Leonardo Andrada era maquinista y testigo clave en el juicio por la tragedia de Once de febrero del año pasado. Fue el motorman que le entregó el servicio a Marcos Córdoba, conductor imputado por el accidente. En la madrugada del pasado jueves 8 de febrero recibió 4 balazos por la espalda, mientras esperaba el colectivo en el partido bonaerense de Ituzaingó. Mientras se trata de investigar los motivos, las circunstancias de lo sucedido y los responsables del crimen, desde muchos sectores se reclama justicia. Uno de ellos es el Movimiento Nacional por la Recuperación de los Ferrocarriles Argentinos (MONAREFA).
Por Juan Carlos Cena y Elena Luz González Bazán
La Agencia de Noticias Redacción reproduce:
10 de febrero del 2013
No declamamos los
Derechos Humanos, hemos sido fieles al mandato de exigir justicia ante todos
los hechos aberrantes: durante todas las dictaduras, recomponiendo el largo
trayecto de una nómina dolorosa de 111 detenidos desaparecidos y asesinados
ferroviarios y ferroportuarios, entre 1975 y 1983. Reclamamos justicia por
Jorge Julio López, Mariano Ferreyra, los muertos y heridos en todos los
denominados accidentes ferroviarios y la masacre de Once, entre tantos otros.
Hoy, demandamos
justicia por LEONARDO ANDRADA.
Leonardo fue un
experimentado ferroviario, un conductor de locomotoras que quedó, como otros
85.000 ferroviarios, en la calle, cuando el gobierno de Carlos Menem determinó
que ramal que paraba, ramal que cerraba. Realidad que hay que decirlo no se ha
modificado.
Su excelencia laboral,
junto a otros conductores, lo llevó a que durante el 2006 y 2007 fueran
convocados al ferrocarril concesionado del TBA para volver a conducir
formaciones ferroviarias. Era la experiencia y la capacidad para el oficio lo
que hizo que estos resistentes de la huelga de 1991 y 1992 fueran citados a
trabajar en el ferrocarril, nuevamente.
Entregó la formación
antes de la masacre de Once, testificó con la verdad de su conocimiento y
discernimiento.
Leonardo es un
compañero que conocemos hace muchos años, estuvo cuando en el Centro Cultural
el Transformador, aquel 31 de julio del 2004, se conformó la Coordinadora Nacional
por la Recuperación de los Ferrocarriles Argentinos que luego mudó como
MONAREFA (Movimiento Nacional por la Recuperación de los Ferrocarriles
Argentinos) el 9 de octubre de ese año.
Desde aquellos días es
parte de nosotros…
Hoy, debemos lamentar
este desenlace…
No podemos ser
crédulos, tenemos grandes dudas sobre que su asesinato es producto de un robo.
Casualmente, en el robo no se llevan sólo el celular y luego se asalta la casa.
Por eso, porque su
testimonio debe tener un peso sustancial para la causa, podemos inferir que fue
un asesinato cruel con cuatro tiros y uno de gracia.
Con Leonardo
compartimos asados donde el dolor por estar fuera de los ferrocarriles fue
parte de aquellas tardes de domingo en las famosas ¨galponeadas¨ (asados en el
día del ferroviario, actos conmemorativos, presentaciones de libros, que se
hacen en alguna casa o bien en los galpones ferroviarios).
También compartimos la
alegría cuando fueron reincorporados y dejaron de ¨correr la coneja¨. En
aquella tarde de domingo, cuando todos los reincorporados tenían una alegría
desbordante, le preguntamos que sentían volver al ferrocarril, uno de los
resistentes contestó: nada, porque nosotros no nos fuimos nunca… algo que
aprobaron todos…
Tenemos dolor, un
profundo dolor.
Los ferroviarios se
conocen hace mucho tiempo, Leonardo junto a otros compañeros fueron parte de la Seccional Castelar
del Ferrocarril Sarmiento, un lugar resistente de aquellas jornadas de 1991 y
1992.
Lo conocimos y sabemos
quién era…conocemos su compromiso con la lucha, su oposición al cierre del
ferrocarril, solidaridad y compañerismo.
Estamos acostumbrados a
que nos inunden con los panegíricos de figuras tanto de la política y la
farándula cuando mueren, en igual sintonía, siempre se es consecuente con que
se hable muy poco de los trabajadores.
Por ello, nuestro
compromiso para homenajear a Leonardo, y volver a exigir justicia, porque hay
responsables por su asesinato y porque esta masacre tiene demasiadas víctimas y
pocos responsables.
Han asesinado a un
imprescindible. Apuntaron bien…
Es como las derrotas,
que están huérfanas antes de nacer…
Juan Carlos Cena y
Elena Luz González Bazán, miembros fundadores del MONAREFA.
Fuente: http://www.anred.org/spip.php?article5821
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