domingo, 21 de julio de 2013

"Creemos que es fundamental recuperar la Soberanía de nuestros territorios, nuestros cerros, nuestras fuentes de agua y bienes comunes no renovables". Por eso, "participaremos este 22 de julio de 2013 de las actividades por el Día Mundial de Acción contra la Megaminería y convocamos a todos los pueblos del mundo a movilizarse".

América toda unida contra la Megaminería

Los abajo firmantes participaremos este 22 de julio de 2013 de las actividades por el Día Mundial de Acción contra la Megaminería y convocamos a todos los pueblos del mundo a movilizarse.

Estas jornadas son una manifestación de los reclamos que nuestros/as compañeros/as de distintos lugares del mundo vienen llevando adelante de manera permanente en contra del avance de los proyectos megamineros que se encuentran devastando, saqueando y contaminando nuestros territorios.

Presentaciones judiciales, movilizaciones masivas, cortes de ruta, difusión de material educativo a la población y entrega de pliegos de reivindicaciones ante las diversas gobernaciones, son algunas de las acciones que han sido realizadas por quienes buscan frenar este modelo productivo depredador. Todas estas acciones han sido desestimadas por los gobernantes, que en clara connivencia con los intereses económicos transnacionales, dejan de lado los intereses del pueblo que reclama ser oído. Las asambleas y movimientos sociales, sindicales y estudiantiles de todos los países de nuestro continentes salimos a las calles y rutas porque los gobiernos regionales y nacionales no han respondido a estos reclamos más que con la represión, la anulación del diálogo y la estigmatización de quienes cotidianamente denunciamos los abusos de estas empresas transnacionales que roban y destruyen la naturaleza de nuestros países.

Estas genuinas resistencias populares son de larga data, y expresan el carácter crítico de poblaciones enteras que se ven amenazadas por el saqueo de sus fuentes de agua, sus tierras y sus medios de vida, en un escenario de grandes asimetrías, donde el poder financiero de las corporaciones encuentra como aliados al clientelismo, la corrupción, la fuerza represiva del Estado y a los grandes medios periodísticos, que usualmente funcionan como apéndice del aparato propagandístico de las megamineras.

Es la megaminería a cielo abierto uno de los principales exponentes de este modelo extractivista, colonial y depredatorio implementado en Latinoamérica y el Caribe que, como esencia del sistema global capitalista, saquea nuestros recursos, destruye nuestra naturaleza y explota a nuestras poblaciones, resquebrajando las economías regionales y deteriorando nuestros lazos comunitarios. Impuesto por el imperialismo del capital, con Canadá y Estados Unidos a la cabeza, este modelo nos destina a ser países exportadores de Naturaleza que sirven a las grandes potencias mundiales. El papel de las grandes empresas transnacionales es llevar adelante este saqueo, contando con la gestión eficaz de la gran mayoría de los gobiernos del continente. Son muchos los casos en América Latina en los que la represión no cesa, como ocurre en estos días en Cajamarca (Perú) y en Salta y Catamarca (noroeste argentino).

Monsanto, Barrik Gold, Vale, Techint, Cargill, Minera La Alumbrera YMAD UTE, Minera Agua Rica, Repsol, Pan American Silver, Pan American Energy, Alto Paraná, son sólo algunas de las empresas transnacionales que son parte de esta ofensiva contra nuestra naturaleza y nuestras economías. A todas ellas nos enfrentamos.

Son también los empresarios locales quienes, al servicio del imperialismo, intentan confundir al pueblo imponiendo el mote de “antimineros”. Así, nos preguntan (errada, pero no ingenuamente) qué haríamos con un mundo sin minería, tildándonos de pseudoambientalistas. Con estos planteos intentan desviar el eje de debate, para no reconocer que actúan sistemáticamente contra el poder de autodeterminación de los pueblos, que con la megaminería ponen en jaque a las economías regionales, que estas megaempresas no generan un importante ingreso para el país ni mano de obra abundante, que la fexibilización y precarización laboral es moneda corriente para los trabajadores mineros, que la migración forzada y la trata de personas está relacionada a estos emprendimientos extractivos

En el caso argentino, los gestores políticos se hacen responsables de perpetuar la matanza silenciosa de nuestros pueblos. Tanto el gobierno nacional, de Cristina Fernández, como los provinciales que integran la OFEMI (Organización Federal de Estados Mineros), no hacen más que dar continuidad al robo sistemático y legal de nuestros recursos naturales que comenzó durante la implementación de las medidas neoliberales, con la reforma del código minero.

Nuevas formas de extractivismo están siendo inoculadas en nuestros territorios, como la técnica experimental de explotación de hidrocarburos no convencionales conocida como fractura hidráulica o fracking. Nuevos acuerdos y marcos jurídicos están entregando nuestros bienes comunes a corporaciones ecocidas y genocidas como Chevron. Como en las décadas neoliberales nos imponen la destrucción de nuestro ambiente con el discurso de que no existen alternativas a estos modelos energéticos hidrocarburos-dependientes 

Los pueblos en lucha no nos oponemos a toda actividad minera, sino a una modalidad específica que implica la explotación de mega proyectos de minería transnacional a gran escala y extranjerizante, que poco aportan al Buen Vivir de nuestros pueblos, a la economía locales, al cuidado de nuestros territorios, dejando a su paso contaminación, degradación institucional y exclusión social.

Nuestras luchas han logrado vencer en reiteradas ocasiones a los gigantes saqueadores. Impedimos la instalación reiterada de algunas Megamineras, la sanción de la ley de glaciares, leyes provinciales prohibiendo la megaminería, ordenanzas locales prohibiendo el fracking, plebiscitos populares rechazando la megaminería como en Esquel y Loncopué. Son pasos extraordinarios en relación al poder político, mediático y de capital al cual nos enfrentamos. Estos logros nos vitalizan y nos unen más para alcanzar la expulsión del modelo extractivo de nuestras tierras.

Quienes somos parte de esta lucha creemos que es fundamental recuperar la Soberanía de nuestros territorios, nuestros cerros, nuestras fuentes de agua y bienes comunes no renovables.
Estamos convencidos que debemos seguir promoviendo, fomentando e intercambiando esfuerzos en torno a las agendas propositivas de acciones conducentes a la construcción de espacios continentales de articulación del PODER POPULAR. Y estas jornadas mundiales de lucha contra la megaminería, va en ese sentido, es un paso más.

Podrán intentar plantar un sinfín de mentiras para justificar la entrega de nuestros territorios. Sin embargo, el espíritu de quienes luchamos sigue más fuerte que nunca, nuestra convicción de construir un mundo mejor para todos se fortalece día a día y las ganas de seguir en las rutas y en las calles no cesan. Porque seguimos en pie, más erguidos que nunca, gritando:

¡¡NO PASARÁN!



Para adherir al documento:
diamundialcontralamegamineria@gmail.com

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