martes, 23 de abril de 2019

Valoremos que "una de las finalidades de la economía circular es reducir los materiales necesarios para fabricar los productos, además de la cantidad de desechos que se generan, garantizando la sostenibilidad y la reutilización de todos ellos".

Qué es la economía circular
22 de abril de 2019


Por Silvia Pato (Público)


Te contamos qué es la economía circular, para que la próxima vez que oigas hablar de ella, no necesites ninguna aclaración.
Todos hemos oído hablar de la economía circular y, como algunas veces sucede cuando se trata de temas económicos o financieros, es posible que se generen algunas dudas al respecto, por lo que es necesario aclarar términos y conceptos.
Nos encargamos hoy de ello y te contamos qué es la economía circular, para que la próxima vez que oigas hablar de ella, no necesites ninguna aclaración.
Circular economy
El término de economía circular (circular economy) comenzó a utilizarse en la década de los ochenta del siglo XX para hacer referencia a un sistema económico de producción y consumo que vinculaba la economía y el medio ambiente. Desde entonces, su estudio ha ido creciendo y el concepto se ha afianzado.
Así, una de las finalidades de la economía circular es reducir los materiales necesarios para fabricar los productos, además de la cantidad de desechos que se generan, garantizando la sostenibilidad y la reutilización de todos ellos. El reciclaje y el tratamiento de desechos es fundamental en ese círculo de producción en el que se crea un producto, se utiliza y se recicla para crear otros nuevos que, a su vez, será reciclado y reutilizado. Esta idea se inspira en los propios ciclos de la naturaleza , donde nada se desperdicia y todo se transforma. En consecuencia, la gestión de residuos es uno de los factores que más caracterizan este tipo de estrategia económica, junto con las fuentes de energía renovables y el reciclaje.

Flujo circular
La economía, desde la época de la Revolución Industrial hasta fechas recientes, sigue un modelo de producción con flujo lineal. Esta linealidad se basaba en producir, vender, usar y tirar. La obsolescencia programada de algunos bienes forma parte de ese flujo lineal contra el que, en la actualidad, el Parlamento Europeo pide que se tomen medidas. Por el contrario, con la economía circular se sigue un flujo circular, con el que se pretende que se tire la menor cantidad de cosas posibles y que puedan ser reutilizadas para fabricar nuevos productos u ofrecer otros servicios. 

Así, cada artículo o bien ha de producirse de forma tal que pueda desmontarse fácilmente, para aprovechar cada una de sus piezas.
En definitiva, la economía circular aboga por utilizar solo los elementos imprescindibles para elaborar un producto, usando materiales biodegradables y facilitando la reutilización de los componentes en cualquier ciclo productivo. De igual modo, en determinados sectores, también propicia el alquiler de algunos bienes y no su compra. Si alquilamos un servicio, en vez de comprar determinado producto, contribuiremos a esa sostenibilidad, con la consiguiente disminución de residuos que este modelo de producción y consumo busca.
La economía circular produce beneficios medioambientales, como la reducción de gases de efectos invernadero, la disminución de costes para las empresas y el incremento del empleo y del ahorro de los consumidores, además de fomentar la creación de nuevos modelos de negocio. En consecuencia, en esta forma económica se han de involucrar tanto las empresas y organizaciones como las administraciones públicas y los individuos, que a título personal deben tomar sus decisiones siendo conscientes de sus necesidades reales. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario