miércoles, 3 de octubre de 2018

Valoremos: "La posibilidad de enriquecer las formas de interacción con la propuesta educativa autónoma zapatista parte de todos los actores posibles, lejos de procesos discriminatorios u opresivos, es decir, debe ser completamente incluyente, asegurando el reconocimiento de las distintas visiones, las cuales ven su origen desde distintas latitudes y en distintos tiempos".

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Mèxico: 

Decolonización y educación indígena autónoma zapatista.

13 de agosto de 2018

Alejandro Lara Figueroa – Adelaida Rojas García

Revista CoPaLa, Construyendo Paz Latinoamericana 
Año 3. Número 6, julio-diciembre de 2018
“Decolonización y educación indígena autónoma zapatista”,
Revista CoPaLa. Año 3, Número 6, julio-diciembre 2018.
fuente: http://www.revistacopala.com/Hacia una educación decolonizante


Resumen

Los procesos educativos en México se han caracterizado por un sistema homogeneizante, el cual ha impactado las formas de enseñanza aprendizaje a lo largo de la nación, presentando entre los principales problemas una educación discriminatoria y poco eficaz para el desarrollo de las distintas regiones. Es así que surge la necesidad de realizar un análisis pertinente que permita dar a cada zona el tipo de educación que requiere; es, por tanto, que la propuesta del modelo educativo zapatista se torna como alternativa de gran viabilidad para desarrollar estas nuevas formas de enseñanza. En palabras de las comunidades indígenas zapatistas, la enseñanza recibida por el sistema de gobierno federal y local solo asegura la extinción de su cultura y la inserción a un sistema de explotación y discriminación. Vista desde la versión del giro decolonial y desde los mismos postulados del movimiento zapatista, la educación requiere nuevas formas que permitan, a la vez, nuevas maneras de pensar, de pensarse y de ser pensados.

Sin lugar a dudas, una de las propuestas de mayor peso por parte del movimiento zapatista ha sido el proceso educativo, el cual ha cimentado las bases de su organización. Por tanto, es necesario mencionar que este rubro es quizá el de mayor importancia para entender su proceso y, desde luego, su ideología.


La educación y la autonomía indígena

Durante los últimos años la educación en México no se ha destacado principalmente por su alta calidad, sino más bien por ser una herramienta de control y de sometimiento; la manera en como se ha dado a lo largo de los gobiernos en turno podrá dar cuenta que se ha ido transformando de acuerdo a las necesidades de aquellos que han tomado el poder; sin embargo, todos los proyectos educativos implantados han conservado al menos una característica, la de no ser tomada en cuenta como una medida de desarrollo nacional, pues es bien claro, y así lo han entendido los gobiernos, que un pueblo educado no es fácil de controlar.

Por ello, existen a lo largo de todo el país programas educativos que no responden a las necesidades y características de cada una de las regiones de la nación; por consiguiente, el nivel educativo es significativamente desigual, siendo las poblaciones rurales y los grupos indígenas quienes han tenido que pagar el coste de las políticas gubernamentales, siendo receptores de programas educativos de bajo presupuesto y de mala calidad.Ejemplo de lo anterior es el programa de CONAFE, el cual hacía llegar a las comunidades rurales e indígenas profesores que, de entrada, no tenían la preparación necesaria para enfrentarse a poblaciones de habla indígena, sumando a ello la poca o carente infraestructura para poder cubrir la tarea educativa y las condiciones de marginalidad establecidas en estos espacios, además de las largas distancias que los educadores debían cubrir para desempeñar su labor, y en su caso, si podían establecerse en la región, la precariedad de las condiciones en las cuales tenían que vivir.Situaciones como la anterior han permitido la idea de la construcción de una nueva forma de educar que al pasar el tiempo se ha convertido en algo apremiante. Buscando el rompimiento de los procesos educativos marcados por el Estado, donde lo que se pretende es la estandarización de los conocimientos y de las formas de enseñanza, la propuesta surge a partir de las necesidades propias de la zona; “La educación autónoma empezó viendo las necesidades, y la educación autónoma no es como la educación del gobierno” (Comité de Educación Oventic, 05-04-2005).

A sabiendas de la importancia que conlleva el proceso educativo, este puede definirse como una tarea que no puede dejarse de lado, pues será a través de ella que se podrá alcanzar una autonomía real; “La educación es muy importante porque todo viene de la educación”. Cuando se levantó el EZLN en 1994, una de sus principales demandas fue la educación. Sin embargo, parte de la autonomía ha significado para los indígenas construir su propia realidad, sin esperar que el gobierno cumpla con sus demandas. Por ello, en muchos municipios autónomos zapatistas ya se está practicando la educación autónoma, un sistema educativo que ofrece una alternativa al sistema educativo del gobierno, mismo que debe procurar no solo la adquisición de mejores formas de vida, sino también de nuevas y distintas formas de pensar, pensarse y pensar a los otros.

La educación del gobierno y la educación autónoma

Entender la creación de un nuevo sistema educativo no es algo que se pueda dar por el simple hecho de desearlo o imaginarlo, ello va más allá, surge del análisis de las necesidades colectivas y particulares en conjunto y no por separado, es decir, de un acto de conciencia, la cual nace a través del reconocimiento de los problemas, de dar cuenta y entender la realidad, identificando las maneras en que un sistema de Estado oprime a la sociedad, la manipula y hace uso de ella para sus fines e intereses particulares o particularizados. Para las comunidades indígenas zapatistas, la educación del Estado ha sido una forma más de maltrato, de negarles su cultura y sus derechos, incluso de su existencia misma. Por tanto, es necesaria la construcción de una nueva forma de educar, una que reivindique valores universales y de sentido común, que restablezca derechos y obligaciones y el pleno cumplimiento de estos y estas, o como lo plantea El Comité de Educación cuando explica el por qué decidieron formar un sistema de educación autónoma y lo que ello significa: La relación entre la educación y la autonomía es clara, se requiere establecer nuevas formas de enseñanza y la construcción de nuevos conocimientos, los cuales surjan de las mismas comunidades, quedando en claro no necesariamente partir de cero, es decir, no desechar todo lo ya dado. “Así podemos enseñar entre nosotros como nosotros quisiéramos.

Reflexionamos como nosotros queremos aprender y así enseñamos”. Esta educación debe estar basada en procesos autonómicos, estableciendo de manera visible la diferencia de aquella que el Estado imparte, donde no sólo se enseñe en un solo idioma y no sólo los contenidos que el sistema propone, muchos de ellos inútiles para los contextos de las comunidades: “nosotros queremos poder aprender en nuestra propia lengua. La forma en que se educa, en el idioma de ellos, nos obliga hablar su lengua y nos obliga aprender sus ideas”. El zapatismo propone un proceso de enseñanza donde sean ellos mismos los que deben enseñar a la vez que van construyendo su propia educación, “es mejor hacerlo entre nosotros mismos, nombrar nuestros propios maestros, promotores, y también incluir nuestra cultura. Porque en la educación oficial puede ser que se pierde la cultura y los niños indígenas ya no la van a conocer”.

Para el Estado, los grupos indígenas y rurales son parte del atraso o el atraso mismo, por tanto, el sistema educativo gubernamental busca paulatinamente ir rompiendo con la cultura de cada región y grupos originarios, fomenta el exterminio de ello, de tal manera que en muchos casos procuran generar sentimientos de vergüenza por ser indígenas, en aras de que estos mismos grupos busquen desechar sus raíces para poder incorporarse a un modelo moderno neoliberador que solo asegura la desaparición de su cultura.Las políticas educativas generadas desde el gobierno parecen ser planteamientos que no responden a las necesidades reales de las regiones particulares, sino más bien a las necesidades que el mercado requiere; por tanto, no es una educación que contribuya al desarrollo real de la sociedad, sino a los grupos de intereses mercantilistas y elitistas,

“El gobierno tiene una educación que beneficia a ellos y nada para el pueblo. Por eso decidimos buscar nuestros propios maestros y enseñar cómo deberían de enseñar.” (Comité de Educación, Oventic, 05-04-2005)El Comité de Educación percibe la educación de Estado u oficial, como la nombran ellos, como una simulación, la cual tiene como objetivo controlar y aculturar, pues modifica los hechos históricos y oculta la realidad del país, se busca la modificación cultural hacia una que favorezca los intereses elitistas, tratando de convencer que las cosas son de la forma que ellos dicen, desapareciendo estratégicamente diversos contenidos o modificándolos, con la idea de formar percepciones distintas a la de una realidad que sólo viven los más desfavorecidos, “el gobierno está ocultando la verdad pero a través de los maestros porque con los maestros mete su idea del gobierno para que no se despierte la gente, para los que no conocen la historia del país o de su propia realidad” (Comité de Educación, San Pedro Polhó, 12-02-1999 en Lara, y Ruiz, 2001).

Conocer la historia verdadera y mantenerla es uno de los objetivos de la educación autónoma, no sólo aprender a leer y escribir, sino pensarse desde sí mismos y poder ubicarse en el contexto nacional e internacional; conocer las formas reales en que vivían sus antepasados y cómo eran las formas de vida y enseñanza, pues perciben una educación autónoma que antecedía su propuesta de proyecto educativo, mediante el cual ellos no sólo conocieran la situación real del país sino que también pudieran participar en la resolución de problemas que les aquejan. “Por ejemplo, nunca nos decían que ellos (sus antepasados) tenían su propia autonomía”. Para los zapatistas el Estado les teme, pues saben que “Despertando un niño, el gobierno tiene miedo que salga un dirigente político, una persona que sepa la realidad. Lo que quiere el gobierno es que agarremos las costumbres de ellos” (Comité de Educación, San Pedro Polho, 12-02-1998 en Lara y Ru i z , 20 01).

Como plantea Quijano, el proceso de dominación no se da en específico en el aspecto económico, sino que trastoca el ámbito de lo social, buscando el cambio cultural principalmente, tratando de modificar costumbres y formas de pensamiento; en palabras de los zapatistas “Nos quiere obligar a tener las mismas costumbres, las mismas ideas como ellos”. A través de la enseñanza y la ejemplificación fuera de contexto se busca la transformación cultural, demostrando que lo adecuado es la modernidad y los valores que el sistema de Estado fomenta. “Nos enseñaban cosas para perder la cultura, por ejemplo, que nuestros antepasados no sabían leer y escribir, que no sabían hacer las cuentas.

Pero ya sabemos que no es cierto, que los antepasados sí sabían hacer cuentas. Tenían mucha sabiduría”(Comité de Educación, San Pedro Polho, 12-02-1998 en Lara y Ru i z , 20 01).El proceso educativo, a lo largo de las distintas administraciones gubernamentales estatales o federales, ha ido minando los procesos comunitarios y los antecedentes culturales de cada región.

A través de los mecanismos de colonialidad del poder y del saber, las ideas de un sistema moderno han ido penetrando paulatinamente en las formas de enseñanza que se ponen en práctica en el ámbito rural e indígena, ejerciendo con base al poder Estatal, diversas formas de instrucción escolarizada, misma que no se apega a las condiciones de las comunidades, detonando lentamente el quebrantamiento de los saberes y de los procesos de organización de los grupos más vulnerables, mecanismo que no sólo ha impactado en los procesos económicos, sino en la vida cotidiana y comunitaria.

“Son nuestros padres que empezaron a perder la cultura de nuestros antepasados. No porque querían perder su cultura sino porque la idea del gobierno era muy fuerte. El gobierno metía sus ideas a la fuerza”. A manera de respuesta a lo anterior, la educación zapatista busca recuperar lo perdido y fomentarlo para evitar la extinción cultural e identitaria de sus propias comunidades. Bajo el lema de “divide y vencerás” y el de “un pueblo mal educado o sin educación es más fácilmente dominable”, la educación no ha constituido un factor de importancia, al cual se le asignen recursos suficientes para alcanzar un nivel respetable de calidad, a diferencia del rescate de las empresas paraestatales (mismas que también han dejado de ser importantes y se ha optado por venderlas) y de la banca nacional.

Por otra parte, la educación de calidad sólo ha sido asignada a aquellos que pueden pagarla y en la cual, en algunos casos, sólo se enseñan nuevas formas de explotación orientadas a la supervivencia del mercado internacional, mientras que a la población mayoritaria, aquella que carece de recursos suficientes, sólo se le da la que algunos cuantos pesos pueda cubrir, ofreciendo un proyecto educativo estandarizado, de bajo nivel y con profesores, en su mayoría, mal preparados y/o con ideas modernizadoras (esto último, no puede ser del todo malo, a menos que asegure y fomente el exterminio cultural de los grupos originarios) que acentúen su orientación educativa hacia la defensa del sistema de opresión. “Yo por mi parte…, con mi propia experiencia, donde me di cuenta que no se aprende en las escuelas del gobierno. No es una buena enseñanza, no son buenos maestros… casi no aprendimos nada”. (Relato: Mariano, promotor de educación, San Pedro Polhó, 15-05-1998 en Lara y Ruiz, 2001)

En el caso de la educación autónoma, los promotores de educación son los maestros comunitarios, son quienes llevan a cabo el proceso de enseñanza, son los que instruyen a los niños en sus propias comunidades, y son seleccionados por las propias comunidades y por las autoridades zapatistas. De igual manera es la misma comunidad la que decide sobre los contenidos que se revisan en el salón de clases, así como los métodos y formas de enseñanza, todo ello con la finalidad de romper con las viejas prácticas de los profesores que provenían de las escuelas de gobierno. “Nuestra educación autónoma es muy diferente que la del gobierno porque el gobierno nos enseña cosas que ni nos sirven. Nos enseñan por interés no porque se preocupan de los indígenas” (Anita, promotora de educación, San Pedro Polhó, 16-06-1998 en Lara y Ruiz, 2001).

Conforme el proyecto autónomo avanza, uno da cuenta de cómo va tomando su propio proceso, es algo que ellos mismos reconocen y dan la importancia y el esfuerzo que ameritan:Sobre la educación autónoma, es muy importante para nosotros como promotores de educación y también para la comunidad. Allí aprendemos más, cómo enseñar a los niños de las dos lenguas, español y respetar nuestra lengua y sus derechos de los niños y sus palabras que ellos expresan en la escuela… nosotros, tenemos más cariño a los niños y a las niñas y estamos trabajando voluntario, ni un centavo estamos ganando. Sólo con el esfuerzo de nuestra comunidad estamos avanzando porque tenemos el interés de aprender mucho más sobre la educación. (Doroteo, promotor de educación, San Pedro Polhó, 18-08-1998 en Lara y Ruiz, 20 01).

Sin duda el proceso educativo autonómico, aun cuando es muy joven, falto de experiencia, metodología, carente de profesores bien preparados dentro del campo teórico, sigue adelante; en conjunto profesores, niños, autoridades y comunidad van aprendiendo juntos y construyendo sus propias formas, aquellas que surgen de la experiencia que van adquiriendo y de sus saberes tradicionales.La educación y la autonomíaLa educación, como parte fundamental del desarrollo de un pueblo o nación, requiere cierto grado de calidad, misma que se debe asegurar con la toma de decisiones eficaces, considerando las necesidades reales que posee una sociedad o una comunidad. Lo anterior implicaría una adecuada planeación y la elección de los métodos de enseñanza apropiados, e igual de importante, la participación de todos aquellos que se encuentren o deberían de estar involucrados en este proceso. Por tanto, la conformación de una educación autónoma o una educación regionalizada debe tener como objetivo primordial la cobertura de las necesidades reales y locales en cuestión de contenidos educativos, y no la aplicación de modelos que no consideren los contextos particulares y procuren una instrucción con características iguales para cada zona.

En este sentido, la educación alternativa debe contribuir al desarrollo de la misma autonomía y determinación de los pueblos, favoreciendo el rescate y fomento de su cultura y tradiciones que aseguren la existencia de su identidad.Dentro de la educación autónoma viene el respeto para la cultura y las tradiciones porque la autonomía refiere a eso, lo está viviendo el mismo pueblo. Estamos exigiendo derechos y cultura indígena, pero ¿cómo lo vamos a lograr, si no lo hacemos nosotros? (Edgar, promotor de educación, San Pedro Polhó, 01-08-1998 en Lara y Ruiz, 2001)A sabiendas que estos principios de respeto a la cultura y tradiciones no serían dados por un sistema educativo oficial o de Estado, la decisión de los zapatistas de tomar en sus manos el proceso educativo se ve como la mejor de las opciones. En la educación autónoma se piensa incluir la cultura. Hay muchas cosas de nuestra cultura que ya se han perdido, costumbres que tenían nuestros padres y abuelos, muchas costumbres que hemos agarrado de los Kaxlanes (ladinos, no indígenas) y eso (lo) reconocemos, pero lo que no queremos es perder lo que todavía existe. (Comité de Educación, San Pedro Polho, 01-08-1998 en Lara y Ruiz, 2001).

Conocedores de la necesidad de mantener sus raíces, sus tradiciones y sus formas de organización, el punto de partida de una nueva educación debe surgir de las características particulares de cada comunidad, pues no todas las comunidades poseen las mismas necesidades y las mismas formas de organización que, aun cuando se comparten, algunas de ellas mantienen sus particularidades.

Queremos que las tradiciones se apliquen en la educación: aprender a leer y escribir, pero también contar historias de los antepasados. Lo que quiere hacer el gobierno es borrar eso de la historia. Por eso estudiamos, para conocer esa historia y los problemas que se han vivido. Para no perder la cultura creemos importante enseñar en nuestra lengua. También enseñamos en español como segunda lengua, es importante enseñar en nuestra propia lengua para no olvidar nuestra cultura. (Edgar, promotor de educación, San Pedro Polhó, 01-08-1998 en Lara y Ruiz, 2001).Para el zapatismo era más que claro que apostar por una educación oficial, una proporcionada por el Estado, aseguraría, paulatinamente, la extinción de la cultura y de los procesos identitarios propios de los grupos indígenas.

Lo cual, visto desde el giro decolonial, implicaría poner en marcha una cultura de exterminio de estos grupos, incluso aunque fuera de forma aparentemente no violenta, sino de manera estructural y planeada desde los guetos de poder. Esto implicaría el control sistemático de la población, sobreponiendo un pensamiento de mercado y de individualismo que no permitiera la cohesión y colaboración de los grupos que se mostraran en contra de las políticas que ellos mismos implantaran.

La autonomía educativa y regionalizada debe ir más allá de lo que en las zonas urbanas se enseña, es así que un proceso autonómico debe partir, como ya se ha dicho, de los propios contextos y de las necesidades particulares; es decir, de lo que en cada región se requiere conocer y aprender, aunado, desde luego, a conocimientos generales que ayuden a la integración de distintos escenarios. También enseñamos sobre el campo dentro de la educación porque es parte de nuestra cultura también…, enseñamos a leer y escribir y la suma y la multiplicación, pero también le enseñamos a sembrar… Vimos que esta idea es buena porque el día que diga el niño que ya no quiere estudiar, o aunque quiera estudiar, pero también quiere su hortaliza o su milpa para sembrar maíz, ya va a saber. También están aprendiendo a sembrar verduras en una hortaliza colectiva de la escuelita. (Comité de Educación, Oventic, 05-04-2005).

El proceso autonómico entiende que la educación forma parte de la vida cotidiana comunitaria, en donde también se tiene que fortalecer el respeto, lo cual es un eje central de la cultura indígena. Identificado por los grupos indígenas, en la educación oficial, a través del ejemplo y de cómo se comporta el maestro, los niños van aprendiendo estilos de comportamiento que posteriormente replican, “enseñan a los niños la idea de que está bien si quieres humillar alguien, a otro niño. No enseñan a respetar… Los niños aprenden estas ideas malas porque aprenden del ejemplo del maestro”. (Comité de Educación: Oventic, 05-04-2005).La base del proceso educativo autónomo se puede identificar dentro del tipo de relaciones que se establecen; se debe partir desde lo más básico de los procesos de socialización y de transmisión de valores, la familia misma. Bajo esta idea, debe entenderse por qué es fundamental la participación de todos los sectores de la comunidad en la construcción del modelo educativo, son los núcleos familiares los que participan en la conformación o construcción de los seres sociales, son el escenario primario donde uno inicia su proceso de aprendizaje y se fomentan las prácticas sociales de comportamiento. “Pensamos que la educación empieza dentro de la familia… si los niños están aquí y respetan a su maestro pero no respetan en la casa, y sí respetan dentro de la casa pero no respetan a los demás hermanos de la comunidad, no significa tener una educación… Si no les estamos demostrando un buen ejemplo en la casa, no estamos dando una educación”. (Comité de Educación, Oventic, 05-04-2005).

Igualdad del hombre y la mujer dentro de la educación autónoma

En el ámbito de lo comunitario las mujeres históricamente no han tenido mucho acceso a la educación, debido a procesos desiguales y aspectos culturales como el machismo.

La inserción del sector femenino en escenarios de enseñanza y de aprendizaje no ha alcanzado resultados reales de inclusión, lo cual se ha transformado en el establecimiento de marcadas diferencias entre varones y mujeres fortaleciendo roles culturales, así como el cumplimiento de responsabilidades particulares. Lo anterior, también derivado de procesos educativos no sólo formales, ha complicado la participación de la mujer en distintos ámbitos de desarrollo personal y colectivo; ello, tras ser considerado como deficiencia social, requiere de atención particular y, como es de suponerse, el escenario educativo es el más propicio para poder ser trabajado; lo cierto es que, a sabiendas de la necesidad de ello, poco se ha trabajado o poco ha sido considerado, y aun cuando se establecen programas a nivel federal que buscan “la igualdad” entre hombre y mujer, dichos programas han resultado paliativos, que en muchos de los casos colocan a la mujer como un ser de suma vulnerabilidad y que, en lugar de asegurar la igualdad, remarcan de forma tajante las diferencias ya establecidas por la sociedad misma.

Bajo los planteamientos que se han hecho sobre la educación autónoma cabe mencionar que, dentro de las tareas de este proyecto, se ha reconocido la importancia de la mujer en ellos, buscando su participación en la construcción de este. Sin embargo, los cambios para establecer la equidad de género como un punto fundamental se han conseguido poco a poco; reflejo de ello es que en muchas comunidades autónomas la mayoría de los que estudian son niños y pocas niñas. Aun así, la inclusión y la equidad se van abriendo paso. Importante es para el proyecto zapatista no dar una educación diferenciada entre niños y niñas, con la idea de ofrecer igualdad de condiciones para ambos grupos.

Los niños y las niñas están aprendiendo igual en los estudios y aparte queremos que aprendan las cosas que son parte de nuestra cultura, hacer tortillas y pozol, traer maíz, sembrar una mata de maíz porque queremos incluir la agricultura como parte de la educación. (Comité de Educación, Oventic, 05-04-2005).Como parte del proceso equitativo e igualitario, las asambleas comunitarias no sólo han reconocido la importancia de la mujer, sino también la existencia de sus derechos, lo cual les ha permitido tener mayor acceso a la instrucción escolar y participar por los distintos puestos o cargos de representatividad comunitaria.Si algún día le da algún cargo a una mujer, no va a decir que no va a poder. Porque es lo que pasa antes con las mujeres, que no quieren entrar (en algún cargo) pero porque desde antes no hicieron el esfuerzo para aprender. (Edgar, promotor de educación, San Pedro Polhó, 01-08-1998 en Lara y Ruiz, 2001).

La implementación de pensamientos de igualdad y equidad no sólo ha permitido que los hombres den cuenta de la importancia de la participación de la mujer en la construcción del proyecto autónomo, sino quizá lo más importante es que las mujeres se hayan dado cuenta de ello y perciban que no hay o no debe haber impedimentos para tomar las oportunidades que los hombres también tienen. Muestra de lo anterior, y cada vez más común, es la participación de ellas en el ámbito educativo, lo cual se transforma en un ejemplo y una forma de aprendizaje para los alumnos con los cuales trabajan; por un lado, demuestran a las niñas que como mujeres tienen posibilidades, oportunidades y derechos, mientras que los varones aprenden a percibir que las mujeres están en igualdad de condiciones.

“Nosotras como mujeres trabajando en la educación autónoma… para apoyar a nuestro pueblo y también como un ejemplo para las demás mujeres… Los niños que están creciendo se dan cuenta que todos tenemos derechos, que no sólo los hombres, que las mujeres también pueden hacer un trabajo que antes hacían solo los hombres”. (Eva, promotora de educación, San Pedro Polhó, 06-08-1998 en Lara y Ruiz, 2001)

En busca del rompimiento de estereotipos y discriminación de género, la inclusión y la participación simultánea entre hombres y mujeres en al ámbito educativo ofrece nuevas alternativas al desarrollo de un proyecto autónomo; por tanto, el reconocimiento no sólo de los derechos que poseen las mujeres, sino también el autorreconocimiento de ellas de poder participar en la toma de decisiones, se convierte en una de las herramientas de mayor importancia para alcanzar el desarrollo de dicho proyecto.

El sistema educativo indígena autónomo zapatistaLa labor educativa nunca ha sido ni será una tarea fácil, pues como se ha mencionado, el proceso educativo implica además de un proyecto que debe ser bien planeado, tanto en contenidos como en herramientas metodológicas, teóricas y modelos, también las personas que serán responsables de implementarlo, lo cual se convierte en una faena ardua de organización, diálogo, logística, capacitación y suma de compromisos y responsabilidades.El trabajo del Comité de EducaciónLa estructura de la educación autónoma incluye promotores de educación en cada comunidad: un Comité de Educación que promueve la educación también en cada comunidad y un Comité Autónomo de Educación que coordina el trabajo de educación en toda la región.

Todos en conjunto son los responsables de coordinar e implementar el proyecto educativo autónomo en cada una de las comunidades zapatistas, así como de planear y organizar dicha tarea.Cada uno de los miembros del Comité de Educación es responsable de solucionar las problemáticas que emanen del proceso educativo, lo cual puede ser desde conflictos con los niños, con los padres de ellos, o con los promotores de educación. También, dentro de sus funciones, se encuentra la de seleccionar a quienes fungirán como promotores y ver por su capacitación, buscando que cada uno de ellos entienda el proceso autónomo de la educación y sus formas, con la finalidad de evitar que se repitan los esquemas que la escuela de gobierno ofrecía.Los miembros del Comité de Educación deben tratar de solucionar todos los conflictos que deriven de su ámbito; sin embargo, cuando la problemática rebasa sus capacidades pueden acudir con el Comité Autónomo Regional de Educación, que es el responsable de coordinar a los comités de cada municipio zapatista.

Mi trabajo es de cuidar, auxiliar a las otras comunidades cuando tienen problemas. El promotor de educación tiene su Comité de Educación dentro de la comunidad. Cuando es un problema grave, vienen a nosotros, del comité regional de educación. Mucho del trabajo es corregir, dar explicación qué es la educación autónoma, la autonomía. (Comité Autónomo Regional de Educación, Oventic, 05-04-2005). Dentro de las mismas funciones está también explicar a los comités municipales de educación cuáles deben ser sus responsabilidades y las formas en que los problemas deben ser resueltos, proponiendo básicamente la instauración de asambleas, además de turnar a otras instancias problemáticas que abarquen a más municipios, ya que como ellos dicen, la solución de los problemas no es de uno solo, es para todos los hermanos. Cada uno de los miembros de los comités poseen la responsabilidad de fomentar la resistencia y hacer valer el principio de “mandar obedeciendo” (principio fundamental para mantener el proceso autonómico), a través de dar seguimiento al cumplimiento de las tareas que han sido asignadas a cada uno de los participantes del proyecto educativo.

A sabiendas que la horizontalidad del proyecto zapatista es fundamental, cada determinación tomada no se adquiere de forma individual, pues como lo dice uno de los miembros del Comité de Educación “Soy autoridad, pero no quiere decir que voy a mandar a mis compañeros. Estamos buscado el bienestar de todos, no el beneficio personal”. Considerando que las decisiones tomadas afectan a todos, el Comité de Educación está facultado a remover a los representantes que no están cumpliendo con sus tareas, así como a no obligar a los que prestan sus servicios a retirarse cuando ellos lo decidan; sin embargo, no sucede hasta que la persona que sale deja capacitada a la que ocupará su lugar, asegurando el funcionamiento correcto del o los comités de educación, ejerciendo los principios zapatistas.Logros e importancia de la educaciónSe sabe que el proceso de construir un sistema de educación autónoma es un camino bastante largo, como también lo es la edificación de la autonomía en general; sin embargo, a través de la resistencia y las formas de organización, los resultados se han visto reflejados, por ejemplo, rechazando un sistema de educación que no respeta ni la cultura, ni a los niños indígenas.

Se ha logrado definir la educación como un eje elemental dentro de la lucha por la autonomía y se han logrado pasos concretos y muy importantes hacia la creación de un sistema de educación alternativa.Como una forma de sobreponerse a lo considerado como colonialidad global, la apuesta por educación autónoma consigue rebasar los marcos hegemónicos derivados de las formas de diferenciación racial dictadas por las actualizadas formas de ejercer el control de las sociedades, donde sólo lo blanco o sajón son las posibilidades de ser consideradas como alternativas hacia la construcción del conocimiento. Levantar la voz para advertir que también en otros espacios es posible la construcción de nuevas formas de organización, y también el surgimiento de conocimiento de validez, busca romper con los procesos de dominación y de discriminación, además del reconocimiento de los otros como alternativas a las cuales se puede y debe voltear a mirar.Es claro que implementar nuevas formas y nuevos pensamientos no resulta nada fácil y que ello no puede darse de la noche a la mañana; sin embargo, el modelo zapatista ha dedicado el tiempo y esfuerzo requeridos, quizá más esfuerzo que tiempo para realizar dichos cambios.

Lo que vemos que hemos logrado es un paso más dentro de la misma lucha…, empezar a educarnos como nosotros quisiéramos…, ya están aprendiendo qué es la educación autónoma… Ya lo estamos logrando, aunque sea poco a poco… Por la explicación de lo que queremos, se está despertando la conciencia, eso es lo que estamos logrando.” (Comité Educación, San Pedro Polhó, 0-08-1998 en Lara y Ruiz, 2001).

Analizando las posibilidades y teniendo claro que no se trata de regresar a la manera en que se daban las cosas, es decir, partir de formas y conocimientos propios, se va construyendo una alternativa educativa. “Buscamos el camino que es mejor para el pueblo, tomando en cuenta nuestra cultura… Necesitamos aprender de los errores, si caemos levantamos de nuevo y buscamos otros mecanismos para mejor hacer el trabajo.” (Comité Educación, Oventic, 05-04-2005).Bajo la visión de Quijano, la naturalización de las relaciones sociales es aquella que ha permitido que el sistema hegemónico derivado de un modelo neoliberal pueda mantenerse a flote, pues la adecuación de las formas de pensamiento ha constituido el eje rector para favorecer los comportamientos que orillan a las personas hacia el conformismo social; esto se traduce en la existencia y conciencia misma del o los individuos a aceptar una realidad que les ha sido dada y construida sin opción de replicarlo o de contraponerse. En cierta forma las sociedades se han convertido en una especie de máquinas controladas por los ordenamientos que les han impuesto, a través de las formas de educar y de los mismos medios de comunicación.

Sin embargo, la lucha zapatista ha conseguido en poco tiempo semicontrarestar estos procesos de dominación, gracias a la construcción de formas alternativas de educación, elemento clave para insertar las nuevas formas y modelos que contradigan lo ya establecido. En mi ejido… algunos niños ya saben escribir, entienden qué es la educación. Está más diferente como enseñan los del gobierno…, ahora estamos avanzando por la ayuda de los compañeros que están participando en este pueblo rebelde zapatista. (Crescencio, promotor de educación en Lara y Ruiz, 2001).

De lo decolonial a la educación indígena autónoma zapatista y del zapatismo a lo psicosocial

Ante la necesidad de establecer una educación cercana a las necesidades reales de las comunidades rurales e indígenas en el periodo de 1988 a 1994, surgió una especie de experimento educativo un tanto institucional, y otro más de origen contextual, el cual se denominó Programa Alternativo de Educación Indígena, para posteriormente cambiar su nombre por el de Programa de Educación Básica de la Selva (PEBS), y luego al de Programa de Educación Integral de las Cañadas de la Selva Lacandona (PEICASEL), mismo que logró rebasar la propuesta del Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE) implementado por el gobierno en la región del sur del país. Como era de esperarse, la educación de corte estatal no contempló las condiciones contextuales de las regiones, lo que, de alguna manera, provocó procesos de aculturación, mismos que iban rompiendo con las formas de vida tradicionales de las comunidades en tanto ámbitos políticos, económicos y, desde luego, culturales, sumando a ello los problemas generados por las formas precarias y degradantes de educación, donde los golpes del profesorado hacia los alumnos eran el pan de cada día, sin olvidar las condiciones etílicas en las cuales se presentaban y que, al no ser originarios o cercanos a las comunidades, la lengua utilizada no ayudaba en nada a la transmisión del conocimiento. Aunado a lo anterior, el desconocimiento de los usos y costumbres y, desde luego, la politización de las comunidades. La educación que partía desde el sistema y de las políticas educativas de la SEP se asemejaba a una política de exterminio cultural, ejecutada por los profesores que eran asignados sin considerar los espacios en donde desempeñarían su tarea, y a los cuales poco les importaba desarrollar su labor de la mejor manera, pues sólo estaban conformes con recibir su pago, sin importar los resultados obtenidos al final del ciclo escolar, lo que de cierta manera podría compararse con una estrategia de baja intensidad, misma que buscaba desarmar a la población a través de ideologización neoliberal y de la discriminación racial hacia la cultura de los espacios donde fungían como profesores, minimizando sus tradiciones y costumbres.En respuesta a estas formas de llevar a cabo el proceso educativo por parte del Estado, las comunidades indígenas dieron inicio a la búsqueda de una forma autónoma de cubrir dicho proceso, pues de alguna forma, los grupos originarios veían y siguen viendo a la educación como un importante instrumento de desarrollo social, con el cual se erradica la ignorancia, las discriminaciones y las dominaciones existentes durante siglos.

Favoreciendo el rompimiento de la colonialidad de la naturaleza, las comunidades zapatistas optan por que la educación alternativa que están generando consiga incorporar dentro de su proceso de enseñanza la relación existente con el medio ambiente y el respeto a la madre tierra, eligiendo de inicio el proceso descolonizante de la educación en su zona, dando pie a la erradicación del pensamiento de considerar a la naturaleza como mero objeto de explotación.Aunado a lo anterior, en lo descrito por Quijano como la colonialidad del poder, del saber y del ser, se ponen de manifiesto las desventajas en las cuales se encuentran las comunidades originarias y que, de no poder sobreponerse a ellas, la existencia como grupos se pone en riesgo inminente. Por tanto, toman el control de sus procesos y trasforman sus posibilidades de regir su desarrollo. Según Baronet (2009), las comunidades zapatistas toman el control de su educación optando por la autonomía de la misma, en aras de alcanzar la emancipación y contrarrestar las políticas educativas impuestas por el Estado y erradicar también la imposición de los programas curriculares, que como ya se había dicho, impiden el adecuado desarrollo de las comunidades.

Para 1996 el Congreso Nacional Indígena buscó rescatar el derecho de los pueblos indígenas a ver por su educación y, en conjunto con las comunidades, planteó la constitución de los planes y programas conforme a las regiones y su capacidad de desarrollo económico, para que en 1997 se estableciera la estrategia de resistencia educativa, partiendo de la idea de no aceptar recursos económicos de lo que los zapatistas llaman el mal gobierno y, a su vez, pugnar por la formación de promotores de educación y de maestros originarios, buscando el proceso autogestivo de la educación indígena zapatista.Para tales fines, en los municipios autónomos (MAREZ) se dio inicio a la tarea de selección de los posibles candidatos a ocupar los puestos de profesores, a la vez que eran expulsados de las comunidades zapatistas los profesores asignados por el gobierno. “Construir la autonomía educativa es uno de los proyectos más amplios de desarrollo y apropiación social y cultural de las prácticas del autogobierno, que les permite controlar los criterios de orientación y de evaluación de lo que es pertinente enseñar y estudiar”. ( R u i z , 2 011).

Desde la visión de Castro-Gómez (2000, en Araiza y Lara, 2016), la violencia epistémica impide que los saberes se generen en otras latitudes distintas a la matriz colonial del poder y, si ello sucede, se consideran como inválidos; por tanto, y en palabras de Boaventura De Sousa Santos (2014, en Araiza y Lara, 2016), es necesario reconocer las epistemologías del sur. De acuerdo con Araiza y Lara, para entender una visión decolonizante es necesario apuntar hacia Freire, ya que su propuesta orienta hacia el cambio social a través de la lectura de la realidad social antes que la de los textos. 
Con base en lo anterior, ambos teóricos sintetizan los planteamientos de Freire; a) educar es conocer críticamente la realidad; b) educar es comprometerse con la utopía de transformar la realidad; c) educar es formar sujetos de dicho cambio social; y d) educar es diálogo.Tanto la educación como las escuelas autónomas son diferentes en cada municipio, Caracol, comunidad, etcétera, aunque sí tienen una base común: las demandas. No está dirigida por alguien que no conozca sus saberes, lengua, cosmovisión entre otras; por eso son ellos, los pueblos indígenas, los que están trabajando en la construcción de su educación (Ruiz, 2011).

Por tanto, la existencia de modelos educativos diferenciados y particularizados debería sonar como una manera de asegurar mejores formas de aprendizaje y, desde luego, de oportunidades de desarrollo. La propuesta zapatista no sólo se plantea como una de las alternativas viables, sino quizá como la mejor de las posibilidades actuales, puesto que va más allá de la recuperación de los saberes y del conocimiento cotidiano, proponiendo nuevas formas de construcción del conocimiento, alejándose de las formas de explotación y utilización de los individuos como meros objetos de estudio, otorgándoles el lugar y reconocimiento que deben tener, haciéndoles partícipes reales, otorgándoles la posibilidad de llevar a cabo la toma de decisiones que correspondan a sus aportaciones no sólo científicas, sino también del sentido común, que a final de cuentas suele ser el camino que da origen a la construcción de nuevos conocimientos.

Conclusión

La educación nacional requiere de cambios claros, basados en nuevas perspectivas que a la vez se conviertan en nuevas alternativas, mismas que coadyuven a un proceso integrador de los diferentes grupos y sociedades, principalmente a los más marginados o discriminados. Construir un nuevo modelo educativo debe propiciar, de igual manera, distintas formas de generar conocimiento, pero a la vez reconocer lo ya construido y que de alguna manera pueda considerarse como adecuado a las necesidades reales de los distintos grupos.

La propuesta que se genera desde el modelo educativo autónomo zapatista, sin decir que es la mejor, pero sí una alternativa viable, colocada desde una visión decolonial, marca la pauta para ambas cosas, pero, sobre todo, busca dar reconocimiento a aquellas personas que por mucho tiempo han sido ignoradas, discriminadas u oprimidas, y que a su vez han constituido la base de explotación de las formas en que el conocimiento se ha construido.Dar cabida a nuevos actores (o viejos, pero no reconocidos como tal) se transforma en la propuesta de un movimiento educador de posibles grandes alcances; pensarse, ser pensado y pensar de diferente manera da nuevas formas de interacción que no sólo impactan en el modelo educativo, sino en la misma vida cotidiana y en las relaciones que día con día se llevan a cabo entre individuos, grupos o sociedades. La posibilidad de enriquecer las formas de interacción con la propuesta educativa autónoma zapatista parte de todos los actores posibles, lejos de procesos discriminatorios u opresivos, es decir, debe ser completamente incluyente, asegurando el reconocimiento de las distintas visiones, las cuales ven su origen desde distintas latitudes y en distintos tiempos.

Imaginar y aplicar una visión como la descrita nos pone en el camino de tener que repensarnos no sólo como individuos, sino como colectividades, apuntando que, como bien se dice en uno de los lemas del movimiento zapatista, “es posible un mundo donde quepan muchos mundos”.

Referencias

Araiza, A. y Lara, J. (2016). La educación autónoma zapatista. Una apuesta pedagógica desde las epistemologías del Sur. 6. La lucha educa. Movimientos sociales y renovación pedagógica. Revista Viento Sur (147). Disponible en: http//:www.vientosur.info/spip.php?rubrique22Baronnet
B. (2011). La apuesta de las escuelas zapatistas de Chiapas por descolonizar la educación en los pueblos campesinos mayas. México, México: Decisio, Universidad Pedagógica Nacional (UPN)-Morelos.Baronnet, B. (2015). Derecho a la educación y autonomía Zapatista en Chiapas, México. Convergencia,22(67).Baronnet, B. (2015). La Educación Zapatista como Base de la Autonomía en el Sureste Mexicano. Educ. Real, 40(3).Barroso, C. (2016). Movimientos sociales y acciones colectivas. Recuperado de https://ctinobar.webs.ull.es/1docencia/Cambio%20Social/22.%20MOVIMIENTOS%20SOCIALES.pdf
Castro-Gómez, S. (2005). La poscolonialidad explicada a los niños. Colombia, Bogotá: Editorial Universidad del Cauca, Instituto Pensar, Universidad Javeriana. Castro-Gómez, S. (2007). Descolonizar la universidad. La hybris del punto cero y el diálogo de saberes. En S. Castro-Gómez y R. Grosfoguel, El giro decolonial. Universidad Central, Instituto de estudios Sociales Contemporáneos y Pontificia Universidad Javeriana, Instituto pensar.Castro-Gómez, S. y Grosfoguel, R. (2007). El giro decolonial: reflexiones para una diversidad epistémica más allá del capitalismo global. Bogotá, Colombia: Universidad Central, Instituto de Estudios Sociales Contemporáneos y Pontificia Universidad Javeriana, Instituto pensar.De Sousa, B. (2003). Universidad popular de los movimientos sociales y/o red de conocimiento. Disponible en: http:// www.fsmt.org.co/universidades.htm Lara, A. y Ruiz, A. (2001). Educación alternativa; enfoque psicosocial. Tesis de Licenciatura. D.F.: UAM-I Entrevistas de promotores y comité de educación. Quijano, A. (1999). Colonialidad del poder, cultura y conocimiento en América Latina. En Teoría y práctica de la crítica poscolonial. Colombia, Bogotá: Ed. Centro editorial Javeriano. Ruiz, J. (2011). La educación Autónoma Zapatista: un proceso de formación del saber nosótrico. Tesis para obtener el grado de Doctor en Pedagogía. México: UNAM.


Fuente:https://redlatinasinfronteras.wordpress.com/2018/08/13/mexico-decolonizacion-y-educacion-indigena-autonoma-zapatista/

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