A 37 años de su
fallecimiento
Agustín Tosco: Vigencia de su
acción y principios
Por Leónidas Noni Ceruti, historiador
Pasan
los aniversarios de su muerte, pasan los años y siempre volvemos a repasar su
vida, sobre todo como sindicalista, sus discursos, sus acciones, sus
principios, las ideas que lo guiaron, su conducta estando detenido. Y la
conclusión que aparece es la vigencia, la actualidad de todos esos aspectos de
su vida. Y son tan necesarios en estas épocas donde debemos redoblar los
esfuerzos para seguir codo a codo, luchando por los derechos de los
trabajadores. Por eso hagamos un ejercicio de memoria, de algunos aspectos de
su vida.
Mantuvo su militancia, demostró entereza, y solidaridad, cuando
fue perseguido y detenido en varias ocasiones, hasta que la muerte lo encontró
en la clandestinidad, cuando tenía orden de captura dictada por la presidenta Isabelita
y condenado a muerte por la
Triple A. “Fui
detenido por primera vez en Misiones, durante una semana de 1957 por una huelga
en defensa de los compañeros de Luz y Fuerza. Luego todo empezó en el 69. Me
detuvieron por 48 horas, días antes del Cordobazo, en el barrio Clínicas.
Después del levantamiento estuve preso siete meses en La Pampa y en Rawson. Más
tarde fui detenido otro par de veces; una vez que atacaron el sindicato a
balazos, y luego del Viborazo, en abril del 71, lo que motivó mis once meses en
Devoto y el resto en Rawson”. A pesar de todo eso, No pudieron quebrarlo,
no se vendió, ni alquiló a los patrones y políticos del poder económico.
Hizo un culto de la Unidad, la Solidaridad y el respeto a la
Pluralidad de ideas, posiciones, y acciones. Se definía como
marxista-socialista, “los
fundamentos que tengo están elaborados en base al materialismo dialéctico, y en
lo político estoy por la unidad de las fuerzas de la distintas tendencias, sin
discriminaciones ideológicas”. Acordó con Elpidio Torres, burócrata del
Smata, y otros dirigentes, con los cuales tenía serías diferencias, la
convocatoria al paro con movilización del 29 de mayo de 1969, que culminaría en
el Cordobazo; compartió con los comunistas la construcción de la Comisión Nacional
Intersindical y el Encuentro Nacional de los Argentinos;
apoyó la candidatura peronista de Atilio López para la vicegobernación de
Córdoba en 1973; impulsó y participó en los Plenarios Antiburocráticos, junto a
numerosos gremialistas combativos; se sumó entusiastamente a los Congresos del
Frente Antiimperialistas y por el Socialismo (FAS), que impulsaban entre otros
el ERP-PRT, en tanto que su abogado y amigo fue el radical Hipólito Solari
Irigoyen.
Uno de los principales ejes de su accionar en el gremio fue la
práctica de la
Democracia Obrera , y la definió sin dejar dudas: “Ya sea en el terreno
institucional, en el de la resistencia e incluso en la clandestinidad no hay
otra relación posible que la democracia de bases. Es decir el contacto directo
entre los trabajadores y sus representantes o dirigentes. La concienciación a
nivel de bases. La reciprocidad del intercambio de opiniones. Las asambleas
generales, las de sectores, las de unidades de trabajo. Claro que hay
diferencias para una situación institucional, de resistencia o de
clandestinidad. Pero en definitiva en el terreno del sindicalismo nada es
válido sin la democracia de bases y la consecuente reciprocidad entre las bases
y las direcciones. En todos los casos de manera tal que las bases sean las que
decidan como protagonista de la vida y de los objetivos de su organización”.
Enfrentó
y denunció a los burócratas sindicales, que en aquellos años 60-70, se los
llamaba “participacionista, colaboracionistas o adaptacionistas”, que se movían
en forma dependiente y referencial al poder empresarial, político o militar.
Supo decir que eran los que esperan que crezca el costo del nivel de vida para
pedir aumento de salarios y que terminaban conformándose en la práctica con el
aumento de salarios que la Secretaría de Trabajo o el Ministro de Economía
autorizaban.
Sobre su accionar es mucho lo que se ha escrito, de todo ello
rescatamos estos conceptos:
“Tosco y sus compañeros, expresaban distintas
corrientes del pensamiento político de esos años, tuvieron en claro que no se
puede introducir ningún partido político en forma preeminente, ni darle un
tinte partidario al sindicato. Entre los trabajadores, en el seno de la clase
obrera conviven y existen distintas expresiones, identidades, creencias y
pensamientos. Por eso sostenían que la política sindical es la forma política
más importante y compleja a desarrollar. Tosco nunca confundió el papel del
militante de un partido político, con la de un militante gremial, son total y
absolutamente diferentes”.
“El otro
aspecto de su personalidad, pero que tiene que ver con la integralidad del
hombre, fue la de cumplir con los mandatos que le daban sus iguales: los
compañeros, la de ser buen trabajador, la de tener una actitud correcta frente
al trabajo, ante sus compañeros en la relación social diaria, ser solidario,
una de las formas era la de transmitir sin egoísmos el conocimiento acumulado
del oficio, cualidad de esa particularidad, que es ignorada en los mundos
académicos cuando se trata de la descripción de un trabajador. Una fuerte
concepción fue la de obrar siempre en forma colectiva, lo demostraba en los
hechos concretos, hablaba y actuaba en plural siempre rodeado de sus pares”.
En una larga entrevista estando detenido, recordó y recitó a
Marcos Ana, quien, después de veinte años de prisión en España, exclamaba: "Veinte veces cruzó la
primavera, / y mis alas a un cepo atrapadas/ y el ardor de mi sangre entre
órdenes./ Pero hoy mi voz- sin llanto- te reclama: / y mi lengua es una herida
que flamea, / como un pájaro ardiendo en tu ventana".
“Creo que, en el fondo, estar bien o no, depende
fundamentalmente de las convicciones, de la fe en los ideales, de la justicia
de una causa. Si esas cosas están metidas en la conciencia y en los
sentimientos, nada los doblegará, adentro o afuera, en la gloria o en el
anonimato. Las victorias más importantes y valiosas son las que se obtienen
sobre las propias debilidades. A partir de allí todo es posible. Lo que va
contra uno mismo, lo que choca contra el propio ser es lo que destruye. Por eso
también, Ulises Mc Daniel desde la prisión de San Quintín, se afirmaba así
mismo al exclamar:
"Si alguna vez quebraran mis troncos
o claudicara junto a mis Compañeros
Este juramento me matará"
"Si alguna vez quebraran mis troncos
o claudicara junto a mis Compañeros
Este juramento me matará"
No hay comentarios:
Publicar un comentario