DOCUMENTO: A 11 AÑOS DE LA MASACRE
Martes 25 y miércoles 26, todos y todas
a la Estación “Darío y Maxi ” (ex
Avellaneda) y al Puente Pueyrredón
A 11 años de la Masacre de Avellaneda:
Seguimos construyendo poder popular.
Por una Argentina sin hambre, sin saqueo ni explotación.
A once años de la represión que intentó
acallar las luchas populares y se cobró las vidas de Darío y Maxi ; en un momento político en el que las luchas de
las y los trabajadores son judicializadas y criminalizadas; las organizaciones
populares seguimos reclamando justicia, construyendo poder popular y gestando
un nuevo proyecto de país, sin hambre, sin saqueo ni explotación.
La Masacre de Avellaneda, al igual que la rebelión del 19 y 20 de diciembre, provocó una indignación en todo nuestro pueblo y marcó a fuego a una nueva generación militante, para quienes los ejemplos de
En estos años los gobiernos
kirchneristas adoptaron algunas medidas efectivamente progresivas, en muchos
casos inspiradas en históricas reivindicaciones populares. Pero estas medidas
no configuraron un programa integral capaz de superar la precarización del
trabajo, el salario y la
vida. En un contexto inflacionario que golpea fuertemente los
bolsillos del pueblo, el gobierno intenta poner techo a las paritarias,
sostiene un sistema impositivo regresivo y a una gran masa de trabajadores
precarizados y tercerizados. A la vez instala un discurso que condena y
judicializa la lucha, como vemos que sucede hoy ante los distintos reclamos
sociales y sindicales.
A eso se suman problemas estructurales como la ausencia de una política integral de transporte público, que por su estado de abandono sigue poniendo en riesgo la vida de nuestro pueblo como sucedió en la Masacre de Once, y hace unos días solamente, la nueva masacre ferroviaria del sarmiento, la continuidad de un sistema tributario sumamente regresivo; un sistema de salud deficiente y controlado por corporaciones médicas, farmacéuticas y organismos internacionales; una estructura de privatizaciones intocada que garantiza ganancias desorbitantes sin ningún tipo de regulación y control, a costa del encarecimiento de la vida; una feroz avanzada inmobiliaria que encarece alquileres, expulsa a los sectores populares y provoca muerte y destrucción, como quedó evidenciado recientemente con las inundaciones en la ciudad de La Plata, Capital y el oeste del Conurbano bonaerense.
Todo sustentado por una estructura de poder que garantiza gobernabilidad a través de sindicatos empresariales antidemocráticos, corporativos, entreguistas y burocratizados, punteros, intendentes y gobernadores mafiosos, un poder judicial procesista y de clase que criminaliza la pobreza y la protesta social, y narco-policías asesinas con control territorial y total impunidad. Entendemos que cualquier proyecto emancipatorio debe revertir la sobreexplotación y el saqueo de los bienes naturales por parte de corporaciones locales y transnacionales; la “sojización” cada vez más extendida del campo; el modelo de la megaminería con las consecuencias socio ambientales que implica, así como el entramado industrial extranjerizado, concentrado, y basado en variadas formas de sobreexplotación de los trabajadores que sustenta este modelo productivo.
En el terreno de los derechos humanos,
los avances en los juicios a los represores de la pasada dictadura, demasiado
lentos e incompletos, no abarcaron a los responsables económicos, civiles y
eclesiásticos, que aún siguen impunes. Exigimos juicio y castigo ya. Del mismo
modo y con el mismo énfasis luchamos por los derechos humanos de hoy: para que
no se sigan invisibilizando la muerte de los luchadores y las luchadoras de los
pueblos originarios o de países hermanos, para que no sigan quedando impunes
los crímenes contra los sectores más humildes por el gatillo fácil o por la
represión en las cárceles, que son verdaderos centros de criminalización de la
pobreza; para que no continúe invisibilizada la muerte de mujeres por abortos
clandestinos o por ser víctimas de las redes de trata para la prostitución. Al
mismo tiempo decimos: ¡Abajo la ley antiterrorista dictada por los organismos
financieros internacionales! Terminar de romper la dependencia con los centros
de poder sigue siendo otra deuda pendiente.
Mientras tanto, el imperio yanqui y las grandes transnacionales continúan apropiándose de los territorios y de los bienes naturales de Nuestra América, a la vez que ponen todos sus esfuerzos por frenar los avances que vienen dando los pueblos en los últimos años y desestabilizar los procesos de cambio, en particular su principal amenaza: la revolución bolivariana.
Como contraparte, los movimientos
populares del continente venimos dando importantes pasos de integración y
unidad, para resistir con más fuerza la ofensiva imperial, pero sobre todo para
seguir construyendo, desde abajo, los caminos hacia la emancipación de nuestra
Patria Grande.
El 2001 y la Masacre de Avellaneda dejaron un legado importante de experiencias organizativas de “los y las de abajo” que se extienden en los barrios, en los lugares de trabajo, en las aulas, en las asambleas. Y también en el plano cultural, artístico y simbólico, a partir de la ocupación de las calles en forma creativa, lo que se ve especialmente reflejado en la apropiación de la Estación que nuestro pueblo rebautizó con el nombre de Darío y
Por eso el desafío de las
organizaciones populares pasa por reforzar la construcción de un proyecto
político emancipatorio basado en una transformación estructural y cultural
profunda de nuestra sociedad, sin mezquindades ni sectarismos, de carácter
popular, anticapitalista, antipatriarcal, anticolonial, latinoamericanista y
antimperialista, en una perspectiva socialista.
Hoy alzamos la voz frente a los
crímenes del 26 de junio de 2002, los del 19 y 20 de diciembre, los 30 mil
compañeros y compañeras detenidos desaparecidos, y los asesinatos por represión
en democracia. De Carlos Fuentealba y Mariano Ferreyra. De Rosemary Churapuña y
Bernardo Salgueiro, asesinados en la represión del Indoamericano. De Roberto
López y Sixto Gómez y Mario López, de la comunidad Qom de
Formosa. De Florentín Díaz, asesinado el mes pasado en la violenta represión en
Castelli, Chaco. De Cristian Ferreyra y Miguel Galván, asesinados por los
sicarios del agronegocio en Santiago del Estero. De Mono, Jere, Patón y César
Oviedo en Rosario. Alzamos la voz por las desapariciones de Julio López y Luciano Arruga, y por el asesinato de Silvia Suppo.
Porque en todos ellos y ellas y en tantos casos más, los reclamos de justicia
sólo se verán redimidos cuando los culpables paguen, pero sobre todo cuando
logremos poner en pie una Argentina donde no haya impunidad, ni hambre, ni
saqueo ni explotación.
Una Argentina de y para las grandes
mayorías de nuestro pueblo, de los trabajadores y de las trabajadoras, de los
campesinos y las campesinas, de los pueblos originarios, de los hombres y las
mujeres, de las diversidades sexuales, de la juventud y de los y las
estudiantes. Ese será el mejor homenaje y la mejor reivindicación que podamos
hacer de nuestros compañeros caídos, que estarán presentes mientras nosotros
sigamos luchando, en cada joven que resiste y se organiza, y que visualiza en
las figuras militantes de Maxi y Darío
un ejemplo de “otra política”, en su dimensión integral y humana. Una dimensión
que incluye la solidaridad, el compromiso con el otro, poniendo el cuerpo,
incluso a riesgo de dejar la vida en ello. Una juventud profundamente
consecuente con los principios y anhelos por los que Maxi
y Darío, y tantos otros, cayeron luchando.
Cárcel común, perpetua y efectiva a los
autores materiales de los crímenes de Darío Santillán, Maxi miliano
Kosteki y Carlos Fuentealba
Juicio y Castigo a Eduardo Duhalde,
Felipe Solá, Alfredo Atanasof, Juan José Álvarez, Jorge Vanossi, Luis Genoud,
Jorge Matzkin, Oscar Rodríguez, Aníbal Fernández y todos los responsables
políticos de la Masacre de Avellaneda
Contra la precarización laboral y la
inflación – Salario igual a la canasta familiar – 0% de IVA para los productos
básicos. Por libertad y democracia sindical
Por Tierra y Vivienda para todas y
todos - Por una Reforma Agraria Integral y Socialista - Por la Soberanía Alimentaria ,
Energética y Financiera de nuestro pueblo.
Basta de femicidios - Contra toda
violencia de género - Aborto legal, seguro y gratuito
Por el desprocesamiento de todos los
luchadores y las luchadoras populares
Por los 30 mil compañeros y compañeras
detenidos desaparecidos
No a las bases norteamericanas y a la
intervención imperialista - No al bloqueo de EEUU a Cuba
Por la unidad y la autodeterminación de
los pueblos de Nuestra América
A 11 años de la Masacre de Avellaneda
¡Por una alternativa política de los de
abajo, con democracia de base, asamblearia, y de lucha en las calles!
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