Rosario, 8, 9 y 10/12: Encuentro Nacional de Familiares de las
víctimas de Diciembre de 2001
Difundimos:
CONVOCATORIA
Hace
10 años, en diciembre del 2001, los argentinos vivimos una serie de
acontecimientos que nos dieron vuelta la vida, que nos marcaron para siempre.
En
Santa Fe, durante esas jornadas, hubo nueve muertos, siete de ellos a manos de la policía. Eran
hermanos, esposos, padres, madres, abuelas, abuelos, hijos, hijas... Desde
entonces se nos hizo necesario encontrarnos para conversar de cómo nos afectó
el asesinato de nuestros seres queridos, para reclamar justicia y mantener su
memoria.
Ha
pasado una década, 10 años de lucha, 10 años de impunidad. En ese camino
algunos compañeros ya no están con nosotros: Orlando, el papá de Pocho;
Gregoria, la mamá de Walter; Rubén Naranjo; todos compañeros irremplazables.
Desde
estos hechos desencadenantes que nos movilizaron hemos recibido mucho
acompañamiento de compañeros y compañeras que nos sirvieron de motor para
seguir luchando. Cuando el grito es colectivo resuena más, por eso mencionamos
a Herminia y Keka (Madres de Plaza de Mayo), los Padres del Dolor, los
familiares de los pibes de Cromañón, los compañeros ex-presos políticos, los
familiares de Darío y Maxi, los compañeros de la Carpa Negra por las
inundaciones en Santa Fe, con quienes nos unimos en el reclamo juicio y castigo
a Carlos Reutemann por a las responsabilidades políticas y materiales de estos
hechos.
Fueron
muchas las experiencias que nos conmovieron y nos arrancaron la voz: el
asesinato de Sandra Cabrera, de Carlos Fuentealba, de Mariano Ferreyra, los
compañeros del pueblo Qom en la Comunidad La Primavera,
la desaparición de Julio López, y una lista que crece... Que nos habla de que
diciembre sigue latente. En todos los casos seguimos encontrando la misma
impunidad.
En
el camino fuimos compartiendo experiencias y recreando métodos: la Comisión Investigadora No
Gubernamental, el primer Hormigazo en diciembre 2002, la marcha hasta
Tribunales durante el Seminario de Formación Teológica en 2002, la permanente
presencia de la revista El
Ángel de Lata, el Carnaval de Ludueña todos los años, la canciones de León y de
otros queridos artistas, los talleres de la memoria donde nos juntábamos a
hablar de los sueños y compartir anécdotas de nuestros seres queridos, los
murales, las bicicleteadas, estencileadas, la asamblea y, desde hace unos meses,
el peregrinar que salió al encuentro de los familiares en todo el país.
A
10 años entonces creemos que es necesario encontrarnos para hablar de cómo nos
sentimos, de cómo han sido estos 10 años para cada uno de nosotros, de
reflexionar cómo continuar la
lucha. Creemos que la justicia no se busca solo en donde
duerme el olvido tribunalicio. La justicia se construye con la memoria de los
que entregaron y trabajaron por una vida en dignidad.
Todo
esto nos motiva a encontrarnos para compartir nuestros pensamientos y
sentimientos y juntos proyectar cómo continuar.
Invitamos
entonces a familiares, amigos, organizaciones sociales y políticas, y todos
aquellos que se sientan comprometidos con este proceso histórico, a participar
del Primer Encuentro Nacional de Familiares de Víctimas del 19 y 20 de
Diciembre del 2001 en Rosario los días 8, 9 y 10 de Diciembre.
Manifiesto
Diciembre
de 2001 son esas experiencias autogestionarias que practican nuevas formas de
pensar, transitar, practicar y dignificar la política y la vida.
Diciembre
de 2001 nos habla de distintas formas de establecer relaciones sociales y de ir
generando otros modos de producción, que no sea el desigual modelo de
explotación capitalista.
Diciembre
de 2001 nos permite ir aprendiendo, con otros, formas democráticas impugnadoras
de las actuales, reconociendo y trabajando esas diferencias.
Diciembre
de 2001 es ser solidario, es romper el cepo cultural, hacer acrobacias con el
pensamiento, golpear el redoblante de la justicia.
Diciembre
de 2001 es un irreverente estado de insubordinación ante los señores del
despojo, de la hipocresía, del secuestro de López, de los pibes que se mueren a
puro poxi, paco o gatillo fácil.
Es
querer construir otra memoria, que vaya más allá, que instale mecanismos nuevos
que abran a la participación activa, dejando atrás la delegación que manipula y
aleja de la toma de decisiones.
Diciembre
de 2001 es que los que fueron responsables políticos paguen ante la justicia
por las órdenes que emitieron.
Diciembre
es junio, es ese abrazo compañero entre Darío y Maxi: ese ejemplo de amor y
lucha emancipadora que nos anima día a día.
Diciembre
de 2001 son bicicleteadas, murales, asambleas, estencileadas, marchas,
movilizaciones, caminatas, cambios de nombre a las calles de verdugo, es rebelión.
Es
también confianza, empuje, amistad, confraternizar, juntarnos, armar un gran
guiso para todos y todas.
Diciembre
de 2001 sigue siendo, ahora y siempre, esa mirada de Pocho y la tozudez del
trabajo de hormiga.
Fuente: http://www.anred.org/breve.php3?id_breve=6906 6 de diciembre de 2011
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