jueves, 20 de octubre de 2011

Construyamos el Nunca Más a asesinatos para bloquear la lucha de los diversos de abajo por dignidad de vida y trabajo

A un año del asesinato de Mariano Ferreyra
Por la
Agencia de Noticias Red Acción (ANRed)

Hoy se cumple un año del asesinato del militante Mariano Ferreyra, quien recibió un disparo en el pecho durante una manifestación por el pase a planta permanente de trabajadores ferroviarios tercerizados. Los autores materiales del crimen respondían al secretario general de la Unión Ferroviaria, José Pedraza, actualmente preso junto a otros nueve imputados. El uso de patotas es una de las formas que adquiere el disciplinamiento hacia la clase trabajadora y que es impulsada y sostenida por los empresarios, los gobernantes y la burocracia sindical. En este sentido, sigue siendo indispensable la autoorganización de los trabajadores para dar respuesta.

"Hago lo que hago porque quiero a la justicia. Si bien yo nací en una familia de pequeños propietarios y no he experimentado la injusticia que sufre tanta gente, tantos trabajadores, sé que no sólo lucha contra ella quien la padece, sino también quien la comprende. Lo fundamental es que todos los que tenemos un concepto de justicia y equidad, debemos luchar para construir una nueva sociedad que permita al hombre salir de la enajenación a que lo conduce este sistema que afecta hasta el derecho de vivir" (Agustín Tosco)
El 20 de octubre de 2010, Mariano Ferreyra, de 23 años, fue asesinado por un disparo en el pecho, cuando una patota de la Unión Ferroviaria (UF) arremetió contra quienes exigían el pase a planta permanente de trabajadores tercerizados del Ferrocarril Roca. Hubo otros heridos: Elsa Rodríguez, Nelson Aguirre y Ariel Pintos.
Mientras Mariano volvía a morir con las afirmaciones de integrantes del gobierno nacional -para quienes el asesinato del militante del Partido Obrero era el resultado "fortuito" de un "enfrentamiento” y de un patotero al que "se le fue la mano" (1)- y de los llamados intelectuales K -que cuestionaban principalmente por qué un militante, un estudiante, un joven, acompañaba un reclamo ferroviario (2)- miles de trabajadores, junto a organizaciones sociales, políticas, de Derechos Humanos y estudiantiles, comenzaban a reclamar justicia y cárcel a los responsables. El 21 de octubre, la Plaza de Mayo fue colmada con la presencia de más de 60 mil personas y las movilizaciones y actos signaron a varias ciudades de la Argentina.

A nivel judicial, el resultado de esta exigencia llegó cuatro meses después. El 22 de febrero se detuvo a los jefes de la patota, es decir, a José Pedraza, titular de la UF, y a su segundo, Juan Carlos “Gallego” Fernández. En el marco de la causa, los otros presos son: Cristian Favale -supuesto autor material del crimen-, Gabriel Sánchez -a quien también testigos señalaron como autor de los disparos-, Pablo Díaz, Claudio Alcorcel, Guillermo Uño, Salvador Pipitó, Juan Carlos Pérez y Jorge González. Cabe señalar que no hay policías detenidos por haber liberado la zona y permitir el ataque a mansalva.

El asesinato de Mariano Ferreyra volvió a poner en el tapete una serie de cuestiones, desde la precarización laboral sostenida por las empresas y avalada por el Estado hasta los subsidios que perciben los dueños del transporte público y la falta de inversión en el mejoramiento del mismo. A ello, hay que sumarle el accionar de patotas que responden a la burocracia sindical.
Pero también vale destacar la contraparte: Mariano Ferreyra no era ferroviario; la solidaridad y el compromiso de su militancia lo llevó a participar de la medida de fuerza impulsada por los trabajadores del tren. El no padecía la tercerización pero la comprendía y había decidido dar la batalla.

Poco ha cambiado de un año a esta parte. El disciplinamiento a quienes dan la pelea por salario justo y por condiciones dignas de trabajo, a quienes combaten la tercerización y el trabajo en negro, a quienes luchan por la democracia sindical, sigue siendo moneda corriente. “El Be”, amigo y compañero de Ferreyra, escribió: “Un homenaje no puede ser sólo un recordatorio. Un homenaje a lo Mariano es un discurso, un volante, una lucha (3). Es decir, el homenaje que vale es la búsqueda de acciones para dar vuelta la “moneda corriente”.(…)Fuente: http://www.anred.org/article.php3?id_article=4520

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