Los primeros cien días
de AMLO (y II)
16 de julio de 2018
Por Guillermo Almeyra (Rebelión)
Los mexicanos no siguieron a un hombre que les hizo una promesa
como tampoco lo hicieron antes con tantos otros meros formuladores de promesas:
siguieron a un hombre que los llamó a una acción y que se daba cuenta de que
sólo con la movilización popular podía vencer al poder y llegar al gobierno.
MORENA empezó ser creíble en sus primeros tiempos cuando comenzó a organizar
núcleos de base y tenía aún un lenguaje y una dirección de centroizquierda.
AMLO canalizó la voluntad de millones de
personas de imponer de modo pacífico –con las elecciones- un cambio social que
conservase todo lo que están perdiendo. Marcos-Galeano muestra por eso una vez
más su desprecio por el pueblo mexicano porque el finquero, es cierto, sigue
siendo el mismo (el capital financiero internacional) pero el cambio de capataz
y de mandamases le ha sido impuesto por la rebelión contra los capataces y por
el miedo de los capitalistas a la movilización y la organización de los
trabajadores. Esa fue la causa de la división de la burguesía y es un insulto
al pueblo mexicano creer que, como las ratas, sigue la música de las promesas
de un flautista de Hamelin.
Ahora mismo, antes de que AMLO asuma su cargo,
los ejidatarios de Atenco, en lucha añosa contra el aeropuerto que quería Fox,
los mineros escandalizados por las declaraciones de Romo sobre las zonas
económicas especiales o grupos de estudiantes universitarios exigen ya
aclaraciones y medidas concretas.
El pueblo no siguió una promesa y mucho menos
aún las promesas derechistas y las prendas que AMLO dio al poder. Por el
contrario, encontró una posibilidad inmediata y factible de acción aunque fuese
mediante una votación masiva y sin precedente para evitar el fraude
acostumbrado.
AMLO vive actualmente su período de gracia y
cuenta- por ahora- con el apoyo de parte de la derecha de los capitalistas, de
los moderados, del centro izquierda y de la izquierda reformista, además de los
indígenas, campesinos y obreros que votaron esperando imponer un cambio. Como
Madero reúne a exgobernadores porfiristas como Carranza (en este caso políticos
priístas y panistas), pero también a los Villa y a Zapata de hoy. En Chiapas
AMLO logró 71 por ciento de los votos: ¿son finqueros o borregos los que lo
votaron a pesar de los ex PRI y ex PRD que integraban su lista? Ganó también en
casi todo el país: ¿fue gracias a la incorporación a MORENA de viejos enemigos
acérrimos, derechistas e impresentables, como dicen algunos en MORENA?
Sus votantes tienen motivación propia y
sopesan los actos del neopresidente. Su apoyo a Peña hasta el último minuto,
por ejemplo, o la recepción de los saludos de Salinas, Fox, Calderón y Peña,
multiasesinos y enemigos del pueblo, o el no haberse reunido prioritariamente
con los de Atenco, con los familiares de los 43 de Ayotzinapa o con los mineros
en lucha como primera medida de un presidente electo, son simbólicos y no pasan
desapercibidos y AMLO debería conocer el peso tienen los símbolos...
Un país dependiente, sometido a Estados Unidos
militarizado, con casi un cuarto de millón de muertos y desaparecidos en los
últimos sexenios, otro cuarto de sus habitantes en la pobreza y 15 por ciento
en la indigencia no se arregla con medias medidas ni con negociaciones turbias
con los causantes del desastre ni en unos pocos años. Sobre todo cuando la
guerra comercial iniciada por el loco de al lado tendrá enormes recaídas sobre
la frágil economía mexicana y cuando el capitalismo espera desarrollar la
inteligencia artificial y no necesitar más ni siquiera los miles de millones de
parias que pueblan los países con mano de obra superabundante y baratísima y ni
se preocupa por el desastre ambiental. ¿Cuál es la estrategia de AMLO a largo
plazo?
Los votantes de AMLO todavía “no desataron el
paquete” y no ven su contenido. ¿Como Zapata romperán con el nuevo Madero?
¿Éste les enviará un Huerta para someterlos? ¿O podrán hacer comprender al
AMLO-Madero que su línea actual lleva directamente a Huerta incluso con pacto
de la embajada gringa?
Después del momento
del voto, llegó el de la organización de la relación de fuerzas que la votación
reveló. Los comités de MORENA o de las organizaciones sociales deben ser
organizadores en sus lugares respectivos de un censo de problemas y necesidades
y estudiar con qué se podría contar para empezar a construir soluciones. Sin
esperar a nadie, hay que comenzar a construir la nueva casa-México, desde los
cimientos mismos y de acuerdo a lo que convenga a sus habitantes y no al gran
capital. Las transformaciones no serán obra de los futuros ministros o
gobernadores sino de quienes las necesitan y votaron para empezar a hacerlas
posibles. La oligarquía ha recibido un golpe pero está ahí, agazapada y por eso
es necesario también construir Juntas de Vigilancia y Defensa. Porque,
parafraseando a Brecht, “el viejo vientre inmundo es aún fértil” y las estirpes
de Huertas, en México, aún no han acabado.
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=244169
No hay comentarios:
Publicar un comentario