jueves, 30 de abril de 2020

"Tenemos desocupación, pobreza y ahora aislamiento y hambre. Los comedores, a partir de la pandemia, crecieron un 60% más y en algunos barrios 100%”.

Los movimientos sociales y un mismo reclamo

30 de abril de 2020

La situación de los barrios populares frente a la pandemia en las villas de Capital Federal y el Conurbano están en estado de emergencia. No existen protocolos claros para actuar, no hay responsabilidad del Estado para enfrentar el virus donde los más necesitados no sólo sufren el impacto de la crisis económica, sino que sufren la discriminación de no recibir la ayuda estatal que debieran tener contra el Covid-19. Los comedores de las barriadas subieron, en algunos casos, hasta en un 100% en sus demandas. ¿Qué medidas se deben tomar? ¿Cuál es el principal problema que hoy viven las organizaciones populares? Para poder entender esto, ANCAP habló con integrantes del Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), Frente Popular Darío Santillán y el Movimiento de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón (MTD). Muchos de los medios de comunicación eligen hoy sólo mostrar placas rojas con muertos e infectados, y se olvidan de las historias de quienes más precisan la asistencia del estado y políticas sanitarias urgentes. 

Por Federico Paterno (ANCAP).

Mónica, es integrante del Frente Popular Darío Santillán Corriente Nacional, y nos contó cómo ve hoy la situación en los barrios dónde vienen trabajando: “El principal problema de los movimientos sociales hoy es que el gobierno no está a la altura de las circunstancias que hoy padece el sector más vulnerable, porque tenemos desocupación, pobreza y ahora aislamiento y hambre. Los comedores, a partir de la pandemia, crecieron un 60% más y en algunos barrios 100%”. El FPDS realiza ollas populares en La Plata, Ezeiza, Cañuelas, Ituzaingó, entre otras localidades dónde vienen trabajando, bajo “lemas” como: Por una cuarentena sin hambre y sin alimentos no hay cuarentena. Juan Pablo integra el MTD Aníbal Verón y en vistas de la emergencia alimentaria aseguró: “El principal problema con los movimientos populares hoy es la comida para los comedores y los merenderos, es lo que venimos reclamando. Desde que comenzó, todo esto se multiplicó. La cantidad de gente que ha empezado a venir a los comedores y merenderos. En algunos casos hasta se triplicó en algunos barrios”.


El costo de la canasta básica que mide el índice de pobreza según el INDEC, marca que el ingreso para una familia de cuatro personas debiera ser de $41.994; las políticas del Gobierno Nacional desde el comienzo de la cuarentena, según explican les integrantes de las organizaciones sociales, no son suficientes. “Está a la vista que los más vulnerados están en las villas y el conurbano. Zonas como La Matanza, por ejemplo, dónde sabemos que por más que digan que hay que lavarse las manos, no hay siquiera jabón, o no hay agua potable. Una medida urgente que también se debe tomar, es en los casos de violencia de género, para frenar los femicidios”, indicó Mónica.

Marianela es una de las referentes del FOL, organización social que trabaja en 14 provincias del país, aclaró que la situación de les militantes padecen una condición de informalidad de empleo, al formar parte del sector más castigado en términos económicos y sociales. “Hay un aumento exponencial de la pobreza, de pérdida de trabajo, y además también por supuesto una caída de los pocos ingresos que tenemos. Esta pandemia ha puesto de relieve las desigualdades existentes que tienen ya mucho tiempo. Tiene que ver con un sistema desigual que privilegia la ganancia empresarial por sobre la vida humana”. En cuanto a lo que se vive en los comedores advirtió: “El problema del aumento del hambre es la cantidad de gente que se ha acercado a los comedores comunitarios, que en el inicio de la pandemia se ha duplicado, y el Estado no está garantizando todos los recursos que necesitan para brindar este servicio a la comunidad”.


Sobre los contagios de Covid-19 en los barrios tanto Mónica como Marianela, coinciden que no alcanza lo que está haciendo el Gobierno Nacional ni el Provincial. Desde el FOL Marianela explicó que “Por supuesto ya tenemos los primeros casos de COVID-19 positivo en varias zonas, y el tratamiento que se tiene que tener sobre estos casos en los barrios populares debe exigir un protocolo distinto, porque la mayoría de la gente nuestra, tiene agravantes previos como la tuberculosis, como la baja defensa por la mala alimentación,  muchísimos focos de bronquiolitis en los niños nuestros, un montón de problemas que en estas condiciones sociales agravan más el cuadro”. Mónica desde el FPDS Corriente Nacional subrayó “El sistema de salud pública nunca fue prioridad para los gobiernos. El aislamiento está bien, pero es fundamental que la gente tenga para comer lo indispensable, y así poder hacer la cuarentena”.

En la Villa 31 ubicada en Retiro, los infectados por Coronavirus pasaron de dos casos a trece en 24 hs. La 1-11-14 también se encuentra con casos positivos del virus. Desde la organización villera La Poderosa, ya vienen advirtiendo y denunciando la falta de políticas y protocolos para el aislamiento de los casos que aparezcan de infectados. 

 El hacinamiento en las barriadas es algo que está vigente, a esto se suma la pandemia, y la indefinición para resolver la urgencia.

Esteban es militante del Frente Popular Darío Santillán y en diálogo con ANCAP explicó “La situación de la cuarentena ya no está siendo tan relevante en relación a que ya se presentaron los primeros casos en los barrios, por ejemplo, en zona Norte, en Vicente López, pero también en el Sur, en Lanús y Almirante Brown. Es vital para no multiplicar el contagio, pero ya el trabajo viene siendo a partir de detectar el virus adentro de los barrios. Venimos haciendo un trabajo, en algunos casos coordinados con los Municipios, que es la identificación de casos”.

Ser la primera línea contra el hambre es la tarea en la que abordó Juan Pablo desde el MTD, considerándola una forma de estar en la batalla diaria contra el hambre. Hace 20 años esta organización trabaja en Florencio Varela, Quilmes, Berazategui, la zona de Almirante Brown y José C Paz. La cuestión de cómo abordar los casos de contagiados en los barrios, asegura que no es tarea simple. “No hay un protocolo, no existe eso, cada cual toma el protocolo del Ministerio de Salud de la Nación como quiere, es muy desastroso y si esto llega a explotar se va todo a la mierda, así de simple. Por todo lo que fue la experiencia, tuvimos que sacar a compañeros y compañeras infectados y llevarlos a los centros de aislamiento, y trasladarlos en sus propios coches y en camiones. Los han tenido que sacar ellos porque el Gobierno quería mandar la ambulancia con los médicos, esos todos equipados tipo astronautas, y una de las cuestiones que hay y que no queremos que se genere, es la estigmatización de los infectados en los barrios, porque ya ha habido casos que les quisieron prender fuego las casas”. Sobre la situación preventiva que debería accionarse en los barrios aseguró la militante del FOL “Acá también la discusión más profunda son los fondos, porque si uno fuera hijo de Paolo Rocca seguramente te hacen el test de inmediato, pero como nosotros somos hijo de Pérez y Gómez, queda claro que lo pobres también tienen que pelear por ese derecho”.

Las reuniones entre intendentes provinciales y las organizaciones quedan vacías de respuestas. 
El MTD Aníbal Verón se reunió con  Andrés Watson (Frente de Todos) intendente de Florencio Varela y sobre éste encuentro el integrante del MTD relató “Lo único que querían eran los datos de los comedores nuestros, saber a cuanta gente les dábamos de comer, a cuantos les dábamos bolsones de mercadería, para ellos después ir a buscar los que no estaban recibiendo nada; sin siquiera contarnos a nosotros como parte del territorio, tenemos trabajo social histórico, tenemos un conocimiento del barrio tremendo y nada, sólo quieren información y les dijimos, ‘¿bueno querés información?, pero nosotros nos estamos quedando sin comida’, para poner lo fresco en la olla le tenemos que pedir a los propios compañeros y la guita se acaba”.
La situación que viven los vecinos y vecinas de los barrios populares precisa una respuesta urgente del Estado para que puedan enfrentar ésta pandemia con los recursos sanitarios básicos y, por sobre todas las cosas, sin hambre.


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