martes, 31 de julio de 2018

"Mañana vamos a ver qué tipo de dictamen sale de minoría o de mayoría. Vamos a tener la definición de qué tipo de dictamen se va a tratar en el senado. Qué presenta el plenario de comisiones para que se debata: puede ser el proyecto que vino de diputados, puede ser este proyecto con modificaciones o puede ser uno por mayoría y uno por minoría".

Aborto Legal: lo que se juega este miércoles en el Senado

El miércoles 1° de Agosto sale el dictamen del Senado por el proyecto de ley que garantizará el derecho al aborto en Argentina. La Campaña Nacional por el Derecho al Aborto legal, seguro y gratuito exige que el proyecto que se trateen el Senado sea el mismo que llegó de diputados. En Enredando las mañanas dialogamos con Celeste Mac Dougall, docente e integrante de la Campaña, sobre las modificaciones que se quieren hacer al proyecto original y el papel que juega la Iglesia en esta disputa.

AUDIO descargar

-¿Cómo viene el debate en el senado? Sabemos que el proyecto que llegó de diputados corre riesgo de ser modificado en el dictamen.
Habían miedos o rumores, oposiciones respecto de la “Opción Córdoba” -que son los senadores de esa provincia- que planteaban reformas. Hoy (el viernes) amanecimos con las noticias en los diarios de que tienen un peso más que significativo en torno a las decisiones. Y hay algunas reformas que son muy preocupantes. La primera y más importante es la objeción de conciencia institucional. Nosotras en el proyecto original de la Campaña no incluimos la objeción de conciencia porque consideramos que los derechos no pueden ser objetados, y un derecho humano de la salud tan básico como decidir sobre tu propio cuerpo no puede ser objetado por cuestiones morales o religiosas… En lo que votó en diputados se incluyó la objeción de conciencia individual, si hay algún médico o médica, (que inclusive sigue siendo tramposo, porque nadie obliga a un médico a ser médico, por lo tanto, si no es obligatorio ser médico él no puede imponerle su moral a una persona), podría preverlo antes. Ese es el dictamen que salió de Diputados y lo que se pretende hacer con esta nueva opción es que las instituciones puedan objetar. Cuando sale el dictamen en diputados, salieron una serie de clínicas privadas que responden a la iglesia católica a pronunciarse sobre que no iban a garantizar derechos, como si la institución tuviera algún tipo de conciencia.  Y esta presión, que es una presión con un lobby muy fuerte, no solo de la iglesia sino de un negocio que tiene que ver con el negocio de la salud, está teniendo injerencia en el Senado.
Por el otro lado, la otra modificación es respecto de las semanas: bajar de la semana 14 como plazo a 12 semanas. Y eso es básicamente convalidar el argumento eugenésico en relación al aborto. El proyecto de la campaña en ningún momento suponía eugenesia como algunos planteaban, e inclusive la formulación de malformaciones fetales graves, que tiene que ver también con la decisión. En ese videíto que se hizo famoso donde Kornblit le contesta a la senadora que el aborto es una opción, que en los países donde el aborto es legal hace muchos años, se le da la opción a la mujer de decidir si quiere continuar un embarazo cuando se detecta una enfermedad incurable en el embrión o en el feto.
Hay avances respecto de la limitación de nuestros derechos muy grandes, que se plantea como opción supuestamente para que no peligre el derecho al aborto, y en realidad es al revés: estas modificaciones lo que van a hacer es atentar contra la garantía de los derechos más básicos de las mujeres, mas que garantizarlos. Nosotras seguimos exigiendo que el tratamiento y el dictamen por mayoría que salga el miércoles que viene sea el dictamen que salió de diputados. En esa pelea estamos.
-Si hay modificaciones, ¿regresaría a diputados y no habría ley el 8?
Volvería a Diputados. Si un proyecto que se aprobó en diputados vuelve no puede ser rechazado el proyecto en sí mismo, lo que puede pasar es: o diputados insiste en el proyecto que votó, o acepta las modificaciones del senado y la aprueban o se plantea un nuevo proyecto. Todos los escenarios son de trabas y dilaciones a los derechos e inclusive el proyecto que salga, si sale con esas modificaciones es una traba muy importante.
En Chile clínicas enteras se han declarado objetoras de conciencia, por lo tanto, en la gran mayoría de Chile no se garantiza ese derecho consagrado (que es por causales). Es algo muy importante que nosotras lo veníamos denunciando ya. A su vez el 50% de las mujeres y personas con capacidad e gestar se atienden en obra social, el 35 % en el sistema público y un 15 % en prepagas. La gran mayoría de las obras sociales trabajan con clínicas privadas, tercerizan servicios. Por lo tanto estamos diciendo que un 65% de las mujeres y personas con capacidad de gestar quedarían por fuera de la garantía del derecho, si está la opción de la objeción institucional.
-Hay una embestida más fuerte de la Iglesia. ¿Cómo la leen desde la campaña?
Hay una ofensiva de la iglesia, inclusive con todo el escándalo que fue lo de Albino hoy salió Macri a ratificar que iba a seguir trabajando en su gobierno. Un tipo con mucho vínculo y con mucha relación con la iglesia católica. También nosotras vemos una reacción conforme hay una acción contundente y sumamente significativa. El martes pasado hicimos un pañuelazo a nivel federal que fue impactante, los niveles de solidaridad, la marcha que hubo en Chile fue en contexto de una movilización en apoyo al aborto en Argentina. Estamos movilizadas, estamos unidas, estamos hermanadas, estamos luchando por nuestros derechos, lo que hemos logrado el 13 de un millón de personas en la calle, y lo que vamos a lograr el 8 que vamos a ser no sólo 2 millones, sino que más. Por supuesto, estamos enfrentando a un poder que tiene 2000 años de historia y de estar en el poder. Más en nuestro país donde también tienen un vínculo muy fuerte con el Estado. Nosotras como campaña estamos reclamando la separación de la iglesia del Estado, y es clave, porque quienes tienen esas posiciones no sólo tiene una  posición moral e ideológica, sino que son financiados, todos los días. En algunas exposiciones preguntaban quienes financiaban a las ONGs que apoyan el derecho al aborto, estaría bueno preguntar quién financia a la iglesia católica, la fundación de Albino, que somos todos y todas con plata del Estado. Inclusive en cifras, la financiación que tiene la iglesia católica por parte del Estado no es pública. Yo pediría que den los números que nunca publican.
-Salió en estos días la noticia de que los curas villeros iban a construir hogares para acompañar a madres embarazadas…
Se habló bastante, niveles de hipocresía y falta de empatía completos. Ni quiero hablar. No lo puedo digerir. Es increíble. Más para quienes laburamos con pibas de los barrios, yo siendo docente, o quienes militan todos los días ahí con compañeras de los barrios, la verdad que estén diciendo esas sarta de barbaridades es increíble, pero bueno, parece que va en consonancia con la línea de la iglesia y sus posiciones anti derechos que la han tenido históricamente. Desde limitar el derecho a la educación sexual, al uso de métodos anticonceptivos, al derecho al placer y al goce. Nosotras vamos a seguir peleando. Hay una avanzada, pero porque hubo un gran triunfo, salieron también a reaccionar frente a eso.
-Ahora por ejemplo ellos exigen educación sexual, que antes no les interesaba
No sólo no les importaba sino que fueron militantes férreos en contra de la sanción de la ley de educación sexual integral. En 2006 movilizaciones inmensas, editoriales de La Nación y Clarín, Bergoglio saliendo a decir que queríamos que las y los adolescentes tengan sexo desenfrenado. Muchísima oposición. Ni que hablar cuando fue la ley de salud sexual y procreación responsable con el reparto de métodos anticonceptivos. Este discurso que tiene Albino, de que el preservativo no sirve, es un discurso que tiene la iglesia. Me acuerdo que en su momento, en Santiago del Estero, en el marco de la ley de salud sexual y procreación responsable cuando se empezaron a repartir los DIU, uno de los curas principales daba las misas explicando que el DIU era un elemento del demonio. En un encuentro de mujeres lo contaban las compañeras. Estoy hablando del 2004.
Por esos años, en el encuentro en Mendoza, estaban las compañeras del recién creado Programa de Salud Sexual y Procreación Responsable: estaban repartiendo folletos, y participantes que eran de la iglesia católica agarraron todos y los prendieron fuego en un aula. De esa gente estamos hablando. Me acuerdo de la exposición de León Ferrari cuando entraron y la rompieron toda. En fin… Que al día de hoy estén pidiendo educación sexual es un triunfo nuestro. Hay que pensarlo de esa manera, un triunfo de esta lucha que plantea educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir. Pero a la vez desde una posición muy hipócrita, porque los conocemos y sabemos quiénes son.
-El miércoles que se da dictamen, va a haber movilización para presionar y que el 8 podamos estar para que sea ley el proyecto de la Campaña
El 1º es un momento clave porque vamos a ver qué tipo de dictamen sale de minoría o de mayoría. Vamos a tener la definición de qué tipo de dictamen se va a tratar en el senado. Qué presenta el plenario de comisiones para que se debata: puede ser el proyecto que vino de diputados, puede ser este proyecto con modificaciones o puede ser uno por mayoría y uno por minoría. Acuérdense que en diputados salió un sólo dictamen. Cuando había más de diez proyectos, se hizo eso para tratar de concentrar y de ganar todos los votos posibles. Esa es la intención también en el senado, que todos los que votan voten el mismo dictamen. Pero al estar en danza esta opción se vuelve todo más difícil.
Nosotras queremos no solamente que el 1 de agosto salga el dictamen que salió de diputados, sino que queremos que el 8 haya ley. Y así vamos a estar exigiéndolo en la calle. Y ya demostramos que no somos solo un millón, sino que vamos a ser muchísimas más.
Les diría a los senadores y senadoras que respeten la voluntad del pueblo, movilizado y en la calle.


Red Nacional de Medios Alternativos -  rnma.org.ar
estamos en: facebook /  twitter /  youtube

Nos dicen: "Uno de los bastiones de la opresión de la mujer durante siglos es atravesada por la ignominia y se cae con estrépito en Chile. Salpica a toda la derecha ultraconservadora chilena que la instrumentalizaba como baluarte y espolón de combate en la defensa de los privilegios masculinos y de clase dominante y reaccionaria".

El movimiento feminista se potencia
mientras la Iglesia Católica 
se desmorona.

31 de julio de 2018


Por Leopoldo Lavín Mujica(Rebelión)
 Signo cultural de los tiempos presentes. Uno de los bastiones de la opresión de la mujer durante siglos es atravesada por la ignominia y se cae con estrépito en Chile. Salpica a toda la derecha ultraconservadora chilena que la instrumentalizaba como baluarte y espolón de combate en la defensa de los privilegios masculinos y de clase dominante y reaccionaria.
Las exitosas movilizaciones feministas lo confirman. Al mismo tiempo que la debacle de la Iglesia chilena se consuma, puesto que su jerarquía está por los suelos y ha perdido toda dignidad de la función por su implicancia directa en abusos o por encubrimiento de crímenes de carácter sexual, un potente movimiento social de mujeres se desarrolla contra las opresiones específicas por ellas vividas.
La onda de choque entró por la Via Ottaviano hasta el mismísimo poder sacro que representa el viejo Vaticano conocido por sus seculares intrigas en torno al poder, sus notables casos de corrupción mafiosa por el dinero y por los recurrentes escándalos en torno a la pulsión libidinosa reprimida por los votos de castidad de los vicarios de Dios. El Papa jesuita Bergoglio, obligado por algunos cardenales, después de hacer caso omiso de la amplitud del problema, debió enviar a Chile funcionarios de confianza para intentar resolver la crisis.
La vieja institución papal se resiente aún más en medio de un desencantamiento del mundo y del auge de la mercancía y del individualismo en un contexto de expresiones mórbidas de la crisis del capitalismo tardío. Desencantamiento aparente, porque Latinoamérica vive un avance arrollador del neo-evangelismo de las sectas religiosas en Brasil, México, Paraguay y Chile.
Y no hay santo por hacer ni procesión que vaya a salvar a la Católica y Romana de su propio infierno. Ya sucedió. En algunas ciudades del mundo occidental las iglesias católicas en desuso son convertidas en confortables departamentos por promotores de condominios. Pero los mormones siguen en expansión con sus lujosos templos. El de las afueras de París es impresionante. En Salt Lake City, el Vaticano, mormón, los fondos son cuantiosos y las redes financieras poderosas.
En Chile las iglesias neo-evangelistas que compiten con la Católica en el mercado de las religiones tienen representación política gracias a las fortunas amasadas con el consentimiento del Estado. Aquéllas defienden posiciones de discriminación de género, son conservadoras, anti derecho a decidir y homofóbicas; como el pechoño J.A. Kast.
En Chile, los resabios de la ideología patriarcal promovida por la Iglesia Católica, han sido persistentes en las ciencias sociales debido a los privilegios masculinos. Una cierta elite intelectual masculina de todos los pelajes y colores ha ignorado el feminismo como fenómeno social y también político. Por eso mismo se les vinieron encima las movilizaciones. La elite “pensadora” no tiene los marcos intelectuales y conceptuales para entenderlas.
Retraso del conocimiento ante la porfiada realidad de los hechos. Y sin embargo hacía tiempo ya que Axel Honneth, el sociólogo alemán continuador de J. Habermas, había teorizado la sociedad de la posguerra a partir de las luchas por el reconocimiento de sectores sociales dañados por el poder económico, cultural y social. Para qué hablar de las teóricas feministas que como Nancy Fraser polemizaron con éste. Y no sólo acerca del carácter cultural de las luchas sino también de la necesidad de que éstas sean antineoliberales y se proyecten hacia los cambios constitucionales. Carlos Peña, rector de la UDP, no se maneja en el tema. Habla de “lo femenino” como si se tratara “del eterno femenino” a lo Coco Chanel. Pontifica como siempre fuera del tiesto.

Dato aparte. Fue Honneth quien popularizó los conceptos de “integración social” e “inclusión” que hoy son parte del léxico piñerista, pero … para embolinar la perdiz.

En el caso de las mujeres, el feminismo es la puesta en ideas y en la acción de ese daño secular con miras a la transformación social. De la lucha por la emancipación contra las opresiones actuales. Por el derecho a decidir entre otras cosas.
Pero en el marco de este movimiento y dentro del feminismo vemos venir posturas oportunistas de la vieja política, que con la ayuda mediática quieren reposicionarse en el contexto de la causa. ¡Si hasta a Cecilia Morel, la esposa del magnate presidente Piñera, quieren presentarla como líder de mujeres!
Y para qué hablar de la socialista-concertacionista Bachelet, quien llama “chiquillas” al movimiento feminista. M. Bachelet, la misma que en julio del 2006 en Córdoba, Argentina, Presidenta en aquel entonces en el marco de la cumbre del Mercosur, mientras las trabajadoras chilenas de las salmoneras estaban en huelga para protestar contra sus sueldos miserables y las condiciones de trabajo, no se le ocurría hablar de explotación salarial. Bachelet, junto a su brazo derecho de Hacienda, el neoliberal concertacionista Andrés Velasco, sólo atinaba a hablar de “crecimiento económico”, sin dedicarle ni una sola palabra de solidaridad a las trabajadoras en lucha.
Era en los mismos instantes en que Carlos Vial Larraín (otro más) en una expresión típica de la mentalidad declaraba: “dejen de sacarle la madre a la industria (salmonera)”. Era a los cuestionamientos a la depredación empresarial sin límites que el esperpento reaccionaba. Hoy sabemos a dónde ha llevado esta ‘industria” de la depredación. A una devastación sin límites, con casi millón de salmones sueltos e infectados devorando especies en el litoral austral.
Y por lo mismo, las luchas están vinculadas y las problemáticas del capitalismo tardío y neoliberal también. Unir lo que la ideología neoliberal y el dispositivo mediático tradicional separan, fragmentan y ocultan permite comprender y actuar mejor en el mundo en que vivimos. 

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=244697

"Este es el punto en el que estamos: pasamos de lo marginal a lo minoritario y ya somos una masa crítica. Cuando uno mira la historia en perspectiva, no hay motivos para la tristeza ni la depresión, sino para celebrar, para la alegría".

Entrevista a Raúl Zibechi
“El movimiento de mujeres en Argentina y
América Latina es heredero del 68”
31 de julio de 2018

Por Antonella Álvarez y Hernán Ouviña
desInformémonos


Hace 50 años el mundo era un volcán en ebullición. Por lo general, 1968 es recordado por las revueltas estudiantiles en ciudades como París, Praga y Berlín, aunque fue un momento bisagra también en nuestro continente, tanto en ámbitos urbanos como rurales. Raúl Zibechi acaba de publicar 1968 en América Latina, un libro en el que recupera precisamente aquellos desbordes desde abajo vividos en diversos territorios de la región, y que resultan fundamentales para entender el presente. Las raíces del feminismo y los movimientos campesinos e indígenas en el ‘68, los sentidos de esa verdadera revolución global y la vigencia de las luchas emancipatorias en las periferias de las grandes ciudades. La necesidad de mirar la historia en perspectiva, para celebrar lo sembrado y profundizar el trabajo militante.
¿Por qué este libro ahora, siendo que hay tantos libros del ‘68 más centrados en Europa? ¿Qué te decidió a escribirlo?
Lo que me motivó a escribir este libro fueron dos ideas básicas. Por un lado, el eurocentrismo, ya que cuando se piensa en el 68, se piensa en mayo y en París. Y el 68 fue una revuelta que a nivel global cambió el mundo, como plantea Wallerstein, pero que además tuvo su epicentro en Vietnam, en lo que fue la ofensiva del Têt, que derrota por primera vez en la historia a las fuerzas armadas imperiales, las más poderosas del mundo. Eso me parecía importante colocarlo fuera de París y fuera de Europa, a nivel mundial, concretamente en América Latina y desde los movimientos de abajo. Y la segunda cuestión, que en la historia cada tanto tiempo se produce una institucionalización de la memoria, en la cual los grandes eventos, los grandes patriarcas ocupan un lugar central, y lo que queda al costado no se visualiza como importante. Por ejemplo, en Argentina, los movimientos populares indígenas aparentemente no existieron en esa época, o los campesinos de las Ligas Agrarias, si bien sabemos que existieron, a nivel de la memoria militante no aparecen en un lugar destacado. En ese mismo sentido, yo tengo un enorme respeto por el Cordobazo y por la figura de Agustín Tosco, pero el Cordobazo fue mucho más que Tosco y Elpidio Torres. Fue un proceso nacional de unas 15 puebladas en los años siguientes y en todo el país, pero además fue de un protagonismo muy de base, de los obreros de taller, de las mujeres en la fábrica y también fuera de la fábrica. El libro un poco busca poner en un lugar destacado los procesos que normalmente no tienen ese grado de visualización y, por lo tanto, no se congelan en la memoria como los protagonistas principales.
En la primera parte analizas un conjunto de experiencias latinoamericanas de desborde desde abajo , que tienen su génesis en un ciclo que no se ciñe al año 68, sino que es parte de un proceso más prolongado e invisible. Más allá de los contextos específicos, ¿qué las emparenta entre sí y por qué resultan actuales?
Las emparenta una cuestión básica y es que son experiencias de abajo, que surgen en la cotidianidad de la resistencia y la convivencia de lo popular indígena afro. Me dediqué a buscar información, entre otras, sobre la experiencia del campamento Nueva La Habana, en Santiago de Chile, protagonizado por el MIR. Encontré que el campamento de Nueva La Habana no era muy distinto de lo que hoy podían estar haciendo los zapatistas o los mejores grupos territoriales ex piqueteros en Argentina. Fue una experiencia alucinante de salud, educación y producción de poder popular y fue en los primeros años de la década del 70. Quiero recalcar algo: a veces pensamos que lo que pasó en el ciclo piquetero en Argentina es la novedad. Sí, sí, por supuesto que hay novedad, pero hay también historia. Tanto en este caso como en los restantes, quería recapitular alguna de esas historias que me parecen importantísimas como antecedente y como ejemplo de lo que empezó a pasar en una época. En los ´60 y ´70 se comienzan a construir otros mundos, en la misma tónica que hoy hacen los sin tierra, los sin techo, los zapatistas, y muchos movimientos más, como las fabricas recuperadas y los bachis, que no esperan que se haga la revolución para empezar a construir relaciones sociales de otro tipo. Entonces me parece que aquí hay un punto de inflexión importante, y es que los procesos históricos son procesos largos. Creo que esta idea de crear mundos nuevos, o mundos otros, ya empieza en germen en los ‘60 de forma muy clara, y eso es lo que quería destacar en esas experiencias.
¿En qué sentido las luchas del movimiento feminista y las resistencias indígenas contemporáneas tienen una de sus raíces en el ‘68 como proceso?
Jorge Zabalza plantea que en el MLN Tupamaros había una presencia importante de mujeres, como en todos los grupos armados, más que en otras instancias de partidos de izquierda o movimiento sindical, y él marca un matiz que me parece muy importante: esas mujeres eran valoradas en la medida que tenían un comportamiento masculino, que eran valientes, que agarraban los fierros y que daban órdenes. Ese fue quizás el precio para tener un protagonismo, pero a partir de ahí el peso de las mujeres fue creciendo. Creo que hoy el movimiento de mujeres en Argentina y en América Latina es heredero del ‘68, las raíces profundas están ahí, en ese cambio en el papel de las mujeres, y creo que también en esos años, un poco después, pero influido por esos años, empieza el camino de un feminismo popular, plebeyo, indígena y negro en América Latina. En el libro destaco el caso de Villa El Salvador en Perú, donde la lideresa del lugar era María Elena Moyano, quien creó la Federación Popular de Mujeres de Villa El Salvador (FEPOMUVES), un barrio ocupado que hoy tiene medio millón de habitantes y es realmente una ciudad. María Elena Moyano era una mujer pobre y negra, de la periferia de Lima, una mujer extraordinaria que terminó siendo asesinada por Sendero Luminoso en 1992. Me parecía importante destacar esta experiencia como un feminismo nuestro, latinoamericano, distinto al primer feminismo que aterrizo en América Latina a principios de los ‘80, muy eurocéntrico y académico, de mujeres blancas profesionales.
A partir de aquí hay muchas inflexiones: las Bartolinas y todas las corrientes populares, ANAMURI en Chile, CONAMURI en Paraguay… y así multiplicaríamos los feminismos populares, hasta el gran encuentro de Morelia del 8 de marzo de este año, convocado por las mujeres zapatistas. Ahí hay un arranque de estos múltiples feminismos comunitarios, negros, plebeyos, populares e indígenas, que tenemos hoy en América Latina y que, a mi modo de ver, enriquecen este movimiento.
Mencionaste a estos feminismos plebeyos y se nos hicieron presentes Marielle Franco y Berta Cáceres. ¿Te parece que el capitalismo, el colonialismo y el patriarcado implican hoy una guerra contra las mujeres?
Totalmente. Creo que hay una guerra contra las mujeres y contra los jóvenes pobres, porque son los sujetos anticapitalistas por excelencia. Marx planteaba que el proletariado no tiene nada que perder salvo sus cadenas, a mí me parece que definir desde ese lugar al proletariado, a las y los anticapitalistas, es mucho más útil que una versión muy abstracta, muy teórica, que es lo que solemos hacer los militantes cuando decimos “clase obrera es quien vende su fuerza de trabajo”. ¿Quiénes son hoy los que no tienen nada que perder salvo sus cadenas? Las mujeres de clase media para abajo y los jóvenes de las periferias urbanas. Y ambos son víctimas de un fenómeno que es el narco. Al hablar del complejo del narco refiero a la alianza de lo que llamamos narcotráfico con partes del Estado, como la policía, sectores del poder judicial y bandas que giran en torno a ellos, que tienen como objetivo principal a las mujeres y los jóvenes pobres. Este complejo del narco -que Rita Segato lo ha trabajado bastante, si bien desde otra perspectiva, pero convergemos- implica una refuncionalización del patriarcado, porque son bandas muy patriarcales, muy machistas, muy caudillistas y sumamente violentas. Yo me hago una preguntan: ¿dónde estarían esos chicos si no existiera el narco? Porque son los que no tienen lugar en esta sociedad, son los que el modelo extractivo margina y no les da futuro. En la época de Agustín Tosco, los jóvenes y las mujeres de los sectores populares emigraban del campo o de las pequeñas ciudades a la gran ciudad y, al cabo de una generación de trabajo industrial o comenzando en la construcción, o en el empleo doméstico, tenían una cierta perspectiva de vida ascendente. Hoy en día estos chicos tienen, respecto a sus padres, una performance de vida descendente. Y esto me parece importante tener en cuenta para explicar por qué el narco arraiga en esos lugares. En Uruguay, que hoy tenemos niveles de violencia superiores a Argentina, más de la mitad de los feminicidios son provocados por policías, soldados y guardias de seguridad privada. Quiere decir que hay ahí un núcleo duro de la violencia contra las mujeres que esta íntimamente ligada a la institución para-militar o militar policial del Estado.
Hay otro proceso que mencionas y recuperas en el libro, que es el de las comunidades eclesiales de base y la teología de la liberación, que tienen en nuestro presente una presencia importante en muchas de las organizaciones y movimientos populares. Veíamos una tensión en el imaginario de cierta izquierda, que intenta equiparar esa experiencia con el planteo de la Iglesia como institución y del Papa como referencia global. ¿Cómo lees ese vínculo y en qué medida difieren los procesos?
Las comunidades eclesiales de base surgen a contrapelo de la institución eclesial, surgen como una experiencia de iglesia popular y de sectores populares involucrados en procesos de transformación. Tuvieron una masividad descomunal: 80.000 comunidades en Brasil, decenas de miles en toda América Latina, millones de personas que tomaron la experiencia en sus manos y transformaron la práctica eclesial. En Argentina se dio a partir de los sacerdotes del tercer mundo, con los curas villeros, de los cuales Carlos Mugica es una expresión, no es la única. Eso permitió que después viniera una reflexión teológica que es la teología de la liberación, pero no es que la Iglesia impulsó la teología de la liberación, y la teología de la liberación impulsó las comunidades, es al revés. Las comunidades eclesiales de base empezaron por una necesidad popular que había, y por personas concretas o militantes vestidos con sotana, da lo mismo. Como Camilo Torres en Colombia, como Juan Carlos Scannone en Argentina, como los curas villeros que mencioné, en una experiencia que sectores de la institución no tienen más que bendecir porque eran millones de personas que se les escapaban. Yo miro las cosas de abajo para arriba, creo que el arriba tiene una influencia, pero el arriba no tuvo más remedio que aceptar lo que estaba pasando. Como sucede en tantas situaciones en la historia, este fue un cambio importante. Recordemos que el grueso de los movimientos populares tuvo alguna influencia de las comunidades eclesiales de base. En Brasil, por ejemplo, la CUT, el PT y el MST surgen muy vinculados a la experiencia de las comunidades, y además recordemos que el imperio, en el Documento de Santa Fe II, menciona que la teología de la liberación es uno de sus enemigos prioritarios, más que el comunismo, más que la guerrilla que ya estaban derrotados en ese entonces. Por lo tanto, hay un cambio importante, una experiencia relevante que en algún momento se cruza con la educación popular, porque los participantes de las comunidades eclesiales de base y los que practicaron educación popular en los ‘70 eran más o menos los mismos. Ahí tenes una riqueza de experiencias maravillosa.
Te preguntamos porque acá entre los movimientos populares es una discusión abierta el papel de Bergoglio a nivel global. ¿Cuál es la lectura que haces de la intervención del Papa Francisco en los diferentes conflictos de América Latina?
El papel de Bergoglio, si lo comparamos con los papas anteriores, es un papel positivo, y punto. Aunque algunos como Leonardo Boff hoy sean francisquitas, yo creo que la experiencia de vida y personal de Francisco no tiene nada que ver con las comunidades eclesiales de base ni con los curas villeros, si bien algunos de ellos me han dicho que el Papa los apoya. Me parece muy bien, pero es otra experiencia. Bergoglio no viene de la matriz de Scannone, de Dussel, del Padre Mujica, de los curas del Tercer Mundo. Bergoglio viene del núcleo duro de la institución iglesia con una vertiente distinta, por que Francisco se forma intelectualmente en un sector de la iglesia que no es fascista, que dentro de la institución tienen un guiño favorable a los movimientos en un momento en el cual la iglesia necesita limpiar su imagen. Mi análisis de Francisco no es negativo, es más bien positivo, pero creo que hay que ser muy cuidadoso, en el sentido en que no viene de esa corriente, esa corriente es ajena a Francisco. Otra cosa es que esa corriente hoy simpatice con Francisco porque estuvo en el congelador, o si prefieren, en el Purgatorio, durante mucho tiempo y fue perseguida, pero eso no quiere decir que sean lo mismo. Puede haber ciertas confluencias, pero yo no comparto las opiniones de Evo Morales, ni de los sin tierra, ni de otros movimientos con respecto a Francisco, en Argentina saben a qué me refiero. Creo que está muy bien, podemos hacer alianzas puntuales con Francisco, pero sin confundir los puntos. No me sirve decir que Francisco es heredero o que tuvo algo que ver con las comunidades eclesiales de base porque no tuvo nada que ver.
En estos días está habiendo un debate muy fuerte en torno a la necesidad de que se apruebe el proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo. La Iglesia como institución, y algunos representantes de ella en los barrios populares como los curas villeros, salieron a posicionarse en contra. ¿Cómo ves esta tensión entre la Iglesia y la irrupción de los feminismos que plantean la soberanía sobre los cuerpos?
Aquí se mezclan varias cosas que me gustaría brevemente explicar. Por un lado, la lucha de las mujeres por la interrupción del embarazo es muy importante y muy justa. Segundo, después que se aprueba la ley aparecen otros problemas, que miden la relación de fuerza en la sociedad. En Uruguay tenemos una ley aprobada, pero hay muchos médicos y hay departamentos enteros en los que no se puede abortar porque hay objeción de conciencia. Por otro lado, aquí la iglesia y sus operadores están haciendo lo posible, no solo porque no se apruebe, sino por dividir al campo popular que apoya esta iniciativa. No podemos olvidarnos que durante los gobiernos de Cristina no se aprobó esta ley ni se discutió. Acá hay intereses muy profundos en que la ley se discuta, en que aparezca este debate, y ahí evidentemente la iglesia juega a dividir.
En el libro afirmas en clave vivencial y autocrítica “fuimos una generación rebelde pero eurocéntrica”, y rescatas a Fausto Reinaga y Abdias do Nascimento, dos figuras poco conocidos por una izquierda que, muchas veces, ha sido racista y eurocéntrica ¿Qué tienen para enseñarnos en la construcción de un pensamiento y un mundo otro?
Fausto Reinaga es más conocido que Abdías do Nascimento. En Bolivia es muy conocido, al punto que la vicepresidencia que dirige Álvaro García Linera ha publicado recientemente sus obras completas. Fausto tiene la gran virtud de hacer en los ‘60 un viraje hacia el pensamiento indígena, y luego hacia el pensamiento amautico, que es el pensamiento cósmico aymara quechua. Si hablabas de Reinaga en el ’70, cuando empecé con 19 años la militancia, te decían “me estás hablando en chino”, ya que nosotros apoyábamos al Che, al ELN, al gobierno de Torres, sabíamos de Tupac Amarú, pero no de la existencia de Tupac Katari y todo lo que era ese pensamiento tan rico. Para nosotros el sujeto era la clase obrera y no existía el mundo indígena. Creo que es importante rescatar a Fausto y todo el indigenismo, y me parece que el Manifiesto de Tiwanaku, del año 1973, es una pieza político-ideológica importante, escrita por indígenas aymaras, primera generación de indígenas alfabetizados, y urbanizados, profesores, maestros y estudiantes que lo redactan. A mí siempre me gusta hacer el juego con las Tesis de Pulacayo, de 1946, de la Federación de Trabajadores Mineros de Bolivia, un manifiesto muy importante, pero eurocéntrico, en la onda de la Internacional, que valora a los aymaras y a los campesinos quechuas como pequeñoburgueses, cosas que yo hubiera compartido en esos años, y que es muy eurocéntrico en su análisis. El Manifiesto Tiwanaku es una pieza fundamental, en el libro lo pongo entero porque creo que las y los militantes deben conocer estas cosas. Y con Abdías do Nascimento mi encuentro pasó en una situación que no podía haber sido de otra manera. Hace unos años estuve en Timbau, una de las 17 favelas del complejo de la Maré, de los más grandes de Río de Janeiro. Allí una amiga tiene un teatro negro. Posteriormente estuve en otra favela de Brasilia, en esta ocasión pequeñita, pero también de población negra, y un amigo me empieza a hablar de Abdías Do Nascimento, que creó en los años ‘40 el teatro experimental negro, el TEM. Esta experiencia negra y marginal había ocurrido 20 años antes de la educación popular de Paulo Freire. Abdías empieza a hacer el teatro negro porque vio que cuando en los años ‘40 iba al teatro y aparecía un negro en escena, era un blanco pintado haciendo de negro. Frente a esto, Abdías empieza a hacer teatro con negros, y el teatro experimental negro es un espacio de formación, de educación, de desalienación colectiva, como diría Silvia Rivera. Era necesario también recuperar esa experiencia. Y más recientemente después de escribir el libro, me llega la historia de Carolina María del Jesús, una escritora negra, favelada, cartonera y muy pobre. En los ‘60 Carolina vendió muchos más libros que Jorge Amado o Clarice Lispector, a quienes yo he leído mucho, pero no sabía que había una mujer que vendió un millón de ejemplares de su primer libro, que es una cifra alucinante. Me parece que esas experiencias que están en el sótano, en el subsuelo, son las que es importante recuperar. Cuando tenés una olla con leche y queda la nata arriba, es lo único que ves. Es necesario revolverla y sacar a la superficie las cosas que han quedado abajo, subordinadas o invisibles. Fausto, Abdías, el feminismo plebeyo… era importante remover estas experiencias y volver a ponerlas en circulación.
Por último, subyace en el libro un diálogo con las periferias urbanas, con esos territorios signados por la violencia pero que a la vez cobijan saberes, haceres y sentires plebeyos, que tienen que ver con los ámbitos rurales y con esa migración que se mixtura en las grandes ciudades para construir y ensayar formas comunitarias de producir y reproducir la vida. ¿Consideras que en estas realidades se tejen otros mundos?
Creo que esos otros mundos están pululando en todas las periferias. Tenemos 100 bachilleratos populares, 400 fábricas recuperadas, casi 200 revistas comunitarias de estas que censa AReCia, la Asociación de Revistas Culturales e Independientes de Argentina, con millones de lectores, eso es la periferia del sistema de comunicación. Eso es fundamental y eso es el futuro, con un cambio con respecto a los ‘60, ya que en los ‘60 estas experiencias eran marginales, mientras que hoy son minoritarias, pero ya no marginales. Cuando te digo 100 bachis, o 400 fábricas o 200 revistas autogestivas, estoy hablando de un mundo que no es mayoría, pero que ya no es un mundo marginal. En estos 50 años hay que ver ese proceso y ver que se ha avanzado enormemente. Alguien me puede decir: “bueno, de los 100 bachis, de las 400 fábricas, algunos funcionan más o menos bien, otros no”. Sí, sí, pero están. Son la posibilidad de que creemos algo nuevo y ahí es donde está el futuro de una sociedad diferente a la actual. Por eso mi optimismo no es un optimismo ciego, sino un optimismo que viene de una reflexión sobre la experiencia y de observar de que en esos otros mundos están surgiendo lo nuevo. Cuando Darío Aranda plantea que los mapuches de Argentina recuperaron en 30 años 100.000 hectáreas, uno podría decir, “en la Patagonia 100.000 hectáreas no son nada”, pero son 100.000 y eso va creciendo. El gran temor de las clases dominantes es que esto que es minoritario, mañana en una situación de crisis -una crisis que es inevitable-, se multiplique. De hecho, ya se está multiplicando, aunque todavía muy lentamente. Este es el punto en el que estamos: pasamos de lo marginal a lo minoritario y ya somos una masa crítica. Cuando uno mira la historia en perspectiva, no hay motivos para la tristeza ni la depresión, sino para celebrar, para la alegría y para profundizar el trabajo. 

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=244741

"Cuando nos presentamos en audiencia, que tendría que haber apartado a la gendarmería y haber hecho una investigación independiente y exhaustiva y no lo hizo por el juez (Guido) Otranto, que por el contrario lo que hizo fue intervenir el teléfono mío, de testigos, y perseguirnos a nosotros todo el tiempo”.

“En cualquiera de los escenarios que puedan plantearse no hay ninguna otra hipótesis: el responsable es el estado”


31 de julio de 2018

Junto a organismos de Derechos Humanos y otras organizaciones sindicales y políticas, Sergio Maldonado brindó una conferencia de prensa a un día de complirse un año de la desaparición forzada seguida de muerte de Santiago Maldonado. Con el pañuelo verde en su muñeca derecha, en apoyo al aborto legal seguro y gratuito, convocó a la movilización de mañana a las 17hs en Plaza de Mayo, y señaló algunas de las incongruencias de la causa. También desmintió lo difundido por numerosos medios hegemónicos que buscan cerrar la causa y desligar al Estado de sus responsabilidades. 

Por ANRed. Fotos de Carlos Guerra y Polaco.

Tras leer la numerosa lista de organizaciones que acompañaron la conferencia de prensa, Sergio Maldonado agradeció a los trabajadores de Télam por brindar el espacio e hizo extensivo el agradecimiento  organismos de Derechos Humanos, sectores políticos, sindicatos y a “todos los de a pie” refiriéndose a todas las personas que acompañaron sin pertenecer a ningún partido político u organización, pero que acompañaron el pedido de verdad y justicia por Santiago.
Sergio denunció que el médico y policía que había tomado y viralizado la foto del cuerpo Santiago el pasado 17 de octubre, llamado Werther Augusto Aguiar, no solo sigue trabajando en Esquel sino que hizo denuncia exigiendo 500.00 pesos en concepto de “daños y perjuicios” por publicar su foto cuando él había viralizado la foto del cuerpo de Santiago.
Luego señaló el accionar de los medios hegemónicos que intentan dar por cerrado el caso: “En estos días hubo muchas preguntas y se reflota el hecho de que Santiago se ahogó solo, y en algunos medios la pregunta la hacen directamente con afirmación: ¿Por qué reclaman si Santiago se ahogó solo? y en realidad, en cualquiera de los escenarios que puedan plantearse no hay ninguna otra hipótesis, y solamente una: que el responsable es el Estado”.
También enumeró las distintas hipótesis o posibilidades y explicó por qué en cada una de ellas el responsable es el Estado. A la hipótesis que acusa a los mapuches, le respondió sosteniendo que el contexto en el que desaparece Santiago es en el de una represión ilegal de la gendarmería, que entró con más de 100 efectivos a un territorio sin orden judicial reprimiendo con balas de goma y plomo. Luego se refirió al escenario en donde “Santiago se mete en el río y se ahoga. ¿Quién es responsable de eso? ¿Quién generó eso? La respuesta es siempre la misma: el estado. porque eso lo generó la gendarmería. En cualquiera de los escenarios el Estado es responsable”.
“Desde el día 4 (de agosto), cuando nos presentamos en audiencia, que tendría que haber apartado a la gendarmería y haber hecho una investigación independiente y exhaustiva y no lo hizo por el juez (Guido) Otranto, que por el contrario lo que hizo fue intervenir el teléfono mío, de testigos, y perseguirnos a nosotros todo el tiempo”
Antes de responder a las preguntas Sergio cerró su intervención convocando a la movilización de mañana, 1 de agosto a las 17hs en Plaza de Mayo, “no para pedir, sino para exigir justicia por Santiago y por todos los detenidos y desaparecidos en dictadura y en democracia“.
La consigna elegida para la movilización fue “Santiago es solidaridad”

 Fuente: http://www.anred.org/?p=100469

"Nosotros seguimos sosteniendo la veracidad de los testimonios que nos fueron aportados en ese momento, con la reserva lógica que no declaran bajo el juramento de decir la verdad. Pero con ese otro aliciente con una relación de confianza que se generó con la comunidad, a partir de un trabajo que se venía realizando desde hace un año”.

Santiago Maldonado:

la encrucijada de una llama frente a los estamentos bajo cero


30 de julio de 2018

 

Por Lea Ross*
Un aniversario de la desaparición seguida de muerte del joven artesano. Un escenario de dudas sobre lo ocurrido. Un pesar ancestral frente a un Estado nacido en una patria financiada. Los dilemas de la progresía. Y las dudas hacía la búsqueda de la rebeldía.
El 01 de agosto de 2017, alrededor de las 11:30hs., decenas de gendarmes entran al puesto del Pu Lof en Resistencia Cushamen. Uno de ellos saca una fotografía. Allí aparece Santiago Maldonado, con una campera celeste y la cara tapada, al costado del puesto mientras veía el avance de los gendarmes. Inmediatamente corre hacia donde está el río.
Lucas Pilquiman y Santiago se sumergen en las heladas aguas del río Chubut. Pilquiman lo agarra del brazo, sabiendo que “El Brujo” no sabe nadar y le tiene fobia al agua. “No puedo, peñi”. Y retrocede. Pilquiman sigue adelante y nada hasta llegar a la otra orilla. Mientras los gendarmes bajan, uno de ellos grita: “Tenemos a uno”.
Matías Santana, desde arriba de una colina, al otro lado del río, asegura haber sostenido con sus binoculares una figura celeste siendo capturado por los gendarmes y su cuerpo llevado al interior de un vehículo.
Minutos después, los gendarmes salen del río. El subalférez Emmanuel Echazú sube ensangrentado y con una escopeta Bataan en la mano. Las camionetas y unimogs se mueven.
Entre los vehículos presentes en la zona, se encuentra una camioneta blanca Ford Ranger, con patente OLW 237, que ingresó al puesto de la Pu Lof con dos conos viales. Luego, sale del puesto con un bulto envuelto en una bolsa negra. Tiempo después, la camioneta retorna al puesto sin ese bulto. Dentro del vehículo, el propio Echazú librá el acta por el allanamiento y los objetos incautados a los mapuches. No se encuentran armas de fuego.
El cuerpo de Santiago aparecerá 78 días después. 300 metros río arriba, a contracorriente.
Hasta el día de hoy, la causa a cargo del juez Gustavo Lleral, mantiene la carátula de desaparición forzada con un único imputado: Echazú.
Pasó un año que Santiago Andrés Maldonado perdió su vida y hasta el momento no hemos podido descifrar lo que le pasó. Detrás de su rostro de frente, de ojos cálidos, émulo de un Jesucristo, nos lleva a sumergirnos a las corrientes heladas de un transcurrir ancestral que nos deja helados.
La pesada herencia
La sangre indígena lleva derramada desde que la patria no existía. Cuando comenzó a existir, vimos que el comienzo de la historia nacional del presidencialismo fue también el comienzo de la historia nacional del remate. El empréstito de la Baring Brother como inicio de la deuda externa, viajaba en paralelo con la “hipotequización” de las tierras públicas. Estaba emergiendo la figura del latifundio. Y de allí, la Oligarquía.
Faltaba la Patagonia. Había que esperar el ascenso de esa Oligarquía en el poder para concretarlo. Para eso, se tenía que construir el Estado Moderno, como lo conocemos hoy en día. Lo contradictorio era que si la base política apuntaba a la fórmula de Alberdi, “gobernar es poblar”, la prometida campaña desertificó más al “desierto” mismo. La Patagonia se llenó más de cadáveres que de personas vivas.
Tal como señala el historiador Ramón Minieri en su libro Ese ajeno sur: un dominio británico de un millón de hectáreas en la Patagonia, distintas empresas británicas se apoderaban de las tierras patagónicas, con la curiosidad que varios de sus directorios estaban conformadas por las mismas personas. De a poquito, las empresas se unificarían y conformarían la Compañía de Tierras del Sud Argentino S.A. o simplemente “La Compañía”. Para los años noventa del siglo XX, las acciones de La Compañía se venderían al magnate textil italiano Luciano Benetton, convirtiéndose en el mayor terrateniente de la Argentina con el alcance actual de 900.000 hectáreas donde habitan sus ovejas, cuya lana es exportada a Europa.
Hoy se estima que hay una treintena de pueblos indígenas u originarios en el actual territorio argentino, divididos en más de 1.600 comunidades. La quinta parte vive en zonas rurales, que abarcaría un total de 14 millones de hectáreas.
Cuando Mauricio Macri asumió la presidencia recibió como “pesada herencia” unos 185 conflictos indígenas en todo el país, según un relevamiento de Amnistía Internacional, mediante el aporte del periodista Darío Aranda. Hablamos de casos referidos a disputas de tierras, hechos represivos, contaminación en los territorios y causas judiciales, entre otros.
La tercera parte de ese mapa, se concentra en el suelo neuquino y sus alrededores, donde hay una fuerte presencia mapuche. Un caso judicial muy recordado, además del proceso de extradicción contra Facundo Jones Huala, fue la causa penal contra la dirigente mapuche Relmu Ñamku en 2015, de la comunidad Winkul Newen, que fue absuelta por tentativa de homicidio, en pleno conflicto contra una petrolera. La absolución fue acompañada por un jurado popular.
Las razones de por qué tanta saña contra la comunidad mapuche lo podemos encontrar desde tres variantes:
  1. A) Desde lo geopolítico: el territorio mapuche llamado Wallmapu se divide entre el Gulumapu (región chilena) y Puelmapu (argentina). Este mismo abarca como media docena de provincias, desde el sur de Buenos Aires hasta Santa Cruz. Es decir, que la reivindicación mapuche como Nación propia es profetizada por distintas comunidades que ocupan una gran extensión. Desde el Estado moderno, eso genera mayor preocupación por su compostura liberal de competencia. Tratándose de un territorio transfronterizo, se permite al aparato estatal ser más plausible en la aplicación de fuerzas represivas fronterizas, tal como es el caso de Gendarmería, con lo cual la presencia del Estado por esos lugares termina siendo su faceta más violenta.
  2. B) Desde lo social: el mapuche en general se abstiene de mostrarse como víctima y se posiciona bajo un trato igualitario frente al no-mapuche. En algunos casos, con un trabajo más aguerrido y de acción directa a la hora de no claudicar por sus reclamos. Sin mencionar que varios de sus dirigentes tienen formación política y académica; lo cual no sorprende que eso reaviva el recelo racista que hay en el argentino blanco. Y más aún si se trata de alguien que ejerce la actividad represiva en zona fronteriza, que llevan a tener una mayor carga chauvinista xenófoba.
  3. C) Desde lo económico: en todo ese territorio donde habitan los mapuches, hay una gran cantidad de bienes comunes que son apropiables para ciertos intereses sectoriales y estatales. El agua es el más fundamental, como también el menos atendible, aún con los casos evidentes como la apropiación de Lago Escondido por parte de Joe Lewis. Pero a su vez, están los recursos energéticos y gasíferos, donde el acceso a esas reservas se han elevado a partir del acceso en estado no convencional que se extraen mediante el fracking, cuyo eje central es el grandoradísmode Vaca Muerta. A esto se le suma la gran extensión de tierras en manos de terratenientes extranjeros. Con lo cual, las tensiones que se generan entre estos propietarios y los indígenas, pueden generar un ambiente dificultoso en la seguridad jurídica financiera para el Estado, al asustar las inversiones de afuera.
Se calcula que la cuarta parte de la localidad chubutense de Cushamen está extranjerizada. Según el lonko Facundo Jones Huala, en la década del ’20, parte de los ingleses de “La Compañía” habían adulterado los mapas que dividían las tierras de sus ancestros. Si esa información es correcta, el gran empresario de las ropas coloridas, Luciano Benetton, perdería una parte de las tierras de su “Compañía” y sería una derrota frente a los mugrosos indios que tanto aterra a las corporaciones. Algo no deseable para un modelo económico como el de Macri, que hasta el momento no logra atraer esas inversiones y solo se sustenta con el endeudamiento externo.
Y precisamente, la única fuente que cuenta el gobierno para paliar esa deuda eterna son las ganancias que se generan en Vaca Muerta, cuyo funcionamiento de infraestructura solo puede llevarse con un paquete de medidas como son la flexibilización laboral, los planes de Participación Público-Privadas (PPP) y los tarifazos de gas y combustible. Es decir, un megacanje para la emisión de petrodólares para paliar la deuda a costa de la población.
En particular, de las distintas comunidades mapuches, que liberan sus luchas contra las petroleras y sus derrames, sin mencionar el incertidumbre paquete de impactos que acompaña la extracción de recursos no convencionales conocida como fracking.
Billiken
Santiago Maldonado sería el último personaje de portada para la revista Billiken. Y quizás acorde a estos tiempos líquidos, y sin llegar a ser un cuadro político, padeció el más veloz proceso de “billikenización” de su persona. Todo un personaje cuyo contenido político es borrado bajo el encanto de su abultada barba negra. Es notable cómo el cristianismo atraviesa incluso al más ateo de todos y todas. La carga de su pasión se ha extendido a todos los sectores de pensamiento político, y apropiado por una gran parte de la militancia adherida al pensamiento progresista y/o nacionalista, a pesar de que Santiago era anarquista. Todo lo contrario a lo que ocurrió con el rostro de Mariano Ferreyra, con sus rasgos faciales semejantes a los de Santiago. La juventud adherida a la lucha de clases contempló a aquel mártir involuntario del Partido Obrero, no solo por la fascinación cristiana que todo latinoamericano lleva desde hace siglos, sino por lo explícito en cuanto dar el cuerpo por un proyecto político compadecido.
En el caso de Santiago, es curioso que gran parte de los que levantan su bandera por él, son los mismos que rechazan el uso de la capucha y las piedras en las marchas. ¡Pucha, che, qué mala la capucha! O que, directamente, el que tira piedras es un infiltrado. Como si el tira-piedra no merece ser una toma de discusión estratégica política, y se opta más por salir a “policializar” el caso y denunciarlo como un servicio.
Así también pasa por la figura del indígena como sujeto político. Tanto por derecha como por izquierda, el asunto indígena es leído por dos variantes: “la folclórica” y “la miserabilista”. Si no son los vecinos blancos o el mismísimo Presidente realizando la ceremonia de la Pacha Mama en Humahuaca, maravillados por los colores de la Whipala, son los distintos sectores políticos o mediáticos que solo hablan de las comunidades cuando hay una represión policial o puedan exponer casos de extrema pobreza o de desnutrición. Los indios: o son simpáticos o son víctimas.
Todo a contramano con los acontecimientos actuales que se libran en Latinoamérica, desde el ascenso de Evo Morales y todas polémicas que hay en su figura, como la organización y discusiones internas que se libran las comunidades indígenas en nuestro propio país. A tal punto que han emergido dirigentes que representan propuestas de los más disimiles. Desde el más confrontativo lonko Facundo Jones Huala desde las heladas de la Patagonia hasta el más dialoguista como el qarashe Félix Díaz, por los campos norteños y cálidos del país. A pesar que ciertos activistas de las grandes urbes aseguren que éste último es un servicio de Clarín.
De todas maneras, queda presente el planteo sobre la contraposición entre las figuras de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, donde supuestamente el segundo permanece siempre en un segundo plano, al no contemplar los requisitos antropológicos que fascinan a los sectores blancos organizados (y cristianos reprimidos). Sin embargo, para el presente cronista no lo ve tan así. Si bien uno puede creer que la búsqueda en masa, reclamando justicia por Rafael, tuvo como impulso inicial lo ocurrido por la desaparición seguida de muerte de Santiago, es más que probable que si Rafael hubiera sido asesinado antes, la reacción iba a ser la misma.
Quizás pocos lo recuerden. Pero el día que salió la noticia de su homicidio, en manos de Prefectura, la versión de que los mapuches llevaban armas se había disparado dentro de los canales apegados al Gobierno Nacional. En medio de eso, salió a responder una fotografía de “Rafita” trabajando en un taller de oficio. La imagen fue subida por un referente social, a cargo de los cursos de capacitación para los jóvenes, señalando que no era ni un “delincuente” o un “violento”.
Aquel mensaje fotográfico, de un pibe laburante y dispuesto a capacitarse para obtener un cargo laboral fue quizás lo que ha encandilado a una parte de ese pueblo de apoyo organizado. Curiosamente, una actitud distante a la de Santiago, que se rehusó a aceptar toda ayuda del Estado y tomar los pocos billetes que tenía, con mochila en mano, partiendo rumbo al sur hacia un destino incierto.
Producciones
Hasta el momento, existen dos producciones literarias y dos fílmicas que giran en torno al caso de Santiago. Un primer libro, El caso Maldonado escrito por Marcos Novaro, apunta en duros términos a los organismos de Derechos Humanos al postular que el hallazgo del cuerpo “desarmó la fábula”; y, en menor medida al Gobierno, solo por no saber actuar con prevención o por fallas en comunicación (curiosamente, la misma crítica que se inculca así mismo el Gobierno en distintos ámbitos como la Economía). Según la conclusión del propio autor, esto demuestra que se vive en una sociedad donde los hechos no importan (posverdad).
Y un segundo libro, que acaba de publicarse, con una mirada crítica a la cobertura de los medios de comunicación masivos, lleva de nombre Pasen música: el caso Santiago Maldonado en la era de la posverdad, escrita por Mariana Romano y Diego Rojas. Es decir, que lo metadiscursivo o la disputa de sentidos sobre Santiago Maldonado pasa exclusivamente al formato libro.
En cuanto a películas, ambas documentales, se espera a estrenarse El camino de Santiago: desaparición y muerte de Santiago Maldonado, dirigida por Tristan Bauer, co-escrita por Florencia Kirchner y bajo la tutela periodística de Juan Alonso, y Lechu Vive: un documental sobre Santiago Maldonado.
A partir de los respectivos trailers, podemos visualizar que la versión de Bauer, recolecta los registros realizados por una serie de documentales que filmaron Daniel Tognetti y el propio Alonso para el canal C5N. En estos trabajos, se observa la secuencia de la represión, a partir de los registros de celulares, con un montaje vertiginoso que emula un desorden, semejante a otras producciones audiovisuales, apegados al kirchnerismo, a la hora de analizar las jornadas represivas de 2001 y la Masacre de Avellaneda de 2002: una pesadilla donde no se logra dilucidar un ordenamiento entre toma y toma por causa y efecto. Esa proclama de orden (y progresismo, fórmula que caracterizó el periodista Martín Rodríguez al proyecto kirchnerista), se hace denotar por la ausencia de la figura del encapuchado o de los que habitan en el puesto de la Pu Lof, donde convivió Santiago hasta su muerte.
En cuanto a Lechu Vive, es un proyecto más colectivo, que se financia por aportes solidarios mediante plataformas virtuales y sin financiamiento del INCAA (o sea del Estado). Está basado en el artículo de la Revista Anfibia escrita por María Florencia Alcaraz, titulada Lechuga Not Dead, con registros fotográficos de Constanza Niscovolos sobre las muraleadas y tatuajes que realizó Santiago en la ciudad de 25 de Mayo, provincia de Buenos Aires, su pueblo natal. Dicha crónica no debe sorprender que sea la que canaliza las ideas y delineaciones estéticas a la hora de buscar una construcción biopic sobre el joven artesano y sus comienzos como aventurero, más alejado del impacto de su desaparición, seguida de muerte.
 “Seguimos sosteniendo la veracidad de los testimonios”
Según la resolución de levantamientos de medidas cautelares 2/2018, de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), se “considera pertinente recordar que de conformidad con los artículos 8 y 25 de la Convención Americana, el Estado de Argentina se encuentra obligado a investigar de manera diligente las circunstancias que dieron lugar a la muerte del propuesto beneficiario. En este sentido, corresponde al Estado investigar de manera exhaustiva la totalidad de las hipótesis que han surgido a lo largo la propia investigación, garantizando una adecuada participación a sus familiares y representantes. La Comisión Interamericana insta al Estado a continuar la investigación y esclarecer las circunstancias relacionadas con la muerte del señor Santiago Maldonado, de ser el caso, estableciendo las responsabilidades de cualquier índole a que dieren lugar”. Fecha: 13 de enero de 2018.
Dos semanas después, el Ministerio de Seguridad, a cargo de Patricia Bullrich, denunció a ocho testigos (siete mapuches y un amigo de Santiago Maldonado) por falso testimonio. Otras dos semanas después, Gendarmería denunció a los dos abogados, junto a los mapuches, que presentaron la denuncia por desaparición forzada ante la CIDH por “asociación ilícita”. Y un mes después, la propia Bullrich denunció a los dos abogados por distintos delitos penales: propiciar fraudulentamente sanciones políticas contra el Estado argentino, inducir a sufragar en contra del gobierno nacional, falsa denuncia, estafa procesal, asociación ilícita y usurpación de títulos y honores.
Carlos González Quintana es uno de esos letrados que se presentó ante la CIDH y denunciado por el Estado Nacional. Reconocido interviniente de distintos conflictos socio-ambientales de la provincia de Córdoba, asegura creer todavía en el testimonio de los mapuches y que la autopsia no ha podido revelar el momento y el marco en que murió Santiago. Además, afirma que hubo una operación mediática para ayudar al Gobierno Nacional para desprender toda responsabilidad a los gendarmes.
“Yo creo que no han sido contradictorios los testimonios dados entre Santana y Pilquiman, y entre lo que nos dijeron a nosotros y lo que finalmente se incluyó en la causa. Fíjense que el testimonio de Santana es exacto entre lo que declaró en la CIDH ante instancia nuestra y lo que declaró ante los tribunales de (Guido) Otranto (primer juez de la causa). El testimonio de Pilquiman puede tener matices. Pero eso no lo pone en un falso testimonio. En absoluto. Eso es una operación que está implementando el Estado, con el único objetivo de quitarle valor convictivo a los únicos testimonios que involucran a Gendarmería en el hecho y cerrar el caso. Claramente nosotros seguimos sosteniendo la veracidad de los testimonios que nos fueron aportados en ese momento, con la reserva lógica que no declaran bajo el juramento de decir la verdad. Pero con ese otro aliciente con una relación de confianza que se generó con la comunidad, a partir de un trabajo que se venía realizando desde hace un año”.
“Lo que consigue responder puntualmente la autopsia son solo unas pocas de la cantidad de preguntas que tiene esta causa. Una es la causa eficiente de muerte: que Santiago ha muerto por inmersión, coadyuvado por un cuadro de hipotermia. El otro es el tiempo en que ha estado bajo el agua, con tres fórmulas que dan distintos días, que dan desde los 56 días hasta los 73 días. Y después, la cuestión de las diatomeas como factor determinante para ésta conclusión pericial de que Santiago murió ahogado. Pero hay algo que la pericia no determina que es cuándo murió Santiago. Acá se determina de qué murió pero no cuándo. Tampoco consigue esclarecer en qué contexto murió Santiago. Eso lo tenemos más o menores reconstruido a partir de los testimonios de Lucas Pilquiman y Matías Santana, en ese intento por cruzar el río y no conseguirlo, y regresar a la costa”, señala el abogado González Quintana, en algún lugar del monte cordobés.
Prosapia de un país bajo cero
Santiago Maldonado habría cumplido recientemente 29 años de edad. Entre los múltiples apodos que tenía, desde Lechuga por su peinado, o El Brujo por sus conocimientos sobre medicina natural, se dice que le gustaría ser recordado como LHT: Las Hice Todas. Anarquista, vegano y antiespecista, experimentador musical y tatuador por profesión, Santiago Maldonado renegaba las imposturas dadas de su lugar de crianza, donde el agronegocio era la envidia emprendedora y la labor urbana como un pasar de sustento vital.
Tal como lo sintetiza María Florencia Alcaraz: “Santiago Maldonado no quería tener hijos, ni pasar los días encerrado en una fábrica como todos sus amigos; tampoco quiso terminar una carrera universitaria porque no quería nada del Estado. Desertó de ese futuro preestablecido. Sustituyó la ética capitalista del trabajo productivo por una búsqueda personal que desbordaba vitalidad. En 25 de Mayo no tenía lugar para ser joven: los niños se vuelven viejos sin intervalos”.
Y allí, a mil kilómetros y medio de distancia, por las heladas aguas del Río Chubut, su cuerpo sin ingesta de la cantidad y calidad de nutrientes requeridas, con temperaturas nunca antes expuestas, padeció el inicio de su martirio corporal. Quizás lo suficiente como para retornar a la orilla y, en caso de ser capturado, recibir los golpes necesarios para ser tumbado y ser aprestado a la eternidad.
Escribía Mijaíl Bakunin, autor que Santiago habrá leído muy seguido, en su libro Dios y el Estado, en épocas en donde la Argentina ya tenía conformado su Estado bajo las arriendas de la Oligarquía: “La rebelión del individuo contra la sociedad es más difícil que su rebelión contra el Estado. El Estado es una institución histórica, transitoria, una forma pasajera de la sociedad, como la iglesia misma de la cual no es sino el hermano menor, pero no tiene el carácter fatal e inmutable de la sociedad, que es anterior a todos los desenvolvimientos de la humanidad y que, participando plenamente de la omnipotencia de las leyes, de la acción y de las manifestaciones naturales, constituye la base misma de toda existencia humana. El hombre, al menos desde que dio su primer paso hacia la humanidad, desde que ha comenzado a ser un ente humano, es decir un ser que habla y que piensa más o menos, nace en la sociedad como la hormiga nace en el hormiguero y como la abeja en su colmena; no la elige, al contrario, es producto de ella, y está fatalmente sometido a las leyes naturales que presiden sus desenvolvimientos necesarios, como a todas las otras leyes naturales”.
Es en esa rebelión contra la dichosa sociedad que Santiago mantiene aún después de su fatal desenlace. En plena disputa e interpelaciones que nos lleva su figura, imagen, rebeldía y coraje, donde se va mutando y dando forma nuestros pesares a pensares. Y de allí, tomar en nuestras manos el fuego de una rebeldía que siempre persiste en nosotros, frente a los helados estamentos de los poderes que pretenden mantenernos bajo cero. Pero que siempre le costará opacar esas llamas tan presentes y tanto se requieren para cambiar(nos) a un mundo mejor.
Dossier Santiago Maldonado, elaboración colectiva de La luna con gatilloResumen LatinoamericanoContrahegemonía webLobo suelto y La tinta.
 *Periodista. Columnista de cine en el portal y programa radial La luna con gatillo. Integrante de Radio Panamericana FM 99.3 (Huerta Grande, Córdoba). Columnista del portal Striptease del Poder.
Fuente: http://www.resumenlatinoamericano.org/2018/07/30/santiago-maldonado-la-encrucijada-de-una-llama-frente-a-los-estamentos-bajo-cero/

Honremos a Santiago Maldonado, a Rafael Nahuel, a Facundo Jones Huala, a Darío y Maxi, a los 30.000, Jorge Julio López...luchando contra la opresión capitalista.

El ejemplo de Santiago Maldonado a un año de la “Segunda Campaña del Desierto”


30 de julio de 2018

 

Por Carlos Aznárez*
Hace exactamente un año, con el asesinato de Santiago Maldonado por parte del aparato estatal represivo, el gobierno de Mauricio Macri decidió comenzar una nueva fase de su guerra contra el pueblo. Porque de eso se trata, no de un gobierno que solo lleva adelante medidas económicas y sociales odiosas y de choque, sino de una estructura de poder que cumple con el mandato imperial de recolonizar el continente. Cueste lo que cueste y haya que matar o encarcelar a quien se oponga. Para ello, es preciso generar en la población un sentimiento de terror y de miedo, que en un país que ha pasado ya por una brutal dictadura y su consecuencia de 30 mil desaparecidos, no resulta difícil impactar en su memoria, despertando todos los demonios del pasado.
Maldonado fue en ese sentido algo más que un símbolo. Joven, solidario, internacionalista, comprometido con los que luchan bien abajo, casi en el subsuelo de este mundo capitalista, dirían los zapatistas. Primero, estuvo ligado a los rebeldes pescadores de Chiloé que luchaban contra las empresas salmoneras que los envenenaban, para luego pegarse afectivamente a la cosmogonía de uno de los pueblos originarios de estas tierras que van de un lado al otro de la Cordillera. Sin ser Mapuche, Santiago abrevaba en sus raíces, y como todo buen libertario no dudó en comprometerse hasta las últimas consecuencias. Puso el cuerpo en varias ocasiones, junto a sus hermanos del Lof Cushamen, se sacudió de rabia en los cortes de carretera, al ver la crueldad y el odio de los gendarmes hacia quienes en el color de su piel se les parecían mucho. Pero al igual que la policía paraguaya en la masacre de Curuguatí, o mucho antes los uniformados de la Bonaerense en Puente Pueyrredón contra Maxi y Darío, un mal día de fines de julio del 2017, ese ser monstruoso apellidada Bullrich se decidió a avanzar varias casillas en su particular “juego de la muerte”
Así, sus perros feroces se lanzaron con odio y mucha pólvora a la “caza del mapuche”. Los “peñi” se defendieron como pudieron hasta que se vieron obligados a replegarse frente al altísimo poder de fuego de los atacantes. Luego vino el silencio y la larga agonía de la búsqueda de Santiago Maldonado. 
Excepcionalmente, como pasa en muy pocas ocasiones, la consigna “¿Dónde está Santiago”?  conmovió al país, luego al continente y casi enseguida al mundo. Cientos de miles de personas se lanzaron una y otra vez a las calles del país, blandiendo pancartas con su rostro de Cristo, incluso desafiaron la represión y marcaron a fuego al “Estado asesino”. 
Hasta que en un típico operativo de encubrimiento, donde la Bullrich salió una y otra vez a defender a los asesinos, manos extrañas colocaron pocas horas antes de las elecciones el cadáver del asesinado y desarrollaron una campaña de desinformación y mentiras.
Fue en ese momento de tanta tensión y muchísima bronca que se perdió una gran oportunidad de avanzar contra un gobierno cruel como el de los militares de los 76 pero elegido por el virus de la inconsciencia colectiva. Veinticuatro horas antes de los comicios de agosto, el cuerpo exánime de Santiago convocaba a la rebelión. Algunos entendimos el mensaje y desafiando ridículas vedas electorales nos lanzamos a la calle para acorralar a la muerte y si se podía, hacerla hocicar. Otros, los que lanzaron la estúpida y suicida consigna de “cuidar la gobernabilidad” se negaron a ganar la calle, porque sus liderazgos les imponían una recomendación funesta: “volcar la rabia en la urna”. De poder ser cientos de miles o un millón contra el terror que nos querían imponer, nos vimos reducidos a muchos y muchas pero que no alcanzaban para hacer temblar la estantería del sistema. 
Veinticuatro horas después, los asesinos de Santiago vencían electoralmente y festejaban el crimen bailando sobre esa y otras 30 mil muertes. En los días posteriores, cebados de impunidad, la Prefectura perforaba a balazos a otro joven: Rafael Nahuel y la nueva “campaña del Desierto” seguía su curso.
Un año después, el régimen levanta la apuesta y planifica desplegar a los militares en el escenario para defender el acuerdo con el FMI, la hiperinflación, los más de 300 mil despidos, el gatillo fácil y la mentira de lo ocurrido con los asesinados del ARA San Juan. Así son las cosas en este país y así serán hasta que dejando de lado el cortoplacismo electoral, los de abajo nos organicemos, y construyamos nuestras propias autodefensas de carácter ideológico que nos permitan avanzar sin falsos profetas que coopten nuestros deseos de ser libres. 
Poder comunal, Asamblea Constituyente, repudio a los corruptos y a los burócratas que frenan los procesos emancipadores, ética revolucionaria. En cada una de estas expresiones puede anidar la fórmula para recuperar el tiempo perdido. Comenzar a pensar en ello y disponerse a desarrollarlo, sería la mejor forma de honrar el enorme sacrificio de Santiago Maldonado, de Nahuel, o el que desde la prisión viene haciendo Facundo Jones Huala. Jóvenes libertarios que son ejemplo de resistencia al capitalismo y sus letales instituciones.  

Dossier Santiago Maldonado, elaboración colectiva de La luna con gatilloResumen LatinoamericanoContrahegemonía webLobo suelto y La tinta.

*Director de Resumen Latinoamericano.

Fuente: http://www.resumenlatinoamericano.org/2018/07/30/el-ejemplo-de-santiago-maldonado-a-un-ano-de-la-segunda-campana-del-desierto/

"Tenemos la convicción de que solamente la lucha conjunta de los pueblos podrá derrotar todas las estructuras de injusticia que sustentan esta sociedad. Vemos que la resistencia y la lucha viven en todos los territorios de Brasil y del mundo, y estamos convencidos de que nuestra fuerza debe continuar caminando y unirse a las grandes luchas nacionales e internacionales".

Foro Alternativo Mundial de las Aguas 2018

5 de abril de 2018

"Reafirmamos que las diversas luchas en defensas de las aguas dicen alto y claro que el agua no es ni puede ser una mercadería. No es un recurso para ser apropiado, explotado y destruido para el buen rendimiento de los negocios. Agua es bien común y debe ser preservada y gestionada por los pueblos para las necesidades de la vida, garantizando su reproducción y perpetuación."

¿Quiénes somos?
Nosotras y nosotros, constructoras y constructores del Foro Alternativo Mundial del Agua (FAMA), tras reunirnos del 17 al 22 de marzo de 2018 en Brasilia, declaramos a la sociedad lo que acumulamos después de muchos debates, intercambios, sesiones culturales y relatos, tanto durante los varios meses de preparación cuanto en estos últimos días en que nos reunimos aquí. Somos más de 7 mil trabajadoras y trabajadores del campo y la ciudad, de las aguas y las selvas, representantes de pueblos originarios y comunidades tradicionales, articulados en 450 organizaciones de todos los continentes. Somos movimientos populares, tradiciones religiosas y espiritualidades, organizaciones no gubernamentales, universidades, investigadores/as, ambientalistas; organizados en grupos, colectivos, redes, frentes, comités, foros, institutos, articulaciones, sindicatos y consejos.

Con la grandeza de los pueblos, intercambiamos experiencias de conocimiento, resistencia y lucha. Somos conscientes de que lo que producimos es para garantizar la vida y su diversidad. Estamos creando unidad y fuerza popular para reflexionar y luchar juntas y juntos por el agua y por la vida en sus más variadas dimensiones. Lo que nos une es la vida. Y por ella luchamos. Eso es lo que nos diferencia de los proyectos y relaciones del capital, expresados en el Foro de las Corporaciones, el Foro Mundial del Agua (FMA).
También estamos aquí para denunciar su 8º edición, realizada también en Brasilia, evento organizado por el llamado Consejo Mundial del Agua, y que en realidad es un espacio de captura y robo de nuestras aguas. El Foro y el Consejo son espacios vinculados a las grandes corporaciones trasnacionales y buscan satisfacer sus intereses, en detrimento de los pueblos y de la naturaleza.

Nuestras constataciones sobre el momento histórico
El modo de producción capitalista, históricamente concentra y centraliza riqueza y poder, a partir de la ampliación de sus formas de acumulación, intensificación de sus mecanismos de explotación del trabajo, y profundización de su dominio sobre la naturaleza, acarreando la destrucción de nuestros modos de vida. Vivimos un período de crisis del capitalismo y de su modelo político representado por la ideología neoliberal, que se busca intensificar con la transformación de los bienes comunes en mercadería, a través de procesos de privatización; fijación de precios y financiarización.
La persistencia de ese modelo ha profundizado las desigualdades y la destrucción de la naturaleza, a través de los planos de emergencia del capital en los momentos en que se profundiza su crisis. En este escenario, las acciones del capital se orientan a mantener a cualquier costo sus altas tasas de interés, lucro y renta.

Este modelo impone a América Latina y el Caribe el papel de productores de artículos primarios y proveedores de materias primas, actividades intensivas en bienes naturales y fuerza de trabajo. Subordina la economía de estos países a un papel de dependencia en la economía mundial, y los convierte en objetivos primordiales de esta estrategia de ampliación de la explotación a cualquier costo.

Brasil, que recibe esta edición del FAMA, es un ejemplo en este sentido. El golpe reciente expone la acción coordinada de las corporaciones con sectores del parlamento, de los medios y el Poder Judicial para romper el orden democrático y someter al gobierno nacional a una agenda que atienda rápidamente sus intereses. Se implementó aquí la medida presupuestaria más dura del mundo, donde el presupuesto público se congeló por 20 años, garantizando el drenaje de recursos públicos para el sistema financiero y sentando las bases para una onda privatizadora, que incluye la infraestructura de almacenamiento, distribución y saneamiento de aguas.

¿Cuáles son las estrategias de las corporaciones para el agua?
Identificamos que el objetivo de las corporaciones es ejercer control privado del agua a través de la privatización, mercantilización y de su licenciamiento, convirtiéndola en fuente de acumulación a escala mundial, generando lucros para las trasnacionales y el sistema financiero. Para eso están en curso diversas estrategias que van desde el uso de la violencia directa hasta las formas de captura corporativa de gobiernos, parlamentos, judiciarios, agencias reguladores y demás estructuras jurídico-institucionales para actuar en favor de los intereses del capital.
Existe también una ofensiva ideológica articulada junto a los medios de comunicación, educación y propaganda que buscan crear hegemonía en la sociedad contraria a los bienes comunes y a favor de transformarlos en mercadería.
El resultado deseado por las corporaciones es la invasión, apropiación y control político y económico de los territorios, de las nacientes, ríos y reservorios, para atender los intereses del agronegocio, hidronegocio, industria extractiva, minería, especulación inmobiliaria y generación de energía hidroeléctrica. El mercado de bebidas y otros sectores quieren controlar los acuíferos. Las corporaciones quieren también controlar toda la industria de abastecimiento de agua y alcantarillado sanitario para imponer su modelo de mercado y generar lucros, transformando un derecho históricamente conquistado por el pueblo en un bien más de consumo. Quieren también los manantiales de Brasil, América Latina y el mundo para generar valor y viabilizar el mercado mundial del agua.
Denunciamos a las trasnacionales Nestlé, Coca-Cola, Ambev, Suez, Veolia, Brookfield (BRK Ambiental), Dow AgroSciences, Monsanto, Bayer, Yara, los organismos financieros multilaterales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, y ONG ambientalistas de mercado, como The Nature Conservancy y Conservation Internacional, entre otras que expresan el carácter del Foro de las Corporaciones. Denunciamos el crimen cometido por la Samarco, Vale y BHP Billiton, que contaminó con su lama tóxica el Río Doce, matando toda una cuenca hidrográfica, inúmeras personas y hasta hoy sigue impune.
Denunciamos el reciente crimen practicado por la empresa noruega Hydro Alunorte que vertió miles de toneladas de residuos de minería a través de canales clandestinos en el corazón de la Amazonia y el asesinato del líder comunitario Sergio Almeida Nascimento que denunciaba sus crímenes. Ejemplos como estos se reproducen por todo el mundo.
Los pueblos son víctimas de este avance del proyecto de las corporaciones. Las mujeres, pueblos originarios y comunidades tradicionales, poblaciones negras, migrantes y refugiados, agricultores familiares y campesinos, así como las comunidades periféricas urbanas sufren directamente los ataques del capital y las consecuencias sociales, ambientales y culturales de sus acciones.
En los territorios y locales donde hubo o existen planes de privatización, se profundizan las desigualdades, el racismo, la violencia sexual y la sobrecarga de trabajo para las mujeres, la criminalización, los asesinatos, amenazas y persecuciones a líderes, demisiones en masa, precarización del trabajo, retirada y violación de derechos, reducción salarial, aumento de la explotación, brutal restricción al acceso al agua y a los servicios públicos, reducción en la calidad de los servicios prestados a la población, ausencia de control social, aumentos abusivos en las tarifas, corrupción, deforestación, contaminación y envenenamiento de las aguas, destrucción de las nacientes de los ríos y ataques violentos a los pueblos y sus territorios, en especial a quienes resisten las reglas impuestas por el capital.
La dinámica de acumulación capitalista se entrelaza con el sistema hetero-patriarcal, racista y colonial, controlando el trabajo de las mujeres y ocultando intencionalmente su papel en las esferas de reproducción y producción. En este momento de ofensiva conservadora, se profundiza la división sexual del trabajo y del racismo, causando aumento de pobreza y precarización de la vida de las mujeres.
La violencia contra las mujeres es una herramienta de control sobre nuestros cuerpos, nuestro trabajo y nuestra autonomía. Esa violencia se intensifica con el avance del capital, y se refleja en el aumento del asesinato de mujeres, de la prostitución y la violencia sexual. Todo eso imposibilita que las mujeres vivan con dignidad y placer. Para las diversas religiones y espiritualidades, todas esas injusticias en relación a las aguas y los territorios, configuran una desacralización del agua recibida como un don vital, y dificultan las relaciones con lo Trascendente como horizonte mayor de nuestras existencias.
Destacamos que para los Pueblos Originarios y Comunidades Tradicionales existe una relación interdependiente con las aguas, y todo lo que las afecta, y todos los ataques criminales que sufren, repercuten directamente en la existencia de esos pueblos en sus cuerpos y mentes. Estos pueblos se afirman como agua, ya que existe una profunda unidad entre ellos y los ríos, lagos, lagunas, nacientes, manantiales, acuíferos, pozos, veredas, estuarios, mares y océanos como una entidad única. Declaramos que las aguas son seres sagrados. Todas las aguas son una sola agua en permanente movimiento y transformación. El agua es una entidad viva, y como tal, merece ser respetada.
Finalmente, constatamos que la entrega de nuestras riquezas y bienes comunes conduce a la destrucción de la soberanía y autodeterminación de los pueblos, así como a la pérdida de sus territorios y modos de vida.

Pero afirmamos: ¡Resistimos y venceremos!
Nuestra lucha es legítima. Somos los guardianes y guardianas de las aguas y somos defensores de la vida. Somos un pueblo que resiste y nuestra resistencia vencerá todas las estructuras que dominan, oprimen y explotan nuestros pueblos, cuerpos y territorios. Somos como agua, alegres, transparentes y en movimiento Somos pueblo de agua y el agua de los pueblos. En estos días de convivencia colectiva, identificamos una extraordinaria diversidad de prácticas sociales, con enorme riqueza de culturas, conocimientos y formas de resistencia y de lucha por la vida. Nadie se rendirá. Los pueblos de las aguas, selvas y campos resisten y no se entregarán al capital. Así también ha sido la lucha de los obreros y de todas las trabajadoras y trabajadores de las ciudades que demuestran cada vez mayor fuerza. Tenemos la convicción de que solamente la lucha conjunta de los pueblos podrá derrotar todas las estructuras de injusticia que sustentan esta sociedad.
Vemos que la resistencia y la lucha viven en todos los territorios de Brasil y del mundo, y estamos convencidos de que nuestra fuerza debe continuar caminando y unirse a las grandes luchas nacionales e internacionales. La lucha de los pueblos en defensa de las aguas es mundial.
Agua es vida, salud, alimento, territorio, derecho humano y bien común sagrado.

Lo que proponemos
Reafirmamos que las diversas luchas en defensas de las aguas dicen alto y claro que el agua no es ni puede ser una mercadería. No es un recurso para ser apropiado, explotado y destruido para el buen rendimiento de los negocios. Agua es bien común y debe ser preservada y gestionada por los pueblos para las necesidades de la vida, garantizando su reproducción y perpetuación. Por eso, nuestro proyecto para las aguas tiene a la democracia como un pilar fundamental. Es solamente por medio de procesos verdaderamente democráticos -que superen la manipulación de los medios y del dinero- que los pueblos pueden construir el poder popular, el control social y el cuidado efectivo de las aguas, afirmando sus saberes, tradiciones y culturas en oposición al proyecto autoritario, egoísta y destructivo del capital.
Somos radicalmente contrarios a las diversas estrategias presentes y futuras de apropiación privada sobre el agua, y defendemos el carácter público, comunitario y popular de los sistemas urbanos de gestión y cuidado del agua y el saneamiento. Por eso saludamos y estimulamos los procesos de re-estatización de compañías de agua y saneamiento y otras formas de gestión. Seguiremos denunciando los intentos de privatización y de apertura de capital, como ocurre en Brasil, donde 18 estados manifestaron interés en la privatización de sus compañías.
Defendemos el trabajo decente, basado en relaciones de trabajo democráticas, protegidas y libres de toda forma de precarización. También es fundamental la garantía de acceso democrático y sustentable al agua, junto a la implementación de la reforma agraria y la defensa de los territorios, que garanticen la producción de alimentos con bases agroecológicas, respetando las prácticas tradicionales y buscando impulsar la soberanía alimentaria de las trabajadoras y trabajadores rurales y urbanos.
Estamos comprometidos con la superación del patriarcado y de la división sexual del trabajo, y entendemos que es necesario reconocer que el trabajo doméstico y de cuidados está en la base de la sustentabilidad de la vida. El combate al racismo también nos une en la lucha por el reconocimiento, titulación y demarcación de los territorios de los pueblos originarios y comunidades tradicionales, y en la reparación al pueblo negro e indígena que vive marginalizado en las periferias de los centros urbanos.
Nuestro proyecto es orientado por la justicia y por la solidaridad, no por el lucro. En él, nadie pasará sed o hambre, y todas y todos tendrán acceso al agua de calidad, en cantidades suficientes, así como también a los servicios públicos de saneamiento.

Nuestro plan de acciones y luchas
La profundidad de nuestros debates y elaboraciones colectivas, el suceso de nuestra movilización, la diversidad de nuestro pueblo y la amplitud de los desafíos que precisan ser combatidos nos impulsan a continuar el enfrentamiento al sistema capitalista, patriarcal, racista y colonial, teniendo como referencia la construcción de la alianza e unidad entre toda la diversidad presente en el FAMA 2018.
Trabajaremos, a través de nuestras formas de lucha y organización, para ampliar la fuerza de los pueblos en el combate a la apropiación y destrucción de las aguas. La intensificación y calificación del trabajo de base junto al pueblo, la acción y formación política para construir una concepción crítica de la realidad serán nuestros instrumentos. El pueblo debe asumir el comando de la lucha. Apostamos por su protagonismo y su construcción heroica. Vamos a practicar nuestro apoyo y solidaridad internacional a todos los procesos de luchas de los pueblos en defensa del agua y denunciaremos la arquitectura de la impunidad, que por medio de regímenes de libre comercio e inversiones, concede privilegios a las corporaciones trasnacionales y facilita sus crímenes.
Multiplicaremos las experiencias compartidas en el Tribunal Popular de las Mujeres, para la promoción de la justicia popular, visibilizando las denuncias de los crímenes contra nuestra soberanía, los cuerpos, los bienes comunes y la vida de las mujeres del campo, las selvas, las aguas y las ciudades.
El agua es un don que la humanidad recibió gratuitamente, derecho de todas las criaturas y bien común. Por eso, nos comprometemos a unir mística y política, fe y profecía luchando contra los proyectos de privatización, mercantilización y contaminación de las aguas que hieren su dimensión sagrada.
El Foro Alternativo Mundial del Agua (FAMA) apoya, se solidariza y estimulará todos los procesos de articulación y lucha de los pueblos en Brasil y en el mundo, tales como la construcción del “Congreso del Pueblo”, del campamento “Tierra Livre”, la “Asamblea Internacional de los Movimientos y Organizaciones de los Pueblos”, la “Jornada Continental por la Democracia y Contra el Neoliberalismo”, la campaña internacional para desmantelar el poder corporativo y por el “tratado vinculante” como herramienta para exigir justicia, verdad y reparación frente a los crímenes de las trasnacionales.
Convocamos a todos los pueblos a luchar juntos para defender el agua. Agua no es mercadería. El agua es del pueblo y por ellos debe ser controlada. Es tiempo de esperanza y de lucha. Sólo la lucha nos llevará a la victoria. ¡Venceremos!
Firman la declaración:
Articulação dos Povos Indígenas do Brasil
Articulação Semiárido Brasileiro
Associação Brasileira de Saúde Coletiva
Associação Nacional dos Serviços Municipais de Saneamento
Cáritas Brasil
Central de Movimentos Populares
Conselho Nacional das Populações Extrativistas
Confederação Nacional dos Urbanitários
Confederação Nacional das Associações de Moradores
Coordenação Nacional de Articulação das Comunidades Negras Rurais Quilombolas
Conselho Nacional de Igrejas Cristãs do Brasil
Confederação Nacional dos Trabalhadores na Agricultura
Comissão Pastoral da Terra
Confederação Sindical de Trabalhadores/as das Américas
Central Única dos Trabalhadores
Federação de Órgãos para Assistência Social e Educacional
Fórum Brasileiro de ONGs e Movimentos Sociais para o Meio Ambiente e o Desenvolvimento
Federação Nacional das Associações do Pessoal da Caixa Econômica Federal
Federação Interestadual de Sindicatos de Engenheiros
Frente Nacional pelo Saneamento Ambiental
Federação Nacional dos Urbanitários
Federação Única dos Petroleiros
Fórum de Mudanças Climáticas e Justiça Social
Instituto Brasileiro de Proteção Ambiental
Internacional de Serviços Públicos
Marcha Mundial das Mulheres
Movimento dos Atingidos por Barragens
Movimento dos Pequenos Agricultores
Movimento de Pescadores e Pescadoras Artesanais do Brasil
Movimento dos Trabalhadores Rurais Sem Terra
Movimento dos Trabalhadores Sem Teto
ONG Proscience
Rede Mulher e Mídia
Serviço Interfranciscano de Justiça Paz e Ecologia
Sociedade Internacional de Epidemiologia Ambiental
Vigência