No tendrán Copa
Por Gabriel Marques (Rebelión)
En los últimos años,
algunos eventos deportivos de gran relevancia han sido adjudicados a Brasil.
Las miradas de muchos países del mundo se dirigen al nuestro. Están programados
para 2014, partidos en 12 ciudades brasileñas, en marco del Mundial de Fútbol;
y para 2016 los Juegos Olímpicos (JJ.OO.) de verano, en Río de Janeiro.
En los últimos años,
algunos eventos deportivos de gran relevancia han sido adjudicados a Brasil.
Las miradas de muchos países del mundo se dirigen al nuestro. Están programados
para 2014, partidos en 12 ciudades brasileñas, en marco del Mundial de Fútbol;
y para 2016 los Juegos Olímpicos (JJ.OO.) de verano, en Río de Janeiro.
En 2006, Brasil postuló su candidatura para
ser sede de la Copa Mundo
de Fútbol, la cual le fue confirmada el 13 de diciembre de ese año. Debido a
los acuerdos entre la FIFA y el resto de federaciones afiliadas, no hubo otras
candidaturas. El 15 de junio de 2007, Lula, presidente de Brasil en ese
momento, firmó un documento en el que el gobierno federal se comprometía a
cumplir con los once aspectos exigidos por la FIFA para la realización de la Copa. En octubre, la FIFA
informó que Brasil podría organizar un Mundial excepcional, pero tendría que
modificar los estadios, porque ninguno tenía las condiciones apropiadas para
recibir el evento. El 30 de octubre de 2007, Brasil fue ratificado como sede de
la Copa Mundo
de 2014.
Mientras el fútbol mueve
millones y millones de dólares todos los años, la población brasileña sufre por
la carencia de recursos fundamentales para sobrevivir. Mientras la
concentración de riquezas aumenta, en Brasil existen 65 billonarios, tenemos
millones de personas sin casa para vivir. La realidad de nuestra cotidianidad
son escuelas, hospitales y comunidades necesitadas de recursos para ofrecer
mejores condiciones de vida a trabajadores y jóvenes.
En 2013, millones de brasileños regresamos a las
calles para protestar no sólo contra los aumentos en los pasajes del transporte
público, también contra la precariedad de nuestros derechos y la privatización
de la vida. Estuvimos
en las calles para protestar contra los gobernantes y una de las frases que más
entonamos fue: Da Copa eu abro mão! Eu quero mais recursos pra saúde e
educação! (No quiero la Copa! Quiero más recursos para Salud y Educación!).
Mientras se desarrollaba la Copa Confederaciones ,
trabajadores y jóvenes salimos a las calles porque no queríamos ser el mejor
país del mundo en fútbol. Le mostramos al mundo que queremos y podemos ser
mucho más que esto! La
Copa Confederaciones fue una prueba para la FIFA y para el
gobierno, pero, más allá, fue una prueba para nosotros, que tuvimos más fuerza
para protestar por mejores condiciones de vida, por los derechos que fueron
privatizados y minimizados en tiempos de crisis estructural del capitalismo.
La policía militar, que debe ser
desmilitarizada, actuó con truculencia, bajo las órdenes de los gobiernos de
Dilma Rousseff, Sergio Cabral y Eduardo Paes, criminalizando a las personas que
luchamos por un Brasil mejor, sin explotación, opresión, pobreza y hambre. Por
lo tanto, a diferencia de años anteriores, en que el fútbol fue utilizado para
calmar a la población, en 2014 prometemos aún más luchas.
Durante las
manifestaciones, gritamos Não vai ter Copa – No tendrán Copa, enfrentando a la
FIFA y a los gobiernos. Invitamos a los compañeros del resto de América Latina
y el Caribe a que nos acompañen en esta lucha, para fortalecer la defensa de la
Educación y la Salud
Públicas y mejorar las condiciones de vida para la clase
obrera y la juventud.
Gabriel Marques, Maestro Educación Física de la Universidade Federal
do Rio de Janeiro. Gabriella Moratelli, Docente de Historia.
Traducción: Fútbol Subverso.
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