jueves, 1 de agosto de 2019

Sigamos descubriendo la democracia vigente desde décadas: "La investigación que desarrolló la querella develó una estafa millonaria por parte de la empresa Agrocosecha a los trabajadores del norte, estafa que podía perpetrarse, temporada tras temporada, porque los norteños en su mayoría no tienen estudios (primarios, secundarios) y eran disciplinados desde que llegaban hasta que se iban, intimidados y reprimidos por las fuerzas de seguridad local que custodiaban los campos donde trabajaban, los galpones donde vivían, las oficinas donde iban a cobrar y los boliches a los que iban a bailar".

El río negro de la “Justicia

 

1 de agosto de 2019

 

A la Justicia rionegrina le llevó seis años confirmar lo que los abogados Sergio Heredia y Leandro Aparicio ya sabían en 2012: que Daniel Solano fue asesinado de forma violenta por policías. El río de la justicia provincial se volvió cada vez más negro para Gualberto Solano (su padre) y el fallo del 1 de agosto de 2018 llegó con retardo e incompleto: no explica por qué los policías mataron a Daniel. 

Por Jessica Visotsky y Eugenia De Rossi, para ANRed.

Roipota ko, mburuvicha reta mbaeti okañi jare toyapo jupigua….
(texto de la familia Solano en lengua guaraní)

Nosotros, los de Cherenta, queremos que quienes hicieron mal paguen.
Y que las autoridades no se olviden y hagan justicia…

A un año de la sentencia

Después de siete meses de investigación, tras la desaparición del trabajador rural Daniel Solano, los abogados Sergio Heredia y Leandro Aparicio ya habían resuelto prácticamente el caso y por eso en julio de 2012 se detiene preventivamente a los siete (7) policías acusados, quienes esperaron en prisión un juicio que nunca llegó. Así se vencieron los plazos de la prisión preventiva y por eso los policías fueron liberados 
en 2015, para recién ser llevados a juicio durante 2018 y ser hallados culpables, condenados a la pena máxima.
A un año de la sentencia del tribunal que dictaminó la prisión perpetua para Sandro Berthe, Pablo Bender, Juan Barrera, Pablo Albarrán Cárcamo, Pablo Quidel, Diego Cuello y Héctor Martínez, todos ellos, pertenecientes a la Policía de Río Negro, siguen en libertad hasta que la sentencia quede firme. Actualmente la Suprema Corte de Justicia de la Nación debe dirimir respecto de los pedidos de los abogados defensores que apelaron la decisión del tribunal, apelación que ya fue rechazada por el Superior Tribunal de Justicia rionegrino.
Después de siete meses de investigación los abogados Heredia y Aparicio ya habían resuelto el caso y por eso en julio de 2012 se detiene preventivamente a los siete policías. Seis años después, la Justicia rionegrina arriba a la misma conclusión y los condena a perpetua. Un año después de esa sentencia, los asesinos continúan en libertad.

¿Por qué lo mataron?

El fallo del tribunal se restringió a los fundamentos de la pena exclusivamente, con un planteo descontextualizado de lo que sucedió aquella madrugada de noviembre de 2011 en el boliche Macuba. Concreta y oficialmente, esa noche en Macuba había tres (3) policías cumpliendo la función de adicionales (Muñoz, Toledo, Etchegaray); sin embargo, más de veinte (20) testigos afirman haber visto también a Bender, Berthe, Martínez y Barrera, vestidos con uniforme y cerca de Solano. La presencia de estos cuatro (4) policías, que no debían estar ahí, es lo que le permite a la querella plantear el supuesto móvil del crimen: a Daniel Solano lo fueron a buscar.

“Si nosotros teníamos razón cuando dijimos que Solano estaba muerto, ¿por qué no vamos a tener razón cuando decimos que Daniel Solano fue estafado?” (Sergio Heredia, abogado de la familia Solano).
Ese viernes 4 de noviembre de 2011 por la tarde, Daniel y sus compañeros habían cobrado y se dieron cuenta que les estaban pagando muy poco; por eso iban a hacer un reclamo el día lunes para que les “reintegren” lo que faltaba. 
La investigación que desarrolló la querella develó una estafa millonaria por parte de la empresa Agrocosecha a los trabajadores del norte, estafa que podía perpetrarse, temporada tras temporada, porque los norteños en su mayoría no tienen estudios (primarios, secundarios) y eran disciplinados desde que llegaban hasta que se iban, intimidados y reprimidos por las fuerzas de seguridad local que custodiaban los campos donde trabajaban, los galpones donde vivían, las oficinas donde iban a cobrar y los boliches a los que iban a bailar.
Solano no era un líder gremial ni fue mentor de un reclamo colectivo por salarios o estafa; simplemente era un trabajador que pudo leer su recibo de sueldo, identificó una liquidación mal realizada, compartió esto con sus compañeros y se dispuso a realizar el planteo ante la patronal, con todo lo que implicaba en términos de opresiones y de control en ese contexto laboral. Hacer un reclamo por lo adeudado claramente podía implicar el develamiento de la estafa millonaria que estaba por detrás. La hipótesis de la querella es que los siete (7) policías condenados ejecutaron a Solano por orden de miembros de una asociación ilícita conformada por empresarios, funcionarios judiciales y agentes de la policía de Río Negro, para encubrir la estafa laboral a Daniel y a cientos de trabajadores golondrinas.
Hay más de 25 causas conexas a la principal, con otras desapariciones y muertes de trabajadores del norte.


El río negro de Expofrut y Pichetto

Trata de personas, narcotráfico, estafa, apremios ilegales, encubrimiento policial, amenazas a testigos, desvío de la investigación, asociación ilícita… La investigación de la desaparición de Daniel provocó un efecto ‘caja de pandora’ y hay más de veinticinco (25) causas conexas a la principal con otras desapariciones y muertes de trabajadores del norte ligados a Expofrut. Los casos de Pedro Cabañas Cuba, Hector Villagrán, Andres Cuyebay, Luis Miguel Orias y Roque Peradillo, se suman al río negro de casos impunes en la región y son parte de la parálisis judicial. Hay más involucrados que deberían estar imputados: Tomás Vega (el octavo policía que también fue señalado por varios testigos como presente esa noche en Macuba y en las oficinas de Agrocosecha mientras los trabajadores cobraron), el dueño del boliche Macuba, los hermanos Lapenta y Mercado de Agrocosecha y la cadena de responsabilidades hacia los directivos de Expofrut.
Los casos de Pedro Cabañas Cuba, Hector Villagrán, Andres Cuyebay, Luis Miguel Orias y Roque Peradillo, se suman al río negro de casos impunes en la región vinculados a Expofrut.
Vale recordar el nombramiento del director de Expofrut, Fernando Oris de Roa, como embajador de Argentina en EE.UU. en la actual gestión de Mauricio Macri y, actualmente, la alineación del senador Miguel Angel Pichetto como compañero de fórmula del presidente. La ascensión de CEOs de empresas que pasan a tener cargos públicos, que caracterizó a todo el gobierno de Cambiemos, se corona con un salto camaleónico del senador rionegrino que debe leerse en clave corporativa, para tomar dimensión de todas las aristas que abarca este caso.
Gualberto Solano falleció el 3 de abril de 2018, apenas iniciado el debate judicial por el homicidio de su hijo.


La justicia demorada es justicia denegada (y mata)

Hay otra muerte vinculada a la asquerosa lentitud de la justicia y es la de Gualberto Solano. Gualberto vivió más de cinco años en Choele Choel, en un acampe, en la iglesia, haciendo huelgas de hambre y debiendo encadenarse frente al juzgado para que la Justicia avance. Murió de dolor y tristeza, buscando a su hijo. Hoy la comunidad de Cherenta sigue pidiendo justicia y lo hace en su lengua. Los abogados Aparicio y Heredia, el Padre Cristian Bonin (el párroco de la iglesia que albergó a Gualberto, a Sergio Heredia y a las fojas y fojas de la causa) y lxs compañerxs de Choele Choel también siguen esperando la sentencia firme que dictamine que estos policías no estén más en libertad. Cruzarlos en las calles de Choele Choel, en el supermercado, tomar un remis y que el chofer sea uno de los policías asesinos, son solo algunas de las situaciones que les toca vivir.
Sin Daniel y sin Gualberto, la familia Solano desde Salta y los abogados siguen impulsando acciones orientadas a encontrar los restos del cuerpo de Daniel para que pueda ser enterrado junto a su padre. Con todos los expediente ahora en Tartagal, se van a impulsar acciones civiles contra la provincia de Río Negro y todos los civiles, policías y funcionarios judiciales vinculados con la causa por acción o negligencia; deberán responder por cifras millonarias y serán indemnizaciones por 
daños y perjuicios.
Imagen de portada: obra del artista rionegrino Chelo Candia.

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