Declaración de Río de Janeiro. Jubileo Sur / Américas -
IV Asamblea Regional
"Las
organizaciones que formamos la red de Jubileo Sur / Américas, nos comprometemos
a fortalecer nuestra articulación y avanzar con nuestras luchas en defensa de
los derechos de los pueblos y de la naturaleza, en contra de toda forma de
endeudamiento ilegítimo y de dominación capitalista, imperialista, sexista y
racista."
Con la presencia de
representantes de organizaciones sociales miembros de países de América Latina
y el Caribe – Nicaragua, El Salvador, Guatemala, Honduras, Costa Rica, Haití,
Cuba, Ecuador, Chile, Argentina y Brasil -, la red Jubileo Sur /
Américas celebró su IV Asamblea regional en la ciudad de Río de Janeiro de
Brasil, del 10 al 12 de octubre del 2013.
Esta Asamblea se da en
el marco de las masivas manifestaciones que se realizan en Río de Janeiro y
otras partes del país, exigiendo mejoras sociales, principalmente en el campo
de la educación, las mismas que han sido duramente reprimidas por los gobiernos
estaduales. Asimismo, Jubileo Sur/Brasil y otros vienen denunciando la inmensa
inversión que el Estado brasileño destinará a la construcción de
infraestructura para la realización de megaeventos deportivos como la Copa Mundial de
Fútbol 2014 y los Juegos Olímpicos del 2016, significando el desplazamiento
forzado de comunidades y graves impactos sociales, ambientales y económicos.
De igual forma esta
Asamblea tiene lugar en un marco de fuerte resistencia y movilización frente a
la crisis sistémica y civilizatoria capitalista que a nivel mundial continua
profundizándose, poniendo en evidencia también entre muchos pueblos y países
del centro mismo del sistema el rol que juega el endeudamiento financiero en
los procesos de acumulación, concentración y financiarización económicas, de
dominación y de exclusión.
Si bien la Asamblea
pudo constatar la emergencia de nuevos desafíos a la estructura y las
instituciones actuales del poder capitalista e imperialista, se vio con mayor
fuerza la crítica situación que hoy enfrentan los pueblos en todas partes de
nuestra América y del mundo, ante la vertiginosa aceleración de los procesos de
producción y consumo que provocan el deterioro socioambiental y climático y
cuyo sostén se basa además en la proliferación de guerras de baja y de alta
intensidad, de diversas formas de control de las poblaciones y la manipulación
de los medios de comunicación.
Una vez analizada la
situación mundial y regional vemos con especial preocupación la arremetida
capitalista y extractivista en todos los países: con el impulso de proyectos de
explotación petrolera y minera; la expansión del agrocomercio con plantaciones
forestales y monocultivos industriales para agrocombustibles;, la construcción
de megaproyectos hidroeléctricos, ciudades modelo, como los casos de Honduras y
Ecuador, entre otros, y de infraestructura como los canales interoceánicos en
Nicaragua y Guatemala. Constatamos además el avance de proyectos relacionados
con el capitalismo verde y la mercantilización de la naturaleza.
Estos proyectos están
generando el desplazamiento de comunidades indígenas y campesinas y la
destrucción de la
naturaleza. Los campesinos e indígenas que, al ser
desplazados de sus tierras migran a las ciudades son también desplazados de las
mismas, viviendo situaciones extremas de vulnerabilidad, como sucede en
Guatemala.
Constatamos que el
modelo neoliberal privatizador que aún persiste en la región, así como el
modelo de modernización capitalista desde los Estados llamados progresistas,
promueven estos mismos proyectos extractivistas, de agronegocios e
infraestructura, en beneficio de las empresas transnacionales, públicas y
privadas, y en perjuicio de las comunidades y la naturaleza. Se ha
evidenciado además nuevos actores transnacionales relacionados con los países
BRICs.
La Asamblea de Jubileo
Sur / Américas constata que la continuidad de estos modelos y proyectos sigue
basándose en fuertes procesos de endeudamiento financiero, sean éstos nternos o externos, con sus múltiples
impactos para las futuras generaciones y la naturaleza. A la
impronta de las instituciones financieras y comerciales internacionales cuyo
rol en la región hemos venido denunciando, vemos que se suman también nuevos
actores regionales, como por ejemplo el CELAC, la UNASUR o el Banco del Sur,
los cuales en algunos casos si bien han despertado cierta expectativa, aún no
manifiestan cambios de la envergadura necesaria para revertir las condiciones
históricas de dependencia y dominación que siguen caracterizando nuestra
región.
Las acciones de
resistencia y movilización frente a estos proyectos han sido fuertemente
criminalizadas por empresas y gobiernos. El control en los territorios avanza
también a partir de golpes de Estado como los de Haití, Honduras y Paraguay y
la militarización, como la ocupación de la MINUSTAH en Haití y el aumento de
bases y otras formas de presencia militar extranjero, sobre todo de EE.UU. y
otros países de la OTAN.
Frente a este panorama,
las organizaciones que formamos la red de Jubileo Sur / Américas, nos
comprometemos a fortalecer nuestra articulación y avanzar con nuestras luchas
en defensa de los derechos de los pueblos y de la naturaleza, en contra de toda
forma de endeudamiento ilegítimo y de dominación capitalista, imperialista,
sexista y racista. Para lo cual expresamos en especial los siguientes apoyos y
demandas:
Nos solidarizamos con
los pueblos de Paraguay, Haití y Honduras por su lucha contra los golpes de
Estado perpetrados por grupos económicos vinculados con intereses
transnacionales en detrimento de los pueblos y la naturaleza.
Hacemos un llamado a
las organizaciones de la región para que se solidaricen en las luchas de las
comunidades originarias y campesinas, en Centro América, el Caribe, la región
andina y Sur América, en contra de los proyectos extractivos, agronegocios,
hidroeléctricas y por el derecho a sus territorios comunitarios y ancestrales.
Apoyamos el rechazo del
pueblo costarricense a la demanda impuesta a Costa Rica por la Transnacional
minera Infinito Gold de Canadá, por 1092 millones de dólares, basada en un
tratado bilateral entre los dos países, por la moratoria a la minería a cielo
abierto lograda por la resistencia social.
Nos unimos a la lucha
del pueblo costarricense por la derogación de la ley de concesiones que permite
la entrega de los bienes públicos y sus tierras y recursos a manos de las
transnacionales y rechazamos la criminalización de la protesta social y el avance
de la persecución sindical en el país.
Compartimos la
exigencia del pueblo salvadoreño para que se ratifique el derecho humano al
agua y a la alimentación; se apruebe la ley general de aguas, ley de soberanía
alimentaria y ley para la prohibición de la explotación minera y se revierta la
Ley de Asocio público-privado. Pedimos la anulación del Acuerdo de Asociación
de Centro América con la
Unión Europea.
Nos solidarizamos con
el pueblo Garífuna de Honduras en su lucha por impedir la instalación de las llamadas
Ciudades Modelo, que son enclaves transnacionales, que los desplazará de sus
tierras ancestrales.
Respaldamos el Derecho
a la Ciudad reclamado por los desplazados urbanos tanto en el Brasil,
Guatemala, como en otros países de la región.
Nos solidarizamos con la campaña YASUNIDOS
y el pueblo ecuatoriano en la defensa del YASUNÍ, su biodiversidad y pueblos
amazónicos en aislamiento voluntario; y hacemos un llamado al Gobierno
ecuatoriano para que mantenga la iniciativa de dejar el crudo bajo tierra en el
Bloque ITT, como un ejemplo al mundo por un cambio de modelo hacia el sumak
kawsay.
Apoyamos al pueblo
haitiano en su lucha por recuperar su soberanía, exigiendo la salida de la
ocupación militar de la MINUSTAH desde hace casi diez años y la reparación de
los daños causados por las tropas de Naciones Unidas, principalmente los graves
impactos producidos por la enfermedad de la cólera que ha cobrado nueve mil
vidas y contagiado a setecientas mil personas.
Llamamos al apoyo
internacional al reclamo de reparaciones por la deuda histórica que Francia
debe a Haití, por el pago de su independencia y antiesclavismo.
Nos oponemos a la ley
para la reconversión de la deuda en Honduras, que propone entregar recursos y
territorio como pago de las deudas financieras acumuladas por el Estado
golpista.
Exigimos que se elimine
la persecución y criminalización a las luchas de los pueblos por defender su
soberanía y autodeterminación, sus territorios e identidades y todos los
derechos humanos, sociales y ambientales, incluyendo en especial el
desprocesamiento incondicional de los compañeros de COPINH perseguidos por la
defensa del Río Gualcarque frente a la construcción inconsulta de una represa
hidroeléctrica en los territorios lenca en Honduras.
Respaldamos al pueblo
argentino en su lucha y derecho a no pagar lo que no se debe: deudas ilegítimas
e ilegales que no beneficiaron al pueblo; y su reclamo por una auditoría
integral y participativa de la
deuda. De igual forma, la anulación de los tratados de
protección a las inversiones y de todo contrato que cede soberanía y
jurisdicción a los mercaderes de capitales. Respaldamos al pueblo Qom y otros,
en la lucha por la restitución de sus territorios; por el rechazo a la
megaminería y el fracking y la expansión de la frontera sojera.
A 40 años del golpe
militar-neoliberal en Chile, respaldamos la lucha de los estudiantes por
educación gratuita y de calidad, y de los movimientos sociales por la
recuperación de los recursos naturales y bienes comunes quen ha sido
privatizados y mercantilizados.
Llamamos la atención
por la deuda social y ecológica generada por los Estados nacionales que cada
vez más transfieren recursos públicos al servicio de inversores privados.
Garantizan infraestructura como carreteras, energía, puertos y aeropuertos,
para las grandes empresas transnacionales. Ese dinero debería ir para salud y
educación pública de calidad.
Llamamos a los países a
promover la armonía con la naturaleza con el fin de alcanzar un justo
equilibrio entre los derechos y las necesidades económicas, sociales y
ambientales de los pueblos y las generaciones presentes y futuras.
¡No debemos, no
pagamos!
Somos los pueblos los
acreedores
Sanción de los crímenes
y fin a la impunidad
Reparación de las
deudas sociales, ecológicas, económicas e históricas
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Por Caminos
Fuente original: CMLK
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