Comunidades Originarias Formoseñas Organizadas
Publicado
el 26 de marzo de 2015 por Revista Furias in Activismo, Actualida d, Nº 23
Por Felix Díaz
En El Portillo, Departamento de Ramón Lista, provincia de Formosa,
nació la organización de pueblos indígenas que lleva el nombre de QO.PI.WI.NI LAFWTES. La comisión de indígenas
autoconvocados de los pueblos: Qom, Wichí, Pilagá y Nivaclé, mediante los
encuentros que se realizaron los días 23 y 24 de enero pasado, resolvió darle
una identidad a las reuniones asamblearias de autodeterminación, conformadas
por las distintas comunidades de la provincia.
La raíz o fundamento de los pueblos indígenas en que se basa
nuestra autodeterminación, se relaciona con los Derechos Internacionales, y
nuestra legislación: nacional y provincial, que nos ampara. Apoyándonos en
ellos, decidimos organizarnos para exigir a las autoridades, local y nacional,
el efectivo reconocimiento como pueblos pre-existentes y el cumplimiento y
aplicación de las leyes que nos avala.
Cada encuentro es enriquecedor y también agotador. En las
asambleas no sólo nos autocapacitamos sobre nuestros derechos, intentando
conocer y debatir, a fondo, los códigos vigentes, sino que
además compartimos las realidades de los distintos hermanos, de las diversas
comunidades, cada uno las expone, se elabora un documento, un plan de acción, y
se establece la fecha del próximo encuentro.
Nos juntamos y conformamos QO.PI.WI.NI.
LAFWTES porque:
Queremos defender nuestras propias formas de organizarnos.
Queremos defender nuestras propias pautas culturales, nuestra
identidad.
Queremos defender los recursos naturales, pues es defender nuestra
vida misma.
Queremos defender el medio ambiente, porque es fundamental para el
desarrollo humano.
Queremos, simplemente, que se nos reconozca como seres humanos con
capacidades físicas e intelectuales, porque sabemos trabajar la tierra sin
dañarla, y comunicarnos con la naturaleza, sin ofenderla.
Tenemos el derecho, no sólo a que nos informen, sino además que
nos consulten, acerca de cualquier actividad que se pretenda hacer en
nuestro territorio. Por tal motivo, estuvimos reclamando por más de un mes,
cortando la Ruta 86, para que el gobierno de Formosa nos informara o presentara
las carpetas técnicas de las obras que justificarían la presencia de máquinas
que pretendían ingresar a el predio que ocupa la comunidad POTAE NAPOCNA
NAVOGOH, LA PRIMAVERA.
Se ha logrado, con mucha presión de por medio, que la
gobernación provincial accediera a mostrar las carpetas mencionadas, motivo por
el cual, decidimos suspender el corte, pero no suspender la lucha.
Tenemos voz y queremos ser escuchados, por eso junto con otros
líderes indígenas estamos acampando en la plazoleta de Av. de Mayo y 9 de
julio, como hace cinco años, con la diferencia que ahora somos más y estamos
organizados.
No somos invisibles y por eso estamos acá, reclamando que nuestros
derechos sean respetados y aplicados por los gobiernos provincial y nacional, y
seguiremos resistiendo hasta que las autoridades nos atiendan y nos escuchen.
El artículo que se comparte a continuación, si bien se trata de un
trabajo publicado en 2004, es un fiel reflejo, actualizado, del padecimiento de
las comunidades originarias del país en general, y de la provincia de Formosa
en particular.
Problemáticas de los pueblos indígenas en Argentina
En una investigación realizada por Leporé, Policastro y Rodríguez;
2004, se encuestó a informantes clave de 32 comunidades indígenas de la
Argentina sobre diferentes aspectos sociales, políticos, económicos y
ambientales de su cotidianidad. La información resultante permite una primera
caracterización de la situación social, de las tierras y recursos naturales, la
vivienda, las migraciones y los derechos civiles y políticos, de los pueblos
indígenas de la Argentina, que se transcribe a continuación:
“La mayor parte de las comunidades aborígenes estudiadas presentan
serios problemas en relación al uso y la tenencia de las tierras y los recursos
naturales. En efecto, algo más de la mitad de los grupos relevados no dispone
de tierras propias, mientras que una proporción similar exhibe una situación de
precariedad jurídica respecto de las tierras ocupadas. La falta de tierras es
un problema que afecta más intensamente a las comunidades urbanas, mientras que
en las comunidades rurales esta situación es menos desfavorable.
Las tierras ocupadas se muestran insuficientes y poco aptas para
el desarrollo económico y social de las comunidades. Este problema tiende a ser
más significativo entre las comunidades urbanas y suburbanas.
Los principales problemas que afectan el uso y la tenencia de la
tierra y los recursos naturales son las demoras y trabas en la gestión de
trámites oficiales, las intromisiones, las apropiaciones de las tierras por
parte de particulares, la desertificación de los suelos y la contaminación del
agua. En las comunidades rurales los problemas vinculados a la degradación de
los recursos naturales (desmontes, desertificación de suelos y predación de la
fauna) adquieren mayor relevancia.
Por otra parte, el estado de la situación social de las
comunidades aborígenes analizadas es entre regular y muy malo, siendo las
comunidades urbanas y rurales cerradas las que presentan, en términos
comparativos, una peor situación social.
Los tres problemas sociales de mayor gravedad son el alcoholismo y
la drogadicción, la tenencia irregular de la tierra, el desempleo y subempleo.
En la amplia mayoría de las comunidades aborígenes estudiadas se
evidencia un generalizado déficit de vivienda, puesto de manifiesto en los
elevados niveles de precariedad habitacional, hacinamiento e inseguridad
jurídica de la
tenencia. Mientras que en las comunidades urbanas los
problemas de la vivienda tienden a asociarse con la irregularidad de la
tenencia, en las comunidades rurales el déficit de saneamiento básico es el
principal problema.
Si bien el balance migratorio es negativo en la mayor parte de las
comunidades estudiadas, la dirección de los desplazamientos poblacionales es
contraria según se trate de comunidades rurales o urbanas. Mientras que en las
primeras el número de personas que se han ido es mayor al número de personas
que han llegado, en las comunidades urbanas y suburbanas el resultado es
inverso. En todos los casos, son los jóvenes de sexo masculino los que más
tienden a migrar.
La discriminación por el uso de la lengua nativa, la humillación
en las oficinas públicas y el chantaje y la manipulación por parte de punteros
políticos constituyen un conjunto de prácticas que sufren de forma frecuente o
muy frecuente los miembros de las comunidades aborígenes estudiadas. Esta
situación se repite con igual intensidad en los distintos tipos de comunidades
analizadas, no observándose diferencias significativas según la localización”.
Fuente: Transcripción textual de Leporé, E.; Policastro, B. y
Rodríguez, M. (2004).
--
UAC Unión de Asambleas Ciudadanas Contra el Saqueo y la Contaminación
www.asambleasciudadanas.org.ar
facebook.com/
http://twitter.com/prensauac
(pdf cuadernillo uac:) --> http://go4.es/0aJa
No hay comentarios:
Publicar un comentario