QOM: Las razones de los golpes
05/05/2013
Por Diego Rojas
Por qué crece en Formosa
la campaña gubernamental y paraestatal contra Féliz Díaz, líder de la comunidad
qom.
(Especial desde Formosa)
(Especial desde Formosa)
Aparecieron en varios
puntos de la ciudad. Las
leyendas, iguales una a la otra, realizadas todas con aerosol, decían: “Nazar-
Félix, profetas del odio”. Se referían al cura Francisco Nazar, un sacerdote
que se unió a la oposición política al gobierno del kirchnerista Gildo Insfrán,
y a Félix Díaz, carashe (cacique) de la Comunidad Qom “La
Primavera”, un centro aborigen de gran raigambre y organización. La aparición
orquestada de las pintadas no respondía al azar o a la casualidad: días atrás,
el 11 de abril de 2013, se había firmado el Protocolo de Seguridad hacia la
comunidad qom y, en particular, a las vidas de Félix Díaz y su familia, en
cumplimiento a lo ordenado por la Corte Interamericana
de Derechos Humanos. El firmante del protocolo había sido el secretario de
Derechos Humanos de la Nación, Martín Fresneda, por un lado, y el equipo
jurídico del CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales), representantes
legales de la
Comunidad La Primavera , por el otro. Luego, aparecieron las
pintadas.
No sólo eso. Al día siguiente mismo de la firma
del protocolo Félix Díaz fue procesado judicialmente por el delito de
usurpación, ya que las tierras en las que erige su hogar dentro de la comunidad La Primavera
son disputadas por la
familia Celía , que desconoce la propiedad histórica aborigen
de esos terrenos. “Nadie puede acusar a un indígena por vivir en su territorio
tradicional, se trata de una grave falta a la normativa indigenista, a la justicia. Se intenta
favorecer a una familia criolla y a la Universidad de Formosa por sobre
nuestros derechos”, señaló el líder qom en aquella oportunidad frente al
procesamiento.
El operativo de desprestigio de Félix Díaz había
comenzado y los medios de prensa
adictos al gobierno de Gildo Insfrán también actuaron. El inefable Alejandro
Crivisqui -un hombre que pasó de la oposición al gobierno y la
candidatura a la vicegobernación en denuncia del autoritarismo insfranista a un
amor denodado y acrítico hacia Gildo, pasando por una etapa mística en la que
jugó a ser un “rebe”- visitó a
la comunidad La Primavera con
el objetivo de instalar a Díaz como un “mentiroso” y a la campaña de denuncias
sobre el hostigamiento hacia los qom como un acto de difamación contra todos los formoseños. La escuela de 678
es un asunto federal.
El gobierno también recurrió a la cooptación y al
desarmado de las redes afianzadas en la comunidad La Primavera.
Díaz denunció la intervención directa de la doctora Elizabeth
Obregoso , esposa del administrador del Instituto de Pensiones
Provinciales, quien habría relevado de sus puestos a los médicos de confianza
de la comunidad, a la vez que tendrían una activa política de coptación de
sectores de la comunidad a través de prebendas. Entre sus logros se encontraría
el acuerdo con la Unión de Pastores, que reúne a los dirigentes evangélicos de
la zona, para ganar a la comunidad a la oposición al cacique Díaz. Como desde
hace quinientos años, la religión se usa para dividir a los aborígenes.
En ese mismo período el Senado de la Nación
aprobó, a pedido de los senadores formoseños kirchneristas que responden al
gobierno de Gildo Insfrán -José Mayans y María Graciela De La Rosa- una
declaración de expresa su “disconformidad con las expresiones vertidas por
el periodista Martín Granovsky en una nota publicada en el diario Página/12 del
día 18 de abril de 2013″. Tales expresiones eran la información acerca de la
firma del protocolo exigido por la
CIDH. Un pacto que, como se puede apreciar, provocó una
escalada de ataques y difamaciones a la figura del cacique Díaz.
Luego
llegó la agresión violenta contra Abelardo Díaz, hijo de Félix Díaz y Amanda
Asijak.
Las graves heridas sufridas por Abelardo Díaz -de
21 años- producidas por el brutal ataque de una patota de otros jóvenes de la
comunidad determinaron que el personal médico dictaminara que necesitará tres
meses para lograr su recuperación. Carlos Sosa, otro joven de la comunidad,
también fue agredido y sigue internado junto a Abelardo Díaz en el hospital de
alta complejidad Juan Domingo Perón, en la capital formoseña.
El oficialismo
kírchnero-insfranista dio su versión de los hechos a través de Jorge Abel
González, ministro de Gobierno, Justicia, Trabajo y Seguridad. En la clásica
operación de proponer como victimarios a las víctimas, se ocupó de señalar que
Abelardo tendría “antecedentes de su participación en hechos de violencia”, a
la vez que manifestó, en diálogo con el diario La Mañana, que “Félix Díaz hizo
público a través de Internet y varios medios
de comunicación ancionales una seria acusación asegurando que hay funcionarios
que estarían promoviendo situaciones tensas entre los miembros de su comunidad
y nosotros no podemos aceptar esas denuncias mediáticas, por lo que todo esto
se pondrá en conocimiento de la justicia para que Díaz sea convocado y aporte
pruebas y datos sobre lo que está denunciando”. Una amenaza directa del Estado.
La escalada de ataques de todo tipo contra Félix
Díaz y contra la organización de la comunidad Qom en la que vive sucedieron luego de
la firma del protocolo de seguridad. El gobierno del feudalista Insfrán marca
la cancha y recurre a todo método para mantener en el espacio de sojuzgamiento
a los pueblos originarios de la provincia. Actitud que revela la lucha por la
propiedad de la tierra y la forma de ejercer el trabajo, un conflicto varias
veces centenario en la región. Leer
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