lunes, 20 de mayo de 2019

"Sabemos perfectamente que le ha sido votada la libertad absoluta para manejar los fondos. Hace poco subsidió con una millonada mucho más grande que la que necesita el Francés, para que las empresas petroleras que están ganando guita a palas hagan exploración".

Los otros nombres del
Hospital Francés
Por Miguel Espinaco
El tema saltó a los medios cuando apareció la patota, cuando entró en acción a puro golpe y la televisión mostró el desquicio a la hora de la cena. Los noticieros logran convertir la anécdota en información y entonces el nombre que entra en el foco pasa de la noche a la mañana, así como así, de desconocido a ilustre.
El tipo en cuestión se llama Sergio Muhamad, es directivo y barrabrava del club Chacarita, es empleado sin funciones específicas del estado municipal porteño y según sintetiza el diario La Nación, es principalmente un "operador todoterreno en el PJ". (…)
El Hospital Francés está en el barrio de San Cristóbal, en La Rioja 951 para ser precisos. El escenario es un viejo edificio, delante un patio de ingreso en el que se ven carpas. Más adelante todavía, separando el patio de la vereda, una pared baja y una reja repleta de pancartas. "No está muerto quien pelea" dice un afiche firmado por un centro de estudiantes, "Juicio y castigo a los vaciadores del Hospital Francés" reclama otro trapo colgado por Terapia Intensiva, "Fuera la intervención, estatización ya, por un Hospital Francés para todos" pide la Multisectorial del Barrio, "No al convenio de crisis, reincorporación ya de los despedidos" escribe la Comisión Interna.
Detrás de la reja, algunos trabajadores discuten sobre el fideicomiso que parece el tema del día, otros toman mate, algunos juegan una improvisada rueda de truco mientras afuera, en la ciudad, pasa el lunes que hizo más largo este fin de semana. Más tarde, Marcos me iba a explicar que "hoy es un día especial porque es feriado" que "normalmente vas a ver acá lleno de gente que es la gente que tendría que estar trabajando" y me contaría que a raíz de su despido y el de otro compañero "decidimos instalar las carpas a manera de protesta y para que esto sea la sede de los compañeros que quedan cesanteados, despedidos". Entonces, claro, yo preguntaría si los que están acá son todos despedidos y él me haría una aclaración que, después de dicha, suena casi obvia: "de alguna manera estamos todos despedidos, no cobrás, la intervención te exige ir a trabajar, te exige agachar la cabeza y no te paga. Estamos en convocatoria de acreedores y se está por firmar un procedimiento de crisis emitido por la intervención que flexibiliza a los trabajadores, les da la posibilidad de aumentarte tareas, horas de trabajo, de cambiarte de sector, de suspenderte…".
Al principio hablan todos juntos, todos quieren decir lo que pasa, lo que sienten. Ellos están viviendo esto hace años, a mí los nombres y las fechas se me escapan, así que trato de desatar la maraña de apellidos que se entremezclan en el tiempo, que intervienen en fusiones y en separaciones en las que se vislumbran las huellas del vaciamiento.
Carlos Tossi
"Treinta años atrás, al Hospital lo tomó un tal Tossi y lo privatizaron. Desde ese momento hasta el día de hoy se afanaron todo, había 160 mil afiliados. De esto participó el Bapro, Provincia Salud, que pertenece a la Provincia de Buenos Aires. Después se retiró el Bapro, se retiró Tossi y dejaron 150 millones de deuda, dejaron esto en la quiebra" intenta resumir el correntino.
"Esto nació como una asociación sin fines de lucro - aclara Marcos intentando poner orden - es un hospital de comunidad que nació hace 160 años, igual que el español, que el británico, que el alemán, están todos acá cerca. Vino este médico Tossi que no era médico, era kinesiólogo, pero que en un año hizo medicina, una cosa medio rara. Se hizo cargo de la presidencia y de la dirección del hospital. A partir de ahí empezó a ser una empresa sin fines de lucro para evadir impuestos, pero con fines de lucro en realidad. El hospital andaba bien, se creó el CeFran que era la prepaga del hospital".
"Al CeFran lo hicieron en los 90. Se calcula que en el CeFran, durante esos años, entraban 15 millones de pesos o dólares, por mes. Y después vino el Bapro a terminar todo el vaciamiento." explica Eduardo, que era trabajador del hospital y que ahora trabaja en el Garraham y Marcos agrega que "el CeFran era del hospital, los que estaban tercerizados eran los servicios, por ejemplo unidad coronaria, radiología, todo tenía su propio dueño, era como si fueran kioskitos, cada uno tenía su negocio. Tossi era el dueño de kinesiología".
Alberto Fernández
Cuenta Marcos que hace unos tres años "hicieron una fusión con Provincia Salud, que deriva del Grupo Bapro que a su vez deriva del Banco Provincia y por supuesto, ahí estaba Alberto Fernández, el actual jefe de gabinete. Hicieron un contrato totalmente negativo para el hospital, porque el Bapro venía arrastrando una deuda de dos millones de pesos por mes que la pasa al hospital. Como se unió la gente del CeFran a la de Provincia Salud, de tener 45 mil asociados pasamos a tener 150 mil y el hospital ediliciamente no estaba preparado. Entonces se abrieron centros periféricos en San Justo, en la Provincia de Buenos Aires, se creó el centro de atención primaria que es el CAP que está acá en 24 de noviembre y Estados Unidos, el Anexo 1 que está en Honorio Pueyrredón, allá en el Cid Campeador. Esto trabajó por un tiempo hasta que deciden separar aguas, directamente deciden el hundimiento del hospital. Entonces, el año pasado, Provincia Salud crea otra obra social en conjunto con Carlos Tossi y se llevan los activos y nos dejan los pasivos, se llevan la gente sana, la gente pagadora, a muchos socios los pasaron automáticamente a la otra obra social, que se llama Osjera. Los afiliados estaban totalmente desubicados porque no sabían por qué los habían pasado, les juraban mejor atención, qué se yo, la realidad es que los chuparon. A nosotros nos dejaron el CAP, los centros periféricos que había en el conurbano, todo lo que empezó a dar pérdida porque estaba todo alquilado".
"Cuando salimos a la calle a manifestar los problemas del hospital, los salarios caídos, que hacía nueve años que no se hacían los aportes jubilatorios y una serie de irregularidades con el tema de los afiliados, el gobierno nos otorgó un subsidio, por única vez, de ocho millones y medio. Vino el subsidio y con el subsidio vino la intervención a través de la Inspección General de Justicia, del gobierno directamente, vino José Luis Salvatierra, al que lo manda otra vez el grupo Bapro, otra vez Alberto Fernández".
Victor Garay, personal no médico del hospital y delegado, también se acuerda del Jefe de Gabinete y compara: "sabemos perfectamente que le ha sido votada la libertad absoluta para manejar los fondos. Hace poco subsidió con una millonada mucho más grande que la que necesita el Francés, para que las empresas petroleras que están ganando guita a palas hagan exploración". (…)

http://www.elmangodelhacha.com.ar/revista87/revista87nota1.htm

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