En Puelmapu presentan el
libro Zonas de Sacrificio, del Observatorio Petrolero Sur.
A través del relato del impacto que ha tenido
la instalación de la industria hidrocarburífera en comunidades Wichí de la
Provincia de Salta y Mapuche de Neuquén, en Puelmapu, el Observatorio Petrolero
Sur invita a reflexionar sobre el modelo de desarrollo que lleva a sostener
esta matriz energética. “Me parece que la pregunta más que qué otras fuentes
hay para mantener estos niveles de consumo es si estamos dispuestos a permitir
que haya zonas de sacrificio en los territorios ocupados por esta industria”, dice
Hernán Scandizzo, coautor del libro.
Felipe Gutiérrez
“A nosotros se nos instaló
“Las zonas de sacrificio”, dice Hernán Scandizzo, “son ese espacio que aparecen en los mapas cuando se hacen las licitaciones petroleras, en donde no se da cuenta de que en esos lugares hay pueblos que tienen su cultura y formas de relacionarse con el territorio. Y cuando se concesionan esas áreas parece que todo eso no está considerando, entonces toda la riqueza cultural, toda esa diversidad queda invisibilizada para priorizar un objetivo que es la explotación de hidrocarburos para sostener una matriz energética”.
Surge aquí una discusión necesaria acerca del tipo de consumo energético que
está produciendo nuestra sociedad, sin embargo esa discusión no se da porque
muchas veces la matriz energética no es vista como un problema. Según Diego di
Risio, coautor del libro, es necesario pensar en la energía como un derecho,
“esto implica una mayor democratización de las políticas públicas, una
participación efectiva del pueblo en las decisiones que le competen. Para el
caso de la energía, sería importante avanzar en esquemas locales de generación
y consumo”.
Hernán Scandizzo señala que en las actividades del Observatorio siempre les preguntan sobre qué energías alternativas pueden sostener este nivel de consumo, considerando que las fuentes primarias no tienen la densidad energética que tienen los hidrocarburos. “Me parece que la pregunta más que qué otras fuentes hay, es si estamos dispuestos a mantener zonas de sacrificio. Y no es sólo interpelarnos a nosotros mismos, acá la gran demanda energética no pasa por el consumo particular sino por la industria, entonces también la pregunta es qué tipo de desarrollo queremos”.
Hernán Scandizzo señala que en las actividades del Observatorio siempre les preguntan sobre qué energías alternativas pueden sostener este nivel de consumo, considerando que las fuentes primarias no tienen la densidad energética que tienen los hidrocarburos. “Me parece que la pregunta más que qué otras fuentes hay, es si estamos dispuestos a mantener zonas de sacrificio. Y no es sólo interpelarnos a nosotros mismos, acá la gran demanda energética no pasa por el consumo particular sino por la industria, entonces también la pregunta es qué tipo de desarrollo queremos”.
¿De qué manera superamos , entonces, esta etapa de sobre consumo y depredación
socioambiental de nuestros territorios?. En su epílogo, el texto propone una
nueva manera de relacionarnos, “el buen vivir es un horizonte, un ejemplo claro
de que otro camino es posible. La desmercantilización, democratización y
creación de una nueva relación con la naturaleza forman elementos insoslayables
a la hora de encarar la
energía. Desde Argentina debemos crear un proyecto de buen
vivir, un proyecto que nos permita superar la situación presente en base a la
justicia social y ambiental”, dice Diego di Risio.
Más información en http://www.opsur.org.ar
Más información en http://www.opsur.org.ar
No hay comentarios:
Publicar un comentario