Milani, Chevron, Sbattella
Por: Rolando Astarita
En los últimos días
hubo una serie de noticias que son de difícil digestión para los que sostienen
que el gobierno K está operando una transformación revolucionaria (“liberación
nacional”, “lucha contra los grupos concentrados”, y similares) del país.
Noticias que se pueden sintetizar en tres nombres: Milani, Chevron y Sbattella.
Dado que este blog lo lee gente que no vive en Argentina (en promedio, el 40%
de las visitas diarias son del exterior), sintetizo a qué me refiero.
Milani (o acerca de la naturaleza represiva del Estado)
Milani (o acerca de la naturaleza represiva del Estado)
El
general César Milani fue nombrado recientemente jefe del Ejército, por la presidente Cristina
Kirchner. Milani está denunciado por haber participado en la
represión durante la dictadura militar. Ex presos políticos lo vinculan a la
desaparición, en Tucumán, en 1976, del soldado Alberto Ledo, que era su
asistente. Milani estaba especializado en inteligencia en el batallón de
Ingenieros 141, de la provincia de La Rioja, y fue enviado en comisión a la
provincia de Tucumán, entre febrero de 1976 y febrero de 1977. En esa época el
Ejército llevaba adelante el Operativo Independencia, contra el Ejército
Revolucionario del Pueblo. Ledo, que según testimonios, habría sido
simpatizante del ERP, desapareció en Tucumán, a donde había tenido que
acompañar a Milani. Su madre, Marcela de Ledo, integra la asociación Madres
de Plaza de Mayo de La
Rioja. Milani también está mencionado por un ex detenido,
Ramón Olivera, en el libro Nunca Más, de la Rioja. Olivera
explicó que Milani participó de la detención de su padre, y que luego él mismo
estuvo detenido en un centro clandestino. Desde allí fue llevado a declarar
ante un juez por Milani, quien estuvo presente durante la declaración. Además ,
Milani está sospechado de haber participado en Inteligencia durante la
dictadura militar. Asimismo, está denunciado por participar en el levantamiento
de los carapintadas, en los años 80, contra el gobierno de Alfonsín.
Frente a estos datos,
Madres de Plaza de Mayo, línea Bonafini, guarda silencio. Estela de Carlotto,
presidenta de Abuelas, dijo que no correspondía pedir el desplazamiento de
Milani. El Centro de Estudios Legales y Sociales, a su vez, había dicho que no
tenía información que pudiera vincular a Milani con la represión. Madres
de Plaza de Mayo, Abuelas y el CELS, son organismos defensores de derechos
humanos oficialistas. El Nunca Más es un material muy conocido, y su
legitimidad nunca fue cuestionada por alguno de estos organismos (acerca de los
K-criterios para evaluar lo actuado bajo la dictadura, ver aquí).
Pero no se trata sólo de la participación de Milani durante la dictadura, o el alzamiento carapintada. Desde 2007 Milani está a cargo (y hoy retiene esta función) dela Jefatura II de
Inteligencia del Estado Mayor. Allí trabó estrecha relación, según todas las
informaciones disponibles, con la ministra de Defensa Nilda Garré (quien a su
vez está muy cercana al CELS). Recordemos que Nilda Garré ha sido denunciada
por su participación en el llamado Proyecto X. Se trata de una unidad de la Gendarmería Nacional ,
que fue creada para organizar una base de datos de militantes, mediante el
espionaje y la infiltración en organizaciones sociales y políticas. Estos datos
fueron luego utilizados en juicios contra militantes. Las instrucciones
contenidas en el proyecto, elaboradas en 2009, destacan la importancia de
vigilar a todos los que pudieran crear “situaciones de alteración del orden
público”. Según la
abogada Myriam Bregman , defensora de derechos humanos y
militante del PTS, el Proyecto X tiene como objetivo la persecución de
activistas sociales y políticos. El propio comandante de Gendarmería, Héctor
Schenone, reconoció ante la Justicia la existencia del Proyecto. Hoy existe una
causa abierta, que está avanzando (según Bregman). A pesar de esto, la presidenta Kirchner
acaba de decir que el Proyecto X “es inexistente” (discurso del 9 de julio, en
Tucumán). Los organismos de derechos humanos oficialistas, y el progresismo K,
no desmintieron a la
presidenta. En cualquier caso, existen fuertes elementos para
vincular a Milani con un enfoque global de vigilancia y recolección de datos,
que luego son utilizados en la persecución judicial de la militancia. El área
de Inteligencia del Ejército recibió sustanciales incrementos presupuestarios
en los últimos años.
En este análisis debe incorporarse, además, la reforma, de diciembre de 2011, dela Ley Antiterrorista. Esta
reforma derogó la figura de “asociación ilícita con fines terroristas”, pero
elevó al doble las penas de los delitos que se hubieran cometido con “la
finalidad de aterrorizar a la población u obligar a las autoridades públicas
nacionales o gobiernos extranjeros o agentes de una organización internacional
a realizar un acto o abstenerse de hacerlo” (artículo 41). De esta manera se
deja abierta la puerta para que manifestaciones o huelgas sean calificadas como
actos terroristas, como han manifestado muchas organizaciones sociales o
políticas de izquierda. El gobierno se defiende diciendo que la ley establece
que no se castigarán las protestas que se hagan en defensa de derechos humanos
y sociales. Sin embargo, muchos abogados argumentan que las modificaciones
introducidas abren el campo para interpretaciones, y habilitan a la
criminalización de la protesta social.
Pero no se trata sólo de la participación de Milani durante la dictadura, o el alzamiento carapintada. Desde 2007 Milani está a cargo (y hoy retiene esta función) de
En este análisis debe incorporarse, además, la reforma, de diciembre de 2011, de
Todo
lo anterior debe vincularse también con la decisión del Gobierno de responder
al problema de la seguridad poniendo el acento, crecientemente, en la represión
y la punición. El
enfoque tradicional del progresismo, que hace hincapié en las raíces sociales
del problema, pasa ahora a segundo plano. El ministro de Seguridad de la
Nación, de hecho, es Sergio Berni, un militar en actividad, que goza del favor
de la
presidenta. Cristina Kirchner , además, ha acusado a los
jueces por ser demasiado suaves en la aplicación de penas. Un discurso que
hasta ahora el progresismo K consideraba propio de la derecha. De manera que
la designación de Milani, el ocultamiento de su accionar durante la dictadura,
o el levantamiento carapintada, debe leerse en esta secuencia de hechos. No es
trueno en día sereno.
Chevron (de nuevo, son
sólo negocios)
En notas anteriores sostuve que la estatización de YPF no debía interpretarse en clave de “liberación nacional”, sino en términos de negocios entre capitalistas; esto es, negocios sustentados en la apropiación de plusvalía (ver aquí y aquí). En esas notas, y contra el discurso oficialista (“estatización de YPF sinónimo de Patria recuperada”) planteé que se trataba de una renegociación de los términos de la explotación del negocio.
Pues bien, en el día de ayer, 15 de julio, se conoció el decreto que crea el Régimen de Promoción de Inversión para la Explotación de Hidrocarburos. Según el mismo, están alcanzadas por este régimen las empresas que inviertan 1000 millones de dólares, o más. Las que lo hagan, podrán comercializar libremente en el mercado externo el 20% de la producción (resultado de esas inversiones), sin tener que pagar derechos de exportación. Además, en caso de que la producción nacional no alcance a cubrir la demanda, y las exportaciones se destinen a cubrir la demanda interna, el precio no será inferior al precio de exportación, sin retenciones. Las compañías también tendrán derecho prioritario a obtener divisas a través del Mercado Único y Libre de Cambio (aceptemos que es un eufemismo) por hasta el 100% del precio obtenido en el mercado interno.
En notas anteriores sostuve que la estatización de YPF no debía interpretarse en clave de “liberación nacional”, sino en términos de negocios entre capitalistas; esto es, negocios sustentados en la apropiación de plusvalía (ver aquí y aquí). En esas notas, y contra el discurso oficialista (“estatización de YPF sinónimo de Patria recuperada”) planteé que se trataba de una renegociación de los términos de la explotación del negocio.
Pues bien, en el día de ayer, 15 de julio, se conoció el decreto que crea el Régimen de Promoción de Inversión para la Explotación de Hidrocarburos. Según el mismo, están alcanzadas por este régimen las empresas que inviertan 1000 millones de dólares, o más. Las que lo hagan, podrán comercializar libremente en el mercado externo el 20% de la producción (resultado de esas inversiones), sin tener que pagar derechos de exportación. Además, en caso de que la producción nacional no alcance a cubrir la demanda, y las exportaciones se destinen a cubrir la demanda interna, el precio no será inferior al precio de exportación, sin retenciones. Las compañías también tendrán derecho prioritario a obtener divisas a través del Mercado Único y Libre de Cambio (aceptemos que es un eufemismo) por hasta el 100% del precio obtenido en el mercado interno.
Naturalmente,
se sigue discutiendo si con esto será suficiente para que las empresas
inviertan en extracción de petróleo y gas, y hay muchos “detalles” que deberán
ser aclarados (por ejemplo, a qué tipo de cambio cotizarán los dólares que
entren por inversiones). Sin embargo, lo relevante es que todo esto parece
desmentir la tesis-verso de “YPF recuperada, Patria liberada”. El tema aquí no
es el patriotismo, sino son los negocios y la rentabilidad. La
realidad es que la falta de inversiones provocó una caída, en la última década,
del 60% de las reservas de gas y del 20% del petróleo. Desde 2003 la producción
de petróleo cayó 30%, y la de gas 20%. Dado que, además, faltó inversión en
hidroelectricidad, aumentó el consumo de combustibles, con lo cual se agravó el
déficit de la balanza energética (sería de 6000 millones de dólares en 2013).
No sé qué cuento contarán ahora aquellos economistas que afirmaban que,
principio del acelerador mediante, bastaba con fomentar el consumo para que
hubiera inversión (ver la crítica a esta postura aquí y aquí). Lo cierto es que
la acumulación de capital -esto es, la reinversión de plusvalía- se rige, como
en cualquier país capitalista, por el olor de las ganancias. El acuerdo con
Chevron no hace más que ratificarlo.
Sbattella (o el intríngulis de la acumulación de capital)
José Sbattella es el titular de
Ubiquemos esta sed por dinero sucio por parte del Gobierno: en la última década la economía argentina recibió una gigantesca renta, que puede calcularse entre los 120.000 y 150.000 millones de dólares, por la mejora de los términos de intercambio. Pero desde 2005 se fugaron del país más de 80.000 millones de dólares. En varias notas en este blog he planteado que esto configura una gigantesca transferencia de excedente, que es la clave de la acumulación y el desarrollo capitalista. En la última década no hubo un proceso de acumulación estructuralmente sólido, o una transformación cualitativa de la economía argentina, que es tecnológicamente atrasada y dependiente. Y esto no se arregla convocando al lavado de dinero. Sólo a un irremediable lumpen burgués se le puede ocurrir semejante “solución”.
Más en general, este año el desempleo aumentó al 7,9%; otro 8% de la población económicamente activa está subocupada. En total, 2,7 millones de personas, el 15,9% de la fuerza laboral, están desempleadas o subocupadas. El 35% de los trabajadores está en
No hay comentarios:
Publicar un comentario