluso los concejos deliberantes de seis municipios se pronunciaron en contra de la aplicación del fracking a través de ordenanzas, moratorias o resoluciones. En este contexto la empresa dio un golpe de timón y optó por afirmar que nunca había estado interesada en explorar el potencial de la provincia de Buenos Aires. Una decisión que, si buscaba clausurar el debate, no lo logró. De hecho, luego que YPF desmintiera sus intenciones, Tandil aprobó su ordenanza de prohibición.
Retorno a Gondwana
En 1995, en el marco del Plan Argentina, Barrancas Sur Minera, subsidiaria de PAE, comenzó trabajos de exploración en la cuenca de Claromecó, que se extiende por el centro sur y sudoeste de la provincia de Buenos Aires, comprendiendo quince municipios. La empresa realizó relevamientos aerogravimagnetométricos sobre 26,5 mil km² -de una superficie total de 50 mil km²-, que complementó con
El sitio elegido para montar la torre fue Paragüil, en cercanías de la estación ferroviaria homónima, distante
La
atención de Laprida y localidades vecinas estaba depositada en el rectángulo de
dos hectáreas en que se montó la torre de perforación; el movimiento económico
generado por la cuadrilla de trabajadores –que se alojaba en esa ciudad-
alimentaba ilusiones. En el invierno del ‘98 un cronista del diario El
Popular de Olavarría afirmó: “Todavía es temprano para saber cuánto
afectará a Laprida y su zona de influencia el petróleo, de confirmarse la
existencia del yacimiento, pero no son pocos los que ya han comenzado a soñar”
(30/07/98). El trépano se detuvo al llegar a los 3380 metros y de
Paragüil el equipo de perforación se trasladó a San Cayetano, a 28 kilómetros del
casco urbano. En cercanías de la laguna La Corina perforó un pozo de 2050 metros (La
Nación, 19/11/98; Lesta y Slywan, 2005: 222).
Pasaron cuatro meses, y mucho tiempo más, y las conclusiones de aquella campaña exploratoria aun son una incógnita. Hacia 2003 la empresa perforó otros dos pozos de más de 2 mil metros, fue el turno de Gral. La Madrid y San Mayol (Chebli, 2007). Años más tarde, consultado por el diario platense Hoy, Lesta afirmó: “Todavía no se encontró nada útil” (29/05/06).
2010, el año de los (no) anuncios
“Al iniciar la gestión encaramos estudios exploratorios que dan indicios de la presencia de gas y carbón en nuestro territorio. Estamos ante las puertas de un hallazgo que puede representar un gran cambio en la matriz económica de Buenos Aires. A fines de marzo enviaremos el proyecto de Ley de Hidrocarburos, que alienta las inversiones para su exploración, extracción y explotación (sic). Una economía basada en la producción demanda más energía”, afirmó el gobernador Scioli en el discurso de apertura de sesiones de la Legislatura bonaerense (Colón Doce, 02/03/10). Dos días más tarde el mandatario firmó el convenio con YPF, la provincia quedaba formalmente incluida en el Programa Exploratorio y Productivo 2010-2014 de
A partir del anuncio oficial la prensa se ocupó de incrementar las expectativas. “La inminencia de la presentación del proyecto de ley por parte de Scioli fue confirmada a iProfesional.com por fuentes del Ministerio de Producción bonaerense. Tal es la relevancia del nuevo mercado que puede abrirse que, según explicaron desde la cartera, YPF ya se aseguró ‘a través de un convenio que se firmó a principios de este mes’ la prioridad para una futura explotación en las reservas hidrocarburíferas que se detecten”, afirmaba el portal de noticias (12/03/10). Por esos días las miradas se posaban en las cuencas Salado Continental y Colorado Continental, estudiadas por diferentes campañas exploratorias desde la década de 1930 (Chebli, 2007).
A
fines de mayo trascendió que el demorado proyecto de ley no sólo contemplaba la
creación del organismo encargado de otorgar las licencias y administrar los
recursos sino también de una empresa estatal para “desarrollar actividades de
naturaleza operativa y comercial, en el campo de la exploración, explotación,
comercialización y distribución de los hidrocarburos y minerales afines” (i
Profesional, 27/05/10). El 2 de junio la iniciativa del Gobierno ingresó al
Senado de la provincia, para entonces la oposición ya había presentando sus
proyectos, el GEN lo había hecho en ambas cámaras, mientras que Unión PRO sólo
en Diputados. Pocos días después Barranca Sur anunció que había descubierto
carbón en Laprida, el hallazgo se produjo en los pozos perforados en las áreas
Paragüil y La Elena, a 500 y 800
metros de profundidad.
Llama
la atención la cercanía temporal entre la presentación del proyecto de Ley de
Hidrocarburos y el anuncio del descubrimiento de carbón, incluso da pie para
interpretar la publicidad del hallazgo como la forma elegida por la empresa
para intervenir en el debate. Tal vez fueron meras casualidades, pero en
concreto, la sanción de la norma podía afectar los intereses de PAE. La promulgación
de un nuevo marco jurídico implicaba la concesión de áreas para exploración y
explotación y ambas petroleras habían posado los ojos sobre la misma región. Si
bien una decía estar interesada sólo en el carbón, la otra pretendía
indagar el potencial del gas alojado en esos mismos mantos de carbón. Incluso
meses más tarde trascendió que la Dirección de Minería de la Provincia, con
recursos del BID, analizaba distintas tecnologías de explotación del carbón
“para que haya una cuestión medioambiental cuidada” (El Popular, 08/08/10).
Demasiadas manos sobre un mismo plato.
Nunca, jamás
“‘YPF vuelve a explorar como en los viejos tiempos (…). Con la exploración de alto riesgo, YPF está subiendo la apuesta’, dijo Miguel Galuccio al presentar los resultados del Plan Exploratorio Argentina. Este programa revela un nuevo mapa de oportunidades para ampliar las fronteras hidrocarburíferas en nuestro país y que comenzará a ponerse en marcha en el corto plazo con acciones concretas en provincias que eran consideradas ‘no petroleras’. Se perforarán 25 pozos de estudio (considerados exploración de frontera), con objetivos convencionales y no convencionales y se realizarán estudios de sísmica 2D y 3D”, enfatiza la nota publicada en el portal de YPF (23/08/12). A escasos meses de volver a ser controlada por el Estado, la nueva conducción de la petrolera irrumpía con ímpetu, mostrándose con capacidad de iniciativa y en veloz carrera hacia la recuperación del autoabastecimiento. En ese marco había presentado el Plan Estratégico 2013-2017 y el relanzaba el Plan Exploratorio Argentino, heredado de
En
octubre de 2012 representantes de la compañía se reunieron con funcionarios de
la provincia de Buenos Aries para informar los avances logrados en el marco del
acuerdo de trabajo para el Desarrollo de Proyectos Exploratorios de
Hidrocarburos. En esa oportunidad centraron su análisis en la cuenca de
Claromecó. Según el parte de prensa difundido por la Secretaría de Comunicación
Pública de la provincia de Buenos Aires, “YPF manifestó su interés en avanzar
en la obtención de un permiso de exploración, previa discusión del marco legal
a implementar en la
provincia. Se podrá contar, de este modo, con un diagnóstico
del potencial hidrocarburífero que permita asumir compromisos de inversión para
su exploración en el corto y mediano plazo” (04/10/12).
Si bien ya en abril de 2013 el diputado Ricardo Lissalde, del bloque unipersonal Alternativa Peronista –actualmente Frente Renovador-, presentó el primer proyecto de ley para prohibir el fracking en la provincia, fue el ejemplo de los concejales de Cinco Saltos (Río Negro) el que prendió con más fuerza: sancionaron una ordenanza prohibiendo el fracking dentro del ejido municipal. La posibilidad de presentar ordenanzas para prohibir la técnica permitió que se tejiera una red donde confluyeron ediles de diferentes fuerzas, asambleas de vecinos y organizaciones ambientalistas. Las comunidades locales, a través de sus organizaciones y representantes reclamaban –y ejercían- su derecho a decidir su modelo de desarrollo y la suerte de su territorio. A partir de la primera reunión de estos sectores, en julio de ese año en Sierra de la Ventana, las iniciativas se fueron multiplicando. En poco tiempo se aprobaron ordenanzas y resoluciones contra el fracking en Carmen de Patagones, Cnel. Dorrego, Torquinst, Cnel. Suárez y Guaminí; además en la Legislatura bonaerense presentaron proyectos con el mismo fin por las diputadas Marcela Guido (Coalición Cívica), Rita Liempe (Unidad Popular) y Ricardo Vago (Frente Amplio Progresista).
Ante el creciente rechazo al proyecto exploratorio, la petrolera y
el OPDS organizaron reuniones para llevar tranquilidad a las autoridades
municipales y desmentir ‘los mitos del fracking’. En una de ellas, realizada en la torre de YPF de
Puerto Madero, representantes de la empresa aseguraron que su objetivo era
indagar sobre la existencia de un sistema petrolero y, en caso de hallarlo,
evaluar su potencial. En base a los datos aportados por la Dirección Provincial
de Energía, dependiente del Ministerio de Infraestructura, y las universidades
nacionales del Sur y de La Plata, la compañía entendía que merecía la pena
estudiar la cuenca de Claromecó, desechando la posibilidad de avanzar sobre la Colorado Continental ,
Saldado Continental, Lincoln y Macachín. Por otra parte, destacaron la
seguridad de la técnica de fractura hidráulica y afirmaron que era demasiado
pronto como para hablar de explotación de hidrocarburos en la provincia, tanto
de yacimientos convencionales como no convencionales. Incluso alguien dijo que
polemizar en torno al fracking en Buenos Aires era “discutir sobre el sexo
de los ángeles”. Poco después funcionaros de OPDS e YPF desistieron de
participar de una audiencia pública para el 4 de octubre en Sierra de la
Ventana a fin de confrontar argumentos con críticos del fracking.
Sin embargo López Nardone “reconoció que en su momento se hicieron estudios para estudiar la ‘factibilidad’ que en la Cuenca de Claromecó existiese gas que podría provenir de la capa de carbón que recubre parte de la cuenca, (…) aseguró que sólo dos pozos arrojaron resultados positivos y que allí terminó el estudio, mencionando además que no había intención de YPF de continuar con los mismos” (ídem). De esta manera el representante de YPF intentó clausurar la polémica en torno al fracking en la provincia, aunque no resultó convincente. Si bien es cierto que en 2014 vence el Plan Exploratorio y que Buenos Aires aún tiene pendiente la sanción de un marco regulatorio para la actividad hidrocarburífera, el principal motivo de la retirada de Claromecó es que la petrolera hoy tiene otras prioridades. Los principales objetivos de la empresa hoy son el apuntalamiento de sus proyectos de explotación de esquistos de
Las cuencas de frontera pasaron un segundo plano no necesariamente porque los resultados de los estudios hayan sido negativos, sino por la necesidad urgente de inyectar combustibles fósiles en el mercado. En ese sentido fue claro el CEO de la petrolera, Miguel Galuccio, cuando en noviembre se refirió a otra cuenca de frontera,
Por otra parte, más allá de estas evaluaciones generales, en el caso de la provincia de Buenos Aires, tampoco fue sancionado un marco regulatorio que permita avanzar en la concesión de áreas de exploración y explotación; un punto que fue mencionado como relevante en la reunión que mantuvieron representantes de la petrolera y funcionarios bonaerenses en octubre de 2012.
CBM
Vale la pena detenerse un momento para poner en perspectiva nacional la polémica en torno al carbón de Laprida. Aun cuando el hallazgo es reciente y queda mucho por estudiar, no deja de llamar la atención que el debate en torno al carbón y al gas asociado se haya generado a partir de la cuenca de Claromecó. Diferentes fuentes coinciden en ubicar las áreas de interés en principalmente en Santa Cruz, pero también Catamarca, La Rioja, San Juan, Mendoza, Neuquén, Río Negro, Chubut, Salta y Jujuy, además de las turberas de Tierra del Fuego; sin hacer referencia a Buenos Aires (SPE International– Argentine Petroleum Section, 2008: 30). El ingeniero de reservorios Miguel Lavia, de Apache Argentina, en relación a la posibilidad de desarrollar reservorios de gas de mantos de carbón, mencionó prácticamente las mismas provincias –salvo Mendoza y Catamarca, y agregó San Luis (Petrotecnia, 2010: 42). En tanto Liliana Castro, doctora en Ciencias Geológicas (UBA), sí incorpora la zona serrana de Buenos Aries y las Islas Malvinas al listado, aunque destaca que las dos cuencas importantes son Pico Quemado, en Río Negro, y Río Turbio, en Santa Cruz (Encrucijadas, s/f).
Si bien es claro que ante el potencial de gas en formaciones de esquisto que se le adjudica al país, 802 TCF (US EIA, 2013: 6), las expectativas depositadas en los reservorios de gas en mantos de carbón son, lejos, menores -4 TCF (Petrotecnia, 2010: 42)-, el estudio del potencial de estas formaciones está en agenda, tanto sea para el aprovechamiento directo del gas como del carbón. En ese sentido, en un artículo publicado en
Si bien el descubrimiento de PAE se ahogó en el silencio, el carbón sigue en la agenda del gobierno bonaerense. A través del ministerio de Producción se ha ejecutado el Estudio de Tecnologías “Limpias” para la Explotación y Utilización del Carbón Mineral (EE.478/10), con aportes de Nación, en el marco Programa Multisectorial de Preinversión III [2]. Recientemente una fuente cercana al Ministerio de Infraestructura de la provincia aseguró al OPSur que la exploración avanzaría cuando YPF y PAE se pusieran de acuerdo, el tiempo dirá si existe tal cruce de intereses. Al parecer el potencial de Claromecó es como las brujas, no existe, pero…
Notas:
[1] “¿En qué consiste este proceso? Como lo sugiere su nombre, en obtener a partir de la combustión controlada de vetas de carbón una mezcla de gases conocida como gas de síntesis o syngas. Si bien hay algunas diferencias entre los diversos métodos ideados en base a esta técnica, en general lo que se hace es quemar de forma subterránea yacimientos de carbón mediante la inyección por una tubería de oxígeno y vapor de agua; luego, el syngas producido por esta reacción química (compuesto principalmente por hidrógeno, monóxido de carbono, metano y dióxido de carbono) es extraído por otra tubería y llevado hasta la planta de procesamiento”. En el mismo artículo Schalamuk destacaba: “El posible impacto medioambiental es uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta. Por ello, los estudios deben verificar que las capas sedimentarias que están sobre las vetas de carbón sean impermeables para evitar que el syngas escape hacia la superficie, con el consiguiente riesgo de contaminación de las napas freáticas de agua. En este sentido, los yacimientos no deben encontrarse muy cerca de la superficie; normalmente una profundidad media adecuada rondaría, en razón de las numerosas barreras rocosas presentes, los 400 o
[2] El objetivo del Programa es incrementar la productividad de la inversión pública mediante el apoyo financiero y la asistencia técnica a Entidades del Sector Público (Entidades Beneficiarias) para la identificación y preparación, total o parcial, de programas y proyectos que contribuyan al crecimiento y desarrollo económico y social de todo el territorio nacional. http://www.dinaprei.mecon.gob.ar
Fuentes consultadas.(…) Fuente: http://www.opsur.org.ar/blog/2014/03/07/claromeco-la-cuenca-fallida/
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