jueves, 31 de octubre de 2019

I. Dos versiones de una misma charla debate. Pero ambas coinciden en una concepción apartada del Llamado de Yakarta.

«¿Es posible una Argentina sin hambre?»: especialistas debatieron sobre

la soberanía alimentaria

En el marco de las jornadas de apertura de la nueva casa de la oficina de la Fundación Rosa Luxemburgo Cono Sur, ayer por la tarde se desarrolló en el Centro Cultural Torquato Tasso la charla debate «¿Es posible una Argentina sin hambre?», con la participación de Rita Segato (reconocida antropóloga y activista feminista), Diego Montón (del Movimiento Nacional Campesino Indígena Vía Campesina MNCI), Nahuel Levaggi (de la Unión de Trabajadores de la Tierra – UTT), Victoria Tolosa Paz (legisladora platense y co-autora del Plan «Argentina contra el hambre»), y Marcos Ezequiel Filardi (abogado y miembro de la Red de Cátedras Libres de Soberanía Alimentaria). El hambre, la agroecología, la soberanía alimentaria, las políticas públicas, y las expectativas por el cambio de gobierno fueron algunos de los ejes abordados.

Por ANRed.

«¿Es posible una Argentina sin hambre? ¿De quién depende el precio de los alimentos? ¿Qué acciones urgentes y estratégicas debe impulsar el Estado? ¿Qué rol van a cumplir la agroecología y las organizaciones de productores y productoras en revertir la crisis?», fueron algunas de las cuestiones sobre las que intercambiaron reflexiones las cuatro figuras, en el evento abierto y gratuito realizado ayer por la tarde por la Fundación Rosa Luxemburgo Cono Sur en el Centro Cultural Torquato Tasso, del barrio porteño de San Telmo, en la Ciudad de Buenos Aires.

La actividad fue una entre otras organizadas por la fundación en el marco de la presentación oficial de la nueva casa de la oficina regional Cono Sur, donde están participando, hasta el día de hoy, integrantes de oficinas en diferentes puntos del mundo, organizaciones sociales, feministas, sindicales, de inquilinos e inquilinas, de fábricas recuperadas, movimientos campesinos y por la soberanía alimentaria y energética de Chile, Uruguay y Argentina.
El panel comenzó con la presentación a cargo de Gerhard Dilger, director de la oficina Cono Sur de la Fundación Rosa Luxemburgo, quien expresó: «es un momento especial. En estos últimos días el neoliberalismo ha recibido tres golpes fuertes. Primero en Ecuador, luego en Chile y el domingo aquí. Es momento de celebrar».
La apertura del panel estuvo a cargo de Victoria Tolosa Paz, legisladora platense y co-autora del Plan «Argentina contra el hambre»: «necesitamos una política pública integral. ¿Que alimentos compra el Estado para las escuelas, las cárceles?», expresó la legisladora, en referencia a la falta de políticas en torno a la alimentación, y agregó: «Argentina tiene un problema de seguridad alimentaria que se fue agudizando en estos últimos tres años y medio. El déficit no es sólo nutricional. Y cuando hablamos de este problema nos lleva a preguntarnos: ¿cuál es el rol del estado en garantizar el derecho a la alimentación y cuáles fueron los diferentes roles que tuvo al tratar de paliar la diferentes crisis alimentarias que hubo?. Nosotros tenemos una respuesta muy firme: que es no cometer los errores del pasado, no tomar al programa como entrega de alimentos a la población con altos niveles de vulnerabilidad social. Sino preguntarnos: ¿qué, cómo y dónde se producen los alimentos que comen los 45 millones de argentinos?».

En la misma línea, Nahuel Levaggi, de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT), sostuvo: «hay que modificar la matriz productiva. Dependemos del agro para alimentarnos. Esta construcción fue sostenida durante un montón de años porque hubo un modelo de país agroexportador garantizando un campo produciendo soja para la exportación, enriqueciendo a algunos con una concentración de la tierra y en base a un modelo de agrotóxicos envenenando».
En cuanto a su rol como productores y productoras de alimentos, remarcó: «en los últimos años como nunca empezó a aparecer quienes eran los que producían los alimentos que comemos todos y todas. Nadie sabía la procedencia de los alimentos en un país con más de 90% de la población urbana, que básicamente se garantiza sus alimentos yendo al mercado». En las misma línea, agregó: «en estos últimos años hubo dos fuertes elementos: reaparece el hambre (aunque nunca se solucionó) y, por otro, empieza a ganar la calle ese actor social, es decir, nosotros, los que producimos los alimentos y generamos esa unión, un círculo virtuoso entre quienes producen, entregándoselo a manera de protesta a ese pueblo hambreado, vecina o vecino, que le viene bien una verdura a bajo costo. Aquí radica una de las principales cosas a disputar y reflexionar para empezar a cambiar generar consciencia del problema con una matriz de producción y comercialización. Todos dependemos de multinacionales para poder comer».

Luego continuó la exposición Diego Montón (del Movimiento Nacional Campesino Indígena Vía Campesina MNCI) quien manifestó  sobre la soberanía alimentaria «este es un tema fundamental para pensar el desarrollo de un país que aspira a ser soberano, con justicia social, con independencia económica. Ninguna de esas tres consignas es posible alcanzarlas si hay hambre. Tampoco es posible alcanzarlas subordinadas a matrices de producción de alimentos que se controlan fuera del país. En Argentina se agudizó el problema del hambre por esta idea de apertura al mundo, pero en realidad le llaman mundo al capital financiero internacional y nuestro país se sumó a club de aquellos que creen en la bendición del capital financiero. Se sumó a la discusión sobre el hambre y a la pregunta ¿qué hacemos con el hambre?. Aquí es bueno recordar el trabajo del brasilero Josué de Castro sobre la Cartografía del Hambre en el cual demostró que en Brasil las zonas más productivas donde había más alimentos había más hambre que en el nordeste que es una zona menos productiva. Entonces puso en debate que no se trata de un problema de productividad sino como se organizaba la producción».

Finalmente para cerrar el panel la antropóloga Rita Segato dió su visión sobre el tema, recalcando la importancia de la comunidad y el rol femenino vinculado a la alimentación. Desde su posicionamiento cuestiona el rol del Estado como garante de otras formas de producción que supongan una alternativa de mundo «el efecto del error de fundación (del Estado) se siente tan presente y no vamos a soñar con que vamos a poder eludirlo. La gente que conozco, y yo no soy economista, ni especializada en cuestiones del agro, soy una antropóloga, he vivido en comunidades y la gente vive en el pliegue, en el escondite. La forma en la que la gente busca reproducir su vida, los alimentos que les interesa, la diversidad genética que les interesa es decir, la mejor habita el mejor choclito, la mejor papita, la mejor mandioca, es en el pliegue en el escondite y no a la luz del Estado porque saben que éste les va a secuestrar su proyecto mas tarde que temprano. Lo que siempre se ha cumplido, ¡se cumple!. Entonces estoy en una situación incómoda acá, porque yo defiendo el pliegue, defiendo el escondite y la pregunta que tengo para hacer ¿es el Estado capáz de proteger escondites? No podemos ser ilusos y pensar que el Estado genere bienestar sin sacar commodities y venderlas en el mercado global, es imposible.Porque no hay ninguna otra fuente en el mundo donde las invenciones, las patentes tecnológicas, científicas son escasísimas, no hay otras fuentes de recursos para hacer una vida mejor para mas gente. Esto para mi es clave entender, que no se podrá hacer que la gente consuma un poquito mas, viva un poco mejor sin las commodities. ¿Pero puede al mismo tiempo ese mismo Estado garantizar y proteger el escondite de la gente?. Añadiendo que ese escondite de la gente, es el escondite de las mujeres. Porque son las que saben construir ese escondite y hablar de otra economía política en términos domésticos. Como dicen las kurdas que hace poco estuve en Madrid y las escuche. ¿Por qué las bombardean? ¿Por qué agreden el Kurdistán? El Kurdistán vive en cuatro espacios, en cuatro Estados nación diferentes. Pero no quieren tener un Estado, quieren ser un pueblo sin Estado. Algo extraordinario. Porque dicen: es una nueva vida. Y ahí tengo que aceptar que es una nueva propuesta de vida. La relación estado sociedad en nuestro mundo, no es la misma relación de Estado-propiedad que en Europa. Los Estados europeros fueron resultado de historias sociales, historias de sociedades con sus conflictos y alianzas y la historia de nuestros Estados no. Vino una sombrilla, un sombrero desde el otro lado del mar, después de la guerra independentista y se colocó aquí y continuó manteniendo una relación de exterioridad a lo gestionado: la gente, los pueblos, los territorios, los bienes.  Trasladó la gestión, el escritorio. Entonces ese Estado no es confiable porque se mantiene exterior a la vida de las personas. Y las personas lo saben, entonces construyen escondites.»

Por último, antes del panel debate, entrevistamos a Marcos Ezequiel Filardi (abogado y miembro de la Red de Cátedras Libres de Soberanía Alimentaria), quien ofició de moderador de la charla, quien habló sobre sus expectativas en torno al tema con el cambio de gobierno en Argentina: «se está cerrando un gobierno que ha profundizado esto que nosotros llamamos un modelo agroindustrial dominante, destinado principalmente a la exportación, a partir del paquete tecnológico de trasngénicos, agrotóxicos y fertilizantes sintéticos. En todas estas variantes ha sido récord la aprobación por parte de Cambiemos de transgénicos. Y lo poco que se había avanzado en una institucionalidad al servicio de una agricultura familiar se ha desmantelado por completo. Estamos hablando de una gestión 40% de pobreza, probablemente un 10% de indigencia y a causa de los bajos ingresos, están condenados a ir a comprar lo único que pueden, que son carbohidratos, grasas y azúcares. Cerramos cuatro años de gobierno con un aumento del hambre, de la mal nutrición, y aumento del sobrepeso y la obesidad. Y volviendo a prorrogar la emergencia alimentaira hasta el 2022. Lo que se abre con el nuevo gobierno es un signo de pregunta. Porque los que nos queda dilucidar colectivamente es si vamos a ir a favocerer la agricultura familiar, campesina, indígena, popular, o vamos a profundizar el modelo de agronegocios para seguir obteniendo divisas que tanto se necesitan ahora», finalizó.
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Fuente: https://www.anred.org/2019/10/30/es-posible-una-argentina-sin-hambre-especialistas-debatieron-sobre-la-soberania-alimentaria/

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