En la presentación del Plan Estratégico de Justicia
y Seguridad 2004-2007, el lunes 19 de abril de 2004, el Gobierno nacional
sostuvo que el Plan no estaba "cerrado" y manifestó su intención de
recibir aportes de la sociedad civil. El Centro de Estudios Legales y Sociales
(CELS) rescata esta predisposición del Gobierno y en una reunión celebrada ese
mismo día con el Jefe de Gabinete y con el Ministro de Justicia, Seguridad y
Derechos Humanos se comprometió a participar activamente realizando
observaciones a las medidas impulsadas. Mediante el presente documento, el CELS
responde a la convocatoria del Poder Ejecutivo, formulando una serie de
observaciones al Plan de Justicia y Seguridad presentado a la sociedad. LOS CUATRO
ASPECTOS MÁS NEGATIVOS DEL PLAN En líneas generales, el CELS entiende que la
orientación del Plan es incorrecta, que muchas de las propuestas impulsadas no
son idóneas para solucionar el problema de la seguridad ciudadana y que la
implementación de algunas de las medidas puede provocar un agravamiento de la
situación de violaciones de derechos humanos.
1. El Plan mantiene la dicotomía entre eficiencia y
garantías El Plan presentado por el Gobierno se inscribe en la idea de que sólo
es posible dar respuestas eficientes a los problemas de seguridad ciudadana
limitando garantías constitucionales e intensificando el poder punitivo. En
esta línea se advierten medidas tales como la saturación de fuerzas de
seguridad, la limitación de garantías constitucionales mediante procesos
sumarísimos o la consolidación de la prisión preventiva como pena anticipada.
Advertimos, con preocupación, que las medidas de reforma legislativa propuestas
se dirigen en su mayoría al aumento de penas y al incremento de la respuesta
represiva. Aún más, lejos de impulsar una “mirada” alternativa a la del Congreso Nacional ,
el Plan sostiene que las recientes reformas penales impulsadas por los
legisladores lo complementan. De este modo, termina por consolidar la respuesta
irresponsable, demagógica y espasmódica del Congreso a partir de la cual
sancionó, y tiene a estudio, leyes que se inscriben en la concepción más
autoritaria del derecho penal.
2. El Plan concibe como única respuesta a la
seguridad la represión del delito Si bien el Plan pretende ser integral,
incluyendo por ejemplo medidas tendientes a garantizar el derecho a la
educación de los jóvenes, sigue atado a concepciones restrictivas, que
únicamente conciben el problema de la seguridad ciudadana desde la óptica
penal. Como consecuencia de esta orientación del Plan, ha quedado en un segundo
plano el desarrollo de políticas sociales como una de las dimensiones a tener
en cuenta al diseñar políticas de seguridad integrales. Se mantiene el abordaje
tradicional del problema, impulsando medidas claramente desequilibradas en un
sentido punitivo(…) Leer
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