2,78
millones de trabajadores fallecen cada año en el mundo por accidentes de
trabajo y enfermedades profesionales
Muertes
en el centro de trabajo,
una
sangría global
1de septiembre de 2020
Por Enric Llopis (Rebelión)
Eleazar Blandón, jornalero de 42 años y
padre de cinco hijos, falleció el 1 de agosto tras un día de trabajo -en plena
ola de calor- en una finca agrícola cerca del municipio de Lorca (Murcia). El
empresario para el que trabajaba no le dio de alta en la seguridad social. En
declaraciones recogidas por Efe, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, resumía
las condiciones en las que laboraba el temporero: “Su jornada se extendió desde
las 7 de la mañana hasta las 14 horas y luego se prolongó en la recolección de
melones en una finca adyacente hasta largas horas de la tarde, a una
temperatura de 44 grados sin ningún tipo de protección”. La CGT de Murcia
denunció en un comunicado que éste es un ejemplo de “trabajo esclavo”, que se
extiende “a sus anchas por los campos de nuestra región”.Las pruebas de ADN confirmaron, el 19 de agosto, que los restos hallados en el vertedero de
En 2019 Mercadona logró unos beneficios netos de 623 millones de euros, un 5% más que el año anterior. El presidente de esta cadena de supermercados, Juan Roig, se sitúa como la tercera fortuna del estado español y 487 del mundo, con un patrimonio –según
Más allá de los casos concretos, el Ministerio de Trabajo registró en el primer semestre del año 354 muertes por accidentes de trabajo en el estado español, lo que supone un incremento del 21% respecto al mismo periodo de 2019 (ese año se contabilizaron 695 muertes); el mayor aumento de los decesos entre enero y junio se produjo en el sector agrario (109%), seguido de la industria (68%) y con un 25% los servicios (tal vez la reducción del 25% en el sector de la construcción se explique por el parón económico a causa de la pandemia).
El hecho es que, en un contexto de crisis por la COVID-19 y caída del PIB, crece la siniestralidad mortal; entre otras razones, explica en una nota informativa el responsable de Salud Laboral de Comisiones Obreras, Pedro J. Linares, “porque la precariedad laboral cada vez más extendida empuja a renunciar a derechos y asumir peores condiciones de seguridad para mantener el empleo”. Asimismo, el Instituto de Salud Carlos III reporta –con datos hasta finales de mayo- de 52 defunciones entre el personal sanitario del estado español por la COVID-19.
¿Una sangría global?
Publicado en 2019, el informe de
El sábado 25 de marzo de 1911 se produjo un incendio en la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist de Nueva York, en el que perecieron –en sólo 20 minutos- 146 obreras, la mayoría jóvenes migrantes de Europa del Sur y del Este; “recibían bajos salarios, trabajaban largas horas, el sábado en este caso, y las puertas estaban cerradas con llave. No tenían derechos, ni protección legislativa o representación laboral. Era la clásica ‘fábrica clandestina’, a un paso de la esclavitud”, relató en 2011 la directora de la Oficina para la Igualdad de Género de la OIT, Jane Hodges (en noviembre de 1909 tuvo lugar el levantamiento de las 20.000 o huelga de las camiseras de Nueva York, en la que participaron sobre todo trabajadoras migrantes del sector textil). Otro ejemplo de la época, recogido por el informe de la OIT, es el de la explosión ocurrida el 14 de octubre de 1913 en la mina carbonífera de Senghenydd (Gales del Sur, Reino Unido), que se saldó con la muerte de 439 mineros y un rescatador.
Una fuga de más de 30 toneladas de isocianato de metilo, la afección a más de 600.000 trabajadores y habitantes del entorno, y entre 5.295 (cifra oficial) y 25.000 muertes como resultado de la catástrofe; enfermedades respiratorias, daños en el sistema inmunológico y niños con malformaciones, además de trastornos mentales y cáncer entre los supervivientes, familiares y población en general. A ello se suman los impactos ambientales y la contaminación del aire, los suelos y el agua potable. Es el balance del escape de sustancias tóxicas ocurrido en la fábrica de pesticidas de Bhopal (estado de Madhya Pradesh, India), el 3 de diciembre de 1984; la planta era propiedad de la corporación estadounidense Union Carbide (firma adquirida en 2001 por
El recorrido podría continuar en Dhaka, capital de Bangladesh y, en concreto, en el edificio Rana Plaza. Fue el lugar donde el 24 de abril de 2013 murieron al menos 1.132 personas (trabajadoras de la confección) y más de 2.500 resultaron heridas, al derrumbarse el edificio que acogía cinco fábricas de ropa y locales comerciales. La campaña internacional Ropa Limpia, que en el estado español coordina
Fuente: https://rebelion.org/muertes-en-el-centro-de-trabajo-una-sangria-global/
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