domingo, 5 de agosto de 2018

“Tomamos la ciudad en red y en movimiento y lo mezclamos todo porque las tramas de las violencias afectan nuestras vidas de manera compleja y simultánea. El aborto clandestino no puede pensarse por fuera de esas violencias. La ciudad feminista es un cuerpo colectivo que activamos entre todas y que nos permite reapropiarnos de nuestros cuerpos que son nuestros territorios. Aborto legal es vida, es deseo, es salud y es autonomía”.

Operación Araña:

“la tierra tiembla desde abajo”.

31 de julio de 2017

Trabajadoras metrodelegadas, integrantes del colectivo Ni Una Menos y activistas de la Campaña por el derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito realizaron una jornada de visibilización por el derecho al aborto en todas las líneas del subte. La acción, denominada “Operación Araña”, tuvo como objetivo “tramar” la ciudad para que cada recorrido de línea de subte expresara un conflicto o problemática de las mujeres y personas con capacidad de gestar, teniendo como centro urgente la legalización del aborto.

Por ANRed.

En el marco del último “Martes Verde”, durante el cierre de las reuniones informativas en el Senado, este mediodía en todas las líneas del subte se realizó una peculiar acción para visibilizar la necesidad del derecho al aborto en vísperas del tratamiento del proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) el próximo 8 de agosto.
La “Operación Araña” implicó que cada recorrido de línea de subte expresara un conflicto o problemática de las mujeres y personas con capacidad de gestar.

De esa manera, la línea A puso en escena la demanda por el aborto desde la perspectiva de los derechos humanos exigiendo el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos.
En la línea B se puso en cuestionamiento las maternidades como destino femenino y bajo la consignas hechas hashtag de Twitter#LaMaternidadSeráDeseadaONoSerá, porque #NosMueveElDeseo, se sumaron a la trama.
La línea C puso en juego el aborto desde una autonomía que se sostiene en lazos comunitarios: “para poder decir NO cuando lo decidimos, y para afirmarnos en cuidados colectivos que son los que nos enseñaron a tejer una genealogía de mujeres que en su tiempo y en diferentes territorios rompieron el mandato de ser envases reproductivos para transmitirnos formas de vida colectiva”, sostuvo la declaración leída en la estación Constitución.

“No reclamamos la autonomía del individuo separado, sino una autonomía para desplegar un deseo común”, remarcaron las mujeres organizadas, para luego subirse a los vagones de la Línea C para iniciar una intervención tramando de tejidos verdes entre los y las pasajeras.

La línea D exigió la Educación Sexual Integral para descubrir, anticonceptivos para disfrutar, aborto legal para decidir en libertad y para hacer un mundo habitable para todes. La intervención en ésta línea contó con la participación de la cantante Mimí Maura, que interpretó algunas de sus canciones junto a otras y otros artistasen una de las estaciones de la línea D.

Luego, una vez que la intervención se trasladó a los vagones en movimiento de la D, allí los pasajeros fueron testigos de un recital improvisado de Miss Bolivia, que también acercó su arte solidario con la causa.
Por su parte, la línea E exigió información para decidir contra la desinformación opresiva.
Y la línea H expuso el tema del aborto como cuestión de salud pública: “la discusión no es aborto sí o no, como cuestión moral y religiosa, sino aborto clandestino o aborto legal, seguro y gratuito. El aborto seguro es salud, las muertas por aborto clandestino son femicidios de Estado.”
Tomamos la ciudad en red y en movimiento y lo mezclamos todo porque las tramas de las violencias afectan nuestras vidas de manera compleja y simultánea. El aborto clandestino no puede pensarse por fuera de esas violencias. La ciudad feminista es un cuerpo colectivo que activamos entre todas y que nos permite reapropiarnos de nuestros cuerpos que son nuestros territorios. Aborto legal es vida, es deseo, es salud y es autonomía”, sintetizó la declaración unitaria de la intervención en todas las líneas.


Finalmente todas las activistas confluyeron en la estación Perú de la Línea A, subieron e hicieron un pañuelazo en la histórica Plaza de Mayo a modo de cierre de la actividad. Allí se cantó que “si el Papa fuera mujer el aborto sería ley” – en referencia a la obstrucción de la Igleisia Católica para que salga la ley de aborto legal -, entre otras consignas.

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