sábado, 21 de julio de 2018

Hoy nos movilizamos contra el acuerdo con el FMI, repudiando su presencia y la de ministros del G20. Y convocamos a una Campaña Nacional e Internacional para decirles ¡Nunca Más al FMI, la Deuda fraudulenta y el G20!

Campaña  NUNCA MAS FMI contra el acuerdo con el FMI, la deuda y las políticas del G20
Repudiamos la visita del FMI, los ministros del G-20 y los organismos internacionales de crédito en nuestro país

Cristine Lagarde, directora general del FMI, está en la Argentina para supervisar el cumplimiento del gobierno de Macri de las graves clausulas de ajuste contra el pueblo trabajador que exige el reciente acuerdo firmado con el Fondo. Se reúne también con los ministros de finanzas del G20 y los representantes del Banco Mundial, del BID y de la OCDE, que avalan esta política de sometimiento a las demandas del sistema económico capitalista imperialista. Juntos son los máximos responsables de las políticas de explotación y la crisis que atraviesan nuestros pueblos, del creciente empobrecimiento y desigualdad mundial y de la depredación de la naturaleza.

Quienes estamos aquí movilizados denunciamos que el acuerdo Macri-FMI consagra la entrega de nuestra soberanía a la dictadura del Mercado. Con él sólo se beneficiarán los poderes económicos locales y extranjeros que operan a través de él, que pase lo que pase continuarán cobrando sus abultados intereses sobre la Deuda pública y profundizando el desguace de la Nación. Como ya sucedió con los acuerdos firmados por la Junta militar genocida en 1976 y por varios de los gobiernos constitucionales que le sucedieron, este acuerdo tampoco cerrará sin represión.

La deuda contraída por la Dictadura es una Deuda odiosa que se nutrió del genocidio, la bicicleta financiera, la desindustrialización del país y la captura del Estado al servicio de los grandes intereses económicos privados como de las familias Macri, Blaquier, Roca, etc., junto a la banca y demás empresas trasnacionales.

Es una Deuda ilegítima que seguió matando y creciendo a lo largo de las décadas del ’80 y ‘90 causando el estallido de 2001. Después siguió siendo un enorme lastre para el país pese a los abultados pagos realizados durante la década pasada.  Una Deuda que el gobierno Macri ha aumentado escandalosamente, sumando más de 100.000 millones de dólares en lo que va de su gestión. Una Deuda a perpetuidad cuyo tributo, los intereses que pagamos con la baja de nuestros salarios y jubilaciones, con el aumento de la leche, el pan, el gas, la luz y el transporte, es el rubro del presupuesto nacional que más crece.

Una Deuda que ningún gobierno, Parlamento  ni Poder Judicial de los últimos 30 años ha querido investigar ni cuestionar, a pesar incluso del fallo en la Causa Olmos, del año 2000, que constató la comisión de más de 477 actos ilícitos en su primera fase de acumulación. Una Deuda que el pueblo argentino No Debe, porque está al servicio ajeno. En realidad los pueblos de la Argentina son Acreedores, por todas las deudas históricas, sociales, ecológicas y económicas que su cobro ilegítimo ha provocado para con nosotros.

Una Deuda que el Acuerdo Macri-FMI viene a seguir engrosando a costa nuestra, para el beneficio de unos pocos especuladores y empresas que coinciden con el nuevo presidente del Banco Central cuando dice con sinceridad que “es lo mejor que nos puede haber pasado” – sólo que piensan en sus bolsillos, y no en nosotres.

Los compromisos con el FMI ratifican un modelo de país más dependiente, basado en el dominio de los monopolios y la explotación de su pueblo y sus bienes naturales, el estímulo a la especulación financiera y el extractivismo, la privatización de todo y mayor endeudamiento. 

Su costo será más pobreza, menos empleo, salarios y jubilaciones, mayor depredación, saqueo y pérdida de control territorial, menos inversión en derechos humanos fundamentales como el agua, la salud, educación, vivienda y transporte para  empezar. Ni que decir de la pérdida directa de nuestro derecho a la autodeterminación y de herramientas claves de cualquier política económica soberana.

La abrupta devaluación y la inflación desatada, la agresión a las y los jubilados como la devolución a los especuladores del Fondo de Garantía de las jubilaciones, el recorte de 300.000 millones de pesos del “gasto” público sobre la base de congelar las vacantes en el estado y el despido de miles de agentes, de los cuales los cientos de despidos de TELAM son un ejemplo, el achicamiento y privatización de la obra pública, entre otras medidas, son parte de una política recesiva que favorecerá la mayor concentración del capital, aumentará la desocupación, la precarización del empleo  y la desigualdad social a niveles históricos.

La voracidad del saqueo incluye la venta de tierras públicas que seguramente serán apropiadas por corporaciones internacionales, siguiendo el ejemplo de Grecia donde se han puesto en venta islas enteras, y la reforma de la Carta del Banco Central para que éste no pueda financiar el Tesoro, aumentando la dependencia financiera externa.

El Acuerdo Macri-FMI impulsa el desguace de la salud y la educación pública, lo que entre otras consecuencias, redunda en mayor explotación de las mujeres ya que son quienes se cargan muy desproporcionadamente con la economía del cuidado.  Mientras tanto el G20 propone una quimera de igualdad, fomentando el emprendedorismo individualista.

El Acuerdo Macri-FMI no hace mención alguna a los Derechos Humanos. El delegado principal del gobierno argentino en el G20 ha declarado que ese no es el ámbito adecuado para tratar la problemática. Queda patente que ni el gobierno Macri, ni el FMI o el G20 tienen interés en defender nuestros derechos, los derechos de todos los pueblos a la soberanía y la autodeterminación, una vida digna y el control sobre las decisiones que nos afectan. Denunciamos además que ni el Parlamento, ni el Poder Judicial han sido capaces de levantar sus voces en contra de esta entrega y recolonización de nuestro país.


El Acuerdo es parte de una política que favorece la instalación de bases militares estadounidenses en Argentina, la intromisión creciente de Israel y los esfuerzos para comprometer a las FF.AA. en la seguridad interna.  Un ejemplo de esta política represiva es el enorme presupuesto de “seguridad” destinado a las reuniones del G20 con el objetivo de enfrentar la movilización ciudadana. 

Otro camino es posible. Para empezar, hace falta parar los despidos, clausurar la fuga de capitales, cobrar impuestos a quienes más tienen y dejar de pagar la Deuda hasta completar una investigación integral que permita constatar su legalidad y legitimidad. Porque es la Deuda y su pago, lo que constituye el mayor factor “desequilibrante” y de riesgo. Se puede aprender del camino de Islandia, entre otros, que, en medio de la debacle económica mundial desatada en el 2008, investigó los grandes bancos y prestamistas, desoyó las demandas del FMI y del G20 y rehusó pagar los reclamos que consideró fraudulentos. Echó sin reparos al Primer Ministro nombrado en los Panamá Papers. 

En una nueva coyuntura mundial en la cual el desarrollo del endeudamiento público se hace cada vez más agresivo, es necesario unir a todos los pueblos oprimidos en un rechazo común a las deudas impuestas y las políticas hambreadoras y coloniales del FMI y el G20.

Denunciamos que el gobierno está buscando el “consenso” político y social necesario para aprobar en la próxima sanción del Presupuesto 2019 y las reformas laboral y previsional, un plan de gobierno que ajuste nuestra economía, especialmente al pueblo trabajador, a las exigencias del Fondo y aumente la capacidad represiva. 

Llamamos a seguir movilizándonos contra este acuerdo con el FMI contrario a los intereses de  nuestro pueblo y a repudiar la presencia de los funcionarios y ministros del G20 en la Argentina. Repudiamos la presencia de estos usureros imperialistas y reclamamos su retiro de nuestro país.

Al mismo tiempo adherimos y convocamos a una Campaña Nacional e Internacional para decirles ¡Nunca Más al FMI, la Deuda fraudulenta y el G20!. Una acción sostenida que exprese en distintas iniciativas nuestro repudio y decisión de detener los manejos de sumisión que impulsan y ejecutan estos instrumentos de las corporaciones transnacionales.

Llamamos a todos los pueblos de Argentina, América Latina y el mundo entero, a movilizarse en rechazo de la deuda, el ajuste, la represión y los gobiernos que los aplican. Llamamos a constituir un bloque independiente de pueblos y países por el no pago y reparación de las deudas cobradas ilegítimamente. Convocamos a todas las centrales sindicales, a las mujeres, a la juventud, al  campesinado, a todos y todas a realizar una gran campaña con paros y acciones de lucha y de consulta a los pueblos en todos los países frente a esta ofensiva del gran capital.

No al acuerdo Macri – FMI
Por el no pago de la deuda fraudulenta.
Basta de ajuste y saqueo, de despidos, precarización laboral y tarifazos
No a la represión, las bases militares extranjeras y el uso de las FFAA en tareas de seguridad interna
Fuera Lagarde, FMI y el G-20 de la Argentina
Por un bloque independiente de pueblos y países por el no pago

-Buenos Aires, 21 de julio de 2018


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