James Petras: "Ahora a
consolidar el programa de gobierno,
combatiendo la ineficiencia y la
corrupción”
Por Efrain Chury Iribarne / Radio Centenario, de Uruguay (entrevistador) - www.aporrea.org
21/04/13 - www.aporrea.org/venezuelaexterior/n227385.html
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21 abril 2013 - Tras el triunfo de Nicolás
Maduro en las elecciones del domingo 14 de abril, creo
que lo primero es volver a los lugares a donde existe el corazón del chavismo,
lugares de trabajo, vecindades, comunidades, para hacer una ofensiva que
permita revitalizar los programas sociales que han quedado en una forma medio
muertos. Pero junto con eso, deben cambiar el estilo del los programas
sociales, imponer la responsabilidad colectiva de los beneficiarios, opinó este lunes el sociólogo
norteamericano James Petras (*) que dedicó toda su audición en CX36, Radio
Centenario, a analizar la coyuntura venezolana de cara al nuevo gobierno. Lo
que sigue es la transcripción de este análisis, que puede escuchar aquí:
Efrain Chury Iribarne: Como cada lunes a esta
hora, estamos recibiendo y dando la bienvenida a James Petras, que ya está en contacto
desde los Estados Unidos. James Petras: Buen día. Estuvimos toda la
mañana analizando las elecciones en Venezuela, con entrevistas y comentarios,
tratando de organizar algunas explicaciones. EChI: Si, hoy es el tema
casi excluyente y estábamos aguardando este contacto para escuchar tu análisis.
Así que adelante nomás.
JP: Bueno, lo primero que debemos anotar es que
el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) ganó las elecciones. No fue por
tanto como algunos creímos, pero en todo caso ganó la Presidencia otra vez,
después de trece años en el gobierno, lo que es muy raro porque en general los
gobiernos sufren desgastes y tienen el problema de mantener el ánimo de la
gente.
En segundo lugar, el gobierno queda también
con mayoría en el Congreso, los militares siguen apoyando la Constitución
la legalidad, la legitimidad, y siguen controlando las calles a pesar de que la
oposición trata de fomentar el caos.
También tenemos que marcar que buena parte de
la Economía sigue bajo el control del gobierno y que tienen el apoyo de los
gobiernos en la región.El nuevo gobierno recibió el apoyo y el saludo de casi
toda América Latina, de casi toda América, menos de los Estados Unidos que
hasta ahora no ha saludad la victoria de Nicolás Maduro. Ahora, con todo eso,
debemos anotar que bajó el margen de victoria a menos del 2%, según las cifras
que dieron hoy es de 1,6% de margen.
¿Cómo explicamos esta caída desde octubre a
abril?
Un factor que Chávez personalmente no esté
involucrado. Otro factor importante fue la política de devaluación que golpeó
los ingresos efectivos de los consumidores, incluso las clases populares,
porque hay un enorme porcentaje de los alimentos básicos que son importados y
que cuestan más porque el Bolívar vale menos.
Además, junto a la devaluación, el factor de
inflación sigue corriendo a ritmo bastante alto y se suma a esto, el
desabastecimiento, por el sabotaje, por la ineficiencia en la
distribución.Sectores productivos y de distribución concientemente intervienen
para que la mercancía no circule. A la vez, tuvimos los apagones, fruto del
sabotaje pero que -pese a que el gobierno intervino e incluso encarceló un
ventana de funcionarios del sistema eléctrico por los hechos- tuvo un claro
impacto.
El hecho fundamental, en relación con la
campaña es que Maduro y su equipo, enfatizaron demasiado en la personalidad de
Chávez, en la personalidad de Maduro que tocaba música folclórica; y no
enfatizaron en el Programa de gobierno.
La gran diferencia con la última campaña de
Hugo Chávez, es que Chávez formuló un programa e hizo toda la campaña
explicando exactamente las medidas económicas y sociales que iba a impulsar.
Mientras, Maduro hablaba de los temas de la muerte Chávez , de la
continuidad de Chávez, pero no expuso las ideas programáticas, las medidas
concretas que va a realizar. Y eso permite que la oposición, demagógicamente,
trate de aparentar, de decir que ellos sí van a multiplicar los programas de
Chávez, van a aumentar los salarios, forzando las ideas sociales sobre la
agenda, poniendo a Maduro más como una figura religiosa, celebrando la mística
de Chávez, en vez del programa económico y social.
Estos factores influyeron mucho en esta
campaña, influyeron en el voto de muchos sectores que no eran los duros
chavistas. El chavismo consigue el 50% de los votos por lo que cumplieron en
estos 12 años de gobierno. Pero en el corto plazo, en la coyuntura,
Maduro y su equipo, cometieron algunos errores por ejemplo, no esperar a
después de las elecciones para devaluar la moneda, no movilizar al Ejército y a
las fuerzas publicas para mantener la circulación de mercancías, en vez de
permitir que la gente tenga que andar atrás del papel higiénico, de arroz,
jabón, etc.
Con una intervención más fuerte del gobierno
esto se hubiera evitado.
Ahora bien, más allá de esto, hay una
acumulación de problemas estratégicos que debemos tener en cuenta.
Uno es la ineficiencia. Una
cosa es pronunciar un programa y forzosamente Chávez intervenía cuando algo no
funcionaba para rectificar. Pero la fuerza de personalidad de Chávez para
compensar por la ineficiencia ahora no está. Y la ineficiencia es un gran tema,
porque se puede decir que hay un mejoramiento en los servicios sociales como
recolección la basura o mejora de caminos- pero no cumplen, porque los funcionarios
no cumplen y eso empieza a perjudicar a la gente en los barrios populares.
Porque lo que hay que anotar de estas elecciones es que algunos sectores
amplios y populares dieron el voto a la derecha, porque precisamente están a
favor del programa pero ven que no cumplieron, no hay resultados. Y eso tiene
que ver con otro problema: la corrupción endémica entre sectores de la
administración pública.
Ese es un problema que existía antes del
gobierno de Chávez en forma virulenta, existe en estados donde gobiernan los
opositores, es un fenómeno generalizado, pero en la campaña presidencial es el
Presidente el que asume la responsabilidad.
El tercer problema estratégico es la
inseguridad y la
delincuencia. A pesar de que temían algunas iniciativas,
preparando un nuevo modelo de Policía para combatir la delincuencia, las tasas
de homicidios y crímenes violentos siguen demasiado altos. ¿Estos problemas qué
indican? Debemos reconocer que el gobierno tiene que enfrentar una guerra
permanente, la oposición no va a dejar un período de luna de miel, no va a
permitir -ahora que perdió las elecciones- que el gobierno lance sus programas
ni a formar una oposición en el Congreso, en la prensa. No. La
oposición, financiada por los Estados Unidos y estimulada por las instituciones
y organizaciones financiadas por Estados Unidos, mantendrá una guerra
permanente. En cualquier momento van a poner obstáculos, empezando por hoy, no
aceptando los resultados, llamar a una auditoría, si el gobierno ganó o no ganó
van a denunciar fraude, van a obstaculizar todo lo posible la realización del
programa económico.
Ahora, frente a una oposición financiada por
Estados Unidos, la primera cosa que debe hacer el gobierno es una Ley que
ilegalice el financiamiento de organizaciones desde el exterior y obligarlos a
registrarse como agentes de poderes externos, que es lo que son. Y esa es la
ley que tenemos aquí en Estados Unidos, cualquier organización que recibe
financiamiento de cualquier otro gobierno está obligado a registrase y si no lo
hacen, son acusados de espionaje, son sometidos a juicios criminales y podrían
pasar hasta cinco años en la cárcel.
Pero eso no existe en Venezuela y si existe no
se aplica. Por esa razón en esta campaña, Capriles recibió millones de dólares
para financiar su campaña y ahora van a necesitar millones más para mantener la
política de guerra permanente.
¿Qué opciones tiene Maduro frente a esta
situación?
Uno puede pensar que hay tres posibilidades.
Uno es radicalizar el proceso. Segundo, buscar
consolidar y mejorar lo que hay. Y tercero, la conciliación, buscar un
consenso, un pacto con la derecha.
Ahora, en primera fase, debemos decir que la
posibilidad de conciliación existe porque dentro del equipo de Maduro hay un
sector importante burgués, funcionarios bastante conservadores que tienen un
pie en el gobierno y otro con la oposición. El problema es que los conciliadores
no tienen interlocutores, con la táctica ofensiva que busca derrocar el
gobierno no hay ninguna posibilidad de pacto, ni pacto de paz ni de consenso ni
pacto social. No hay.
Entre la radicalización y la consolidación, yo
creo que ambas cosas deben ser combinadas, pero dentro y quiero enfatizar en
esto- de una estrategia ofensiva. El gobierno no debe quedarse tratando de
legitimizarse, pidiendo auditorías, pidiendo la legalidad, porque ya ganaron
las elecciones. Si van a pedir auditorías, que lo hagan, pero mientras, el
gobierno debe empujar programas productivos, programas sociales, programas de
rectificación de administración, lanzar la ofensiva y no quedarse simplemente
respondiendo a las acusaciones de la oposición. O sea, tomar la iniciativa, tiene la
presencia de la fuerza pública para empujar lo que ganaron en las elecciones.
¿Y qué significa en este contexto
radicalizar?
Lo primero es volver a los lugares a donde
existe el corazón del chavismo, lugares de trabajo, vecindades, comunidades,
para hacer una ofensiva que en primer instancia permita revitalizar los
programas sociales que han quedado en una forma medio muertos. Pero junto con eso,
deben cambiar el estilo de los programas sociales, imponer la responsabilidad
colectiva de los beneficiarios, porque una cosa es financiar programas sociales
de Educación, de vivienda, infraestructura, Salud, pero que la gente queda
pasiva simplemente exigiendo más, sin asumir responsabilidad por el
funcionamiento, por la
eficiencia. No se puede solamente tomar el control de
empresas si los trabajadores, técnicos, administradores, no asumen mayores
responsabilidades, hay que acabar con eso de ellos y nosotros dentro de las
empresas públicas. Resulta que hasta hay robos dentro de las empresas públicas,
pasa en la distribución de alimentos, camioneros y almaceneros estatales roban
y venden en el mercado negro, y en esto hay que inculcar la necesidad de tomar
responsabilidades. Me parece muy importante, porque no basta con que
formalmente el gobierno tome tal o cual empresa sin ningún comité de
responsabilidad que supervise que esas cosas funcionen eficiente y honestamente
y sus beneficios lleguen a quien deben llegar.
Ahora, finalmente la lucha contra la
delincuencia no puede ser secundaria. Hay que formar un nuevo modelo, con mayor
inteligencia, porque en Venezuela falta un mapa de dónde están los
delincuentes, cómo se organizan, donde hay que concentrar esfuerzos, dónde
están los grupos que manifiestan estas actividades antisociales. Es un problema
político y para solucionarlo hay que concentrar recursos junto con la
organización de los barrios. Se necesitan milicias locales contra la delincuencia. Actualmente
es una guerra, si tomamos el número de muertos.
Por otro lado, hay que rectificar la
delincuencia en la administración pública. En eso necesitan lo que en Estados
Unidos llaman whistle-blower (1), es decir los que alertan a las
autoridades sobre la corrupción entre oficiales administrativos, y se llegan a
procesos criminales no alcanza con reprimendas.
La legalidad necesita una mayor
revolución cultural, porque en Venezuela la incapacidad de los administradores
de auto rectificarse es bastante evidente.
Entonces, el gobierno ganó las elecciones, el
gobierno tiene la legalidad, tiene el respaldo de la mayoría de la gente,
incluso muchos de los que votaron en contra son simpatizantes del programa
chavista, siempre que el gobierno lance el programa y no se quede con el
fetichismo de Chávez que no marchó en estas elecciones. Es evidente, la gente
quiere obras y no simplemente rituales.
Hasta aquí mis comentarios sobre las
elecciones venezolanas del domingo.
EChI: A la oposición le queda aún
una carta a jugar, el referéndum revocatorio. JP: Si, pero eso es dentro
de tres años. Pero desde aquí hasta allá hay mucho para hacer y muchas
oportunidades. Se puede arrinconar a la oposición a partir de una ofensiva. Si
uno empieza a anticipar las elecciones tres años, vas a perderlas.
Lo que necesita el país no es política
coyuntural, política electoral, lo que necesita el país es cambios
estructurales ya. Cambios estructurales en el funcionamiento del gobierno,
cambios estructurales en relación a la administración de la justicia y el
combate a la delincuencia, cambios estructurales en relación con la
organización de producción y distribución. Esa, me parece, es la base para
acercar las elecciones. Tienen dos años y medios para lanzar las bases
fundamentales para esta transformación, golpear a la derecha en todo sentido a
partir de reformas que favorecen al pueblo y su participación directa. Pero es
muy negativo que ahora empiecen a anticipar un referéndum, esa es la
mentalidad del perdedor.
Hoy la mejor defensa es una ofensiva, con un
programa económico al frente y realizarlo en todos los aspectos, paso a paso.
Creo además que no puede establecer problemas generales, sino que debe ser una
enumeración de 60 puntos que se vayan a realizar en tres años.
Por ejemplo, mejorar servicios, reducir
trámites para por ejemplo- obtener un permiso para construir una casa, no puede
demorar años. Y si no se obtiene de inmediato, en una semana, deben existir
mecanismos para sancionar a los burócratas que lo demoran, porque los trámites
matan cualquier programa económico y social. EChI: Muy bien Petras, ha
quedado clarísimo todo este análisis. JP: Bien, antes de terminar quiero
comentar una cosa sobre la política de Estados Unidos en esta coyuntura.
Estados Unidos está jugando la carta de
deslegitimizar las elecciones, los medios aquí están dando mucha publicidad a
las acusaciones de Capriles, no quieren reconocer el resultado, van a
cuestionar a Maduro, van a prolongar el proceso electoral para que el gobierno
siempre quede a la
defensiva. Es la táctica de Obama que busca crear una
situación caótica, obstaculizando el quehacer, para frustrar la mayoría.
Esta política de Obama es la política del
golpismo disfrazada de forma electoral, es el golpismo desde el proyecto
electoral buscando de alguna forma frustrar la posibilidad del funcionamiento
efectivo del gobierno y negar su posibilidad de alcanzar metas que podrían
aumentar el apoyo popular.
Esta política es una guerra de desgaste, es un
golpe incremental, creando las condiciones para un derrocamiento institucional
a partir del referéndum dentro de tres años o antes incluso. EChI:
Felicitaciones por estos comentarios y muchas gracias. JP: Muchas
gracias. Un saludo a la audiencia.
Nota de Redacción
(1) Se trata de un alertador, (en inglés whistleblower, persona que hace
sonar un silbato o pito), es alguien que da a conocer
el comportamiento erróneo que existe dentro de una organización o conjunto de personas. Generalmente,
la persona pertenece a esa misma organización.
(*) Escuche en vivo los lunes a las
11:30 horas (hora local) la audición de James Petras por CX36, Radio Centenario desde
Montevideo (Uruguay) para todo el mundo a través dewww.radio36.com.uy
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