A un año de la masacre de Estación Once
"Lo primero que debemos decir es que la tragedia ocurrida en Once
no es una desgracia, es una masacre anunciada. Por lo tanto, podemos inferir
que si una tragedia que puede suceder es anunciada y no se toman las medidas
precautorias, ésta se convierte en un crimen. Lo que sucedió es una de las
pinturas más desgraciadas del colapso de los ferrocarriles en la
Argentina." Por Juan Carlos Cena y Elena Luz González Bazán, de MONAREFA
Si una tragedia es
anunciada y no se toman medidas precautorias, se convierte en un crimen
Juan Carlos Cena
Juan Carlos Cena
Lo
primero que debemos decir es que la tragedia ocurrida en Once no es una
desgracia, es una masacre anunciada. Por lo tanto, podemos inferir que si una
tragedia que puede suceder es anunciada y no se toman las medidas precautorias,
ésta se convierte en un crimen. Lo que sucedió es una de las pinturas más
desgraciadas del colapso de los ferrocarriles en la Argentina.
El
silencio del gobierno nacional sobre este crimen anunciado es de una perversidad
sin igual.
En
el día de la fecha, el bloque de los senadores del FpV se negó a rendir
homenaje a los muertos y heridos de ese ¨accidente¨, como dicen ellos,
evitable, reiteramos nosotros, porque nunca debió ocurrir, como los tantos
otros desastres ferroviarios anteriores y posteriores. Sobre la negativa sólo
podemos afirmar que es una vergüenza que alguna vez tendrán que explicar. El
rechazo al pedido o solicitud de los senadores radicales de rendir homenaje a
un día de cumplirse un año de aquel fatídico 22 de febrero del 2012 sólo se
inscribe en la ignominia de quienes no les interesa los dolores del pueblo sino
simplemente los propios, con los cuales nos invaden, nos saturan y se vuelven
repetitivos y patéticos.
Ahora,
le toca el turno a la justicia, la cual debe obrar y profundizar, hasta los
tuétanos, las responsabilidades tanto: de los funcionarios, de todos, del
Estado Nacional como sus órganos de control: Ministerio de Planificación
Federal, Inversión Pública y Servicios, Secretaria de Transporte, CNRT entre
otras y los concesionarios del F.C. Sarmiento sin obviar las responsabilidades
que le caben a los sindicatos y a sus dirigentes en todas sus escalas.
Hoy
22 de febrero, los ferroviarios debemos acudir de acuerdo al pedido de los
familiares de las víctimas, aunque no acordemos la metodología de ir sin
banderas que identifiquen a los gremios porque no todos los trabajadores
responden a las burocracias sindicales actuales de los ferrocarriles
concesionados. Pero esto es harina de otro costal.
LAS DENUNCIAS QUE HICIMOS DESDE EL MONAREFA
Venimos
haciendo denuncias desde 2005 de las anomalías y la falta de control en las
concesiones, ya sea a la CNRT, al ombudsman. Lo denunciamos en todos los medios
de comunicación que nos entrevistaron. Todo el tiempo planteamos política y
técnicamente lo que pasaba con el ferrocarril.
La
realidad nos demostraba que este ferrocarril colapsaba, cada día era peor, que
los concesionarios se habían cartelizado primero y que luego habían formado un
trust con el propio Estado a través de Ugofe (Unidad de Gestión Operativa de
Ferrocarriles), asociación entre el Estado y los concesionarios. Era una manera
de raptar al Estado, asociándolo, para apropiarse de todos los servicios
ferroviarios concesionados.
LO HEMOS ACLARADO MIL VECES PERO LO VOLVEMOS A DECIR
Concesionados
porque no son privatizados. Los ferrocarriles privados fueron en tiempos de los
ingleses y franceses en menor medida, ellos eran dueños de la infraestructura.
Estas son concesiones que le dio el Estado a un privado, es decir, les alquiló la infraestructura ferroviaria.
Por ese alquiler deberían pagar un canon, pero al contrario, no lo pagan, el Estado les da un subsidio: es como un alquiler al revés. Ese es el gran negocio.
Estas son concesiones que le dio el Estado a un privado, es decir, les alquiló la infraestructura ferroviaria.
Por ese alquiler deberían pagar un canon, pero al contrario, no lo pagan, el Estado les da un subsidio: es como un alquiler al revés. Ese es el gran negocio.
Todo
amparado en la legislación de los tiempos menemistas, nunca modificada.
Reiteramos,
con insistencia: nunca hubo control por parte del Estado de ningún
tipo. Los empresarios empezaron a acumular dinero, en este caso Cirigliano
agrandó su patrimonio, se ha ramificado hasta Perú y Estados Unidos.
Cirigilano
viene de la industria del transporte automotor, con Cometrans que fue su
primera empresa, después con Plaza que se transformó en el Grupo Plaza. Tiene
además varios emprendimientos ferroviarios –en el último tiempo con Jaime–, le
dieron Ferrocentral, el tren que va a Tucumán y a Córdoba, el que va a Uruguay
(ahora los uruguayos no lo dejan entrar más), y le otorgaron una cantidad de
emprendimientos más.
En
su empresa Emfer (Emprendimientos Ferroviarios) es donde hacen la reparación de
los coches quemados y construyen los coches doble piso, donde el Estado tiene
que pagar esos coches a precios siderales.
¿Por
qué paga el Estado? Porque la infraestructura es del Estado, la repara Cirigliano.
O
sea, todas las reparaciones las hacen empresas que están al costado y que son
de su propiedad, que multiplican el precio de reparación y la calidad no es la óptima. El Estado
paga sin inmutarse.
EL MATERIAL FERROVIARIO Y SU ESTADO TÉCNICO
Todo
este estado calamitoso venía por la depredación permanente al ferrocarril: la
falta de mantenimiento preventivo en su material rodante, remolcado, vías,
cambios, señales entre otros.
Así
llegó, lamentablemente, el Cromañón ferroviario. Uno los va denunciando, una y
otra vez, y lo que vino son víctimas e incendios… Esto que ocurrió en Once no
es una tragedia, es un asesinato y hay culpables.
A
un año de esta Masacre de Once nos sumamos a acompañar a los Familiares de las
51 víctimas, una de ellas estaba embarazada, a los 798 heridos de diferente
magnitud y secuelas tanto físicas como psíquicas.
Repudiar
la actitud de los más altos estamentos gubernamentales que han callado y siguen
callando y despreciando el dolor de los pueblos, en algún momento deberán dar
cuenta sobre sus miserias, pero ya no tendrán retorno.
Juan Carlos Cena y
Elena Luz González Bazán, miembros fundadores del Movimiento Nacional por la
Recuperación de los Ferrocarriles Argentinos (MONAREFA)
Fuente original: http://www.villacrespomibarrio.com.ar Fuente: http://www.anred.org/spip.php?article5862
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